La hija de mi amigo

Raúl era un amigo de la infancia, del barrio, con el que nos veíamos cada tanto en alguna reunión de amigos. Una noche, en una de esas reuniones, me pregunta si en el estudio donde trabajo no habría alguna vacante para su hija mayor Lucía. Ella estaba en segundo año de ciencias económicas y le vendrían bien unos pesos extras para aliviar el gasto de sus estudios.
Yo ocupaba un cargo importante en Recursos Humanos por lo que podría facilitarle alguna oportunidad.
El Lunes hablé con mi amigo or teléfono y le dije que después del almuerzo la enviara a su hija así charlábamos y veía que podía hacer por ella.
A las 14 horas llegó Lucía: alta, muy bella, delgada, pelo oscuro hasta la cintura, carita de inocente, mucha teta (típico de las flacas) y piernas larguísimas..
Estaba vestida con un jean suelto que le marcaba bien la cintura y una blusa suelta, lo que dejaba a mi imaginación el movimiento de sus tetas a medida que caminaba hacia donde yo la esperaba.
Después de saludarnos comenzamos a charlar y le propuse una pasantía de 6 meses extendible a 1 año en la oficina contable, solo debía darme todos su datos así completaba la formalidad con la universidad.
Se fue muy contenta, tanto es así que me abrazó muy fuerte pegando sus tetas a mi pecho y después de darme un sonoro beso en la mejilla, se fue. Mi pija se puso tiesa al instante ...era una nena, 20 años, hija de un amigo...pero uno no piensa con la cabeza de arriba.

Lucía empezó a trabajar al mes siguiente. No tuvo ningún problema de adaptación y su simpatía la hizo integrarse rápido al ámbito laboral.
Nos veíamos todos los días - ella pasaba a saludarme por mi oficina- y en ocasiones compartíamos una cerveza los viernes a la salida de nuestro laburo.
La pendeja me calentaba cada vez más, tal vez el morbo de que era la hija de mi amigo o que podría ser mi hija !! ... la realidad que notaba que ella era muy sensual cuando charlábamos y mi intuición me decía que lo hacía por gusto, para calentarme. Ella estaba jugando con el viejito amigo de su padre.

a los 2 meses tuvimos la fiesta de fin de año: me pidió que la pasase a buscar porque no se animaba a ir en el auto de su padre por miedo a emborracharse y volver manejando.
Salió de su casa enfundada en un vestido cortísimo blanco, pegado a su cuerpo ... había tomado sol y estaba bronceada, el pelo recogido en una gran trenza que caía sobre uno de su hombros. Mi visión era como en una película, ella viniendo hacia mi en cámara lenta, con esas piernas larguísimas pisando fuerte y sus tetas bamboleándose sin destino cierto.
Subió al auto y al saludarme su beso se incrustó en la comisura de mis labios
-"... dijo papá que me cuides como si fuera tu nena ..." dijo sentándose y dejándome ver casi la totalidad de sus piernas hasta el nacimiento de su tanga.
Como pude me acomodé disimuladamente la pija y arranqué hacia la fiesta que se hacía en una predio lindante con el edificio donde trabajábamos.

Obviamente cuando llegamos y descendimos del auto todas las miradas se dirigían a ella: era la nueva, la pendeja linda, carne fresca para el matadero.
Lucía se fue hacia donde estaban sus compañeros de oficina y yo me ubiqué en la mesa designada para los jerárquicos.
Transcurrió normalmente todo - nadie se emborrachó eso quise decir jajaj- y cada tanto la buscaba con mi vista: allá estaba ella, moviendo las tetas al ritmo de la música, riendo ... tan joven y bella.
Mi mano buscaba mi entrepierna cada vez que quedaba en el radar de mis ojos...estaba ejecutando el papel de viejo verde baboso, pero lo disfrutaba.
Casi terminando la fiesta se acercó a mí, olía a alcohol, me abrazó y me dio las gracias por conseguirle el trabajo. Mi mano- por puro instinto- se posó un poco más abajo de su cintura, rozando el comienzo de su cola ... Lucía puso su mano tapando la mía, tal vez para que nadie viera, pero en ningún momento la sacó de allí.
Conversábamos de cualquier cosa, nos reíamos de algunos "alegres" que bailaban y estuvimos así por varios minutos. Cerca de las 4 la gente comenzó a irse y le dije de irnos también.
-"...una última copita ..sí ?...- me rogó y se apartó para ir en busca del trago.
Verla caminar, mover el culo, notar como todos...TODOS !! no le quitaban la vista de encima, me dio un poco de celo ...era mi nena, la quería para mí.
Trajo tequila, pero no un shot, sino media botella que pudo sacarle al bartender. Nos fuimos hacia el jardín, la empinó y quiso convidarme.
-"...no.. te olvidás que tengo que manejar ?? .."- dije apartando la cara.
-"... te estoy convidando, no seas malo ...un traguito nada más ..."-- insistió
-"... aparte te lo estoy dando yo ..."- y mirando hacia todos lados le da un sorbo a la botella y se acerca  para darme el tequila de su propia boca... no pude resistir.
Fundió sus labios a los míos y me pasó un poco de la bebida, fue más un beso de lengua que un juego de pasarse un trago... en ese instante apreté su cuerpo contra el mío, sin pensar que alguien nos podía ver.
-"... vámonos ..."- dijo Lucía. 
Nos despedimos de los pocos que quedaban y salimos al estacionamiento. Subimos al auto y se tiró sobre mí ...nos besamos profundamente. Lucía quiso subirse encima mío, pero alguien podía vernos.
Seguimos besándonos y la pendeja me pregunta si tenía las llaves de la oficina. Le contesté que sí.
-"... no me invitás a un recorrido por el estudio ?..soy nueva y hay algunos lugares que no conozco..."- me decía mientras me besaba el cuello. Evidentemente tenía todo planeado de antemano.
Esperamos que se fueran los pocos que quedaban y bajamos del coche dirigiéndonos al edificio.
Nos comimos la boca mal en el ascensor, mis manos habían levantado su falda y apretaban su culo. Lucía refregaba su pelvis con la mía, sintiendo y disfrutando de la dureza de mi bulto.
Fuimos directo a la oficina de reuniones, allí había un sofá de cuero inmenso.
Ni bien entramos le saqué el vestido...era maravillosa. Sus tetas grandísimas me invitaban a chuparlas y manosearlas. Ella no dejaba de amasar mi pija por sobre el pantalón.
Me senté en el sofá y ella quedó parada enfrente mio.
Besé sus pezones, los pellizqué. Bajé con mi lengua por su vientre. Lucía gemía y sollozaba mientras acariciaba mi pelo.
Bajé su tanga hasta sus tobillos y me hundí en su entrepierna. Ella gozaba.
Empujó mi cabeza hacia atrás y sacándose del todo su ropa interior, pasó una de sus piernas sobre mí y me montó.
La pija se deslizó hasta el final, Lucía estaba mojadísima.
me ofreció sus tetas para que las chupe y comenzó a cabalgarme lentamente.
Intercambiábamos besos con lamidas y aceleró sus movimientos, saltando sin parar sobre mi verga hasta que sus brazos me apretaron fuertemente ...estaba acabando.
Luego de un rato cambiamos de posición: ella se afirmó con sus manos en el respaldo del sofá, quedando en 4 patas, ofreciéndome su espalda. La puerteé un segundo y empujé para que entrara hasta el fondo. me incliné pegando mi pecho a su espalda, montándola, y pasé mis brazos para prenderme de sus tetas y comenzar a bombear.
le dije que iba a acabar y giró rápido ofreciéndome su boca para que descargase le leche.
Se tomó todo ... después la besé para sentir el gusto que había quedado en su boca.
Nos vestimos y la llevé a su casa.

Lucía fue eficiente en sus tareas contables y le ofrecí renovar la pasantía.
Cogíamos los viernes en la oficina, después de tomar algo como siempre en el bar de la esquina.
Un año fuimos amantes, cada vez me sorprendía con algo, el sexo con ella fue maravilloso. Muchas veces me duraba tanto la calentura que después de estar con ella llegaba a casa y cogía con mi mujer de una manera salvaje, mejorando mi matrimonio de más de 25 años, sacándolo de la rutina.

Lucía siguió sus estudios recibiéndose un par de años después.
Mi amigo siempre agradeció la oportunidad que le dí a su hija ... mi respuesta fue siempre que el agradecido era yo por habérmela confiado para ganar experiencia.