Nuestra amiga Víctor

Un día para experimentar con mí pareja invitamos a un viejo amigo mío. Cuando yo lo conocí aún era chica y su nombre era Víctora pero siempre supimos que era lesbiana, años después empezó a usar cabello corto, su vestimenta empezó a ser masculina y me saludaba con apretón de mano.
El no había hecho el cambio de sexo en si pero prefería ser llamado Víctor.
Con el ahora mí amigo Víctor siempre tuve una amistad muy abierta, siempre nos contamos todo por lo que la confianza era mutua.
Un día llego a casa, vestido con su camisa y los jeans apretados, peinado con gomina hacia atrás y como siempre me saludo con apretón de manos. A mí mujer le dio un beso en el cachete. Entre mí mujer y Víctor a pesar que se conocían hace menos tiempo igualmente su confianza era fuerte.
Mi mujer se animó a salir de nuestra habitación con su camiseta sin corpiño debajo lo dejaba sus pezones marcados. Ella estaba muy vestida de dentro de casa. Mí mujer es una morocha de 1,75, un poco más alta que Víctor que debe medir pocos centímetros menos.
Podía notar que nuestro invitado no podía disimular la mirada, las tremendas tetas y piernas que tiene mí mujer con ese short que dejaba poco a la imaginación. Luego de estar un rato conversando Víctor tira un comentario: Que grande amigo esos melones que te comes, con todo respeto Sami.
Mi mujer nada sorprendida, se daba cuenta hace rato que no paraba de mirarla le dijo: Todo el día jode con mis tetas, aveces me manosea hasta cuándo duermo.
No te sorprendas, yo haría lo mismo amiga dijo Víctor. Yo me mantenía en el molde.
Ya te conozco, sos mucha blabla pero no haces nada le dijo mí mujer, por una vez que Víctor parecía que se quería levantar una chica en un boliche pero al final no paso nada.
Víctor: Yo tengo codidos, sos la mujer de mí amigo, sino saber cómo te hago de goma.
Entonces le dije, mí casa es tu casa, amigo.
Ambos se quedaron mirándome sin decir nada mientras yo trataba de procesar en mí cabeza lo que estaba pasando.
Víctor: tu marido me está dando permiso.
Mi mujer: Te la bancas?
Yo me puse en modo espectador.
Víctor se acercó a mí mujer y la dejo en tetas. Le agarro una teta y le dijo mirándola a los ojos: que gomas mamita!
Mi mujer le sonrió con carita pícara.
Empezaron a besarse y a manosear.
Víctor le metió la mano abajo del short a mí mujer y luego se la puso en la boca y le dijo: que rica estás mami.
Eso me calentó aparte de ver la cara de excitada de mí mujer.
Ambas se desnudaron y empezaron a lamerse todo el cuerpo, mí mujer le mordía los pequeños pechos a Víctor mientras esté le metía los dedos en la vagina. Fue entonces cuando se percataron de mí presencia, yo ya estaba masturbándome mientras los veía, era muy excitante. Ahora ambos me veían. Entonces Víctor se pone de pie y me toma de la mano y me lleva hasta donde están ellos y agarra mí pija y la coloca en la vagina de mí mujer, empecé a darle de perrito mientras el miraba y de a ratos se acercaba a la cara de mí mujer para ver su rostro de excitación hasta que logre venirme dentro, todo mí semen fue depositado dentro de la vagina de mí mujer y caí desparramado.
De su vagina caían gotitas tanto de ella como mías y Víctor no dudo en acercarse a lamerlas. Entonces el me agarra el miembro y lo sacude un poco y me dice, vos si que estás bien amigo mientras se relamia los labios, mí mujer le dijo: Siempre serás bienvenido. nos acercamos los tres y nos dimos un beso a la vez y los abrace juntando nuestros cuerpos y sintiendo su calor, algo raro estaba naciendo.

1 comentario - Nuestra amiga Víctor