El morbo por ver a mi esposa cogiendo con otro.(3)

Buenos días a todos. Voy a continuar con el relato de todo lo que pasó en los últimos días. Antes que nada quiero repetir que todo lo que estoy contando es totalmente real, no es un historia inventada, ni nada que se le parezca. Es la primera vez que escribo para Poringa algo de este estilo, pero hace muchos años, como 20 por lo menos ,en una página española, ya había subido un relato contando una experiencia con una amante, que supongo que ya no debe existir. Se llamaba Markese, Marqueze o algo parecido. Tendría que buscarlo para ver si sobrevivió. Ahora la continuación.
Después de la charla que tuve con mi esposa hace cuatro días, quedé extremadamente caliente. Pasé toda la noche imaginando escenas y recordando las cosas que me había contado en medio de la calentura. En el primer relato les conté sobre como me enteré de que aquél tipo le había hecho el orto en el primer encuentro en su casa, sin previo aviso y sin vaselina. Me dijo, como quien cuenta una travesura, que cuando se la metió hasta el fondo, le susurró que ya le había metido los 27 centímetros y ella acotó: "Me la aguanté sin problemas". Así que ya se imaginan que dilata muy bien. El tema es que este comentario, en medio de la cogida que nos estábamos dando, me voló la cabeza y generó que yo entrara acá para liberar tensiones. En el segundo relato continúo contando lo que siguió, que fue como se la cogió aquel histérico hijo de puta y la fantasía de mi esposa de coger con una mujer, y de como esto me asustó, he hizo y diera marcha atrás con la idea de contratarle una escort para que se la coja y se saque el gusto. Ya puesto todo en contexto, avancemos.
Yo siempre fui un de coger tranquilo, despacio, sin apuro, regulando. Ella es explosiva, pero nunca pide nada, solo acepta lo que el hombre propone. Siempre fue así, con los dos hombres con los que estuvo antes también. Le encanta que le chupen la concha y a mí me encanta hacerlo cada vez que puedo. Así que aproveché esa debilidad que tiene para ponerla bien caliente y seguir indagando sobre sus experiencias y fantasías. Se la chupé con ganas un rato largo y cuando acabó y se relajó, comencé con el cuestionario. Le dije: Te hago una pregunta más. Como le gustaba acabar aquel histérico (En obvia referencia al de la verga descomunal) La respuesta fue: " Por todos lados. En la boca, en los pechos, en la cola, en la espalda, me llenaba de semen por donde quería." Y ella aceptaba muy sumisa, parece. Yo seguía obsesionado por saber como le hacia la cola, no me podía sacar la imagen de la cabeza de ver a mi esposa, que tanto amo, ensartada hasta el fondo, y diciéndole a ese hijo de puta, "llename el culo de leche". Así que le dije: ¡Como te lo debe haber dejado! ¡Abierto y chorreando leche! Y ella se rió con ganas y me dijo "Sí". Me explotaron los celos y mucha calentura, todo mezclado. En ese momento, la puse en cuatro, le abrí las nalgas, le puse un poco de vaselina líquida y apoyé la punta, para lubricarle la entrada y después pensé, ¿Con la pija que se comió, para que me hago problemas si le duele o no? ¡Y se la mandé hasta el fondo! Solo suspiró profundo, pero no dijo nada. Obvio, la diferencia entre la verga mía y la del histérico es mucha seguramente. Les juro que le estuve dando bomba durante casi media hora, cada tanto la sacaba y miraba como le quedaba el orto, cada vez que entraba y salía, se lo dejaba un poco más abierto ¡Y ella tranquila y feliz! Al final no pude acabar, ya tenía la pija insensible. Así que nos recostamos de nuevo y volvimos a charlar. Lo que vino después fue lo que me terminó de freír el cerebro. Buscando recuperarme, seguí indagando. Ella se acostó boca abajo al lado mío, con la cola para arriba y cada tanto movía las caderas, de un lado al otro o de arriba a abajo, como cogiendo con un amante invisible. Ahí vi que ella estaba muy caliente todavía, y le pregunté: ¿Que te gustaría hacer o que fantasía te gustaría cumplir? "Ninguna", me dijo, pero después agregó, "Pero si hoy estuviera sola, me gustaría entrarle a un chico joven". Eso era nuevo y nunca me lo habría esperado, ¿Como es eso yegua? Le dije, riéndome para darle confianza. Y me contestó: "Y sí... Lo dejo destruido si agarro un pendejo de 19 o 20 años. Que me llene de leche por todos lados"
Ahí me convencí que mi esposa, tan medida y seria, era una terrible puta en potencia y eso me encantó y me calentó más aún. La puerta de la fantasía de ver a mi mujer cogida por otro hombre se había abierto de par en par, tanto como se le había abierto el orto con el histérico que se la había cogido hace muchos años atrás. En el próximo relato les cuento lo que continuó, porque la fantasía de cogerse a un pendejo solo confirmó algo que siempre sospeché y que finalmente me confesó. Pero esto se hizo muy largo otra vez, así que lo dejo para otro relato. Hoy, cuando ella venga de trabajar le tengo preparada una atención especial. Mucha vaselina para todo el cuerpo y quiero verla acabar muchas veces, para que me demuestre que tan terriblemente puta puede ser. ¡Hasta la próxima!

3 comentarios - El morbo por ver a mi esposa cogiendo con otro.(3)

BM46 +1
Viene interesante! Cuántas cosas puede guardar una persona sin que uno se entere, no? Es fascinante
losvecinos
este es uno de los relatos mejores escrito que he visto. Gracias
adrian_monti
Muchísimas gracias por esas palabras! Estos relatos fueron una válvula de escape Allí conté los que nos está pasando en estos momentos con mi esposa y esta fantasía que surgió a partir de sus confeciones. Nada está guionado, Nada está adornado, así como se lee, pasó. Saludos!