Síndrome de Eddy (Capítulo 1: Madre prostituta)

ADVERTENCIA: Este relato es explícito y alimenta el morbo, puede ser considerado grotesco y vulgar. Todo lo aquí mencionado es inventado y las imágenes no tienen relación alguna con la historia.
Síndrome de Eddy (Capítulo 1: Madre prostituta)
Antes de que yo naciera mi madre era prostituta, me tuvo a los 20 años después de haber tenido sexo con su padrote pensando que si tendría un hijo de él saldría del mundo de la prostitución y podría vivir una vida feliz y tranquila fuera este mundo, creyó que sería una ama de casa pero las cosas no fueron así, cuando yo aún estaba formándome dentro de mi madre, ella aún atenía las órdenes de su padrote. Cada viernes, sábado y domingo ella trabajaba en la esquina atendiendo de 8 a 10 clientes por noche pero en ocasiones la suma de hombres que tenían sexo con ella eran 15.
Mi madre tenía un cuerpo exquisito antes de tenerme, desde los 16 años que trabajaba en eso de la prostitución viéndose engañada por un chico que conoció en la secundaria. Mi madre es de Colombia, aquel hombre que la sedujo la trajo a México a base de mentiras para después entregarla a “Don Ken” quien sería su padrote todos estos años teniéndola amenazada desde el principio haciéndole perder todas las esperanzas de regresar a su país con su familia.
Mi madre era de curvas muy llamativas sin embargo desde los 17 años la sometieron a cirugías plásticas, le aumentaron el busto haciendo sus tetas muy llamativas, operaron su culo en 2 ocasiones y debido a que estaba en buena forma nunca se sometió a una liposucción cosa que hacían todas las mujeres de Don Ken; al cumplir los 18 años ya tenía todo el cuerpo de una puta, se veía obligada a vestir con ropa corta, seductora y siempre en tacones altos. 
puta
Antes de quedar embarazada trabajaba todos los días, al ser una de las putas más ricas de Don Ken era una de las más solicitadas. El primer año como puta era vendida como virgen y solo era usada por hombres que pudieran pagar el precio. Debido a sus influencias Don Ken no encontraba complicaciones con encontrar al menos un par de veces al mes algún hombre dispuesto a pagar una buena cantidad por el servicio, por lo general eran hombres de negocios y gente con poder los que requerían este servicio. Pasado el año fue cuando comenzaron las operaciones quirúrgicas, iba agarrando experiencia y su vagina ya no era la de una virgen, fue los 17 años cuando la metió a un prostíbulo donde bailaba, hacía privados y atendía a 5 clientes por semana por 3 años hasta que ascendió a los 10 clientes por semana. Al cumplir los 20 años Don Ken ya no la quería en el prostíbulo y la saco a una esquina donde estuvo de ese tiempo en delante de lunes a domingo hasta que quedo embarazada. 
Mi madre siempre fue una de las más consentidas, ya que nunca hizo muchas quejas y aprendió a adaptarse rápido al bajo mundo de la prostitución; tenía facilidades que algunas no tenían pero tampoco era libre del todo. Uno de sus beneficios con los que otras sólo soñaban eran las vacaciones, 2 semanas al año en diferentes meses podía pasarlas sin que ningún hombre la tocara, claro está que no podía salí del estado y tampoco podía hacer muchas cosas que tenia prohibidas pero el hecho de librarse del sexo por dos semanas ya era algo; otro beneficio era su habitación propia de la que solo gozaban las 4 mujeres favoritas de Don Ken. Todas las mujeres que se prostituían a cargo de Don Ken dormían en 3 casas del mismísimo Don Ken, en estas casas había 2 literas por cuarto(en total eran 4 cuartos con literas y 4 con camas individuales), en total, las chicas que tenia a su mando solían ser 20, 8 trabajaban en las esquinas a partir de los 20 a los 30 años (después de los 30 dejaba de darles trabajo), 8 trabajaban en el prostíbulo (de 18 hasta cumplir los 20) y cada 2 años conseguía 4 jovencitas por medio de jóvenes galanes que viajaban a países como Colombia, Argentina, Chile, Perú y Venezuela donde engañaban niñas de 14 a 16 años para luego recibir una comisión con Don Ken por cada una de ellas.
Cuando mi madre quedó embarazada y se lo dijo a Don Ken este se molesto pero le pregunto si lo pensaba tener a lo que mi madre asintió. El le dijo que estaba bien pero aun así tendría que seguir trabajando en la esquina; aunque le permitió solo estar de viernes a domingo y en un horario un poco más corto el trato hacia ella seguía siendo el mismo al menos hasta el 7 mes del embarazo. 
Don Ken follaba con todas las mujeres que tenía y el hecho de que mi madre estuviera embarazada no lo cambiaba, a partir de los 7 meses del embarazo su estómago ya era muy notable, Don Ken le permitió tomarse los 2 meses si era necesario hasta que se aliviará, mientras no la mandaría a la esquina pero eso no suponía que no tendría sexo, cada que le apetecía la penetraba, en las 8 semanas que mi madre estuvo reposando en casa tuvo el pene de Don Ken al menos unas 30 veces dentro de ella, en ocasiones la follaba por la vagina y eyaculaba dentro de ella sin condón, a veces la follaba por el ano y eyaculaba dentro de ella sin condón, a veces sus tetas para masturbarse y correré sobre ella sin condón, a veces la tomaba por la boca y se corría sobre su cara y en especial en su lengua sin usar una sola vez un condón. En realidad Don Ken nunca usaba condón, decía que al ser sus putas el podía correré cuando quisiera donde quisiera, que solo eso eran las mujeres un pañuelo donde dejar el semen para luego ser desechadas.
tetona
Un día después de que yo naciera Don Ken le preguntó a mi madre que iba a hacer conmigo, estaban en la casa donde vivía mi madre.
- Yo lo cuidare, después de todo es mi hijo- sonrió mirándome mientras me cargaba.
- ¿Como?- Don Ken parecía haber escuchado palabras en otro idioma- desde esta misma noche tienes que regresar a la esquina.
Mi madre perdió la sonrisa en su rostro y dirigió la mirada a Don Ken, ahora ella parecía no entender.
- Pero ya no puedo seguir en esto, tengo un hijo y tu eres el padre.
- Ven acá.
Mi madre se acercó a Don Ken un poco temerosa con mi cuerpecito entre sus manos, enredado en una manta, Don Ken le dijo que me pusiera sobre la mesa y justo cuando mi madre me soltó por completo el la tomó del cabello por la espalda y le alzo la falda.
- Te va a quedar algo bien claro de ahora en adelante, eres una puta y de las más baratas pendeja. Si ese niño salió de mi semen no me importa, te voy a seguir cojiendo y te voy a mandar a la esquina las veces que quiera- de bajo de la falda que traía mi madre había una tanga de hilo (de las únicas que tenia mi madre) Don Ken la hizo a un lado y puso a mi madre mostrandole el culo bien empinada-. Acéptalo, eres una perra.
culona
En seguida empezó la penetración, sin tapujos Don Ken entraba y salía con fuerza por el culo de mi madre, sin humedad el tronco del pene rozaba con los labios vaginales de mi madre y ella lagrimeaba y soltaba un gemido de dolor de vez en cuando. Al cabo de unos minutos Don Ken se pego lo más que pudo a mi madre para terminar dejando el coño de mi madre escurriendo semen.
- Ese niño no va a dormir en mi casa, regálalo o contrata una niñera si eres tan pendeja pero todo con el dinero que te pago, yo no pondré un solo peso para cuidar tu mierda.
Mi madre salió de la casa conmigo entre brazos, ella ya sabía que iba a hacer conmigo.
Continuará...

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Pasa nombre de la tercera foto