Amar es compartir 9 (preparando la faena)

A medida que mi calentura por Paula iba aumentando en determinados contextos, iba no solo mermando mi amor romántico por ella, sino que a su vez estaba surgiendo un oscuro resentimiento que antes había experimentado a cuenta gotas, pero ahora me estaba consumiendo como una especie de “Venom” que progresivamente iba tomando todo de mi, o del que había sido, para dar paso a otro, un nuevo yo.
Creo que le había “tomado el tiempo”, ella había descubierto que teniéndome a mí como pareja podía tener un departamento en una zona linda de capital, ropita nueva, auto (o chofer mejor dicho por qué me vivía hinchando las pelotas para que la llevara a tal o cual lugar) y a su vez iba a empezar a cogerse a todo el o la que quisiera. Era un negocio sin agujeros y sin sacrificar demasiado. Solo ofreciendo su belleza, y poco más.
No digo que no me amase, o que no estuviese cómoda con la relación, si no que en cierta forma comenzaba a molestarme que no resignase nada.
Todo quería, ser la bruja y la princesa, la puta y la señora, la mina reventada y la profesional y eso, por decirlo de alguna manera, no me estaba gustando nada, no sé si por celos, resentimiento o qué pero yo resignaba muchísimo para que la relación pudiera continuar feliz, pagar los viajes, sus gastos, mantener el departamento, el auto etc. y todos los días salía a luchar por lo nuestro, mientras que ella solo estaba preocupada por cuantas pijas se iba a comer.
Los juegos me gustaban, si, ¿Cómo negarlo? pero para ella todo esto se había vuelto de vida o muerte, y es en lo único que pensaba y lo único a lo que se estaba dedicando últimamente.
Dejé de hablarle cariñosamente y dejé de darle besos y tomarla de la cintura, sentía una gran calentura en lo físico por ella, pero también mucho rechazo en lo emocional.
En cuatro días vendría un tipo a nuestra casa para cogérsela solo porque yo estaba enfermo y no podía, y quizás me hubiese encantado el hecho en otro marco, pero lo que no me gustaba era como se habían dado las cosas.
Contacté con él días antes, le había pedido su número a la amiga de Pau, adelantándome a las cosas. Apenas lo vi a Braulio le dije que quería hablar con él, y que si bien la amiga de Pau le había dicho que no íbamos a pagar, quería pagarle para que hiciera un conjunto de cosas que no estaban pactadas todavía, y le di un papel donde estaban todos los requerimientos y como tenía que actuar.
Braulio era un tipo enorme, de más de dos metros, grandote, no era musculoso por que se notaba que no tenía esa búsqueda, pero la altura sumada a su actitud avasallante impresionaba bastante. Me recordaba un poco a Horacio, pero Braulio no era carismático, era más bien serio, su imagen me llevaba a los toros sementales, que estaban hechos para coger hembras desde el momento en que nacen. Tienen la carga genética necesaria para eso, y para eso nacieron, mientras que uno apenas nace con algo de inteligencia, o una forma física muy moderada. En la naturaleza los betas ven como los alfas copulan con sus hembras pretendidas, y creo que de alguna forma nunca dejamos de ser animales. Sentía que todo esto era determinismo genético, era imposible evitar que un macho dominante como ese terminara con una hembra alfa como era Pau. No se podía ir contra la naturaleza y soy de pensar que algún extraño magnetismo unía el mejor macho con la hembra más dispuesta.
Tomamos una birra en lata cada uno, y charlamos, el escuchaba atento, era una maquina, no creo que fuera un tipo dispuesto a humillar, era más bien un tanque alemán del sexo dispuesto a cumplir su rol como una misión especial. Nos sentamos y le dije que en primer lugar quería que la hiciera gatear por el departamento pero sin usar correa ni otro instrumento tipo del BDSM si no que la lleven tirándola del pelo, como una perra arrastrada. Después le requerí que descartara el sexo vaginal, y que el sexo anal fuera duro y directo, sin jugueteos ni previas, que luego le hiciera facefucking como se suele llamar cuando le cogen la boca a las chicas como si fuera una vagina, con esa brutalidad tan necesaria, mientras se las escupe, y se dan cachetazos, golpes con la verga o también con algunos implementos como fustas, paletas, por ello también encargué un kit dominación que traía una fusta, un antifaz, látigo, esposas. Pero lo fundamental y más importante del caso, era que se quitase el cinturón y la fajara de principio a fin, dándole azotes en el culo, las piernas, las tetas, la concha, la espalda, el cuello, algo que a ella le gustaba, pero además le solicité que tuviera algún grado de “rudeza extra”, le dije que no quería ver sangre pero si o si tenía que marcarla toda. Es decir que recibió órdenes precisas de que al terminar de culearse a mi novia, ella estuviera con la cara roja de tantos cachetazos y todo el cuerpo marcado, como la cereza de la torta quería que ella tomara su leche. Tenía prohibido acabar en otras partes de su cuerpo, podía cogerla sin preservativo por ser la primera vez. Mientras charlábamos y ajustábamos el acuerdo, vi que en su bermuda tipo cargo se había marcado su pija como si tuviera un palo en su pierna, hasta la rodilla llegaba ese cilindro aparentemente duro. Me impresionó para ser sincero y un poco me calentó imaginarme a Paula recibiendo ese mazazo por el culo o abriendo la boca y no pudiendo atragantarse.
Al otro día volví de trabajar y Paula no había cocinado, tampoco había hecho nada, vi los juguetes tirados en la cama. Es decir que se había estado pajeando muy evidentemente. Se paró del sillón y me dio un beso en el cuello que a decir verdad me dio un poco de asco. Me dijo que tenía una sorpresita para mí. Se metió al baño y salió con un disfraz de “bebota” que estaba basado en un bombachón grande de encaje con mucha puntilla, unos tacos blancos y una puperita rosa que le cubría la mitad de los pechos. Se había hecho dos colitas y estaba chupando un chupete tamaño adulto que estaba colgado en su cuello.
─Mirá mi amor, esto pensaba usar con Braulio, es un disfraz de nena, ¡mirá el chupete que bonito! Veni que te hago una paja vestida así, si querés podés cogerme, no sé como estás de cansado.

Se me trepó y me montó, la cogí con bronca por que como venía mencionando por que había empezado a generarme ese sentimiento, acabé con ella encima de mi, cuestión que nunca se me daba tan fácil porque tengo problemas para eyacular y termino siendo de “tiro largo”. Miré el cuerpo de Pau y me pregunté si estar con una mina así con cuerpo de modelo de Victoria Secret era algo justo para mi, o si el precio que debía pagar era todo lo que estaba viviendo por haber querido escalar mucho más de lo que me daban mis posibilidades como hombre promedio.

2 comentarios - Amar es compartir 9 (preparando la faena)

Ahorai +1
Muy bueno, me los leí todos de un tirón, quiero leer como la ubican a pijasos :3
christostoichkov
jajajajajajaja me hiciste reir. Gracias por comentar!
VIDENTE1979 +1
Bueno me está gustando,por fin un hombre que tomo al toro por los cuernos,me cansé de los cornudos patéticos y sumisos
christostoichkov
jaja me gustan las historias de los dos tipos, pero quise darle esa vuelta de tuerca para que no sea tan monotono. Muchas gracias por comentar.
VIDENTE1979
@christostoichkov gracias a vos por responderme,seguí asi