Experiencia trabajando en un telo

Hace mucho no escribo por aquí, pero hoy me siento inspirada.
Bienvenidos a esta serie de relatos trabajando en un motel.

Al ser una mujer muy sexual trabajar como cobradora en un motel vivía húmeda y caliente, pues claro, demasiados gemidos por todos lados, no perdía la oportunidad de tocarme un rato y seguir después con el laburo siempre que podía.

Mi parte favorita era imaginar que pasaba del otro lado de la puerta, además que teníamos la regla de estar atenta a sí los sonidos pasaban de ser plasenteros a una llamada de auxilio, y aunque es tan pequeña la brecha que divide a ambos siempre estábamos atentas para llamar a la poli en caso de necesidad.

Ese viernes, me moría de ganas por coher, llevaba una semana escuchando gemidos y como me tocaba el turno noche no había podido comerme una rica pija para sacarme las ganas. La noche empezó tranqui, escuchando unas nalgadas y gemidos me sentí ree húmeda y dieron ganas de tocarme un rato, fui por el vibrador, me lo puse entre la ropa interior y volví al trabajo.
Me sentía cada vez más mojada y con ganas de unirme a ese sin fin de sonidos exitantes, que ganas de que una de esas pujas me esté dando a mi justo en ese momento, (en este momento también), me quedé parada frente a una de las puertas escuchando como cogian rico y cuando ya no pude mas fui al baño, me baje el pantalón y me subí la blusa, me daba palmadas y me pinchaba los pezones mientras mi vibrador aumentaba la intensidad, cuando estaba a punto de correrme, me metí 3 dedos en la cosita y empecé a chorrea de plaser gimiendo esperando que todos crean que r fue un sonido externo.
Salgo al pasillo, un cliente esperando que se le cobre para irse. En eso escucho un sonido de dolor y plaser, más dolor, no más plaser, en realidad no sabría diferenciar en ese momento, hago el cobro al otro cliente y me quedo atenta a que ocurría ahí.
La mujer emitía sonidos muy fuertes como de alerta y a la vez gozando de lo que pasaba. Mientras que el hombre era inaudible. Estos sonidos siguieron por más de 15 minutos y yo seguía allí parada intentando entender que ocurría, vuelvo a trabajar y cuando regresó al lugar ya habían pedido la cuenta, les acerco el recibo con el cambio y apenas salen me acerco a ver la habitación a ver si encontraba pistas de lo que pasó ahí.
Grande fue mi sorpresa cuando me encuenteo con un hielo, de esos de bolsita, con un preservativo. Con razón tantos gemidos me dije. Y me quedé con la intriga de probarlo.
Ustedes que opinan, creen que me va gustar ser penetrada por hielo??
Les leo

3 comentarios - Experiencia trabajando en un telo

Poneleganas
Podria ser ... me dejas hacértelo? Soy de san miguel tengo 33 años me gusta m da morbo lo que decis
dehombrealobo
cuando quiras probamos el hielo y otras cosas mas... como un cramelo halls