Cielo Yamile River-os mis aventuras sexuales con viejos 28

Cielo Yamile River-os mis aventuras sexuales con viejos 28
-Señora María quiere que le ayude en algo…?,-aprovechó la chamaca de decirle a su suegra, para ver si se podía sacar de encimaal viejo Severiano.
--No mija no te preocupes…!, -la señora le contestabalo anterior mirando de reojo al hombre de la casa, claramente la doña se dabacuenta del rechazo que sentía aquella jovencita por su esposo.
--A qué hora llegará Rodrigo?, -le volvió a preguntar CieloRiveros  .
--Él… él… llegara pronto… no te preocupes. –La pobremujer se sentía podrida al estar mintiéndole a la novia de su hijo, se dabacuenta a lo lejos de los embustes de Severiano, pero confiaba en que este luegose aburriría de sus odiosidades y que diciéndole otra de sus mentiras ladespacharía.
--Bien…!, -acotó el vejete, --ahora que ya sabes queRodriguito luego llegará ahora te beberás una copa con tu suegro postizo,jejejeje…!!!, -el viejo insistía por hacerse el simpático con la chamaca.
Mientras la señora se retiraba a la cocina, donSeveriano en forma de lo más ceremoniosa se  dio a descorchar la botellapara que luego de servir las dos copas y pasarle una a Cielo Riveros  extender la suya en señal de estar brindandocon la contrariada joven.
--A tu salud chamaca…!!!, -le dijo el vejete mirándolelas piernas, luego las tetas, y por ultimo mirándola a la cara.
La mamasota que se daba cuenta de cómo el viejo lamiraba con cara de caliente, se propuso a no dar pie para que don Seve creyeracosas que no iban a pasar:
--Yo… yo… no beberé nada…!, yo vine a estar conRodrigo, y no a beber vino con Usted…!, - Cielo Riveros  le hablaba con convicción, y el viejo lonotaba, por lo mismo ya le empezaban a pulsar las venas de las sienes productode la ira que le causaba al notar como la pendeja se rehusaba a hablar y tomarvino con él, y tras mirar que su mujer estaba al interior de la cocina desdedonde no los podía ver decidió cambiar un poco de técnica ya que eso de quererhaber sido cortes con aquella endiablada chamaca no estaba resultando como élquería.
--Si…! si lo harás…!, recuerda que nosotros dos ya noshemos acostado… eso me da ciertos derechos para hacer muchas cosas contigo,como esto, por ejemplo, –el vejete junto con decirle lo último en voz baja, ycon toda la propiedad del mundo posó una de sus manazas peludas el pleno muslode la nena y por debajo de su mini falda
--Nooo…!, don Seve… Usted está loco…! no me toque…!!,-le reclamó Cielo Riveros  en el acto ymirando hacia la cocina temiendo que la señora María saliera y sorprendiera asu marido manoseándola en el mismo living de su casa.
En tanto el viejo continuaba hablándole muy cerca asus oídos aprovechando de mirar en primera fila ese precioso nacimiento dechichotas que estaba dispuesto a chupar a penas se le diera la oportunidad:
--Entonces bebe conmigo pendeja… aunque sea solo untrago… si no quieres que te empelote aquí mismo y aparte de comerte las tetaste culie tirada en la alfombra delante de mi esposa…
--E… Esta… bien…, pero solo será un trago y nadamas…!, -junto con decirle lo ultimo la chamaca como pudo le retiró la mano desu pierna con la suya.
--Así… esta mejor pendeja…, a propósito te ves muylinda con esa blanca ropita que te pusiste!, si pareces un verdadero vasito deleche ricura…!! Jejejeje…!!
Cielo Riveros  ,que no le causaban ninguna gracia las palabras de halago que le profería elvejete, y  con tal de que este la dejara tranquila tomó la copa que lehabían servido y bebió tres sorbos del vino, en tanto el viejo para no seguirasustándola se paró del sofá en que compartían y se ubicó sentado en otrosillón que estaba justo al frente  de ella, desde donde se dedicó amirarla en forma penetrante mientras la morboseaba pensando en que solo en unrato mas se la iba a estar culeando. (Delante de su esposa para él, y delantede la madre de su novio para ella
Don Seve estaba recaliente mientras se bajaba el solola botella de vino, únicamente se daba a comérsela con sus ya enrojecidos ojos,imaginándola desnuda y apareándose con él.
Fue en eso que la buena señora María les daba avisoque la cena ya estaba servida, la nena de muy malas ganas se puso de piecreyendo que iban a cenar sin esperar a su amado ya que vio solo tres cubiertospuestos en la mesa, por lo que rápidamente le dijo al vejete lo que ellapensaba.
--Don Severiano, yo creo que lo mejor es que Usted sesirva su cena junto a su esposa mientras yo espero a Rodrigo viendo televisión,el está por llegar no?
El viejo, que según él era de origines italianos ya seestaba cansando de la actitud de Cielo Riveros , claramente se daba cuenta que la chamaca desde que había llegado a sucasa lo estaba rechazando haciéndole ver abiertamente que ella no quería nadacon él. Es que nuestra nena estando en su sano juicio era una chica muy bienportada, en su correcta personalidad no estaba eso de andar coqueteándole aviejos calientes, si bien en su fuero interno ella sabía que ambos se habíanacostado esto se sucedió en forma forzada y bajo engaños, además que se habíajurado que ella por nada del mundo iba a volver a dar pie para que el odiosovejete confundiera las cosas.
Pero por su parte don Severiano que estaba muy aireadopor la forma en que le hablaba la colegiala ya estaba casi a punto de correr lacortina y decirle abiertamente a la chamaca que Rodrigo no iba a llegar y queella después de cenar se iba a tener que ir a acostar con él en la mismahabitación matrimonial de la casa, había esperado tanto por esta oportunidadque no estaba dispuesto a desperdiciarla, total ya había acondicionado a sumujer que era la parte más difícil de lo que espontáneamente se le ocurrió deun momento a otro, y si esta se ponía a armarle escándalos le volvía a pegar ypunto.
--Escúchame chamaca…!, -le dijo finalmente don Seve yen forma amenazante, --Lo mejor que puedes hacer y que es en beneficio paratodos los que viven en esta casa es sentarte en la mesa y cenar conmigo… miraque ya estoy perdiendo la paciencia.
La nena desde su posición y al estar parada casi alfrente del vejete siendo ambos casi de la misma estatura le vio que tenía laspupilas de sus ojos llenas de venitas rojas, como si estos estuviesen trisadosy a punto de quebrarse, situación que le empezó a causar más temor todavía.
--Pe… pe… pero y R… Ro… Rodrigo… el va a llegar?, -lanena hacía la consulta mirando a su suegra que con los ojos llorosos eratestigo de todo lo que estaba ocurriendo, además que Cielo Riveros  ya vislumbraba que en esa casa algo extrañoestaba ocurriendo.
--Por favor mija…, -dijo de pronto la suegra de CieloRiveros  , --solo siéntate y cena connosotros…
--Pero contésteme señora María… Rodrigo va a llegar?,-la contrariada chamaca miraba alternadamente a su suegra y al vejete, como side verdad estuviese exigiendo que alguien le dé una buena explicación de lo queahí sucedía, pero lo único que obtuvo por respuesta fue un extraño silencio.
La buena mujer que en un momento estuvo a punto dedecirle a Cielo Riveros  la verdad y quelo mejor que podía hacer era retirarse lo antes posible, fue fulminada por unabestial mirada de su marido, y recordando además que si en esa casa no se hacialo que Severiano deseaba lo más seguro era que las iba a pagar su hijo, solo sedio a contestar:
--Si mija… el llegará en cualquier momento… solo siéntatea la mesa y cena con nosotros.
Cielo Riveros  queno estaba para nada convencida con la respuesta de su suegra lentamente fuetomando asiento en la mesa, viendo que el facineroso vejete hacía lo propio consu silla muy apegada a la de ella, y cuando la señora María hubo servido lostres platos, el viejo con toda la autoridad que a él le correspondía en esehogar le dio sus instrucciones a su mujer:
--Tú no vieja…!, retira tus cubiertos y tu plato yvete a cenar a la cocina, o simplemente desaparécete no muy lejos de aquí, sinecesitamos algo te avisaremos y tu vienes y nos atiendes, jejejeje…, -ledemandaba abusivamente don Seve a su esposa.
La pobre viejita quien aun se decía que toda esa malcuerna inventada por su odioso marido era solo para seguir humillándola a ellay a su hijo, pensaba que a Severiano ya se le estaba pasando la mano, mientrascaminaba a la cocina con su plato y sus cubiertos preguntándose de que cosapodría hacer ella?, ya que si intentaba poner las cosas en su lugar el muybestia de su esposo era capaz de pegarles a las dos juntas, y al siguiente díatambién las pagaría su hijo, así que decidió que las cosas siguieran fluyendo,en algún momento el hombre tendría que aburrirse de tanto teatro.
Por su parte la colegiala mientras sentía en sunaricita todo el aliento a vino mezclado con gases estomacales que manaban dela bocota del viejo italiano mientras este vociferaba escuchaba incrédula lasdespóticas instrucciones que le daba este a su mujer despachándola cualsirvienta a comer en la cocina, a la vez que se preguntaba a qué horas iba allegar finalmente Rodrigo?, pero su mente y debido a las anteriorescircunstancias poco a poco le estaba avisando de cuál era la verdad: los ojosllorosos de la señora María cuando la fue a buscar a su casa; una parte de sucara visiblemente inflamada producto de un golpe que debió haber recibido; labotella de vino para dos, la cena para dos, la forma prepotente en que elodioso viejo se estaba dirigiendo a las dos, todo eso tenía un solo significadopara la contrariada chamaca y este era que sencillamente Rodrigo no iba allegar.
El viejo ya casi se había devorado todo lo puesto enla mesa, y Cielo Riveros  lo miraba desoslayo sintiendo los continuos eructos que este dejaba salir sonoramente encada intertanto mientras engullía, presintiendo además que por cada minuto quepasaba su situación en aquella casa se ponía más peligrosa, así que en pos desu integridad y para que ahí no fuese a ocurrir una desgracia lentamente fuecorriendo su vacío plato hacia atrás para posteriormente ponerse de pie y darleaviso al vejete que ella se retiraba (error).
--Don Severiano… en vista que Rodrigo no ha llegado yque Usted ya se ha servido casi toda su cena, yo ahorita me estoy yendo, tengoque hacer muchas tareas sabe…?, y además…
--Siéntate pendejaaa…!, -bramó don Seve sin dejar demirar su plato y masticando un trozo de pollo asado, el viejo continuaba: --yno hables mamadas…!!, tú de aquí no te vas hasta que yo te lo diga…!!!
--Pero don Seve… si Rodrigo no está en la casa paraque quiere q…
--Sientateeee he dichoooooooooo…!!!!, -le gritó ahorael viejo poniéndose rápidamente de pie e interceptando a la decidida mamasota,su ulcera ya le estaba zapateando.
--Severiano…!, deja que la niña se vaya para su casa…ya es tardeeee…!!
La buena señora María que había estado viendo yescuchando la situación desde la cocina salió rápidamente a cooperarle a CieloRiveros  , pensando equivocadamente quesu marido iba a recular en sus malsanas intenciones, según le había dicho horasantes. Pero el vejete al ir tomando aire e inflando su panza lo que más pudo lemandó un bestial grito que tanto Cielo Riveros como la vieja se paralizaron de pavor.
--Tu te me callas vieja desgraciada yentrometidaaaa…!!!! Y te me vas al tiro para la cocina que es el único lugarque te corresponde en esta casaaaaaa…!!!!! Fuera de aquiiiiiiiiiiii…!!!!!!!!!,-aparte de estar extremadamente alterado el viejo era muy machista.
La señora María muerta de miedo se fue a recoger losplatos y se puso a lavarlos en forma neurótica, recordando que la iban a molera palos si no hacía lo que le decían. --Y tu pendejaaaa…!!!, -le dijo ahora a CieloRiveros  con la voz un poco más baja perotan alterado como anteriormente. --Para que le vayas sabiendo… el maricon eseque tienes por novio no va a llegar hasta mañana, así que he decidido que estanoche nos acostaremos los dos juntos…!!!!, -le iba diciendo ahora acercándosepeligrosamente mientras la desesperada nena iba retrocediendo.
La ahora muy escandalizada colegiala no daba crédito alo que sus oídos acababan de escuchar, o sea, ese viejo sí que estaba loco,como podía pretender acostarse con ella estando su propia esposa presente en lacasa, y que más encima se lo decía a viva voz y con la señora María escuchándolotodo.
Ahora sí que todos los sucesos ocurridos le ibancalzando, pensando acertadamente que algo había sucedido en esa casa antes quesu suegra la fuera a buscar, a eso se debía el alterado estado de la viejita ylas notorias magulladuras en su cara, además que por algo ahora también habíaintentado defenderla. Cuando su mente le aclaró más o menos lo que ahí estabapasando, un real estado de ira y de odio hacia ese abusador vejete alteró sussentidos, por lo que se propuso férreamente a no darle en el gusto de lo quepretendía:
--Nooo…!! No don Severianoooo…!! Yo… yo… no meacostaré con Usteddd…!!!, -le dijo en el momento que dejo de retroceder, ylevantando su manita hacia el vejete en clara señalización de PARE.
--Si lo harás zorraaaaaaaa…!!!, -gruñó el viejo nohaciéndole caso a lo que decía, --O acaso creías que por haberte desaparecidode esta casa no lo volveríamos a hacer…!?, -terminó diciéndole a viva voz.
La chamaca al notar como el viejo pregonaba en vozalta que ellos ya se habían acostado no importándole la presencia de la señoraMaría en la cocina rápidamente bajó la guardia cayendo casi en la desesperacióncon solo imaginar lo que podría pensar su suegra si es que se quedaba con laidea de lo que ella había hecho con su marido.
--Don Seveee… calleseee…!, su esposa esta lacocinaaaaa…!, -la chica ahora se lo decía en forma casi inaudible…, y moviendosus manitas en forma desesperada.
--Si lo haremos pendeja…!!!, -el vejete seguíahablando en voz alta con la única idea de que su esposa los escuchara desde lacocina, --Y será mejor que pongas de tu parte, así se te hará más fácilaceptarlo…, -junto con decirle lo ultimo don Seve agarró a la chamaca y se laempezó a llevar al dormitorio matrimonial entre forcejeos y manoteos por partede la espantada nena que aun no creía lo que estaba sucediendo en la misma casade su amado Rodrigo.
--Y que es lo que tengo aceptarrr…!!??, --Suélteme donSeveee…!!! que haceeee…!!!???, Para donde me llevaaaa…!!??, -chillaba la nenacon total desespero en el momento que se la llevaban a la recamara matrimonialde aquella casa.
--Aceptarás que el único macho que tienes bajo estetecho soy yooo…!!!. Que te quede claro encuinclaaaa, además que he decidido quedesde hoy día mismito tu pasas a ser mi mujer oficial… jajaja…!!! Por lo tantoahora te llevo para la camaaaa…!!!!
Cuando Cielo Riveros se vio de un momento a otro metida en la misma habitación en que esemiserable hombre ya se la había violado una vez, en forma atacada se daba amirarlo con sus bellos ojos verdes bien abiertos analizando las salidaspretensiones de su casi suegro, el viejo literalmente le estaba diciendo que selo iba a volver a hacer no importándole la presencia de su pobre esposa, que latrataba peor que a una sirvienta, pero ella se había prometido nunca másacostarse con él, ni por muy rico que haya sentido al final de la otraincursión, y ahora menos viendo lo muy miserable y aprovechador que era.
--Y que me miras con cara de mensa pendeja, ahí estánuestra cama, esta desde hoy será nuestro nidito de amor, jejeje, vamos quítateesa ropita y acuéstate, llevo más de un mes esperando este momento, jajajaja!!
La chica armándose de valor e intentando no hacerescándalo por respeto a esa pobre mujer tomó aire y se dio a intentar hacerentrar en razón a ese viejo demente que osaba a tomar decisiones por ella.
--Don Seve…, por favor… ya es suficienteee…, -seatrevió a decir erróneamente Cielo Riveros , pensando que tal vez el caliente de su suegro podría pensar con algode cordura, --Yo no me voy a acostar con Usted… Rodrigo es mi novio, y Us…
El vejete le cortó al instante, ahora sí que ya estabaaburrido con la actitud poco cooperadora de la tremenda chamaca, así que sinimportarle que la puerta de la habitación estuviese abierta hasta atrás y conla presencia de su esposa muy cerca de ella, el se iba a encargar de dejarlebien claro a la pendeja esa el lugar que le correspondía a ella en esa casa,pero primero iba a comenzar como él ya lo deseaba así que no midiendoconsecuencias decidió que simplemente se la iba a violar, junto con esto últimoempezó a vociferarle sus impúdicos propósitos a la misma vez que él secomenzaba a sacar la ropa, Cielo Riveros quedó aterrada:
--Claro que lo harás zorraaaaaa, y lo harás porquedesde hoy día yo soy tu único macho… jajajaja!! Serás mi mujerrrr…!! mihembraaaa…!!! mi putaaaa…!!!!, -con esta última frase el vejete abrió su propiacamisa con fuerzas y de par en par sin siquiera desabrochar los botones loscuales saltaron lejos y en distintas direcciones, --Mañana mismo quiero quemandes a la verga a tu noviecito y le dirás que tu eres mucha hembra para unpobre maricon como el… jajajaja…!!!! --Te voy violar zorritaaaa…!!! --Te voy ameter la verga por todos tus orificiossss… ya verassssssss…!!!!, -el sementalitaliano ya estando con su tremenda panza peluda al aire y después dedesabrocharse el cinturón ya se comenzaba a bajar el cierre del pantalón paraquitárselo, mientras seguía vociferándole, --Te voy a estar dando verga hastaque te desmayes para después embutirte todos mis mocos bien adentro de la zorrapreñándote una  y otra vez…, - Cielo Riveros  con horror y asqueada al máximo veía ahoracomo el obeso mastodonte se comenzaba a sacar los calzoncillos delante de ellay no dándole tregua en su bombardeo de leperadas, --Me darás por lo menos unos5 chamacos… Te meteré esto hasta por las orejas, jajaja!!!!! –le decía ahorabamboleándose su erecta herramienta ante una atribulada jovencita que seencontraba paralizada y sin saber qué hacer ante la demencial situación queestaba viviendo, Cielo Riveros  aun veíacomo el viejo se la agitaba de la forma más desvergonzada imaginable, y fue elenloquecido viejo quien la hacía volver a la realidad de la forma más espantosaen que lo puede hacer una mujer en aquellas circunstancias:
--Escuchaste pinche zorraaaa…???!!!!, -diciéndole estoúltimo se abalanzó rápidamente sobre ella y de un puro movimiento la inmovilizópor detrás pasándole su brazo por el cuello y para ser el mismo quien comenzaraa sacarle la ropa.
--No don Seveee…!!! que haceeee…!!!, -era lo quelograba decir la nena con sus dos manitas puestas en el brazo que lainmovilizaba, sus ojitos estaban fuertemente cerrados y notaba como el aireempezaba a escasear en sus pulmones.
--Pues que hago…!?, estoy encuerándote para luegoviolarte, a ver si te quedaran ganas de volver a ponerte quisquillosa,jajajaja…!!!!
--No don Seveeee…!! no me violeeee…!! está suesposaaaaa…!!!!, -era lo que apenas podía gesticular.
La nena no era consciente de lo que decía, o seacualquiera de nosotros podría entender perfectamente que según ella don Seve sise la podría violar estando ellos solos, pero entendamos la difícil situaciónpor la que estaba pasando la colegiala, obviamente sus neuronas estaban más quealborotadas.
--Si te violaré pendejaaa…!!!, pero eso solo será alprincipio…!!! luego de que te entierre mi verga adentro de tu panocha porrazones obvias serás tu solita quien empezaras a bailar con tu concha clavadaen ella… ya verás, jajajaja… o acaso ya se te olvidó lo rico que la pasamos laotra vez…?, jajajaja…!!!!
Cielo Riveros  --Noooo…!!!Usted me violoooo…!!! Usted me violooooooo…!!!!,-dentro de su desesperación laaterrada mamasota se daba cuenta que el viejo ya casi vociferaba a los 4vientos que ellos ya se habían acostado, por lo que se encargaba de que laseñora María se enterara de que lo sucedido entre ellos había sido producto deuna violación, no fuese hacer que su suegra vaya a pensar mal de ella,recordemos que a la nena le importa mucho salvaguardar su reputación.
La señora María por su parte quien inevitablementehabía estado escuchando desde la cocina todo lo que ocurría en su propiahabitación matrimonial de pronto cayó en cuenta que entre ellos si había pasadoalgo, según ella misma escuchaba, pero nunca imaginó que el animal de su maridohaya sido capaz de haberse atrevido a violar a la joven novia de su hijo, asíque armándose de valor se propuso a nuevamente ir a socorrer a la pobre chamacaantes de que se la volvieran a violar.
--Severianoooo…!!! ya déjala…!!!, -la doña con lasmanos llenas de espuma del detergente y con un plato a medio lavar desde elumbral de la puerta de la habitación veía la cruda escena de observar a sumarido completamente desnudo mientras mantenía inmovilizada a la chica pordetrás de su cuello, la imagen era demencial.
Don Severiano quien estaba bajo los efectos delalcohol por haberse bebido la botella de vino el solo, con cara de neurótico yde maldad giró su cara hacia donde estaba su esposa para volver a amenazarle enforma bestial:
--Cállate desgraciadaaaaaa!!!! Y vete a otra partedonde no molestes…!!!!, y ni se te ocurra llamar a la poli o avisar a losvecinos porque ya sabes lo que ocurrirá a parte de molerte a palos…jajajaja…!!!!
La pobre vieja con solo verle la cara de desquiciadode su marido supo que este no iba a soltar a la joven, así que otra vez se tuvoque retirar intimidada ahora al sofá en donde sin saber que hacer simplementese puso a llorar por lo que estaba ocurriendo en el que se suponía que era suhogar, ella sabía lo que ocurriría si es que ella intercedía por la nena, lasconsecuencias las pagaría su hijo, pensaba entre sollozos y con sus dos manosllenas de espuma en la cara, el plato estaba en el suelo.
Mientras tanto en la habitación que continuaba con lapuerta completamente abierta, el viejo de solo tres zarpazos le arrancó lafalda a la angustiada chamaca para en forma automática arrojarla a la cama. CieloRiveros  rápidamente se deslizó hacia elrespaldo de esta quedando semi acostada y con sus dos muslos bien juntos ydoblados como si estuviese protegiendo aquella parte de su cuerpo quenuevamente estaban prestos a usurpar.
El viejo la miraba con su ardiente y deseosa miradasin creérsela ni el mismo que ya casi la tenia lista, sus enrojecidos ojosprácticamente ya se la comían llamándole mucho la atención lo buena que se veíala mamasota solo en pantaletas blancas, con su ajustada polera alba la cual lehacían resaltar esas tremendas chichotas que se gastaba, y aun calzando suspequeñas zapatillas con taco, estas la nena las había elegido a sabiendas quecon ellas puestas su figura se veía aun más imponente de lo que ya era según loenseñado por Claudia hace un par de años.
En la posición antes descrita Cielo Riveros  solo se daba a protegerse sus tetas con unbrazo y su panochita con su otra manita, ya casi estaba entregada a su triste einjusto destino preguntándose otra vez porque a ella le pasaban estas cosas siella hacía todas sus tareas y estudiaba mucho, además que de chamaquita siempreintentaba portarse bien con todo el mundo, mientras el exaltado y caliente dedon Severiano encuerado como estaba y que le importaba una mierda el biencomportamiento de aquella pendeja no dejaba de chaquetearse impulsivamente laverga mirándola y recorriéndola centímetro a centímetro una y otra vez.
--Jejeje!! Te ves muy apetitosa así como estaspendejita rica, pero ya es hora de que realmente empecemos a pasarla bien, nocrees?
Cielo Riveros  quienno podía pensar claramente al saber que la puerta de la habitación en la cualse la iban a violar estaba abierta y con su suegra tal vez escuchándolo todo,solo se dio a negarle desde la cama con su cabecita, mirándolo de reojo y conla expresión de su cara como si en cualquier momento se fuese a largar allorar. El viejo continuaba con sus aberrantes intenciones:
--Ya te lo dije zorrita, esta noche serás mi hembracon todas sus letras, lo haremos como verdaderamente lo hace un marido y sumujer, así que por favor… solo lo diré una vez, sácate los calzones y libérametus tetotas… ahoraaaaaaaa…!!!
La colegiala lo quedó mirando directamente a suaborrecible cara, estaba aterrada por lo que se proponía este vil y depravadohombre que no sentía respeto por su hogar ni por su familia, lo veíatremendamente obeso y peludo, los plomizos y enmarañados pelos de su pecho y desus hombros se notaban grasientos, por lo que se preguntaba de cómo había sidocapaz ella de haberle confesado a Claudia que ese amorfo esperpento estabaentre los favoritos a la hora de ponerse a coger con alguien, y para rematarladecirle que su verga era una de las mejores que ella había probado, y todo porculpa de su cuerpo que cuando le hacía sentir rico la impulsaba a hacer y decirtodo tipo de peladeces.
El asunto era que en ese momento viéndolo de otra perspectivapara la ahora sensata chamaca ese vejete era de lo más asqueroso y detestable,y lo que le pretendía hacer ahora en la misma casa en donde vivía su amado y enlas mismas narices de su suegra era tan abominable como desquiciante lo que lallevaron a que rápidamente se levantara de la cama e intentara nuevamente enforma altanera a no dejar que otra vez se lo hicieran:
--Don Severiano…! ¡Ahora sí que yo no lo haré con Ud.!,-le dijo muy envalentonada y con altanería.
El viejo se la quedó mirando fascinado, ni siquierahabía prestado atención a lo que la jovencita le decía con aireada arrogancia,solo se daba a deleitarse con esa celestial imagen que tenía ante su detestablemirada, esas piernotas formidables y bien ponderadas con respecto al resto de sucuerpo lo volvían loco, la polerita blanca un poco subida mostrando suombliguito y un poco más, con esas chichotas que subían y bajaban producto dela agitada respiración de la chamaca, ni que decir que al estar aun con suszapatillas con taco puestas le hacían ver aquel cuerpo aun mas estilizado de loque naturalmente ya era.
Estando en eso poco a poco cayó en cuenta de lasúltimas palabras dichas por la nena.
--Jajaja!! Así que no quieres hacerlo?, -le dijo depronto riéndose el desnudo mamut italiano, --Pus…! eso lo veremos ahoritamismo!!, ya vas a ver si lo haremos o no…!!.
Cielo Riveros  lovio abrir un antiguo ropero con diseños anticuados, de donde sacó desde suinterior un grueso cinturón de cuero para luego verlo venir a ella con su vergamas parada que antes, cayendo en cuenta que por mensa ahora mismito se la ibana zurrar, además que con solo verle su siniestro rostro mofletudo con las cejashacia abajo como si estuviese muy enojado se arrepintió de lo que había dicho,otra vez las ganas de mearse atacaron su estomago debido a lo que con todaseguridad le iba a ocurrir.
La colegiala apenas vio que el cinturón venía haciaella por los aires solo atinó a  taparse desesperadamente su carasintiendo el primer guascazo por sus hombros y su espalda, no supo en quémomento se vio arrinconada y agachada contra el muro para recibir el mismotratamiento dos veces más, hasta que de pronto se sintió firmemente jalada delos cabellos obligada a levantarse, la nena estaba siendo vapuleada tal cualcomo si ella fuese una muñeca de trapo en donde el aprovechador Severiano noperdió tiempo en encuerarla el mismo.
Lo más simple fueron sus blancas pantaletas que elvejete tomándolas primero de una parte de su caderas se la bajó hasta la mitadde uno de sus muslos, luego la otra parte la misma operación, hasta que en treszigzag por cada lado del curvilíneo cuerpo fue la misma chamaca que por actoreflejo terminó por retirárselas con sus pies aun calzados, prefería quedardesnuda a que le siguieran pegando.
Luego fue el turno de su blanca polera, en donde ahorala nena muy cooperadora levantó sus brazos para que a don Seve no le costaratanto trabajo retirárselas, para finalizar siendo ella misma quien con sus dostemblorosas manos llevarlas hacia atrás de su espalda y terminar sacándose elsostén dejándolo caer ahí mismo donde estaba parada, como demostrándole a donSevito que ahora sí que ella se portaría bien.
Por su parte el viejo Severiano que se había calentadoaun mas por el solo hecho de haberle pegado también se encontraba totalmentesalido de sus cabales, nuevamente la tomó en forma violenta de suscabellos ubicándola frente a frente de cara a él y desnuda como estaba paraluego notificarle:
--Y esto es para que nunca más se te olvide quien esel que manda en esta casaaa…!!!, -en eso el sulfurado viejo tomó impulso y…
--Plaffffffff…!!!!!, -retumbó la más fuerte cachetadasentida por la nena desde que los viejos se la cogían, que la hicieron caer algastado piso de madera de la habitación que aun olía a cera. (Ya que la señoraMaría enceraba a diario.)
Cielo Riveros  desnuday tirada en el suelo no daba crédito que el padrastro de Rodrigo le estuvierapegando, la nena se encontraba con su torso semi flectado y con sus dosantebrazos apoyados en las tablas de madera, su sedoso cabello negro le tapabatoda su carita, y aunque la nena estaba espantada con tal tratamiento aun nolloraba.
El despiadado Severiano quien no estaba seguro sideseaba seguir pegándole o a cogérsela de una buena vez por todas, con soloobservar aquel esbelto y joven cuerpo de Diosa al desnudo optó por la segundaopción, claro que si ella se ponía escandalosa nuevamente ya no le quedaría másque seguir con la primera (se entiende verdad?).
--Ahorita te voy a enseñar a que te comportes como mimujer pendeja de mierda…!!, o acaso quieres que te siga pegando perraasquerosaaaaa…??!!, -le dijo finalmente el enfurecido viejo quien nuevamentecomenzaba a masajearse la verga como dándose fuerzas con esto para la inminentepenetración que ya se veía venir.
--Noooo don Severianooooo…!! Por favor no mepegueeee…!!, -su vocecita era quejumbrosa.
La nena con solo imaginar ese grueso cinturón de cuerodesgarrándole las carnes de su trasero estaba a punto de largarse a llorar demiedo ahí mismo tirada en el suelo y aun con sus diminutos zapatitos de tacoalto.
--Ok, si es así demuéstramelo con una buena mamada, yponle hartas ganas porque o si no tú ya sabes lo que te pasará, -el vejete ledijo esto último ubicándose justo en donde la chamaca estaba tirada, aparte devolverla a tomar bruscamente de sus cabellos para dejarla hincada ante él.
Cielo Riveros  noquería por nada del mundo chuparle la verga a don Severiano, pero extrañamentetampoco deseaba que le volvieran a pegar delante de su suegra, tenía que tomaruna decisión rápido. Su situación era tan confusa que ni ella misma supo cualfue el momento en que con sus ojitos llenos de lágrimas procedió a con una manodespejar su rostro de los cabellos que lo cubrían, y con mucho pesar con laotra tomó la verga que ahora le estaban ordenando que chupara.
Y ahí estaba nuevamente nuestra bella mamasota hincaday desnuda ante la grotesca imagen del viejo Severiano quien la miraba haciaabajo esperando a que ella iniciara la acción succionadora.
Por su parte la chamaca a pesar del profundo asco quele provocaba ahora esta asquerosa herramienta de carne, al verla toda aceitosay con inflamadas venas multicolores que pulsaba de arriba hacia abajo productode la excitación de su dueño, y que en la base de esta estaba poblada espesa yselváticamente de pelos gruesos y negros, en contra de su voluntad fue abriendosu cándida y fresca boquita.
Cielo Riveros  sela fue zampando lentamente casi hasta la mitad de su extensión, y así con suatractivo rostro desfigurándose lentamente por el llanto se dio a echársela ala boca, tal como se dijo anteriormente, mientras copiosas lágrimas de dolor ypesar del alma rodaban por sus mejillas, su único afán llorando y todo eradejar contento a su suegro.
Don Severiano al sentir como su verga eradeliciosamente comprimida por la dulce y fresca boca de Evelin, se sintió estarmás allá del séptimo cielo, era la primera vez de su vida en que una nena tanbuenota como lo era Cielo Riveros se la mamaba llorando, esto lo calentaronhasta la locura, pero que deliciosa tenía la boca y su lengua la pendeja, sedecía mientras miraba como la llorona Cielo Riveros  se la seguía chupando.
Y claro la nena al estar llorando sin querer queriendoenvolvía con su lengua una gran parte del tronco y todo su glande, haciendo quedon Seve casi enloqueciera de calentura, ya que el viejo había esperado tantopor volver a sentir las delicias que provocaba cualquier parte del cuerpo detan singular chamaca, en consecuencia ya sin esperar más y no importándole losahogados gemidos de la nena ante su lloriqueo con verga en la boca, la agarrófirmemente de los cabellos y comenzó el mismo a dirigir la labor chupadora,moviendo aceleradamente con sus dos manazas peludas la cabeza de CieloRiveros  tal cual como si se la estuvieraculeando por la boca.
Cielo Riveros  resistíala culeada bucal con entereza, era mucha la carne vergal que le metían y lesacaban al interior de su boca, por lo que ya la tenían babeando una grancantidad de saliva, esta escurría por las comisuras de sus labios y caían engruesos goterones por su barbilla hasta llegarle a las tetas, sus ojos estabannublados de lagrimas que no eran solo de su lloriqueo sino que la mayorcantidad de estas eran por la falta de aire y por la gran presión de la vergaque comprimía con aire sus órganos oculares, lo ojitos de la chamaca seagrandaban y se achicaban por cada irrupción de carne vergal que le introducíanviolentamente por la boca.
Afuera de la habitación y aun estando sentada en elliving de la casa la señora María al borde de la locura estuvo escuchando ladegenerada solicitud que le hacía su esposo a la niña que había logrado meter asu habitación, y ahora era testigo audible de los inmundos quejidos de placerque profería este  y de los escandalosos sonidos bucales que hacía CieloRiveros  al estar con toda seguridad yforzadamente mamándole la verga a su marido mientras lloraba ahogadamente.
En tanto al interior de la habitación CieloRiveros  ya estaba toda atragantada, elviejo le perforaba la boca hasta más allá de la garganta. De sus fosas nasalessalían expulsados los trasparentes líquidos pre seminales que expulsaba donSeveriano por la verga y que provenían de sus dos grandes testículos.
El odioso y caliente suegro de Cielo Riveros  ajeno a todo esto solo gozaba culeándole laboca con sus ojos cerrados y con su asquerosa bocota abierta, el espeso bigotele temblequeaba producto de las gesticulaciones placenteras que esteinconscientemente hacía.
--Que rico es culearte por la boca putaaaaa…!!, -ledecía el excitado viejo ahora mirándola hacia abajo y sin dejar de mover lacabeza de su víctima en forma violenta y acelerada, ni siquiera le importabaque su esposa lo estaba escuchando todo al otro lado de la pared.
La nena por su parte aguantaba la bestial cacha oralque le estaban poniendo de la mejor forma que podía sin siquiera atreverse apensar de lo que podría estar pensando su suegra por lo que ella estabahaciendo con su marido.
Estando cada uno en sus propias ideas, de pronto donSeve de una se la sacó de la boca, quedando Cielo Riveros  arrodillada y con dos escandalosos gruesosgoterones de babas mezclada con semen colgándoles desde los hoyitos de sunaricita, y otros más abundantes todavía escurrían despaciosamente hacia abajopor su barbilla, por parte de sus tetas y por el estomago.
Estando en tan indecente estado la nena nuevamente yen forma sorpresiva sintió que su casi suegro la agarraba violentamente ahorade un brazo haciéndola poner de pie para otra vez el ubicarse detrás de ellaalojando su erecta verga justo al medio de aquellas tersas y paradas nalgotasde las que ella era dueña, sintiendo al lado de su oído el desesperado ycaliente vozarrón de este y que le decía:
--Bien pendeja culona, ahora nos echaremos a coger enmi cama matrimonial, y no quiero alharaqueros de tu parte ni nada parecido,solo te tenderás de espaldas y te abrirás de patas… yo me encargo del resto…esperaremos a tu novio culeando por toda la noche, jejejej, no es una maravillalo que se me ocurrió para esperar a ese zorrito?, -Don Seve mientras le decíasemejantes barbaridades a su joven victima la manoseaba entera, rápidamente seencargó de desparramar por todo su cuerpo los líquidos que embalsamaban a CieloRiveros  . Lo hizo con los de su carita,siguió con los que bañaban sus brillosas y turgentes chichotas, moviéndoselascircularmente y para todos lados, estas estaban muy resbalosas.
Cielo Riveros  quienrecién se recuperaba del anterior y salvaje tratamiento, escuchaba lasatrocidades que le iba diciendo su suegro mientras la manoseaba, hasta que otravez sintió que la empujaban violentamente cayendo de espaldas en la camaquedando puesta tal como don Severiano lo deseaba. Fue ahí cuando CieloRiveros  supo que ya no tendríaescapatoria, su casi suegro se la iba a culear, y así este insano mental seestaba encargando de hacérselo saber.
--Bien chamaca, -le decía el vejete mientras se poníade rodillas sobre la cama tomando ubicación a los pies de la nena, --ahoraquiero que apenas te meta la verga te pongas a coger como una perra en estadode leva, y también quiero que le pongas harto empeño y que me hagas sentirrico, porque si veo que no lo haces, te juro que te llevo toda encuerada a lamisma farmacia donde está trabajando el maricon ese que tienes por novio y te culeoen sus mismas narices tirada en la vereda, jajajaja, te queda claroputillaaa…!!!???
Cielo Riveros  quienquedó casi en estado de shock al imaginarse a ella siendo violada por su casisuegro tirada en la misma vereda donde estaba la farmacia en donde trabajaba sunovio, no le quedo más opción que mover su carita afirmativamente, claramentele estaba admitiendo al vejete que ella lo iba a hacer sentir rico como él ledemandaba.
--Dímelo en voz alta zorraaa…!!!, Quiero escucharlo detu propia voz…!!!, para que no queden dudas de lo que haremos aquí en la cama,mira que se podría prestar para malos entendidos, jajajaja…!!!!, -se burlaba elsiniestro casi suegro mirando hacia la puerta completamente abierta de suhabitación matrimonial.
--Si don Severianoooo…!, yo no quiero que Usted meviole en la calle y delante de Rodrigooo, snifff!!, por favor haré todo lo Ud.quiera!! Pero no me lo haga delante de Rodrigoooo…!!! snifff…!!! Snifff…!!!Buaaaaa!!! Buaaaaaa…!!! Sniffff…!!! Snifffff…!!!, -lloraba desconsoladamente lanena a sabiendas que la pobrecita de su suegra estaba escuchando todo lo queella decía.
--Jajajajajaja!! Así está mejor lindura, recuerda loque te dije antes, desde hoy día pasas a ser la mujer de esta casa, o sea MIMUJERRRR!!, mi hembraaaa!!, te voy preñar zorritaaaaa!!, serás solo miaaaa…!!!,ya vas a ver…!!!, te voy a violarrr todas las veces que yo quiera,jajajajaja!!!
Don Severiano aun no se la podía creer, aquella mismamañana ni se había imaginado como terminaría ese día, por fin se iba a volver acoger a esa linda criatura de suculentas medidas anatómicas que su hijastro lehabía llevado estúpidamente para la casa.
Mientras el excitado viejo que con sus peludas manosse encargaba de abrirle de par en par esas dos piernotas de tersa y brillantepiel se daba a admirar y a embriagarse en esas endemoniadas y diabólicas curvasde hembra que casi lo hicieron enloquecer el día en que la vio entrar porprimera vez a su casa de la mano del estúpido de Rodrigo.
Ahora su ardiente mirada estaba puesta fijamente enesa preciosa y tierna fisura de carne apenas sombreada por los escasos bellitosnegros que la nena poseía en esa parte de su cuerpo, el vejete ya estabaaprontándose a tomar lo que la joven poseía al medio de sus piernas y queobligadamente le estaba mostrando crudamente en aquellos delirantes momentos.
La casi enloquecida chamaca vio y sintió como el viejoSeveriano se echaba sobre su cuerpo para nuevamente hacerla su mujer como tantole había repetido en el transcurso de aquella tarde y principios de la noche,por cada movimiento que don Seve hacía para acomodarse encima de su cuerpo, lacama crujía escandalosamente, la nena otra vez con su carita bañada en lagrimassolo aguantaba el peso de ese obeso cuerpo mirando hacia la puerta abierta.
--Ya pendeja estamos solo a minutos de que te meentregues, empecemos con unos besitos ricos de esos que tu sabes dar, -le decíael muy Satanás a la vez que le comprimía sus suaves tetas contra su peludopecho al tenerla abrazada por debajo de sus hombros y buscando con su hocicohediondo a vino barato sus rojos labios cerrados.
La señora María lo había escuchado todo, desde laforzada mamada de verga hasta la indecente propuesta que le había hecho sumarido a esa pobre chamaca que se estaba inmolando sexualmente para que elbestia de su marido no humillara a su hijo tal como había amenazado, la buenaseñora pensaba y estaba segura que la atractiva novia de su hijo era tanvictima de Severiano como lo eran ella y su hijo.
Volviendo a la habitación matrimonial CieloRiveros  no sabía qué hacer, donSeveriano solo se daba a comprimir su verga sobre su casi depilada pelvismientras intentaba meter su lengua por entre medio de sus apretados labiosrojos que ella se negaba a abrir, la nena estaba muy lejos de querer ponerse acoger por las buenas con su casi suegro.
Don Severiano viendo que la chamaca estaba presta adejarse a que se lo hicieran a pesar que se negaba a besarlo determinó que yaera hora de poseerla, y por su lado él verdaderamente ya se la quería metertodo lo que pudiera, la hembrita novia de su hijastro lo traía loco desde quela había conocido.
De un momento a otro el viejo se vio en una instintivanecesidad animal por culearla a como diera lugar,  estaba engolosinado enun universo de deseos lujuriosos, así que ya no esperando nada mas metió sumano por entre medio de los dos cuerpos tomando su verga y ubicando eldescubierto glande justo a la entrada de tan esplendorosa vagina, pero laasustada chamaca  anticipándose a que la penetraran instintivamenteintento cruzar sus piernotas, pero el viejo no dejándole opciones rápidamentese las volvió a abrir empujando su apéndice y adentrando la punta de su vergaen el inicio de tan deseado reducto amatorio, para luego notificarle con sucara casi encima de la de ella:
--Ahora te voy pendejaaaa…!, así que cuando la recibasaguántala lo mejor que puedasss…!!!, -le dijo el odioso hombre a la vez quevolvía a acomodarse sobre sus muslos abiertos.
La escandalizada Cielo Riveros  lo escuchaba casi no pudiendo respirar por elpeso del tremendo viejo, sus manitas nerviosamente se agarraban de las ropas decama y a veces se posaban en las laterales de la tremenda y blanda panza que lacomprimían contra el colchón, con repulsión le veía los cachetes de su cara soloa centímetros de sus ojos, también veía la gran cantidad de traspiración quecorría por el cuello de aquel cerdo que ya estaba solo a segundos deviolársela.
Cielo Riveros  sintiendoque don Seve ya empezaba a presionar su verga para metérsela comenzó a llorarde miedo, de rabia, y de impotencia por todo lo que le estaba sucediendo, sucasi suegro nuevamente se la iba a culear simplemente porque él lo habíadecidido.
Y así estando ella con sus bellas piernas bienabiertas y con semejante animal sobre ella, este último ya no esperando nadamas empujó con fuerzas descomunales hacia el interior de la vagina de ladecepcionada colegiala quien se daba cuenta que otra vez selo estaban metiendoa la fuerza sin ella haber sido capaz de evitarlo.
Cielo Riveros  --Ahhhhhhh…!!!!,Nooooo…!!!, por…fa…vorrrrrr!!!!, Don Seveeee…!!!! no me lo hagaaaa…!!!!, -fuelo único que alcanzó a gritar Cielo Riveros pero ya era tarde, su casi suegro estaba totalmente ensartado en ella ymirándola con cara de enojado placer…
--Arggghhh…!!!, no recordaba lo ajustada que tienes turendija zorra asquerosaaaaaa…!!!!, -fue lo primero que le dijo don Seve justoencima de su carita por la cual ahora caían lagrimas en forma más abundante queantes, a la vez que le mandaba otra bestial estocada vergal para que no se leolvidara que era él quien nuevamente se la estaba cogiendo.
Cielo Riveros  tambiénlloraba por el intenso dolor en su vagina, el viejo era un bestia, se laacababa de meter sin siquiera haberla lubricado antes, ni siquiera un escupitole había mandado en la panocha antes de metérsela, los ríos de lágrimasbrotaban copiosamente desde sus hermosos ojos verdes bañándole toda su carita.

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