Este relato es acerca del inicio de mis fantasías con mi pareja. Desde el comienzo de la relación fuimos abiertos respecto a hablar sobre nuestra sexualidad y ella nunca estuvo muy de acuerdo con la monogamia, aunque por inseguridades mías dejó de lado sus encuentros con otros tipos al estabilizarse conmigo. Eso creí en su momento. Actualmente me está revelando los cuernos que me ha metido y es algo que disfrutamos los dos.
Con cuenta gotas me fue revelando su pasado sexual también, bastante variopinto. Pero la cuestión es que a los pocos meses de estar juntos me empecé a calentar cuando notaba que le miraban la cola por la calle o me contaba algunas cosas que le habían pasado. Por ejemplo, que tenía un compañero de trabajo que le pedía que no se agachara más o que no agarre cosas que estuvieran altas porque no iba a contenerse, que si alguno casi choca porque le estaba mirando el culo y cosas así.
Una noche fuimos solos a tomar algo a un bar en el que se bailaba también. A pesar de que no sé ni me gusta bailar, accedí porque a ella le gusta mucho. Ella llevaba un jean blanco ajustado, botas y una remera sin mangas azul, algo escotada. Estaba hermosa. En ese rato que bailamos noté la mirada de muchos tipos que estaban ahí, casi no disimulaban. Creo que ella no se dio cuenta, pero tenía como a cinco tipos mirando cómo se movía. Eso ya me estaba empezando a calentar. Bailamos unas tres canciones y le dije de volver a sentarnos a tomar algo. A los cinco minutos de estar ahí se arrima un flaco alto, pintón, y me dice "si no te molesta puedo invitarla a bailar?" . Ella estaba junto a mí, lo que me resultó muy extraño que me pida a mí el permiso como si ella fuera una cosa sin capacidad de decisión. La miré y le dije "si tenés ganas andá, no tengo ningún problema". Me sonrió y me preguntó "en serio?". Asentí con una sonrisa y se levantó. Ya el verla alejándose hacía la pista al lado del flaco me excitó bastante. Cuando llegaron, a unos 8 metros de donde yo estaba, el flaco le agarró la mano y empezaron a bailar. Ella baila muy bien y sus movimientos son suaves, coordinados, eróticos. La ropa que llevaba le hacía relucir aún más su cola parada, sus caderas ligeramente anchas y su pequeña cintura; la remera le marcaba sus pequeños pero firmes pechos. Ahí pude entender por qué no simulaban los otros tipos, era imposible dejar de mirarla. No llevaban ni medio tema y el flaco empezó a pasar su mano sobre su cintura, acercándola hacia él, haciendo que sus pelvis se junten y se muevan coordinadamente. El tipo también bailaba bien. Le hizo dar una vuelta tomándola de la mano y le miró la cola, a partir de ese momento rara vez la miraba a los ojos, su mirada recorría todo su cuerpo mientras bailaban por momentos sueltos y por momentos pegados. Noté que ella estaba un poco colorada en las mejillas y noté en sus ojos esa mirada que pone cuando se excita. Había tomado un trago y sé que eso para ella es mucho, por lo que algo de desinhibición tenía. En un momento ella quedó de espaldas a él y la tomó de la panza, apoyando ligeramente su pene en la cola, un pasito para la izquierda, otro para la derecha, sus caderas se movían al ritmo de la música y ella giró para ponerse de frente a él. Seguían bailando y mis ratones explotaban. Si no hubiera sido porque estaba en un lugar público me hubiese pajeado en ese instante. El flaco empezó a hablarle mientras bailaban, ella se enrojeció más y pude leer de sus labios " pero tengo novio" y ambos miraron hacia mi lugar. El flaco se despidió y ella volvió. Me dijo "vamos?" y así fue. Nos fuimos a su casa y no sé si llegamos a cerrar la puerta que ya estábamos desnudándonos. Cojimos como si fuera la primera vez en años, como si lo tuviésemos prohibido y hubiéramos tenido una sola chance y nos dormimos. En medio de la noche me desperté con mi pene casi adentro de su cola, y continuamos cojiendo de la misma manera.
Desde ese momento deseo verla cojiendo con otro. Es una fantasía que aún no he cumplido y que canalizo con sus relatos de los cuernos que desde ahora serán consentidos. No sé si se cumplirá, no sé si me gustaría tanto como pensarlo, pero me motiva, junto a ella, a querer tener una vida sexualmente activa cada día que estoy a su lado.
Gracias por leer.
Con cuenta gotas me fue revelando su pasado sexual también, bastante variopinto. Pero la cuestión es que a los pocos meses de estar juntos me empecé a calentar cuando notaba que le miraban la cola por la calle o me contaba algunas cosas que le habían pasado. Por ejemplo, que tenía un compañero de trabajo que le pedía que no se agachara más o que no agarre cosas que estuvieran altas porque no iba a contenerse, que si alguno casi choca porque le estaba mirando el culo y cosas así.
Una noche fuimos solos a tomar algo a un bar en el que se bailaba también. A pesar de que no sé ni me gusta bailar, accedí porque a ella le gusta mucho. Ella llevaba un jean blanco ajustado, botas y una remera sin mangas azul, algo escotada. Estaba hermosa. En ese rato que bailamos noté la mirada de muchos tipos que estaban ahí, casi no disimulaban. Creo que ella no se dio cuenta, pero tenía como a cinco tipos mirando cómo se movía. Eso ya me estaba empezando a calentar. Bailamos unas tres canciones y le dije de volver a sentarnos a tomar algo. A los cinco minutos de estar ahí se arrima un flaco alto, pintón, y me dice "si no te molesta puedo invitarla a bailar?" . Ella estaba junto a mí, lo que me resultó muy extraño que me pida a mí el permiso como si ella fuera una cosa sin capacidad de decisión. La miré y le dije "si tenés ganas andá, no tengo ningún problema". Me sonrió y me preguntó "en serio?". Asentí con una sonrisa y se levantó. Ya el verla alejándose hacía la pista al lado del flaco me excitó bastante. Cuando llegaron, a unos 8 metros de donde yo estaba, el flaco le agarró la mano y empezaron a bailar. Ella baila muy bien y sus movimientos son suaves, coordinados, eróticos. La ropa que llevaba le hacía relucir aún más su cola parada, sus caderas ligeramente anchas y su pequeña cintura; la remera le marcaba sus pequeños pero firmes pechos. Ahí pude entender por qué no simulaban los otros tipos, era imposible dejar de mirarla. No llevaban ni medio tema y el flaco empezó a pasar su mano sobre su cintura, acercándola hacia él, haciendo que sus pelvis se junten y se muevan coordinadamente. El tipo también bailaba bien. Le hizo dar una vuelta tomándola de la mano y le miró la cola, a partir de ese momento rara vez la miraba a los ojos, su mirada recorría todo su cuerpo mientras bailaban por momentos sueltos y por momentos pegados. Noté que ella estaba un poco colorada en las mejillas y noté en sus ojos esa mirada que pone cuando se excita. Había tomado un trago y sé que eso para ella es mucho, por lo que algo de desinhibición tenía. En un momento ella quedó de espaldas a él y la tomó de la panza, apoyando ligeramente su pene en la cola, un pasito para la izquierda, otro para la derecha, sus caderas se movían al ritmo de la música y ella giró para ponerse de frente a él. Seguían bailando y mis ratones explotaban. Si no hubiera sido porque estaba en un lugar público me hubiese pajeado en ese instante. El flaco empezó a hablarle mientras bailaban, ella se enrojeció más y pude leer de sus labios " pero tengo novio" y ambos miraron hacia mi lugar. El flaco se despidió y ella volvió. Me dijo "vamos?" y así fue. Nos fuimos a su casa y no sé si llegamos a cerrar la puerta que ya estábamos desnudándonos. Cojimos como si fuera la primera vez en años, como si lo tuviésemos prohibido y hubiéramos tenido una sola chance y nos dormimos. En medio de la noche me desperté con mi pene casi adentro de su cola, y continuamos cojiendo de la misma manera.
Desde ese momento deseo verla cojiendo con otro. Es una fantasía que aún no he cumplido y que canalizo con sus relatos de los cuernos que desde ahora serán consentidos. No sé si se cumplirá, no sé si me gustaría tanto como pensarlo, pero me motiva, junto a ella, a querer tener una vida sexualmente activa cada día que estoy a su lado.
Gracias por leer.
9 comentarios - Protohistoria de mis cuernos