El día que mí novia me puso los cuernos con mí amigo

Quiero compartir con ustedes lo que me pasó con una ex y de como nos descubrimos por accidente un gran placer.
Hace unos años atrás, en plena crisis sexual con mí ex, Cecilia, se nos ocurrió comenzar a ver porno. Casi siempre que podíamos lo hacíamos, así fuimos descubriendo nuestras preferencias sexuales.
Sin embargo, no lograábamos salir de la vida sexual chata y aburrida. Probamos con posiciones, películas y juguetes. Pero nada.
Cuando me mudé con mí amigo Sebas, el problema fue peor. Porque evitabamos coger cuando el estaba en el departamento, cómo código de convivencia.
Entonces solo disfrutábamos de las salidas y de juntarnos con amigos.
Una de esas noches, fuimos a un boliche que quedaba en el centro. Estaban sus amigas y amigos, casi lo mismo de siempre.
Esa noche ella se puso a bailar con Pepo su mejor amigo y comenzó a recorrerme una sensación extraña, pensé que detestaba la situación, pero había algo que disfrutaba de eso.
Volvió y me dijo "viste como me sacudió Pepo, como baila". Yo le respondo impulsivamente "Baila bien, pero te apoyó toda amor".
- Pero qué te molesta, si sabes cómo es él- me dijo-, siempre bailamos igual, es mí amigo. Además para serte sincero nunca se le paró bailando.
- Probá con apoyarte bien y fíjate.
- Dale - me dijo ella- lo voy a hacer.
Apenas empezó a sonar un tema reggaeton del viejo, él la vino a buscar y la sacó a bailar. Ella se le apoyó bien y me miró con complicidad. Al regresar tras bailar el tema me confirmó: "Tenías razón, la tiene te parada, nunca me había afirmado tanto".
- Que raro que no te molestó -me inquirió.
- Si, que se yo. Es raro Ceci. No sé.
- ¿Te gustó?
- Creo que sí.
En el medio de la borrachera ella se pasó dándome celos con Pepo. Hasta que me cansé y le propuse: "Dale, hagamos un trio. Vayamos los tres a algún lugar".
- ¿Me lo decís en serio gordo?
- Si boluda, me doy cuenta que te calienta Pepo y a mí algo me cabe de eso.
Entonces fuimos y le propusimos.
Pepo le dijo "Vos estás loca nena, sos mí hermana, estás muy en pedo. Me cabe el franeleo pero no da, así no" me miró a mí y me dijo riéndose "la estás degenerando a mí amiga" y se fue.
Volvimos a casa calientes y desilusionados, sin hacer ruido aunque callados desde que salimos del pub. Ya casi preparándome para acostarme, escucho que Ceci me chista y me dice: "acabo de cruzarme frente a Sebas y yo en tanga, el estaba con la tele y me miró, no sabés, se le caía la cara. Pero se hizo el tonto y me dijo que no ande así por la casa. Porque no vas y lo hablas"
Yo tomé fuerzas y lo abordé. El jugaba a al FiFA en la Play. Eran tiempos de la Play 2 y Sebastián estaba absorbido por esa consola.
- Que haces loco- le dije.
- Acá boludo, mira recién vino tu novia en bolas, es una zarpada, no dejes que ande así. Ahora estoy yo solo, pero mira si estaban los pibes.- me respondió él.
- Ya se, viste que culo tiene. A mí no me molesta que la mires.- le dije yo con poca seguridad. Mientras él me miraba sorprendido.
En ese momento entró ella en tanga y remerita blanca, casi translúcida. Tal como la había visto él anteriormente. Y le dijo:
- Sebas, todo bien. A ver, yo no me cruzaría sola si Diego no supiera.
- ¿Que onda ustedes?
- Nada -le dije-, solo que queríamos decirte eso...-ella me interumpe y dice:
- ...y queríamos ver hasta donde llegas vos- dijo, mientras se sentaba a su lado con los ojos clavados en su entrepierna. Me acuerdo cómo si fuese hoy, Sebas tenía puesto su pantalón corto del Barça que le marcaba la pija, en ojotas y de musculosa.
- Mirá, yo no te voy a tocar ni nada, queríamos probar, hacer un trío con alguien de confianza -aseguré yo- es un bicho que nos picó y...
Ella directamente le puso la mano encima de la pija dormida y le dijo:
- Mira me doy cuenta que querés, queremos que esto sea lindo para los tres.
- ¿Vos estás de acuerdo Dieguito?
- Claro, bocha. Si no, no te lo diría.-afirmé yo.
Ella ya había avanzado al paso siguiente, le bajaba el pantalón y estaba sacándole la pija que ya se ponía tiesa. El la agarró y le llevo la cabeza a la pija y nos dijo "ustedes están locos".
Yo me reí y me senté a ver. Ella estaba enloquecida y buscaba mí mirada. Él sólo estaba concentrado en esa mamada fenomenal de garganta profunda. Mí amigo le saco la remerita y comenzó a tocarle los pezones mientras ella seguía en lo suyo.
El se paró y pude ver toda la escena. Sebas tenía buen cuerpo. Con remera sin mangas se notaban los hombros marcados y los bíceps abultados, y de su pantalón de fútbol holgado se veía la pija de unos 18 cm. que asomaba del pantalón y se metía en la boca de mí novia. Creo que nunca había visto a mí amigo así.
Ella toda voluptuosa, con esas dos mega tetas colgando y su culo mirándome. Con el pelo largo colgando en la espalda y la mano de él en su cabeza, dándole ritmo a la mamada.
El me preguntó: "Vos que vas a hacer cabezón, vení mira el culo que tiene tu novia".
Yo fui y le encaje la pija sin preámbulos en la concha. Estaba tan húmeda, hace años que no la sentía así.
Ella comenzó a chuparle más rápido, el a escupir sus manos y humedecerla las tetas. La cara de Ceci me encantaba, le chupaba los huevos con los ojos cerrados, llena de éxtasis.
Entonces, casi sin saber en qué momento, ella cambio de posición. Me chupaba la pija mientras ponía su culo en los 18 centímetros de carne de mí amigo. Fue el mejor pete que me había hecho hasta ese momento.
Así, empezó a cogerlo a él hasta que el le sacó la pija de la concha y le acabo en la espalda. Parecía que no terminaba, la leche salía y salía. Ella me acostó sobre el sofá y se sentó encima mío, poniendo mí pija en su culo. No sé cómo, su culo estaba dilatado y húmedo. Le agarro la mano a Sebas y se la llevó a su concha, invitándolo a pajearla.
Sebas se prendió y comenzó a chuparle la concha y a masturbarla.
De pronto siento la lengua tibia de mi amigo en mis huevos. Yo obviamente, no pude decir nada, solo miraba, con morbo y extrañamiento.
Mientras ella acababa y le pedía que la masturbe más rápido, yo sentía mí pija más dura. Ahí llegó mí turno y me la saqué de encima y acabé como un volcán.
Él me ayudó, masturbándome, pero al mismo tiempo llevándome la mano a su pija. Así lo pajee hasta que se le paró, se cogió de nuevo a mí novia hasta que ella volvió a acabar. Yo mientras miraba al lado de ellos, mientras él me masajeaba la pija de vez en cuando.
"Boludo, estabas cargado, casi me sacas un ojo" dijo él y nos reímos.
Esa noche fue mágica. Nos reímos, tomamos vino y jugamos los tres a la Play. Al terminar, él se fue a su habitación y nos dijo "Cuando ustedes quieran, yo estoy".
La relación mejoró increíblemente con Ceci a partir de esa experiencia, que-por cuerto- no fue la última. Unos dos años después nos mudamos juntos, hasta que nos separamos por problemas de convivencia.