La mejor amiga de mi ex - parte 2

Segunda parte de la historia.

Lee el anterior si quieres seguir el hilo.
http://www.poringa.net/posts/relatos/5103586/La-mejor-amiga-de-mi-ex---parte-1.html

Desperté totalmente borracho a las tres de la mañana con Lucia a mi lado en mi casa y bastante cachondo por lo que pasó anteriormente, pues me picó el gusanillo de que pasaría si me envalentono e intento algo mas con ella, la observé y se veía igual que yo de borracha y adormilada.

Los dos en la cama de matrimonio con toda la ropa puesta, me giré hacia ella y con mi mano derecha fui recorriendo su cadera hacia su sexo, atrevido y de perdidos al rio.

Metí mi mano debajo de su pantalón y puse mi mano justo encima de su monte de venus pero sin meterlas en sus bragas, pude coger entera su pequeña concha entera con la mano, a continuación paulatinamente metí mi mano debajo de su braguita dándome cuenta que tenia toda la conchita depilada, totalmente lisa, con unos labios perfectos y pequeñitos, poco a poco fui masajeando su clítoris, vi que giró su cabeza hacia donde estaba yo y podía ver perfectamente como se mordía su labio inferior, ella me quito la mano pero seguía mordiendo su labio con sus ojos cerrados.

Inseguro de tal situación, probé la primera ocurrencia y me lamí los dedos con mi saliva y continúe para tocarla de nuevo, cuando toqué tu clítoris con mi mano húmeda parecía que le di una estocada con mi dedo en el punto clave y masajeando su pequeño clítoris, tras un rato baje mis dedos hacia su vagina y estaba totalmente mojada, eso hizo que se pusiera el miembro totalmente duro y ya casi no podía pensar claramente en la situación, los dos totalmente cachondos.

Con coraje le quité sus leggins negros poco a poco, para poder masturbarla cómodamente y pude ver sus braguitas color blanco, trasparentadas por su humedad donde pude ver el relieve de su vagina tan prieta, ya me tenia tan loco que quería meterla dentro de ella, pero quería dar un rato de juego ya que me encanta ser dominante y dejarla al punto de nieve para la hora de la verdad.

Ella con toda la ropa prácticamente a excepción de sus leggins, ella erguida en la cama con las piernas abierta en la cama me puse detrás y me senté a su espalda, abrazándola y ella tratando de agarrarme el pene pero sin éxito ya que no la dejaba, quería mostrarle quien mandaba y le mordía el cuello mientras ella me lo ofrecía con ganas, mientras tanto iba bajando con mis manos por su busto hacia su vagina, ella con las piernas ofreciéndolo todo y sin pudor le hice las bragas hacia un lado y con la mano izquierda le iba metiendo dos dedos y con la otra masturbandola rápidamente, de lo caliente que estaba no tuve opción a meterle tres dedos, de lo mojada que estaba podía haber seguido metiendo dedos, pero no lo hice ya que podía quejarse, rápidamente, me pude dar cuenta que era una mujer calladita pero lo que no podía contener era las convulsiones que tenia mientras se corría y trataba, ya por ultimo de quitar mis manos, pero después de un rato me lo agradecía diciéndome al oído las gracias por eso.

Yo no podía mas con la calentura y me tiré encima de ella y voy subiendo su camiseta y le quito el corpiño de forma violenta lamiendo sus pezones de color marrón clarito, bastante pequeñitos, donde ella me dijo que se la metiera ya, me quité los pantalones cortos que llevaba y le hice las bragas hacia un lado y la ensarte directamente donde hizo un quejido y me empezó a rodear con los brazos mi cuello, lo único que podía sentir era lo cálida que era su vagina y lo prieta que era, en lo que rápidamente me sentía que me corría, así que para evitarlo baje a comerle todo el toto donde ella me replico dominante que me quería dentro y me quede con las ganas de chupárselo, entonces me la seguí follando hasta correrme dentro de ella, pero no pasaba nada, ya que tenia diu.

Yo seguí duro, así que la puse boca abajo, en esa posición ella se estaba tocando clítoris y no hay nada que me ponga mas que eso, que se masturbe mientras se la meto, pude observar que se tocaba con la mano izquierda, aunque ella era diestra, mientras le daba no podía evitar darle por momentos mas fuerte, mis huevos rebotando en ella y ella enérgica tocándose hasta que le digo al oído que me iba a correr y ella diciéndome que si me corría ella también, y al borde. aguantando ya como un campeón empiezo a notar como me aprieta pareciendo que me quería exprimir, en donde ya los dos explotando corriéndonos muy fuerte, llenándola entera.

Totalmente sudados y con toda la habitación oliendo a sexo duro, ella se pone de pie para ir al aseo y yo en la cama, le digo, eres una diosa y ella se va contenta con una sonrisa.

Cada vez que pienso en esto me dan unas ganas terribles de clavármela, me resulta difícil escribir esto pensando con dos cabezas.

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