me calienta ver a mi espsoso

Tenía las sospechas de que algo pasaba con su empleada  Jennifer que le digo Jen una mujer de 26 años 
Un día se supondría que estaría hasta tarde en el trabajo pero hubo una confusión así que salí a mi hora normal, al llegar a casa deje el auto afuera y entre en silencio creyendo que no había nadie en casa.
Para esas horas mi esposo tendría que estar aún en su trabajo o eso pensé hasta que escuche fuertes gemidos provenir de nuestro cuarto, quería saber que pasaba y recordé que podía ver las cámaras de seguridad desde mi teléfono.
Al encender la cámara, dentro de nuestro cuarto, confirme mis sospechas Jennifer estaba montando a mi esposo con fuerza y gimiendo bastante, en si no la culpo una de las razones por la que me case es su gran verga y habilidad en la cama.
Pensé en entrar y decir algo pero se veían muy perdidos en el sexo y no los quería interrumpir y me empecé a calentar y a tocarme un poco bajo la falda el como tenían sexo y los gemidos de Jen por toda la casa me ponían caliente.
Después de tocarme un buen rato me metí a mi estudio y puse la cámara en la computadora mientras me desnudaba y empecé a masturbar, vi como mi esposo tomo a Jen y la puso de pie contra la pared sin dejar de penetrarla.
Después de un rato Jen lo empujó y cuando el saco su verga ella dejo caer un rico squirt en el suelo de nuestro cuarto, tomo un respiro y mi esposo se la volvió a meter
 la regreso a la cama y abrazo de cucharita para después meter su verga y seguir con sus duras embestidas, siempre dormimos de cucharita así que ver eso me sorprendió pero me seguí tocando más fuerte.
Parecía que llevaban teniendo sexo mucho antes de que yo llegara por qué se veía la cama con manchas de sudor o jugos, mi esposo la abrazo y presionó con fuerza, sabía que significa eso,


Jen se abrió de piernas en la cama y mi esposo al verla no se pudo resistir y la volvió a meter con fuerza, no me molestó porque quería seguir viendo, Jen tenía sus piernas levantadas mientras él casi le metía las bolas.
Los gemidos de Jen eran bastantes recurrentes y mientras mi esposo la penetraba llevo su mano abajo y la masturbó causándole otro orgasmo, el ver todo eso me calentó mucho y mientras chupaba una de mis tetas también tuve un orgasmo mojando mi silla y el suelo.
Después de un rato mi esposo saco su verga y se subió en Jen junto sus tetas y se empezó a mover con fuerza, Jen saco la lengua y segundos después vi como mi esposo llenaba de semen el rostro de su sexy amante.
Vi que hablaron un poco más y los seguí con las cámaras al baño, ya no había cámaras ahí así que salí desnuda y en silencio mirando por la puerta entre abierta como estaban juntos bajo la ducha 
El la estaba besando y lavando el cuerpo con mi jabón mientras se tocaban por todas partes ella se arrodillo y metió la verga a la boca dándole un  oral que mi esposo disfrutaba mientras acariciaba su cabeza.


Los vi un poco más y cuando iban a salir tome mi ropa y acomode para después salir al auto donde después de unos minutos fingí llegar y entre a la casa haciendo ruido. Me lo encontré en bata y le ofrecí sexo, me rechazo y no me molestó al contrario sabía que Jennifer lo había dejado satisfecho.
Me desnudé y fui a dar un baño, estoy segura que durante mi baño saco a Jen de la casa, 
Desde ahí desarrolle un fetiche por verlo hacer eso y le empecé a mentir de veces que llegaría tarde para entrar en silencio y verlo por las cámaras, con Jen haciendo varias cosas e igual me he vuelto más pervertida 

me calienta ver a mi espsoso

 y cumpliendo fantasías.
Se que no va a renunciar a ninguna de las dos y me parece bien aunque a veces me preguntó que se sentiría serle infiel, veo que disfruta mucho estar con Jen así que me dan ganas de intentarlo. Ustedes que creen? Sería buena idea buscar a alguien?, Díganme que piensan en los comentarios gracias por leer.

4 comentarios - me calienta ver a mi espsoso

Noxxs21
Muy excitante momento la calentura y la experiencia sería diferente! Ya que vos cogería con la otra persona pero tu esposo no te vería .
Pervberto
Siempre es mejor sumar placeres y no que los prejuicios se interpongan.