Recuerda leer las primeras partes:
Parte 1 (http://www.poringa.net/posts/relatos/5284765/El-trio-que-salvo-mi-matrimonio-Parte-1.html)
Parte 2 (http://www.poringa.net/posts/relatos/5289838/El-trio-que-salvo-mi-matrimonio-Parte-2.html)
Parte 3 (http://www.poringa.net/posts/relatos/5301403/El-trio-que-salvo-mi-matrimonio-Parte-3.html)
No quería que nos quedaramos pegados, así que dejé que mi mujer siguiera mamando mientras la acomodaba en 4 para penetrarla. Una vez mi verga adentro comencé a penetrarla suave, pero mi atención seguía contemplando la gran verga de José Manuel en la boca de mi mujer. Ella por su parte era lo mismo, toda su lujuria estaba volcada en su boca. Fue entonces que me di cuenta que debía dejar que ellos primero se sacaran las ganas que se tenían desde que se conocieron en el trabajo, así que tomé a mi mujer y le dije que jugaran juntos, ella me miró con una cara de culpabilidad por dejarme de lado, pero rápidamente le di a entender que estaba todo bien, que yo quería verlos coger, así que me senté cómodamente en un sillón al lado a verlos como se manoseaban. José de inmediato tomó la iniciativa y abrazó por la espalda a mi mujer a la vez que besaba su cuello y masajeaba sus tetas cuyos pezones ya estaban bien duros. Ella estaba un poco tímida de sentirse sola con José Manuel en la cama, pero fue ahí donde él mostró la experiencia que indicó y gentilmente tomó la mano de mi mujer y la recostó en la cama. Se tumbó a su lado y comenzó a comerle las tetas mientras que con sus manos comenzaba de a poco a masajear su vagina, ella comenzó a relajarse a medida que soltaba algunos gemidos pero siempre manteniendo sus ojos cerrados. Noté que ella iba mojándose cuando la estimulación de los dedos de José Manuel comenzó a sonar algo "humeda", él sin perder el tiempo, bajó lamiendo desde las tetas, pasando por su abdomen hasta llegar a su vulva para comenzar a comerla, en ese punto yo me estaba dando la mejor paja de mi vida. Ella a la primera lamida soltó un gemido muy placentero, y de pronto abrió sus ojos para contemplar una escena exquisita: su marido pajeándose en un sillón y un semental comiéndole la vagina.
Ahí ella se soltó por completo y comenzó a tomar mas acción. Se incorporó y puso a José Manuel acostado para mamarle la verga, luego de un minuto de mamadas, mi mujer comienza a tantear hacia la mesita de noche hasta que encontró lo que buscaba: pereservativos. Mi corazón comenzó a palpitar a mil, era el momento que había soñado hace años. Ella finalmente se saca la verga de la boca, le pone el preservativo y monta a José Manuel mientras le acomoda la verga en la entrada de su vagina. Las primeras entradas de su verga eran suaves, pero una vez que encontraron el ritmo ella era una loba. Montaba muy rico mientras que José Manuel se volvía loco apretándole las tetas. Luego de un rato cambiaron de posición y era mi mujer quien quedó acostada al borde de la cama y José Manuel de pie en el piso la comenzó a coger de una forma animal. Sinceramente en esa posición, viendo la verga entrar en un coño mojado y el rebote de sus tetas, yo hubiese eyaculado al minuto, pero José Manuel era aguantador, y estuvo bastante mas tiempo de lo que podría aguantar yo. Mi mujer estaba perdiendo la cabeza y por primera vez en su vida sintió dos orgasmos seguidos. El primero fue muy grande, mientras que por mi parte eyaculé mucha leche, pero en menos de 3 minutos comenzó a sentir el segundo que fue enorme. Sus gemidos eran muy fuertes y quedó exhausta...
¿Lo dejamos hasta acá o hacemos una parte 4?
Los leo en los comentarios
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No quería que nos quedaramos pegados, así que dejé que mi mujer siguiera mamando mientras la acomodaba en 4 para penetrarla. Una vez mi verga adentro comencé a penetrarla suave, pero mi atención seguía contemplando la gran verga de José Manuel en la boca de mi mujer. Ella por su parte era lo mismo, toda su lujuria estaba volcada en su boca. Fue entonces que me di cuenta que debía dejar que ellos primero se sacaran las ganas que se tenían desde que se conocieron en el trabajo, así que tomé a mi mujer y le dije que jugaran juntos, ella me miró con una cara de culpabilidad por dejarme de lado, pero rápidamente le di a entender que estaba todo bien, que yo quería verlos coger, así que me senté cómodamente en un sillón al lado a verlos como se manoseaban. José de inmediato tomó la iniciativa y abrazó por la espalda a mi mujer a la vez que besaba su cuello y masajeaba sus tetas cuyos pezones ya estaban bien duros. Ella estaba un poco tímida de sentirse sola con José Manuel en la cama, pero fue ahí donde él mostró la experiencia que indicó y gentilmente tomó la mano de mi mujer y la recostó en la cama. Se tumbó a su lado y comenzó a comerle las tetas mientras que con sus manos comenzaba de a poco a masajear su vagina, ella comenzó a relajarse a medida que soltaba algunos gemidos pero siempre manteniendo sus ojos cerrados. Noté que ella iba mojándose cuando la estimulación de los dedos de José Manuel comenzó a sonar algo "humeda", él sin perder el tiempo, bajó lamiendo desde las tetas, pasando por su abdomen hasta llegar a su vulva para comenzar a comerla, en ese punto yo me estaba dando la mejor paja de mi vida. Ella a la primera lamida soltó un gemido muy placentero, y de pronto abrió sus ojos para contemplar una escena exquisita: su marido pajeándose en un sillón y un semental comiéndole la vagina.
Ahí ella se soltó por completo y comenzó a tomar mas acción. Se incorporó y puso a José Manuel acostado para mamarle la verga, luego de un minuto de mamadas, mi mujer comienza a tantear hacia la mesita de noche hasta que encontró lo que buscaba: pereservativos. Mi corazón comenzó a palpitar a mil, era el momento que había soñado hace años. Ella finalmente se saca la verga de la boca, le pone el preservativo y monta a José Manuel mientras le acomoda la verga en la entrada de su vagina. Las primeras entradas de su verga eran suaves, pero una vez que encontraron el ritmo ella era una loba. Montaba muy rico mientras que José Manuel se volvía loco apretándole las tetas. Luego de un rato cambiaron de posición y era mi mujer quien quedó acostada al borde de la cama y José Manuel de pie en el piso la comenzó a coger de una forma animal. Sinceramente en esa posición, viendo la verga entrar en un coño mojado y el rebote de sus tetas, yo hubiese eyaculado al minuto, pero José Manuel era aguantador, y estuvo bastante mas tiempo de lo que podría aguantar yo. Mi mujer estaba perdiendo la cabeza y por primera vez en su vida sintió dos orgasmos seguidos. El primero fue muy grande, mientras que por mi parte eyaculé mucha leche, pero en menos de 3 minutos comenzó a sentir el segundo que fue enorme. Sus gemidos eran muy fuertes y quedó exhausta...
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2 comentarios - El trío que salvó mi matrimonio (Parte 4)