Fantasia negra

Siempre tuve lafantasía de un interracial. Desde los 16, pero nunca tuve la oportunidad. Veíaa los negros grandotes vendiendo cosas en la playa y mi cabeza volabaimaginándolo en bolas. Vivía mirando videos de negros, y quería saber si sufama era real. Aunque muchas amigas me la habían confirmado lo tenia que vercon mis ojos.
Cuando se me dio tendría algo más que 20 años.Una amiga que trabajaba en una galería por el centro me hizo el contacto con unnigeriano que tenia un puesto ahí.
--- Yo te hago gancho Pame pero ¿estas segura deesto? mira que son grandes y vos sus flaquita.--- y algo de razón tenia, en esaépoca yo media no mas de 1.55 y pesaba 46 kilos, si bien tenia buen culo eramas bien chiquita.
--- Vos deja, quiero aunque sea chupársela--- lerespondí entre risas. En casa yo tenía varios juguetes con los que meentretenía a veces, varios de los cuales eran de gran tamaño.
--- El no se va a conformar con eso, sábelo, ymás cuando te vea el culo.

Lo conocí primero en la galería donde trabajabami amiga. Era grande, más o menos metro ochenta. El típico negro de labiogrueso y pelado.
Hablaba muy mal el español y no le entendíanada, simplemente sonreía y asentía lo que parecían halagos. Con al ayuda de miamiga arreglamos el que esa tardecita iba a pasar por su depto. a “tomar algo”.
Yo ya estaba re caliente con solo imaginarlo enbolas. Y a eso de las 18 fui al depto.
Era amplio y de un ambiente, con una camamarinera. El tenia puesto una remera roja y un jogging gris.
Al entrar me quede parada agarrándome las manosmirándolo, estaba muy nerviosa. Me dijo algo que no entendí y, como siempre,solo le sonreí. El entendió que no quería hablar así que simplemente se acercoy me comió la boca. No fue un simple beso, no. Sentí la presión de sus labios ycomo su lengua comenzaba a recorrer mi boca. Eso me hizo gemir y me pegue a sucuerpo. El me tomo por mis caderas y me apretó contra las suyas. Pude sentir lapresión de algo duro contra mi jean.
Baje mis manos y toque su verga a través de supantalón. Se sentía enorme. Hasta que me aparto y empujándome por los hombrosme hizo arrodillarme. Sabia lo que e se venia y lo deseaba.
Estaba de cara a lo que era un bulto enorme.Tome los bordes elásticos y baje liberando la verga más grande que había vistohasta ese momento. Era tal como lo había visto en las películas, pero de cercaparecía aún más grande. Lo tome por la base y lo levante. Era duro y pesado.Mis dedos apenas si se tocaban de lo gruesa que era.
Lo acerque a mi boca y abriéndola lo máximoposible la metí dentro. Me ocupo todo, como pude comencé a chupar.
El tomo mi cabeza y comenzó a empujar, se notabaque quería que entrase más pero mi garganta ponía un tope que no se podíapasar. Sin embargo sabía que le gustaba, comencé a sentir que se lubricaba enmi boca.
De pronto me puso de pie y comenzó a sacarme laropa. Se notaba que él era el que iba a guiar todo y yo simplemente obedecería.Tampoco me importaba mucho. Yo estaba absorta viendo esa verga húmeda por misaliva moverse de un lado a otro.
Ya estando desnuda me sentó en la cama marineray comenzó a chuparme la concha. Su lento pasaba hábilmente por todos lados ysus dedos comenzaron a explorarme. Yo sentía que la calentura me iba en aumentoy tenía deseo de más. Primero sentí un dedo, luego dos, tres. Mientras sulengua atacaba mi clítoris el me penetraba con sus tres dedos preparando elterreno para su verga.
Yo sentía que me iba, aquello era demasiado ricoasí que rechace su mano indicándole lo que quería. No requería idioma paraentender eso.
Se levantó y se agarró el miembro, escupió sobreél y sobre mi concha antes de apoyarme la cabeza.
Sentí el calor de su verga sobre mis labios. Dea poco la hizo entrar. Sentía como la cabeza muy lentamente se hacía lugardentro de mí. Me dolía un poco, esa pija esa más grande que cualquiera de misconsoladores, pero estaba tan caliente y excitada que no me importaba y en pocotiempo aquel dolor se transformó en un placer que solo aumentaba.
Cuando la mitad de la verga estaba dentro mío lasaco y la volvió a meter. Mi concha cada vez oponía menos resistencia a lo queel cada vez metía mas. Hasta que tuve toda esa verga adentro. Fue lo mássublime que sentí, por primera vez era penetrada por algo enorme. La sentíalatir dentro de mí, esa sensación me gustaba.
Me sujeto de las piernas y abriéndomelas un pocomás volvió a sacar la verga, aquello parecía no terminar de salir más, era unapija negra que salía y salía. Hasta que vi la cabeza húmeda y enorme. Se acercóy la dejo caer sobre mi pelvis. Llegaba hasta mi ombligo. Era increíble quealgo así pusiese entrar en mí, pero lo había echo y lo volvería a hacer.
El negro sonrió volvió a colocar su verga enposición y me penetro nuevamente pero con más rapidez, la sentí entrar de una.Se notaba que está muy mojada. Empezó a tomar un ritmo muy veloz. Su verga metaladraba la concha a una buena velocidad y comencé a presionarme las tetaspellizcándome los pezones.
Luego de bombearme unos minutos me levanto confacilidad y me coloco en cuatro, de cara a la puerta. Me tomo por la cintura yme penetro con violencia. Grite con una mezcla de dolor, asombro y placer. Hizolo mismo y volví a gritar. Comenzó a cogerme de la manera más fuerte que nuncanadie lo hizo, mis gritos se entrecortaban con las olas de placer. Sabía que miconcha estaba siendo castigada pero me gustaba. Aquella sensación devulnerabilidad me excitaba.
De pronto veo que la puerta se abre y que entrasdonde negros igual de grandes que el mío. Eso me asusto y me alarme. Quiselevantarme pero una mano me sujeto por la nuca y me agacho mientras me seguíapenetrando una y otra vez, sentía como sus bolas chocaban contra mi clítoris.
Intercambiaron unas palabras que no entendí yuna de los recién llegados se acercó mientras se desabrochaba el pantalón y elotro abría la heladera por unas cervezas.
Me desespere y quise salir, intente decir que nopero las envestidas eran fuertes y me cortaban la respiración. Vi como el negrofrente a mi metía su mano dentro de sus pantalones y sacaba una verga enorme yen apariencia blanda.
Y lo que tendría que haber activado todas misalarmas de seguridad solo provocó una oleada de excitación y lujuria enorme. Elnegro sujeto su enorme pene y lo acerco a mí. Se notaba que venía de trabajartodo el día ya que pude oler el sudor y el rancio olor que despedía, peroaquello me causo aún más calentura. Me sentía muy sucia y puta. Lo tome yverifique que aún no estaba del todo duro y me lo mande a la boca. Más quechuparlo lo saboree. Sentía como su enorme cabeza chocaba contra mi garganta dejandobuena parte del troco afuera. Veía como se doblaba y no aguante más liberandoun orgasmo que me recorrió haciéndome temblar. Sentí que me cogía másintensamente y comencé a chupar más fuerte sujetando suavemente sus bolas queapenas me entraban en las manos.

Cuando termino de acabar siento que el de atrássale dejándole el lugar al otro negro que volvía con la cerveza, que me empezóa coger de la misma manera. Mis gritos quedaban ahogados por la verga queviolaba mi garganta.
Sentí unas manos que me apretaban el clítoris yun dedo que suavemente me acariciaba el culo. Sabía lo que significaba pero medeje llevar. Con ese orgasmo había entrado en un estado hermoso donde todo eraplacer. Al cabo de unos minutos sentí un dedo que entraba por mi cola…luegodos… yo chupaba con más pasión mientras me cogían sin piedad.
Hasta que los dedos se retiraron y mi vaginaquedo nuevamente vacía. El negro apoyo su verga lubricada por mi concha en miculo y suavemente comenzó a empujar.
Me sorprendió la facilidad con la que entro.Todo mi cuerpo temblaba de placer al sentir una pija tan grande. Fue empujandolentamente masajeando mi clítoris hasta que nuevamente tomo velocidad. Mientrasyo seguía gritando de placer. Estaba descontrolada. Solo quería que esas vergasnegras entrasen en mí. Empuje con la cadera hacia atrás y el sujetándome lascadenas empujo con violencia. Y sentí como la totalidad de su pija entro por miculo. Mis nalgas chocaron contra su pelvis, luego hubo otro choque y otro y asífue envistiendo mi culo que cada vez se abría más.
Intercambiaron unas palabras y de repente fuilevantada por los aires. Mi culo quedo vacío y fui colocada contra una pared.Al instante una verga separo mis nalgas y mi cola fue penetrada de nuevo. Elnegro me tomo por las piernas y me levanto. Quede con la pata en el aire,clavada a esa verga.
Cuando me dieron vuelta de nuevo habían sacadoun colchón debajo de la cama y colocado en el suelo. Junto a él, en la cama,uno de ellos me miraba sujetándose el miento durísimo en enorme. Fui hacia él ydándome vuelta me senté en la punta y me deje caer, de inmediato los otros seacercaron con sus vergas en igual estado y las comencé a chupar mientrascomenzaba a saltar como una loca. Tome sus enormes penes y me los refregué enla cara, los lamí todo, les chupe las bolas y cada vena. Estaba sacada.
El que estaba sentado en el sillón me sujetabade la cintura y me empujaba más y más para que su verga entrara cada vez másprofundo.
Hasta que uno de ellos se acostó en el colchón yme hizo señas. Me levante y comprendiendo lo que quería, me coloco sobre él. Mepenetro por mi concha y comenzó a cogerme, los otros dos se colocaron unafrente a mí y el otro detrás.
Fue glorioso sentir como la verga me penetrabapor el culo mientras otra me cogía, nuca pensé que sería tan puta y que eso megustase. Ya no acababa, mi estado era de un eterno orgasmo. Comenzaron acogerme de manera bestial, sentías sus vergas dentro de mí yendo y viniendo.Mientras delante de mí otra me esperaba para que la chupe. Lo hice pero estavez hasta el fondo y más allá. Aquella excitación me había abierto la gargantay logre pasarla. Sus bolas chocaban contra mi pera mientras lo miraba con losojos llorosos de tanto ahogarme. El la sacaba, me dejaba respirar y volvía acogerme por la boca. Las tres pijas entraban y salían de mí a toda velocidad.

Luego de decirse algo cambiaron de lugares y asítodos pudieron cogerme de todos lados.
Hasta que uno comenzó a masturbarse delante demí y supe lo que venía, o eso creí. Mi cara quedo parcialmente cubierta de susemen del cual parte pude tragar. Lo vi alejarse para tomar cerveza mientrasque mi cola se liberaba y otra pija aguardaba para acabarme encima, de estapude tragarme la mayoría aunque fue demasiada para mi boca y parte cayó sobremi pecho.
Quedaba solo uno arremetiendo contra mi conchacuando veo que el primero que había acabado se posicionaba y comenzaba acogerme nuevamente por el culo.
No sé cuántas veces acabe ni cuánto tiempo mecogieron, solo que todos me acabaron encima varias veces. Uno tras otro mebañaba en guasca y al ratos volvía a cogerme. No sabía de donde sacaban tantaleche para tirarme encima, pero me fascinaba aquel líquido tibio que sederramaba sobre mi piel.
Cuando finalmente el ultimo acabo dentro de migarganta quede tendida de costado en aquel colchón todo húmedo. Cada parte demi cuerpo está cubierta por semen; mi pelo, mi vagina, mis ojos, labios,incluso mis pies. Seguía temblando sintiendo cómo mi concha y mi culo ardían.
Estuve dolorida por dos días, pero sin duda lovolvería a hacer.

3 comentarios - Fantasia negra

Turista2021 +1
Que relato. Tremendo. Lujuriosa y lujuria total
Turista2021
Excelente relato. Me dejó súper caliente