Un noche con una amiga de mi mujer

Buenas pajeritos y pajeritas!

Para los que siguen un poco nuestra historia somos una pareja swinger que ha tenido una especie de novia, Martina, que se fue a vivir al exterior. Eve, mi mujer se fue de viaje con ella, por motivos laborales yo no podía ir, teníamos millas para el pasaje y decidimos que ella vaya a visitarla y recorrer un poco. Así es como mi jermu se fue por 3 semanitas dejándome solo. ¿O no tan solo?

De más está decir que obviamente iban a pasar cosas entre la putita mayor y la putita menor, pero... y yo?

Si bien no somos una pareja abierta, todo es charlable y llegado el excepcional caso que se nos presentó ahora en el que ella se la pasó garchando con Martina, de joda y recorriendo lugares mientras yo laburaba, algo tenía que hacer.

Unos días antes de irse de viaje vino a cenar una amiga de mi mujer con el novio, Melisa y Pablo.
Meli físicamente es muy parecida a Avril Lavigne a la misma edad, pero con las tetas un poquito más grandes y ahora que busqué en Google también debe medir unos centímetros más que la cantante, ahora tiene 25, una bomba. Ella apareció en un relato, al final les dejo el link, pero solo nos dimos sexo oral.
Como generalmente sucede cuando hay invitados, prendí la parrilla, pero no íbamos a cenar en el quinchito porque lo estamos reformando, entonces nos generó la posibilidad de charlar por separado con ambos y después chusmeamos con Eve ambos puntos de vista sobre el mismo problema.

Son una pareja que ya desde el vamos es media forzada, no se llevan bien, son muy distintos. Pablo es recontra familiero, le encanta ir a lo de sus padres a pasar el fin de semana, que encima viven lejos y Meli es muy amiguera, muy salidora, siente que le falta adrenalina en su vida.
Sexualmente, según Meli, Pablo nunca se la quiere chupar (esto ya lo sabíamos) y cogen bien, pero sin variedad, siempre lo mismo. Según Pablo, que me sorprendió mucho que me saque el tema porque está todo bien, pero no somos amigos, Meli no se conforma con nada y siempre quiere más, le reclama y lo hace sentir como el orto.

Nuestra conclusión es que se tienen que separar porque no se entienden en casi nada y ninguno de los 2 es feliz con el otro y menos hablar de proyectos de pareja. Él quiere irse a vivir al pueblo de los viejos ser padre y está convencido que a Meli le van a dar ganas "cuando la corra el reloj biológico".

Yendo al grano, como Eve se va de viaje se le ocurrió que yo podía estar con ella, al menos para que la pasemos bien los 2. Me lo dijo después de la cena y me había quedado pensando en que Meli está buenísima y la chupa muy bien, por lo que durante el viaje de mi mujer me iba a comer una rica conchita y me iban a hacer un buen pete.

Llegó el momento del viaje, Eve se fue con Martina y yo quedé solo en casa. Nos divertimos remotamente con videollamadas, pero llegaba el fin de semana y ellas se iban a hacer una recorrida e iban a estar sin señal.
El jueves Eve me avisa que Pablo se iba a su pueblo el fin de semana y Melisa no iba a ir, que la invite para el fin de semana. Me dio vía libre para que haga todo lo que se de con su amiga y a ella le avisó lo mismo.

Así fue, arreglé con Meli para el finde y quedamos en que arreglábamos el sábado que hacíamos, ella me avisaba cuando Pablo salga para lo de los padres y así fue.

M: Hola San, cómo andás?
S: Hola Mel! Todo bien, vos? Se que este finde tu novio no va a estar. Te invito a cenar esta noche.
M: Bien, todo bien. Dale, avisame que llevo.
S: Mirá, mi plan es el siguiente, te paso a buscar, vamos a un barcito que se hace boliche a 3 cuadras de casa y después nos venimos y te quedás a dormir acá.
M: Estás loco boludo y si nos ven que van a pensar?
S: Es un lugar chiquito y alejado de tu casa, no entran más de 50 personas.
M: No es demasiado arriesgado boludo? Tu mujer sabe, pero mi novio no.
S: Pensalo, la otra es directo en casa, a la vista de cualquiera vamos a ser 2 amigos que salieron a cenar.
M: Vamos a cenar y vemos como va, total que salga a cenar con un amigo no tiene nada de malo, me llevo igual.
S: Armate el bolsito y a las 21hs estoy en tu casa.

La pasé a buscar a la hora señalada y como si fuera una cita normal me hizo esperar, bajó con un bolsito. Apareció vestida super sobria, jean, botas, una camisita y un saco. Besito en el cachete y a casa, dejamos el auto en la cochera, el bolso en casa y nos fuimos caminando.

M: Boludo, estoy nerviosa.
S: Por?
M: Y si justo nos ve alguien?
S: Ya te dije, somos amigos yendo a cenar.
M: Pero si alguien... -La interrumpí.
S: Meli, vamos a ser precavidos, tranqui, somos amigos yendo a cenar y punto. A vos acá no te conoce nadie, a mi no creo que me reconozca nadie, a lo sumo algún vecino, pero Eve sabe que íbamos a estar juntos, tranqui.

Llegamos y Meli eligió una mesa en el fondo y ella quiso quedar de espaldas a la puerta.
Con el pasar del tiempo se relajó un poco. Charlamos de boludeces toda la cena, acompañada por 2 botellas de vino. Aclaro en este momento que para que yo me emborrache tengo que tomar mucho, pero mucho de verdad y descubrí que esta petiza toma a la par mía sin problemas. Con el postre pedimos un trago y después otro más.
Se empezó a hacer bolichito, se armó el cachengue, fuimos al baño y como siempre los hombres hacemos más rápido, la esperé afuera con un champagne y 2 copas.

S: Tomá Mel.
M: Vos me querés emborrachar?
S: Yo quiero que la pasemos bien. -Ella dio un trago largo.
M: Yo también, a eso vine. Llename la copa.
S: Parece que vos te querés emborrachar.
M: Permitime corregirte, quiero que nos emborrachemos.
S: Me gusta tu actitud, suena divertido.
M: No hay nadie conocido, no?
S: Nadie.
M: Somos libres de hacer lo que queramos.

Le dio otro sorbo largo, agarró la botella, rellenó su copa, lo mismo con la mía y levantando ambas manos empezó a bailar delante mío dándome un pequeño show de libertad femenina mirándome a los ojos, mientras yo vaciaba mi copa, dio una vueltita para que le mire el culo, le dio otro buen sorbo a la copa y me la dio para que la vuelva a llenar, la botella se terminó dejando mi copa por la mitad.

M: Lo siento, la próxima botella la invito yo.
S: Y la siguiente yo, pero en mi casa.
M: Yo decido cuando nos vamos, no vos.
S: Te gusta controlar todo.
M: Me gusta hacer lo que quiero, es mi noche.
S: Sentite libre de hacer y pedir lo que quieras.
M: Voy a pedir otra botella, acompañame a la barra.

Si bien el lugar es chiquito, la barra también lo es y se arma cola, Melisa estaba delante mío, se movía un poquito bailando al ritmo de la música, hice un pequeño paso hacia adelante para apoyarle el culo para ver que hacía, la petiza ya estaba relajada y me apoyó bien el orto sin siquiera mirarme.
Nos dieron la bebida y volvimos a la barra para seguir bailando y tomando.

M: Linda apoyada me diste.
S: Yo no.
M: Que no? Te sentí toda la pija boludo.
S: Yo apoyé apenas, la que apoyó lindo fuiste vos.
M: Estoy en ese momento hermoso en el que disfruto estar acá con vos, los dos borrachos, calentándonos.
S: Pasándola bien, sin apuro porque nadie nos corre.
M: Sabiendo lo que va a pasar a la salida.
S: No tengo idea que va a pasar.
M: Como si no supieras, no?
S: No se exactamente, va a pasar lo que vos quieras, lo que vos pidas, lo que vos permitas.
M: Basta, dejame disfrutar, bailá conmigo.

Me agarró del cuello con ambas manos, me acercó a su cuerpo y enroscó sus brazos en mi, hice lo mismo en su cintura. Quedamos con las caras muy cerca, cada uno podía sentir la respiración del otro, fui acercando mi boca a la suya nuestros labios se rozaron, nos dimos un pequeño beso y al instante Meli me dijo al oído.

M: Acá no boludo.
S: Por? No nos conoce nadie.
M: Ya se eso, pero quiero disfrutar la salida.
S: Y si nos besamos no lo vas a disfrutar?
M: Sí, pero voy a querer que nos vayamos.
S: Y si yo no quiero?
M: Ya lo hablamos, las cosas las decido yo, que me des un beso y me calientes para irnos es manipularme.
S: Bueno, voy a provocar que vos me lo des.
M: Eso es manipularme.
S: Eso es provocar que vos lo hagas queriendo.

Me di vuelta, llené ambas copas y se la di para brindar, fondo blanco y la tomé nuevamente de la cintura para bailar quedando con las bocas cerca nuevamente.

M: Me querés emborrachar y tentar.
S: Quiero que disfrutemos. -La apreté de la cintura contra mi cuerpo.
M: Sos un hijo de puta, te siento la pija.

Me quedé callado, con mi boca entreabierta a unos centímetros de la de ella. Me abrazó fuerte esquivándome la boca, pero apretando su cuerpo contra el mío para refregarse la pija y aplastar sus tetas contra mi pecho sentí como su respiración incrementaba su ritmo, al igual que la mía.

S: Bailemos un ratito más, queda para tomar todavía.
M: Dale, serví otra ronda.

Charlamos mientras tomábamos, pero cosas triviales, ni quería hablar sobre el tema. En realidad sí, obvio, pero lo que realmente quería es que lo saque ella.
Serví lo último de la botella, desafiando a un fondo blanco y volvimos a bailar pegaditos, como antes. Me tenía que acomodar la pija dentro del jean porque ya la tenía 100% parada, la hice dar la vueltita y cuando la tuve de espaldas le apoyé bien el culo por un segundo, terminó de girar y volvimos apretaditos de frente, boca a boca, sin besarnos, solamente tentarnos.

M: Como te gusta.
S: Que cosa?
M: Apoyarme la pija para calentarme.
S: Como te gusta que te lo haga, no?
M: También.
S: Lo disfruto mucho.
M: Y el morbo me hace disfrutarlo más.
S: El morbo que toda esta gente debe pensar que somos pareja o que estamos saliendo.
M: Cuando yo tengo novio y vos estás casado con mi amiga.
S: No podrían entenderlo
M: Vamos, no aguanto más acá.
S: Vamos.

Caminamos las 3 cuadras rapidito y abrazados, no sabíamos que hacía tanto frío mientras charlamos.

S: Tu amiga me dio instrucciones claras de que hacer con vos.
M: Que te dijo?
S: Que hacer con vos.
M: Pero boludo, que te dijo.
S: No te voy a decir, te lo voy a hacer.
M: Sabés que soy ansiosa?
S: Lo se.
M: Bueno, a mi también me dio unos tips.
S: Genial, espero ansiosamente que los apliques.
M: Sos un hijo de puta.
S: Soy el hijo de puta que te la va a hacer pasar bien.

Entramos a casa, ni bien terminé de cerrar con llave Meli me estampó contra la puerta, me besó metiéndome la lengua y jugando con ella dentro de mi boca.

M: No aguantaba más las ganas de besarte.
S: Yo tampoco.
M: Poné música y buscá algo para tomar, pero más algo más fuerte.
S: Whisky?
M: Con hielo por favor.

Puse música, agarré un vaso de Johnnie Walker, le metí un par de hielos y le metí bastante Double Black. (Perdón Coco Basile, no me da el cuero para el Blue y de hecho no tengo idea de dónde sacó mi mujer esta botella porque cuando nos juntamos ya lo tenía).
Escuché la puerta del baño y necesitaba pasar yo. Le di un beso a Meli y le señalé el vaso.
Cuando salgo del baño me llevo la sorpresa, Meli estaba sentada en el sillón, mirándome con el vaso en la mano y solamente vestida por un conjuntito rojo oscuro que contrastando con su piel clara le quedaba muy, pero muy sexy.
Me quedé helado al verla así, tiene un cuerpazo, eso ya lo sabía, pero no esperaba semejante actitud de putona.

M: Vas a quedarte mirándome como un pelotudo o te vas a sacar la ropa y venir a tomar whisky conmigo. -Le dio un trago largo.

Ni le contesté, me saqué la remera, me acerqué a ella, le saqué el vaso, mientras le daba un sorbo al whisky Meli me desabrochó el jean, directamente me sacó la pija para afuera y me la empezó a chupar.
Primero se metió toda mi pija en su boca, sus labios, su lengua, toda su boca estaba congelada y se fue calentando en conjunto con mi pija que se paró rápidamente a pesar de lo borracho que estaba. Una vez que la tuvo bien dura se sacó ella solita el corpiño, se la pasó por las tetas y la volvió a chupar. Yo me estaba volviendo tan loco que no podía mantenerme más parado, además quería hacerla acabar primero a ella.
Para recordar, la primera vez que estuvimos solo nos habíamos dado oral porque citando a ella misma hablando sobre su novio: "Ya me resigné, tengo que encontrar a alguien más, sólo para darnos sexo oral, sin garchar. Para garchar le pone toda la onda, con eso está de 10. Pero la verdad lo único que extraño de mi ex es que era adicto a chupármela."
Me arrodillé, la besé en la boca, en el cuello y le chupé las tetas. Mientras mi lengua jugaba con sus pezones le saqué la tanga. Volví a besarla en la boca mientras una de mis manos fue agarrada por ella misma y la llevó a que le toque la conchita, completamente caliente, mojada, perfectamente depilada para la ocasión, acto seguido la empujó para que meta un dedo. La acomodé, media recostada para facilitar mi tarea le abrí bien las piernas y empecé a lamerle el clítoris muy suavemente mientras me la empecé a coger con 2 dedos, buscándole el punto G para ponerla a gozar alocadamente, sus gemidos sobrepasaban el volumen de la música.
Se me vino a la mente que pensarán los vecinos, si estaban escuchando la sinfonía de placer interpretada por Melisa y más sabiendo que Eve está de viaje, contrariamente a preocuparme, me dio ganas de hacerla gemir más fuerte, me aparté y mirándola a los ojos le di un sorbo al whisky, lo mantuve en la boca para enfriar mis labios y mi lengua, luego me esforcé más en encontrar sus puntos, movimientos e intensidades claves para excitarla más. Con una mano me agarraba de la parte de atrás de la cabeza, con la otra se apretó un almohadón contra la cara, esfuerzo absolutamente inútil para aplacar sus gemidos del orgasmo que estaba teniendo. Yo sentí las contracciones de su conchita, me empapó los dedos con su acabada.
Soltó mi cabeza y el almohadón, reposó su espalda en el respaldo tratando de recuperar la respiración, yo estaba tan excitado que no iba a dejarla relajarse mucho tiempo. Me paré sobre el sillón, con un pie a cada lado de ella, me agarré del respaldo para no caerme y le acerqué la pija a la boca. Primero me dio unos besos en la punta, después le pasó muy suavemente la lengua, apoyó la punta de mi pija en sus labios cerrados y despacito, centímetro a centímetro se fue metiendo mi pija en su boca, succionándola hasta que no le entraba más y comencé yo a moverme para cogerle la boca. Estaba tan excitado, tan caliente que no duré nada y acabé llenándole la boca de leche. Bajé para quedar frente a frente con ella. Tragó y nos besamos apasionadamente, sintiendo cada uno su propio gusto a orgasmo en la boca del otro.

M: Que loco esto, no lo puedo creer.
S: Por?
M: Boludo, lo que estamos haciendo, sin que mi novio se entere, con la aprobación de mi amiga que es tu mujer.
S: La estás pasando bien?
M: Y a vos que te parece?
S: Me parece que sí y me parece que la podemos pasar mejor todavía.
M: Es temprano, tenemos tiempo. Rellená el vaso que tengo que ir al baño.
S: Te espero en la habitación con el vaso lleno.

La esperé con una luz tenue y una artillería de juguetes sexuales de Eve a la vista, distribuidos por la cama, para que sean fáciles agarrarlos.

M: San, qué es todo eso? -Me sacó el vaso de la mano y le dio un trago largo.
S: Juguetes. Herramientas para el placer sexual.
M: Ya lo se, pero...
S: Entonces para que preguntas?
M: Te digo la verdad? -La miré callando, generándole un silencio incómodo.- Nunca probé, me da cosita.
S: Ya lo se, me lo contó tu amiga, hice una selección para divertirnos esta noche.
M: Hay más? Tu mujer es una viciosa. -Sí, obvio que lo es.
S: Con algunos de estos vamos a estar bien por esta noche. Recostate culito para arriba, con las piernas abiertas.
M: Pará, que me vas a hacer?
S: Lo que yo quiera. Si algo no te gusta me avisás.

Mel obedeció mi orden, media desconfiada de que le iba a pasar, pero curiosa y con ganas de probar cosas nuevas. Yo ya soy un experto en la materia, estoy casado con su amiga que tiene más juguetes de grande que en toda su infancia.
Me puse sobre ella para besarle la nuca e ir bajando por su columna vertebral, obviamente aproveché para apoyarle el culito. Beso a beso fui recorriendo su espalda, bajando cada vez más hasta llegar a su ano. Cuando le tocaba el siguiente beso ahí me detuve, tomé un sorbo del whisky, pero lo que realmente quería era un hielito en mi boca y soplé varias veces despacito, para que sienta la presencia de mis labios a solo un centímetro, vi como el aire gélido la hacía estremecer su culito, lo apretaba y lo relajaba esperando el beso negro que aún no llegaba hasta que se movió acercándome su desesperado ano y se lo empecé a comer a besos, haciendo círculos con mi lengua, lamiéndolo, jugando con la puntita como si quisiera penetrarla. Mel gemía sin parar, apretaba las almohadas con ambas manos, agarré con consolador chiquito, tamaño tipo dilatador anal y se lo metí en la conchita para que se lo coja sin dejar de chuparle el culo.
Rápidamente lo reemplacé con un vibrador del tamaño de una pija real, lo encendí cuando ya lo tenía todo adentro y en menos de 10 segundos ya estaba acabando otra vez, pero sin un respiro mediante se agarró ella misma el culo abriendo sus cachetes. Lubriqué un poco el juguete chiquito y se lo metí despacito en el culo.
Con todo adentro la hice ponerse boca arriba, me arrodillé para que llegue a chuparme la pija mientras con una mano ella solita movía el juguete de su concha, en la otra mano le puse otro consolador previamente mojado en el whisky y se lo acerqué a la boca, la muy perra lo chupaba como si fuera otra pija, alocada. Acababa y seguía como si nada.
Ver ese show de Mel, que nunca había probado un juguete sexual, pero ahora tenía uno en el culo, otro en la concha y otro lo chupaba alternadamente con mi pija, me hizo acabar, el primer lechazo salió a su boca, el resto en su cuello y tetas. Junté todo en mi boca y la besé.
Mientras chapábamos compartiendo todo Mel sumó al consolador entre nuestras bocas y acabó otra vez. Me recosté boca arriba a su lado sin entender de dónde sacaba tanta energía sexual esta flaca. Ella dejó el que tenía en la mano a un lado, lo mismo hizo con el vibrador de la concha.

M: Esto es genial boludo. Es sexo en otro nivel.
S: Reemplazaste una pija de verdad por 3 de goma?
M: No, de ninguna manera reemplaza, es otra cosa.
S: Ahora entendés a tu amiga?
M: Completamente. El lunes salgo del laburo y me voy a un sex shop.
S: Querés uno de cada uno, no?
M: Todo lo que me alcance la guita. Vos probaste?
S: Que?
M: Uno de estos en el culo.
S: Obvio. Querés meterme uno?
M: Voy a meterte uno.

Mel agarró otro del mismo tamaño que tenía ella metido en el culo, le di el lubricante y me giré para quedar culo arriba. Sin escalas fue directo a darme un beso negro y al toque me tiró un montón de lubricante y me mandó la pijita de goma hasta el fondo y la movía lentamente mientras me mordisqueaba la parte de abajo de los cachetes del culo. Obviamente mi pija respondió al toque
Me hizo girar para quedar boca arriba, me chupó los huevos, la pija, todo sin dejar de mover el juguete que tenía adentro de mi culo.

M: Ahora sos mi putito. Por esta noche.
S: Sos una guarra, me encanta.
M: Me encanta que seas mi putito culo roto, el que tiene una pija de goma metida en el culo.
S: Y vos que sos?
M: Esta noche me encanta ser tu putita culo roto, la que tiene una pija de goma metida en el culo.
S: Vení, besame.

Mel se sentó sobre mi abdomen, podía sentir el consolador que sobresalía de su ano y la calentura de su concha mojando mi cuerpo. Se recostó, me besó.

M: Ya fue todo, no?
S: En que sentido.
M: Ya no me importa nada, vine diciendo que no iba a hacer esto, pero ahora estoy segura que no me voy a arrepentir. Esta noche no tengo límites, vos?
S: Nunca los tuve.

Agarró mi pija, la acomodó y se sentó sobre ella exhalando el gemido más intenso de la noche.

M: No la reemplaza, la complementa. Te diste cuenta?
S: Acabaste de solo meterte mi pija adentro por primera vez.
M: Los hombres y su egopija. -Sonrió mirándome, le hizo fondo blanco al vaso y me volvió a mirar.
S: Creeme que no voy a menospreciar todo lo que te hice desde que llegamos. Tu orgasmo de recién fue producto de todo lo anterior, no de mi pija mágica.
M: Tu pija mágica me va a hacer tener el siguiente.

Mel cerró los ojos, se agarró del respaldo de la cama y empezó a moverse lentamente, para arriba, para abajo, a los lados, adelante y atrás, en círculos. Se tocaba con una mano, jugaba con el consolador en su culo. Gemía y gemía solo parando para morderse el labio inferior. Por momentos bajaba el ritmo, contenía la respiración. Me di cuenta que ella era su absoluta prioridad y que nunca la había pasado tan bien, estaba poseída, en otro plano.
Siguió así, variando movimientos y ritmos. Siempre con los ojos cerrados y gimiendo. Cuando por fin inspiró muy profundo, me agarró con ambas manos del cuello, lo tomé como una señal para que yo haga lo mismo y acabamos en conjunto de una manera super intensa. Las contracciones de su concha me apretaban tanto que parecían querer cortarme la pija.
Unos segundos después volvió a abrir los ojos y se dejó caer sobre mi.

M: Lo dimos todo Santy. Gracias, vine por una buena chupada y me encontré con una de las mejores noches de mi vida.
S: No hice nada como favor, lo hice pasándola tan bien como vos.
M: La próxima vez que Pablo se vaya de viaje lo tenemos que repetir, pero con tu mujer también.
S: Obvio, cuando le cuente va a tener muchas ganas de hacerlo.
M: Que hacemos ahora? Me vendría bien una ducha.
S: Entonces nos duchamos.

Nos sacamos los chiches del culo, nos duchamos juntos con agua calentita y nos fuimos a dormir desnudos y aún medio mojados. No podíamos contra nuestro cansancio físico.


Gracias por los puntitos y comentarios

Mis otros relatos: http://www.poringa.net/San34/posts

Link al relato con Meli: http://www.poringa.net/posts/relatos/4315282/Pareja-hetero-chupa-conchita.html

2 comentarios - Un noche con una amiga de mi mujer

jstronger +1
Uh, espero que se hayan enfiestado los 3
San34
Sigue de viaje mi jermu, pero claramente lo haremos
portugalo3 +1
muy bueno..... qué caliente vivir una noche así con una amiga de tu mujer! 10 p