Una noche, en un encuentro cuckold, mi mujer después de culiar se quedó dormida, como anestesiada luego de la cogida y la bebida en exceso.
Nos quedamos con su macho, entonces conversando y demás. En un momento, cuando me retiro al baño, este al rato me pide entrar.
Tenía la verga muy parada y me decía si no quería probar yo también... Dije que no, pero vi esa pija con ganas me saqué la ropa, sin pensarlo, me di vueltas y le ofrecí mi culo!
Esto fue lo que más o menos paso.
UNA VERGA DE 20 CENTÍMETROS ME RAJA EL CULO EN EL BAÑO
Me estaban clavando una verga de 20 centímetros por el culo y me estaba dejando culiar por primera vez. Sentía que ese pedazo de carne caliente y dura como hierro me estaba partiendo en dos.
Estaba parado contra la pared del baño y es pija me estaba rajando el orto lentamente, metiéndose cada vez más en mí.
El macho que me la ponía iba despacio, lento, cavando mi ano de apoco tomándome de la cadera con las dos manos para que entrara, así, su vara. Yo estaba con las piernas abiertas que me temblaban con cada hundida que me hacía. Solo podía jadear ante cada embestida y esto lo ponía más a punto, más duro y morboso al tipo que tenía atrás que también soltaba gemidos mientras me atravesaba.
Los huevos hinchados de mi culiador comenzaron a latigarme la parte baja de la cola y esto provocó aún más mi excitación. Las bolas calientes se refregaban en mí, con cada entrada de carne dura en mi culo que ya comenzaba a abrirse como una flor explotada.
Realmente deseaba que me rompieran el culo. Estaba a su merced, la pija que me entraba me hacía sentir cosas que difícilmente pueda explicar con palabras.
Los roces que me daba esa verga adentro del orto me generaban un placer que nunca antes había experimentado. Mi pija estaba a mil, la tenía tan parada que estaba a punto de reventar.
Mis pezones erectos se electrizaban con cada roce, tenía toda la sangre ahí amontonada.
Cuando mi macho se dio cuenta, hundió hasta el fondo ese cañón hirviendo adentro mí y empezó a lengueterame el cuello mientras que con sus dedos, ahora tomandame del pecho, jugueteaban con mis tetillas en punta. Eso fue llegar al cielo.
Por dios! Eso era exquisito, me sentía tan vicioso que no quería que terminar, pero a su vez, el orgasmo que estaba a punto de explotar me hacía moverme con más intensidad para acabar.
Agitado, transpirado y lleno de goce agarré una toalla que tenía a un costado la tiré al piso y me puse en cuatro.
Con mis manos abrí más el agujero de mi culo para que esa hermosa vara carne terminara de desflorarme.
El cogedor que me poseía me vio ahí tirado esperándolo y dijo después de un suspiro “tenés el culo todo roto. Y me encanta hacer ese hoyo”
Dicho esto, metió el falo hasta el fondo y comenzó a bombear encima mío.
Me culeaban y yo en cuantro patas con la boca abierta babeaba.
Me sometían, me insertaba esa pijasa que sentía que me llegaba hasta el cogote.
Y cuando en un tirón muy profundo mi macho soltó un grito, empecé a soltar leche por mi pija! Estaba eyaculando mientras me rompían el culo…, no lo podía creer!
Y cuando mi culiador tuvo la última ensartada para explotarme adentro con toda la leche caliente de sus huevos, tuve un orgasmo que se multiplico por diez!
Y no miento, la sensación parecía perpetua, mientras mi macho acaba también nos quedamos trabados, yo en cuatro y el atrás mío.
Sentía como su leche se rebalsaba por mi agujero y se chorreaba caliente entre mi huevos. Temblaba, sentía tanto placer que quería que me la siguiera dando.
Cuando el tipo se destrabó y sacó la pija de adentro mío, sentí como el agujero del culo se me había abierto, estaba como partido en dos.
Soy un viejo puto y vicioso, lo sé. Lo supe ese día, en que un tipo, que antes se había cogido a mi esposa me hizo saber lo que la puta de mi mujer se comía todas las semanas. A partir de entonces, nos empija a los dos.
Nos quedamos con su macho, entonces conversando y demás. En un momento, cuando me retiro al baño, este al rato me pide entrar.
Tenía la verga muy parada y me decía si no quería probar yo también... Dije que no, pero vi esa pija con ganas me saqué la ropa, sin pensarlo, me di vueltas y le ofrecí mi culo!
Esto fue lo que más o menos paso.
UNA VERGA DE 20 CENTÍMETROS ME RAJA EL CULO EN EL BAÑO
Me estaban clavando una verga de 20 centímetros por el culo y me estaba dejando culiar por primera vez. Sentía que ese pedazo de carne caliente y dura como hierro me estaba partiendo en dos.
Estaba parado contra la pared del baño y es pija me estaba rajando el orto lentamente, metiéndose cada vez más en mí.
El macho que me la ponía iba despacio, lento, cavando mi ano de apoco tomándome de la cadera con las dos manos para que entrara, así, su vara. Yo estaba con las piernas abiertas que me temblaban con cada hundida que me hacía. Solo podía jadear ante cada embestida y esto lo ponía más a punto, más duro y morboso al tipo que tenía atrás que también soltaba gemidos mientras me atravesaba.
Los huevos hinchados de mi culiador comenzaron a latigarme la parte baja de la cola y esto provocó aún más mi excitación. Las bolas calientes se refregaban en mí, con cada entrada de carne dura en mi culo que ya comenzaba a abrirse como una flor explotada.
Realmente deseaba que me rompieran el culo. Estaba a su merced, la pija que me entraba me hacía sentir cosas que difícilmente pueda explicar con palabras.
Los roces que me daba esa verga adentro del orto me generaban un placer que nunca antes había experimentado. Mi pija estaba a mil, la tenía tan parada que estaba a punto de reventar.
Mis pezones erectos se electrizaban con cada roce, tenía toda la sangre ahí amontonada.
Cuando mi macho se dio cuenta, hundió hasta el fondo ese cañón hirviendo adentro mí y empezó a lengueterame el cuello mientras que con sus dedos, ahora tomandame del pecho, jugueteaban con mis tetillas en punta. Eso fue llegar al cielo.
Por dios! Eso era exquisito, me sentía tan vicioso que no quería que terminar, pero a su vez, el orgasmo que estaba a punto de explotar me hacía moverme con más intensidad para acabar.
Agitado, transpirado y lleno de goce agarré una toalla que tenía a un costado la tiré al piso y me puse en cuatro.
Con mis manos abrí más el agujero de mi culo para que esa hermosa vara carne terminara de desflorarme.
El cogedor que me poseía me vio ahí tirado esperándolo y dijo después de un suspiro “tenés el culo todo roto. Y me encanta hacer ese hoyo”
Dicho esto, metió el falo hasta el fondo y comenzó a bombear encima mío.
Me culeaban y yo en cuantro patas con la boca abierta babeaba.
Me sometían, me insertaba esa pijasa que sentía que me llegaba hasta el cogote.
Y cuando en un tirón muy profundo mi macho soltó un grito, empecé a soltar leche por mi pija! Estaba eyaculando mientras me rompían el culo…, no lo podía creer!
Y cuando mi culiador tuvo la última ensartada para explotarme adentro con toda la leche caliente de sus huevos, tuve un orgasmo que se multiplico por diez!
Y no miento, la sensación parecía perpetua, mientras mi macho acaba también nos quedamos trabados, yo en cuatro y el atrás mío.
Sentía como su leche se rebalsaba por mi agujero y se chorreaba caliente entre mi huevos. Temblaba, sentía tanto placer que quería que me la siguiera dando.
Cuando el tipo se destrabó y sacó la pija de adentro mío, sentí como el agujero del culo se me había abierto, estaba como partido en dos.
Soy un viejo puto y vicioso, lo sé. Lo supe ese día, en que un tipo, que antes se había cogido a mi esposa me hizo saber lo que la puta de mi mujer se comía todas las semanas. A partir de entonces, nos empija a los dos.
12 comentarios - Me rompen el culo en un baño (exclusivo viejos viciosos)