Aventuras con mi tía

Vengo a contar una historia que bien me paso a mi como le pudo haber pasado o le podrá pasar a cualquiera
Esta historia comienza hace varios años, para ser exactos hace cinco; para entrar en detalles fue en el inicio de mi adolescencia cuando empecé a explorar todo el mundo del placer. En esos tiempos  fue cuando me decanté mucho por el amor filial y/o incesto, eso me causaba mucha curiosidad y placer, entonces fue ahí cuando empecé a ver a las mujeres de mi familia, cercanas o lejanas, con morbo, y eso me decanta aun más, de los varios roces que he tenido con aquellas hermosas mujeres el que quiero contar es el de mi tía.
Ella es una linda mujer, cabello negro, piel clarita, lindos ojos nariz y boca, su cuerpo es espectacular, tiene unos senos muy redondos y grande, es delgada, buen abdomen y para rematar un culo no tan grande pero es perfecto, ósea un cuerpo de maravilla y más para sus hermosos 39 años, yo por otra parte soy un joven que a mis 21 años me conservo muy bien, soy un poco atlético, estatura mediana y con buena genética.
Volvamos a hablar de hace 5 años cuando empecé a decantarme por ella. Yo aunque no vivía con ella la veía mucho en la casa de mi abuela, día tarde y noche, pero cuando me gustaba más era cuando estábamos a solas, me gustaba espiarla sin parar, en su cuarto, en el baño en la cocina, donde fuera, y también que ella muchas veces dejaba yo creo, pues nunca dijo nada, en casa andaba con el pantalón a media nalga exhibiendo sus finas tanguitasy algunas veces sin brasier,  en el baño era complejo verla pero me las ingeniaba, le sacaba la toalla para que me llamara a dársela, y en ese vaivén alcanzaba a verle sus hermosos senos, o parte de su pelvis, vagina y demás, era muy delicioso aunque muchas veces le veía un poco de vello, y en su habitación era lo mejor pues era como su templo pero yo al igual me las ingeniaba para poder verla, o escucharla, pues una que otra vez la encontraba masturbandose, entonces eran sonidos muy placenteros, también me gustaba mucho espiar sus cosas, sus bragas sucias eran un manjar para mi nariz, me gustaba porque muchas veces encontraba algunos consoladores y demás cosas que usaba para darse placer ósea las pajas que le dedicaba no tenían nombre.
Así pasaba el tiempo pero no lograba hacer más, hasta que un día llegó súper adolorida y cómo no estaba mi prima que es la que le hace los masajes me pidió el favor a mi, pero esa vez fue muy especial porque se había pegado en la cola y ese masaje iba centrado en esa parte así que nos pusimos manos a la obra, yo me aseguré de poner candado en la puerta para que nadie entrara ni nos viera ella se quitó el pantalón y quedó en tanguita, se recostó en la cama boca abajo y me dijo que con aceite le hiciera el masaje, empecé por sus nalgas y dure rato viendo esa rayita hasta que ella me dijo donde le dolía más, ahí empezó a indicarme donde hacerla más y así, se bajo las tangas a media nalga y empezó a decirme que le dolía en toda la raya pero arriba empecé a darle el masaje pero cuando iba bajando mis manos y a la vez la vista me iba emocionando más, pero no podía porque sus tangas no me dejaban bajar más, al sentir eso se las bajo casi hasta las rodillas y seguimos, bajaba y subía mis manos alcanzaba a ver su pequeño oyito del trasero, un poco oscurito pero se veía apetecible, sentía cómo cuando pasaba mi mano por ahí se estremecía un poco, pero como siempre, yo quería más, le dije que abriera las piernas un poco para masajearla mejor pero era para ver aún más, me decía que viera si tenia moretones o algo pero yo solo bajaba e introducía mi mirada ahí, justo cuando abrió las piernas pude ver su jugosita vagina, se asomaba entre las piernas y el trasero rosadita un poco húmeda, empecé a masajearla más rapido y en eso pasaba mis manos por su piernas y rosaba su vagina, me gustaba y a ella también pues cuando lo hacía se estremecía, en un momento cuando ya estaba muy excitado, le pase la mano por encima de su vagina ella soltó un pequeño gemido pero yo seguí, ya estaba centrado en su vagina, pero solo pasaba la mano, a lo largo y en circulo, fue cuestión de segundos para que se humedeciera aún más, hasta mi mano ya estaba húmeda sin siquiera haber introducido algo, pero yo ya estaba pensando en hacerlo, cuando de repente golpean y ella se para súper asustada de una, me miró sonrojada y se subió las tangas, y dijo un momento, pero era mi abuela para llamarnos a comer, me dijo que le había encantado el masaje y ahí quedó ese día.
Lo qué pasa con mi tía es que ella es una persona con un mal genio, tiene bipolaridad, ósea que cuando estaba de buenas pulgas era súper agradable, y cuando no, nadie se la aguantaba, y como siempre andaba de mal genio entonces nadie se la aguantaba, así era complejo volver a darle masajes o cosas así, mi prima era la que le hacía eso y sé la aguantaba, hasta que dejo de hacérselo porque tuvieron un problemita 
Pero cuando vi la oportunidad le dije a mi tía que cuando quisiera le podía hacer masaje yo, pero nunca me dijo nada.
Ya me había resignado y el tiempo había pasado, me fui de la ciudad y era muy poco lo que la veía, pero fue mucho mejor porque cuando iba me quedaba en su casa y algunas veces dormía con ella, pero hasta ahí nada raro.
Hasta hace unos años que aproveche una oportunidad.... (continuará)
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soy nuevo escribiendo, si tienen consejos les agradecería, al igual si les gusto podrían hacérmelo saber para subir muy pronto otra parte
respondo dudas y preguntas

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