El cuerpo no miente

Me extrañaste- pregunte!
NO, xq debería extrañarte. Si no somos nada- me contestó.

Hacia tiempo q no la veia. Habiamos vuelto a conversar despues de coincidir en un grupo de watsap de viejos amigos de la secundaria. En ese entonces teníamos diferentes parejas. Pero siempre existió un coqueteo x parte de ambos. Yo x supuesto tirando siempre algún q otro doble sentido y ella x supuesto correspondiendo.
Empezamos a conversar x privado, de cosas triviales al principio. Ella me contaba de sus hijas y yo de los míos. Ambos casados, pero se la notaba un tanto rutinaria. Yo también x supuesto. Pero escondiendo claro, mi doble vida. No pasó mucho hasta q los recuerdos afloraron, sobre todo de nuestras charlas y la supuesta química q "supimos" tener.
Los doblesentidos volvieron y fuimos un paso mas. Propuse llevar a la práctica todo lo q nos decíamos, pero claro ella aduciaq era una locura y se reía. No me tomaba en serio. Tal vez xq habrá estado viviendo un letargo en su relación, la rutina o vaya uno a saber xq. Pero me acepta un café (excusa). Nos encontramos y ambos sabíamos donde terminariamos, aunque la "señora" claro , se negaba a reconocerlo.
Trabaje mucho y hable mucho hasta convencerla de ir a un lugar más reservado. Claro q me mande al primer telo q encontré. Y de nuevo la charla absurda, que hacemos aquí? Estas confundido conmigo, y cosas así. Pero se dejaba besar, correspondía a mi lengua cuando despues de unos segundos mis labios estuvieron sobre los suyos.
Decia no. Pero arqueaba la espalda cuando deslice mi mano bajo su blusa para desabrochar su corpiño. Enseguida dejo salir un hermoso par de tetas q siempre fueron un misterio para todos los q la conocimos de chicos. Bajita, buen culo. Pero lo q más llamaba la atención eran ese par de tetas q siempre parecía q se iban a escapar de ese corpiño q no daba más. Caminaba hasta encorbada para disimular las 2 cabezas de enano q tenía.
Si se paraba, se vestía y se iba en ese momento. Listo. Ya está. Ya había tenido mi premio lamiendo todo su torso, su ombligo, su cuello y sobre todo sus tetas. No emitía sonido alguno, ni un jadeo, ni un jemido. Casi me la baja ese poco interés q demostraba.
Demore mas con su pantalon. Cada vez q inyentaba desabrocharlo me detenia diciendome, esto esta mal. Xq me trajiste aquí o que estamos haciendo??? Me lo estaba haciendo difícil y la situacion me estaba cansando. X suerte no claudique y segui adelante. Yo mismo me saque la ropa. Para emparejar la lucha. Cuando me saque el pantalon mi pija ya estaba q se paraba y se dormia x todo lo q estabamos demorando. X suerte no demoró mucho en estar tiesa nuevamente. Tome su mano y la lleve debajo de mi boxer para mostrarle lo q estaba provocando (mentira. Ya me estaba artando) creo q sentir mi falo venosoy caliente fue lo q necesitaba para terminar de convencerla. Cuando empezó a acariciarlo, su cara no cambio. Seguía con la misma frialdad como quien está obligada a hacer algo q no quiere. Pero su mano pronto empezó a moverse x si misma. Ya no era yo quien la guiaba. Me paré al lado de la cama y le puse la pija a centímetros de su cara. Como no atinaba a hacer nada, la tome de su nuca y prácticamente la obligue a q se lo tragara. Desde ahí su actitud cambio x completo. Se convirtió en una diosa de la felacion. Empezó lamiendo el glande con tal suavidad como sabiendo lo sensible q es. Lamia todo el costado desde el tronco hacia la punta. Levante una pierna dejando mis testículos separados de la piernas, lo q dio paso a q los chupara como si fueran los confites más deliciosos q haya probado. Al final Lo trago de tal manera q estoy seguro toqué su garganta. Empezaron las arcadas y mi orgasmo era inminente. Se dio cuenta así q la amenaza fue q si le acababa en la boca me mataba.
La incorpore y no pregunté nada esta vez. No le Di tiempo a nada q su pantalón voló al otro lado de la cama. Tenía un bombachon q seguro lo habrá heredado de alguna abuela y se notaba una mata de pelos en su pubis. Cuando quise sacarselo de nuevo el arrepentimiento. Me frenó en seco. Me puso su pie en mi cara obligándome a salir ( en parte lo agradecí xq no me gusta mucho chupar cuando hay vello). X supuesto como todo caballero frene todo intento de seguir, entendiendola y ofreciendo mi abrazo contenedor, escuchando su excusa de q ama a su marido, q no se merecía lo q le estba haciendo y cosas así q dicen la mujeres en voz alta para creerse con culpa.
Me extrañaste, le pregunté...
NO. Xq debería extrañarte. Si nunca tuvimos nada, me dijo fríamente.
Nena, tu boca puede mentirme todo lo que quieras, le dije mientras la besaba .
Estos labios tuyos pueden estar sintiéndome todo el tiempo, tu cara puede estar mintiendome si quieres.
La q dice la verdad, es ella. Mientras metía mi mano x debajo de su bombacha de abuela q ya estaba toda empapada.

0 comentarios - El cuerpo no miente