La novia de uno de mis mejor amigo (2)

Primera parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/4966886/La-novia-de-uno-de-mis-mejor-amigo.html

Habían pasado ya diez años desde la vez que cogimos con Romina, y salvo algunas charlas, y varias calenturas, nunca había pasado nada. Era la mujer de uno de mis mejores amigos, y no daba para cagar todo por una calentura. En esos diez años, su pareja se había consolidado y habían tenido una hija que ya tenía 5 años y se había dejado su juguete favorito en mi casa el sábado pasado cuando vinieron a comer un asado. 
Romina estaba en la puerta y yo tenía el juguete en la mano listo para darselo cuando me dijo:
     -
- Invitame a pasar que quiero tomar algo. Hace un calor terrible afuera. 

La hice pasar y le serví un vaso de agua helada. Eran las cuatro y media de la tarde y ella acababa de salir del gimnasio. Había empezado hace una semana, me dijo. 
En esos diez años su cuerpo había cambiado un poco. Las caderas eran un poco más anchas, si bien nunca fue super flaca, habían aparecido unos rollos más, celulitis, en fin, diez años y una hija. Para mi seguía siendo hermosa. 
Cuando le pregunté cómo andaba me dijo que bien, pero que a veces la vida cotidiana la abrumaba un poco, y como si estuviera hablando del clima tiró:

- Además, con Martín, nuestra vida sexual viene muy estancada. Ya ni me acuerdo la última vez que cogimos

Yo me quedé sin palabras. 

- No fue Juli la que se olvidó del osito. Yo lo dejé a propósito.

Aún estaba tratando de entender si era lo que yo pensaba u otra cosa, cuando me preguntó

- ¿A vos te sigue pareciendo lindo mi culo? Martín hace rato que ni me mira.
-Bueno… lindo, claro que me parece lindo… pero bueno, vos sabés como es en las parejas… seguro Martín con los quilombos del laburo…
- No te pregunté por Martín- me cortó. - A vos, te sigue pareciendo lindo?

Quedé un minuto tieso. Los flashes de esa noche volvieron a pasar por mi cabeza, y antes de responder ya tenía la pija gomosa. 

- A mi me encanta tu culo. ¿Lo seguís teniendo sin depilar?
- Ya ni la concha me depilo. Así que imaginate…
- No me quiero imaginar - le dije. 

Y me le paré enfrente y mientras nos besábamos le empecé a frotar el monte de venus con mi mano por dentro de las calzas que tenía puestas. Cuando bajé con un dedo pude sentir que ya estaba húmeda. 

Diez años atrás, después de nuestro encuentro habíamos vuelto a hablar al otro día en un momento en que quedamos solos.
- Lo de ayer estuvo re bueno- me dijo. - Yo siempre te tuve ganas, y vos a mí. Había que hacer algo, y se hizo. Pero ya está. Vos sabés que en veinticinco años que tengo de vida, y vos sabés que yo perdí la virginidad a los 15, jamás se me había cruzado coger por el culo. Cuando empezamos a salir con Martín una vez probamos, pero no hubo manera. Quizás por que la de él es un poco más grande, no sé… pero lo de ayer fue hermoso, pero queda ahí. Vos tenés una novia hermosa, así que yo no te hago falta. Y este culo de ahora en más va a ser solo de Martín. 

Aquí en el presente, mientras nos besabamos le saqué el top y metí mi cabeza entre sus tetas. Aún podía sentir el olor a sudor del gimnasio. Con mis dos manos le busqué la cola.
bajé la calza y le empecé a acariciar las nalgas. Habían crecido y ya no estaban tan duras, pero mi pija si lo estaba. Pasé un par de dedos por la raya, y pude sentir sus algunos pelos y el sudor. Me llevé esa mano a la boca. Olía hermoso. Me chupé un dedo y luego empecé a juguetear en su ano.

-Al final te hizo el culo Martín? Me habías dicho que se lo ibas a dar a él
-Probamos un par de veces después de eso- me dijo. - La segunda vez entró un poco, pero cuando me empezó a coger me dolía, así que lo dejamos ahí. 
-Faltó entrenamiento - le digo. - Quiero volver a probarlo -. Y cuando estoy por agacharme para ir por su culo me para. 
-Dejame pasar al baño antes, que vengo del gimnasio y no me bañé. 
-Y ni se te ocurra bañarte ahora, quiero probar tu culo al natural. Con olor a culo de mujer. 

Abrí las nalgas con mis manos y hundí la nariz, y luego pasé mi lengua. Romina se había recostado sobre la mesa de la cocina y yo estaba arrodillado detrás de ella. Se dejó hacer por un minuto y luego se dio vuelta y me agarró la cabeza con ambas manos y me llevó a su concha peluda.

- Sabés las pajas que me he hecho imaginando que me chupabas la concha - me dijo. 

Yo no lo podía creer. Tenía una concha grande y divina, rodeada de pendejos color castaño, casi negros. El clítoris era un poco más grande de lo normal. Ella era un poco morocha, así que quizás haya habido algún negro pijudo en su ascendencía del que heredo ese botoncito que orgulloso se ergía sobre su vulva. Yo podría haber estado toda la vida chupándole la concha, pero entonces me dijo:

- Quiero que me lleves a la cama y me cojas. 

Fuimos hasta la cama y ella se acostó boca arriba. Yo aún no me animaba a penetrarla, así que estacioné mi pija junto a su concha y me puse a chuparle las tetas. Los pezones eran grandes y gordos, y me dieron unas ganas terribles de pasarles mi pijas por encima. Me daba un poco de vergüenza exponer tanto mi pija que no es muy grande, sólo 13 centímetros, pero la calentura era mucha. Entonces me subí a horcajadas de ella y me empecé a pajear sobre sus tetas, rozando sus pezones con mi glande.
Entonces ella sacó mis manos y me empezó a pajear ella y pone mi pija entre sus tetas. Luego, usando sus manos las aprieta para que me pueda pajear en medio de ellas y veo que levanta un poco la cabeza, seguramente queriendo chuparme la pija mientras me hacía una cubana. Pero con mi pijita era unitil, no llegaba. Así que acerqué mi pene a su boca que se abrió aceptando mi verga dulcemente.  La chupaba como los dioses. Pensé que iba a acabar ahí mismo, así que le saqué la pija y me fui directo a besarla en la boca y los pezones que aún conservaban algo del sabor de mi pene. 
Ella volvió a agarrar mi pene y lo llevó a la entrada de su vagina. 

- Tenés la concha más rica del mundo - le dije.
- Acabá afuera- me dijo. Ni forro nos habíamos puesto. 

Yo quería aguantar y hacer de todo. Probar todas las poses.
Quería cogerla toda la tarde. Ella me puso sus piernas a los hombros, y con una mano se empezó a masturbar el clítoris mientras la cogía. 
Yo empecé a chuparle un dedo del pie mientras la seguía penetrando.

- Decime que te gusto - me dijo entre gemidos.
- Amo tu culo, tu concha… esas tetas, tu boca.
- Quiero hacerte el culo otra vez.
- Quiero llenarte de leche. 
- Aguanté que ya acabo - me dijo.  Y pude sentir su cuerpo retorcerse debajo mío mientras contenía un grito y apretaba fuerte los ojos. 

Yo saqué rápido la pija y acabé sobre su mata de vello púbico. 

1 comentario - La novia de uno de mis mejor amigo (2)

josegroso
ufff la embarazo por la cola...
van 10