Juego y sueño logrado

Todo inicio como un juego, cuando un buen día a mi mujer le comento, que me agradaba iniciarme al mundo de SW, ella complaciente cómo siempre, trato de darme el gusto, se las presento Renata tiene cara hermosa, que irradia inocencia un tanto bajita, cabello negro que le llega a la altura de las nalgas, las cuales por cierto eran de buen tamaño, un culo blanco que me encantaba verlo con tanga las que usaba diariamente, sus pechos eran hermosos, redondos coronados con un pezónes rosas, que tan solo de recordar, me dan ganas de chuparlos, su vagina estaba cerradita, pero bastaba con un buen trabajo y casi cabían una mano completa siendo la cereza del pastel era un clítoris riquísimo, también de color rosa, que se había vuelto mi comida preferida.
Iniciamos comprando un par de chip para utilizarlo y navegar de manera anónima en las redes sociales, nos metimos a varios grupos de facebook y WhatsApp, con contenido explícito, muchas ocasiones abríamos las fotos que enviaban, estando juntos, yo ya conocía los "alias" y solía abrir las imágenes de penes grandes y venudos, solo para ver la reacción de mi linda esposa, ella siempre actuaba como si no le gustará, sin embargo no sé si estando sola repasaba las imágenes aquellas.

Ahora mi fantasía era clara, un trío HMH, el imaginar la cara de mi mujeres recibiendo estocadas de un extraño, me prendía de sobremanera, sin embargo ella no estaba lista.

Pasaron algunas semanas en que incrementaba mis ganas de cumplir dicha fantasía, de vez en cuando le ponía videos de tríos, en dónde mientras uno le penetraba la vagina el otro recibía un intenso oral, el pretexto de "no saber que hacer" no quería que existiera, pretendía que ese fuera un pequeño tutorial.

Corrieron los días, hasta que un buen día sin más ni más me digo que estaba dispuesta a cumplir lo que quisiera, tuve que reacciona rápido e iniciar a la brevedad el castig, encontrar candidatos fue una labor sencilla, pero tenía que ser selectivo, no cualquiera podría ultrajar el tesoro que solo me tocaba a mi , platique con varios jóvenes y uno que otro mayor , en su mayoría urgidos de mujer más que singles de verdad ya ni platico lo intensos que eran.

inicie una conversación con bruno, con 29 años cuerpo firme sin ser atlético, el cuál me agrado porque entendía su lugar, me platico una que otra experiencia de parejas anteriores, le daba el lugar a cada quien dentro de sus anécdotas de triadas de amor.

Todo estaba listo ahora, el itinerario lo tenía grabado en mi mente, analizando cada uno de los panoramas habidos y por haber, el camino al motel fue extraño se notaba a leguas el nerviosismo de mi amada, fueron momentos de silencio incómodos, manos sudadas, pero jamás tocamos el tema, por fin entramos al motel Renata y yo a las 4 de la tarde, la cita del verdugo era un par de horas después.
El cuarto era bastante amplio contaba con una cama grande, jacuzzi y el cuarto de la regadera era cristal que hacía visible cualquier movimiento el cual se conectaba directamente con la tina.

Iniciamos al igual que siempre tirandonos a la cama, comiéndonos a besos apasionados uno tras otros ,la fui desnudando poco a poco al parecer el día ameritaba estrenar un conjunto negro bastante sensual haciendo contraste con la blancura de su piel, arranque su brasier chupando como loco sus pechos, lamiendo sus areolas haciendo círculos en cada una de ellas movimiento que le encantaba , ya para eso los gemidos de Renata hacían eco en la habitación, después la tire a la cama un tanto violento ella cayo mostrando su trasero, exhibiendo una tanga de encaje, sobe su culo, frote mi pene y tire de aquel pedazo de tela, que lucía de manera espectacular mi mujer.
Fue entonces que mire el reloj, me había perdido admirando esa obra maestra hecha mujer no había tiempo para penetrarla, le pedí que nos fuéramos a bañar para luego meternos al jacuzzi, y así sucedió no sin antes recibir una tremenda mamada mientras nos duchabamos.

El teléfono sonó la recepción avisaba la llegada de nuestra visita.
Los nervios de Renata incrementaron, me pidió que al menos al inicio no tuviera contacto visual y de alguna manera lo logre, ya para eso había acordado con Bruno que se metiera a bañar, ahora penetre a Renata la cual daba la espalda a la regadera, yo sabía que Bruno nos veía, ella sabía que era observada, y seguía dando sentones que rebotaban mis huevos duramente, salpicando agua por todas partes, fue entonces que pedí se volteara ahora ellos se podían verse ya que el seguía en la ducha, renata ahora montaba de frente, aún recuerdo el rostro de mi esposa al ver el mástil de aquel caballero, seguía cabalgando cómo solo ella podía hacermelo, pero ahora su mirada se veía perdida entre la mano y verga de Bruno quien comenzó a masturbarse a lo lejos.
Conocía esa mirada llena de morbo, pasión, lujuria, sin decirme nada yo sabía que estaba lista, fue entonces que pedí a Bruno se acercará, caminando seguro y acercando a cada paso aquel miembro.
Le pedí que que nos acompañará quedando los tres sentados a la par, quedando Renata a medias de nosotros, le pedí que nos masturbara a ambos, ella sumisa y complaciente inicio, ví el momento donde metió la mano buscando su juguete sexual pasajero, trato de admirarlo siendo imposible por la cantidad de espuma que había en el jacuzzi, ahora nos tocaba disfrutar y así estuvimos por un momento la técnica de Renata era la indicada, sabía exactamente como jalar verga. 
Continuamos con las mamadas, ahora ambos hombres salimos de la tina quedando sentados a la orilla de ella , Renata seguía en el agua con posición adecuada para iniciar con las felaciones, al principio solo yo recibía sus labios y lengua, continuando con la masturbación a Bruno, pero ella solo esperaba mi aprobación, en cuanto le hice una seña, se lanzó rápidamente a experimentar una nueva verga, no tuvo reparo en meterla a su boca, desde el inicio trato de incluir su garganta en el juego, siendo muy difícil, pero no sé rendía asegurando el placer para todos, alternando a cada uno entre jaladas y mamadas, la cara de Renata irradiaba lujuria, continuamos asi por bastante tiempo, ahora quería que fuera penetrada fue entonces que Bruno rodea el cuerpo de diosa de mi mujer, quedando justo en la entrada de su vagina, yo seguia recibiendo su suculentas mamadas, solicite a Bruno esperar un momento quería ver la cara de Renata recibiendo la primer metida, y así sucedió la conexión entre mi esposa y yo fue increíble, seguramente durante todo el tiempo de relación no nos habíamos visto tan fijamente a los ojos, disfrute de cada una de sus expresiones, los gemidos eran increíbles, y la velocidad con la que me hacia las felaciones incrementaba conforme al tiempo, el golpeteo de los huevos con la vagina retumbaba en el cuarto, el sonido a sexo era increíble, siendo mágico el momento en que todos terminamos yo en su boca como ya era común, succionando cada militro de semen que era abundante , cayendo exhaustos cansados de la sesión.... Continuará ....
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