A Camila le gusta ser infiel (parte uno)

Sean bienvenidos a mi primer post dónde voy a recopilar algunas pequeñas historias de mi vida sexual. No esperen una saga al mejor estilo Tolkien, porque la verdad es que se puede considerar que tuve pocas compañeras sexuales. Pero quería comenzar con la que ni en un millón de vidas imaginé que ocurriría.

Se podría decir que todo comenzó en Tilcara, en un viaje que hicimos con quién entonces era mi pareja (seguramente también subiré anécdotas vividas con ella). En dicho viaje conocimos a Daniela, una rubia de 39 años en ese momento, quien también había pagado el paquete más caro. Charla va, charla viene... Resultó que éramos del mismo barrio por así decirlo y ella era la dueña de una panadería muy conocida por estos pagos. Hablamos mucho respecto a lo jodido que se estaba volviendo el municipio y que cada día hay más robos a los comerciantes, cosa de la que Daniela no se salvo, desgraciadamente.

En la última noche creamos un grupo de WhatsApp para seguir en contacto con ella y otras tres personas que también compartieron el viaje con nosotros.
Ya pasado unos dos o tres meses me llega un mensaje de mi entonces pareja, diciéndome que Daniela le había consultado si yo estaba trabajando y si no me ofenderia si me ofrecía un trabajo como atención al cliente debido a que en la panadería solo trabajan mujeres a excepción de Nico, un chico de 17 años que iba pocas horas por la mañana ciertos días de la semana. La verdad es que yo ni por asomó me ofenderia, necesitaba cambiar de trabajo urgentemente porque me encontraba como seguridad para una cooperativa (consejo, nunca se metan a trabajar a una cooperativa de seguridad). Las jornadas eran largas y el pago tanto como los francos eran pocos. Acepte sin dudarlo, fui directo al local vestido aún con el uniforme para que la oportunidad no se me escape, resultó que trabajaría menos horas, más cerca de casa y con una mejor paga.
Durante la charla Daniela me comenta cómo es el trabajo, que me quería más que nada para estar en la caja y que como era la persona de más edad ahí (25 años en ese momento) ocuparía el rol de encargado hasta que vuelva Camila de España.
Y acá es donde entra la otra protagonistas de la historia.
Camila era la encargada de la panadería, pero al tener ciudadanía Croata aprovechaba el invierno en Argentina y migraba con su marido para trabajar en balnearios y hoteles, con eso ahorraban en euros y progresaban acá.
Pasaron los meses, me hice amigo de Nico, quien es hermano de Camila, hasta formar una buena relación de amistad, nada del otro mundo. Juntarnos a jugar a la play, hablar sobre el campeonato en curso etc.
En una de esas charlas me comenta que su hermana vuelve al otro día, que se terminaron las vacaciones en España y el trabajo es muy poco en el sector.
"Por fin" pensé yo, no quería quejarme del trabajo pero llevar la administración y las riendas de un rubro del que se tiene nulo conocimiento es agotador mentalmente, aunque lo seguía prefiriendo mil veces a mi trabajo anterior.
En la mañana del día siguiente Daniela me aparta y me da las novedades respecto a mi trabajo, me comenta que no quiere que deje de trabajar ahí porque desde que estoy no pasaron cosas mayores respecto a robos más que una situación media rara que no termino en nada. Pero que las riendas las iba a llevar Camila, como se hacía antes. Yo feliz de la vida, menos trabajo, misma paga. (Y marihuana. Cultivan en el patio de Daniela, que está detrás del local, pero para uso interno jaja)

Pasaron los días y llegó una mañana como de costumbre y veo a una rubia hermosa, cintura de avispa, ojos verdes, un culito duro como una piedra y unos pechos no grandes pero si bien paraditos y más apetecibles que cualquier factura del local.
Se presenta conmigo, me comenta que su hermano le hablo de mi, que espera que podamos llevarnos bien en el trabajo y comenta cómo al pasar que su marido antes trabaja con ella en ese mismo lugar. Esto último lo tome como que quiso marcar la cancha, TENGO MARIDO. Por una cuestión profesional jamás tire ninguna indirectas, comentario ni nada parecido a ninguna de mis compañeras, primero porque todas sabían que tenía pareja (para entonces Daniela y mi ex se habían vuelto muy amigas a pesar de la diferencia de edad) y segundo porque no quería tener ningún problema en el trabajo. No sé caga dónde se come, la de problemas que la humanidad se hubiera ahorrado solo con seguir ese consejo.

Aparte de eso, soy medio tibio al encarar. Y esa mina estaba totalmente fuera de mi nivel, ella era el Real Madrid y yo Sacachispas.
Las imágenes son a modo de ilustración, ni en pedo subo fotos de ella pero la chica Greco le es más o menos parecida. Salvo que Camila no tiene tantas gomas.
A Camila le gusta ser infiel (parte uno)
puta

Pasaron las semanas y conocí a su marido, un tipo de mi edad pero de casi dos metros, sino es que más, y su espalda media dos mías, todo entubado y con pinta de que si me desubicada con Camila me iban a tener que ir a buscar parte por parte. Lo cual es raro que diga, soy de carácter medio jodido y para cagarme a trompadas soy mandado sin muchas vueltas, pero tampoco soy boludo.
Entre tantas jornadas y charlas terminamos siendo amigos con Camila y en menor medida con Matías, su marido. Si bien Camila me calentaba prefería que las cosas queden así como están, iba todo bien, para que cagarla?
En algunas oportunidades ella me comentó sobre su vida, que Matías fue su primer novio como a los 16, lo cago con un chico del barrio, se separaron, se volvieron a encontrar como a los 22 y al años ya estaban casado.
Pero se habían casado solo para que el obtuviera la ciudadanía europea y poder irse juntos a trabajar a España. Según ella nunca le fue infiel, aún teniendo la oportunidad allá en España con gente muy pudiente que le quería entrar a cualquier precio.

Mas acá en el tiempo, pasaron unos dos años y yo ya me había ido de la panadería, todo en muy buenos términos con Daniela. Para resumir un poco, me separé y falleció mi padre todo en la misma semana (la peor semana de mi vida) estaba totalmente destruido anímicamente y como si fuera un milagro pegue un laburo, de nuevo de seguridad, 8hs diarias de lunes a viernes y una muy excelente paga. Para los que pertenecen al rubro ya sabrán que un horario de 8hs de lunes a viernes como seguridad es muy pero muy difícil de encontrar.

Habia quedado todo atrás, mi ex, Daniela, Nico y Camila...aunque no tan atrás porque seguimos siendo del mismo barrio y nos teníamos en Instagram.
Comencé primero por poner en orden mi vida, compré una motito para moverme, adopte una perra para tener compañía y mantenerme ocupado fuera del trabajo y dejé a las mujeres de lado por un tiempo, realmente salí lastimado de mi última relación.
Un sábado por la mañana entro a Instagram para boludear mientras desayunaba unos mates con pizza del viernes a la noche, placeres de los dioses se los hay, y veo un circulito verde en la historia de Camila.
Lo primero que pensé al ver eso fue: se está drogando y quiere hacer cartel. Entre curioso a ver la vida que extrañaba, por mi nuevo trabajo cada cierto tiempo nos hacen examen de drogas y ya no podía fumar macoña. Y me lleve la sorpresa de mi vida, no esperaba ver semejante cola entangada frente al espejo. Esos cachetes que más de una vez me los imaginé, estaban ante mis ojos, detrás de una pantalla, pero ante mis ojos al fin y al cabo.
Por mi mente pasaron dos opciones y en ninguna era beneficiado. La primera, la más probable, se confundió y me metió a mejores amigos sin querer y la segunda que la historia la subiera el marido para ver quienes le tiraban mensajes o corazones.
Yo por las dudas me hice el boludo como perro que tiro la olla y no hice nada, lo deje pasar. Pero al mismo tiempo entre a ver sus destacadas para ver si podía ver más fotos de mejores amigos y gratamente fue así.
No eran más de 10 fotos destacadas para MA, pero todas valían la pena. Tapándose las gomas con el brazo o mostrando ese culo maravilloso en tanga, una en bikini en una playa de anda saber dónde. Las fui viendo una por una, con mucho cuidado que no se me escape un me gusta ni apretar ningún emoji botón que me delate.

Pasaron los días y vuelvo a ver otro circulito verde, entro curioso como la primera vez y ahí la tengo, foto en calza después del gimnasio con una sección para respuestas y la pregunta "que se hace hoy?"
Pese a que no quería del todo, la suerte estaba echada, ella vio que yo vi sus historias y el marido no iba a estar de tóxico una semana entera, así que le respondo muy sutilmente "hoy no, pero el vienes nos juntamos a tomar algo".
La dejé ahí, no hubo respuesta y yo tenía que laburar. Dejé el celular en la mochila y me puse a lo mío. Tipo 17:30, ya fuera del trabajo y esperando a comprar en un kiosko, saco el celular y veo el mensaje
"Dónde nos juntamos?".

Segui haciéndome el boludo y respondo en el momento:
-te diría que en casa, pero está la perra y es muy jodona con la gente que no conoce. Decile a Nico y a Taty (una chica de la panadería) y nos juntamos a comer algo. Si vos pones casa y si Matias se pone la 10 con la parrilla, yo me pagó el asado.

La respuesta llegó a los pocos minutos y la conversación fue algo como lo siguiente:

Camila- Nico está encerrado todo el finde, tiene que estudiar para la facu y Tatiana tiene correa parece, ahora que está en pareja. Pero venite vos y comemos algo los tres

Yo- mala ahí lo de Tati, pero bueno, uno no se mete en problemas de pareja.

Camila- y no. Vos andas en algo, volviste a hablar con xxxxx?

Yo- no, ni en pedo. Solo por suerte o por desgracia. Muy enfocado en mi y mis cosas para estar mejor.

Camila- me alegro, sos buen pibe y mereces que todo vaya bien en tu vida. Bueno, entonces quedamos para el viernes en casa.

Yo- jaja gracias, lo mismo digo para ustedes. Dale, el viernes caigo tipo 8.


La conversación terminó ahí, sin más. Hasta ahora lo único que sabía era que nos íbamos a juntar a comer un asadito, tomar algo y cagarnos de risa un rato.
Llega el viernes, por fin...más allá de que esa noche tenía planes copados, aunque no los tuviera amo descansar mis dos días seguidos. Sobre todo porque los viernes entro y salgo más temprano (también los miércoles y lunes, un dato al pedo que doy)
Apenas salgo leo un mensaje de Cami, preguntando si iba hoy. Le respondí de inmediato que si, que iba a pasar por casa a dormir una siesta, bañarme y tipo 20 estaba por allá.
Al momento me responde, si podía pasar tipo 4 para darle una mano con una mesada que compraron, que Matías no volvía hasta las 21 y que no quería que todo sea un desastre cuando el vuelva.
De una, no me iba a negar darle una mano a una amiga, y podíamos tener una conversación más de nosotros sin el marido presente.

Llegue a casa, me bañé rápido y me cambie para salir directo para la casa de Camila.
Cuando llegó sale en una calza fucsia bien pegada al cuerpo, que daba la sensación de que tenía más culo del que realmente tenia, como si lo necesitará la muy yegua. Arriba llevaba un corpiño deportivo negro a modo de top...la imagen me volvió loco, se me iba a parar la pija, se iba a dar cuenta e iba a quedar como el orto.
Apenas abre nos saludamos con un beso en el cachete y me hace pasar, justo estaba tomando unos mates así que nos sentamos en su patio a terminar el termo para después mover esa mesada. Hablamos cosas intrascendentes, el nuevo novio de Daniela, la facultad de Nico, mi nuevo trabajo, sus proyectos para el próximo viaje a España etc.
Cuando terminamos fuimos directo a mover la mesada para llevarla a una pieza donde iba a estar hasta que los albañiles la vayan a colocar. Cuando estoy tratando de moverla para ponerla en una posicion dónde nos resulte fácil llevarla ambos (estaba parada recostada sobre una pared) me dice:

Camila- para que hago espacio en la piecita, el otro día que llovió pusimos el tenderito con una estufita ahí para que se seque y nunca guarde la ropa...

Yo- es mucho? Sino te doy una mano primero con eso así después no es tanto bardo meter esto.

Camila- no, es chiquito el tender. No lo junte de pajera. Son unas remeras de Mati y un par de tangas mías...ya conoces algunas jaja.

Con esa ultima frase me quedé helado, pero no me iba a quedar callado, total estábamos jodiendo...no?

Yo- y un par ví jaja, pero todas las fotos eran recién salida del gimnasio. Va a ser la primera vez que las vea limpias jajaja

Camila- viste que sos forro? Ni un me gusta, nada.

Yo- che Camí, todo bien, sos hermosa y toda la bola...pero yo no quiero tener quilombo con Matías. Capaz te mandaba algo y se pudria todo.

Camila- no pasa nada, aparte Matías ni me toca el celular.

Yo- no pasa nada? Y que pasaba entonces si te ponía me gusta, te mandaba un fueguito o te respondía una historia?

Camila- y no se, nunca me mandaste nada como para saber.

Yo- ah mira jaja, bueno la próxima vez te respondo. Trata que sea con una tanga que no saliera antes jaja

Camila- capaz que hoy subo una con este que es nueva.

Acto seguido, se baja la calza hasta donde comenzaba esa cola divina. No lo podía creer, si bien ya sabía que Camí estaba pidiendo guerra no pensé que iba a tirar la primer granada ahí mismo. Ese culito hermoso con el que primero soñaba, después me fue cedido por imágenes, ahora estaba en frente mío ahí pidiéndome ser manoseando, lamido, comido.

No me aguante las ganas y aunque pudiera aguantarme no lo iba a hacer. Fui directo a esa carne sin pensar en las consecuencias, sin pensar en nada y la portadora me sonreía con una mezcla entre malisia y lujuria.

Tenia unas cuantas horas para poder cumplir un sueño que pensé jamás se realizaría y sin siquiera imaginarlo se iba a volver realidad.


Bueno, perdón por hacerlo tan largo y con tantos detalles, pero quiero dejar bien clara toda la historia. Entre hoy y mañana voy a subir la segunda parte que es la que calculo, más interesa.
Muchas gracias por tomarse el tiempo de leer

3 comentarios - A Camila le gusta ser infiel (parte uno)

diegoprey +1
Nuuuu mira como lo cortaste asiii 😅. ..+10.
iNDiCanDe
Gracias bro
Fedeculiao +1
Que buen relato amigo! 💪
iNDiCanDe
Gracias perro