Experiencias, anécdotas, y otras cosas parte uno

Pequeñas situaciones que fui atravesando en mi vida, que hoy resultan divertidas o emocionantes pero más de una fue un misil a mi digestión. La primera que recuerdo fue la vez que sentí los dedos de un hombre mayor acariciar mi ano (entre la edad de mi padre y mi abuelo, amigo, vecino y socio agropecuario de mi abuelo) lituano, puesto en un barco con rumbo a la Argentina con 10 años de edad padres y familia muertos en la postguerra, Rudo, tosco, gigante, rubio,solitario, un ogro lindo, y re dulce. Salía a su encuentro, cada tarde que llegaba al juego de cartas en la matera del campo de los abuelos. Sin darme cuenta le enviaba señales, y él las recibió, y empezó a corresponderme, me nombró su dama de la suerte, me situó a su lado, y a poco me sentó sobre su falda, le recibía las barajas, mientra él rozaba mi entre piernas con disimulo y con la suavidad con que sus callosas manos podían. 
Manos que eran un racimo de pijas. 
Una tarde que mi abuelo estaba cargando ganado en camiones, le pidió permiso a mi Abuela para llevarme por helado al pueblo. Cambiate, me ordenó mi abuela, vas al pueblo con don Valdas, al despedirme me digo " hacele caso en todo, ya sos una señorita portate como señorita". Pollera verde manzana, camisa blanca de broderie, corpiño blanco. 
Yo venía chupando mi cucurucho de frutilla, cuando estaciono la chata en la entrada del campo Los Alamos, se bajo dio la vuelta abrió la puerta del acompañante donde yo estaba. Me alzo, me giro, y me sentó sobre su falda, sus manos bajo mi pollera llegaron al límite de mi conchita, su respiración agitada sus movimientos acomodando su verga sobre mi colita eran un sensación nueva. La cosquilla placentera de sentir su respiración en mi cuello, como frotaba mi cuerpo sobre su pija, y las palabras de mi abuela ya sos una señorita, me dieron la tranquilidad, que todo estaba bien. De pronto, me separo bruscamente, y vi su enorme vergota escupir leche, con una mano la contenía, mientras con la otra buscaba una franela de la guantera. Fue la primera pija que vi. Y, que en mi recuerdo sigue siendo enorme.

1 comentario - Experiencias, anécdotas, y otras cosas parte uno

leloir2010
Ya de chiquita eras una putita que recien empezabas a gustarte. Van puntos