Amor Eterno I

Amor Eterno

Capítulo 1

                     Caminaba cabizbajo por la calle en esa madrugada lluviosa. Sentía que cargaba una pesada mochila después de aquella ruptura amorosa. Dios!! Que interminables se me estaban haciendo los días, ni siquiera el apoyo de mis amigos lograba sacarme adelante. Se que no fue una relación muy larga, pero si muy intensa. En menos de un año habíamos tenido un compromiso “formal” en la iglesia a la que asistíamos, quedo embarazada y nació mi primer hija, todo dentro de ese periodo de tiempo en el que estuvimos conviviendo juntos casi un mes y medio después de la noticia de su embarazo, pero la convivencia se hizo insoportable. Al punto en que, después de una muy desafortunada discusión, ambos seguimos caminos separados. Pero ahí estaba yo, poniéndole el pecho a la vida y yendo a trabajar, cosa que al menos me sacaba de mi letargo y depresión en la que estaba sumergido.
                  Mi papá caminaba a mi lado, si bien no era un nene, el barrio a esa hora es peligroso por lo cual decidía acompañarme una cuadra desde mi casa a la parada de colectivo. Incluso me despertaba siempre con una taza de café (un genio el viejo) pero así y todo mi humor no era el de siempre. El lo sabía, ya que me destacaba siempre por levantarme de buen humor, aunque las últimas semanas era una piltrafa, mi vida rutinaria se basaba en levantarme a las 4 de la madrugada para ir al trabajo y volver cerca de las 7 u 8 de la noche, si lo se, el horario es una mierda, pero así es la rutina de un empleado de seguridad. Aunque tenía sus ventajas. Trabajaba 2 días de 06 a 18, 2 de 18 a 06 y 2 días franco. Pero así y todo mi humor era el de un autómata. Funcionaba por inercia, lo que me servía para rendir en el trabajo
                     Pero esa madrugada en particular iba a cambiar mi percepción de la realidad a un nivel increíble. Llegamos a la parada de colectivo, y mientras esperaba a que llegara el bus que me llevaría a mi ya aburrida rutina, encendí un cigarrillo para despabilarme más rápido. Mi viejo, que sabía todo lo que me pasaba porque mi mamá le había contado con lujo de detalles lo que había pasado en mi ruptura, solo observaba, y soltó la frase que me marcó a partir de ese momento:
Papa – no estés triste, en el lugar menos pensado vas a encontrar a la persona idwal.
                    Lo mire sin entender aún a que se refería, en ese momento me sonó a una película de princesas de Disney, aunque en este caso no me veía como un príncipe, al contrario, pero ese comentario me dio que pensar. Al subir al colectivo me puse mía auriculares, encendí mi Disk man y puse un CD de Guns N’ Roses. Sonaban los acordes de Don’t Cry y esa frase retumbaba en mi cabeza. Decía dentro mío “el viejo está loco, si no tengo tiempo ni para descansar bien, mira si voy a conocer a alguien yendo solo al trabajo” que equivocado que estaba….
                     Había transcurrido ya una semana de esa charla con mi viejo, me tocaba el turno noche y estaba con un compañero que venía solo a dormir, pero en fin, no soy quien para juzgar a los demás. Cada uno sabe como cuida su trabajo. Aprovechando la soledad de la noche y, mate de por medio, decidí entrar a mi cuenta fe Hotmail desde la computadora de mi trabajo. Al abrir el Mssenger veo que mi primo estaba conectado. Por lo que, debió a mu aburrimiento, decidí escribirle:
Yo – hey primo como andas
Primo – todo bien y vos?
Yo – acá aburrido en el trabajo, por suerte no vino ningún camión a cargar así que la balanza está libre y puedo usar un rato la compu. Vos en que andas?
Primo – acá boludeando un poco
Yo – che, ya que andas al pedo, tenes alguna amiga para presentarme?
Primo – si, aguanta, hay 2 en línea
Yo – ok
                         Mientras tomaba un mate y miraba hacia afuera para ver si se aproximaba algún camión (trabajaba en una importante empresa de combustible, y si bien mi trabajo era el de seguridad, era lo que menos hacíamos, ya que nos usaban para pesar los camiones que ingresaban a cargar y darles los remitos a la salida de la planta) vie que se abre una nueva ventana de Msg, cuando veo eran mi primo y 2 amigas de el, a las cuales no conocía (o eso crei) solo una me llamo la atención. Su nombre era Claudia, si bien no conocía muchas amigas de mi primo, su nombre me resultó algo familiar, pero le reste importancia en el momento
                        Después de las presentaciones de rigor, las preguntas a ambas, empezamos una charla entre los 4, a lo cual mi primo me hacía reír, ya que si preguntaba por ejemplo sus edades, mi primo también contestaba, haciéndose el que no las conocía tampoco, ni a mi. Entre charla va y viene, terminamos quedando solo Claudia y yo, y mientras hablábamos, por privado le pregunto a mi primo quien era ella, a lo que me responde que era la hermana de un amigo de el al que to conocía, pero me parecía un pelotudo terrible.
                            Al quedar solos con Claudia la charla se extendió más allá de las 2 de la madrugada, en las cuales al menos ya sabia algo de ella. Tenía 24 años (al igual que yo) era, según su descripción, petisa, de pelo negro y tenía una hija de la misma edad que la mía (vaya casualidad del destino) también separada hace poco al igual que yo, con la diferencia de que ella vivía sola con su hija y su hermana menor. Yo por mi parte no tuve la fuerza ni la voluntad para irme a vivir solo cuando me separe, por lo que había optado por volver al lecho familiar a buscar una especie de contención.
                             En el rigor de las preguntas típicas de ese entonces también surgió la que, al menos para mí, era algo regular de preguntar “que tipo de música escuchaba”, me dijo que era algo variado, cuando le nombre mis gustos musicales y como banda de cabecera a Guns N’ Roses, dijo que le gustaba, pero un tema en particular le gustaba más: November Rain. Cuando me aviso que se tenia que ir, rápido de reflejos le dije que me gustaría seguir hablando con ella en otra ocasión, si bien no buscaba una relación o una pareja, me hacía bien hablar con ella por algún extraño motivo. Me dijo que era muy posible que volviéramos a hablar y antes de eso me paso su número de celular, no sin antes decirme que también le había gustado hablar conmigo. Agenda su número y le dije que le iba a mandar un msj (en 2005 nos manejabamos por mensaje de texto, ya que no existía WhatsApp ni ninguna red social) a lo que me dijo que esperara media hora para escribirte porque estaba en un ciber y había dejado su celular en casa.
                            Nos despedimos y espere pacientemente la media hora para escribirle, mientras de fondo había puesto November Rain.
Yo – este es mi número, agendalo, bah, si queres
Clau – dale Pablo, nos hablamos, voy a dormir, te dejo que sigas trabajando
Yo – ok, que descanses
Clau – Hasta mañana
                          Pase toda la noche repasando la conversación, sentía un calor en el pecho que no podía explicar con palabras, ni tampoco tenía a nadie con quien hablarlo a esas horas, mi compañero todavía seguía durmiendo, y no me gustaba molestar a la gente. Solo lo despertaba si venía el supervisor (si no soy de mandar al frente a las personas, no me sale ser botón de nadie) así que hasta las 4 y media estuve solo con mi mate viendo esa conversación una y otra vez.
                        Ya a la hora de salida me dirigí hacia la parada de colectivo y subí con la misma rutina de siempre, ponerme los auriculares, encender mi Disk man y poner un CD, siempre llevaba varios, pero por instinto volví a poner el de Guns N’ Roses. Cuando llego a la canción Don’t Cry, recordé la frase de mi viejo, y caí en cuenta a lo que se refería. Podía ser? Sería ella?. Con eso en mente emprendí camino a mi casa y a mirar el amanecer por la ventana con un semblante distinto al de las últimas semanas. Sonreí ante eso…

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