Me chantajean por culpa de mi marido - Parte 2

Saludos!


Por si no han leído la primera parte es esta Me chantajean por culpa de mi marido - Parte I



Empecemos !



Marco II


Angy me había devorado delicioso. No pude aguantar y en el carro me masturbé pensando en su boca. En sus senos moverse mientras me la engullía. Esas caderas enormes y sus nalgas carnosas atrapadas en sus jeans. Tuve que mandar a lavar las vestiduras porque me corrí mucho ese mismo día. 

Al llegar a casa se me ocurrió algo y que podía ganar a tres bandas. Pero debía planearlo bien pues a la mañana siguiente debía dar mi decisión, la cual ya había pospuesto. 


Hablé con RH y les di una solución que no era nueva pero que les agradó. 


Ese día le mandé un mensaje a Angy y le di un número de habitación, le dije que la esperaba si quería solucionar las cosas. 


Antes de irme hablé con Mario. 


— Mira Mario, esto no es personal. Quiero llegar a la mejor solución para todos. 
— Claro difamándome, humillándome 
— Si no quieres hablar esto con calma lo entiendo —hice un ademán de levantarme pero me detuvo— 
— Dime qué piensas —dijo encabronado—
— voy hablar con RH y les dire que no quiero afectarte y que tú y yo llegamos a un acuerdo donde tú reconoces que estoy mejor preparado para el puesto …
— estás loco ?! No voy hacer eso …— guardé silencio y continué—
— Te tomaras unos días de vacaciones y de cara al equipo diremos que tuviste temas familiares, así cuidamos de tu reputación y será natural el proceso. Piénsalo. 
— No lo haré
— Solo piénsalo pero rápido porque tengo que hablar hoy con RH. 


Nos miramos un par de minutos, quizá. Fui paciente, no podía dejar llevarme. 


— Está bien — dijo resignado— 
— Una última cosa 
— ¿Otra? ¿En serio? 
— Angy no debe saber. Lamentaría que ella se desilusionara de esto. Ella cree que resolvió esto, hablo conmigo y yo le dije que tú habías hablado primero conmigo y pareció estar más tranquila de que lo hayas hecho. Si le dices sabrá que no es así. 


Solo asintió tragándose sus palabras. Solo me faltaba ver a Angy esa tarde. 


Angy II


Llegue a la habitación y ahí estaba Marco. Me sentía tan abusada e impotente pero por alguna razón también me sentía bien de darle su merecido al imbécil de mi marido. Casi podía desear lo que se merecía y al mismo tiempo me sentía mal por lo mal esposa que estaba siendo que varias veces intenté regresarme. Pero no pude. 


— Mañana hablaré con RH Angy. Todo depende de ti. 
— Qué debo hacer? — dije con el mar de emociones 
— Primero me vas a mamar y después te voy a coger Angelica 


Me sentí helada. Escuchar esas palabras me terminaron de hacer sentir una puta. Lo peor es que también me excite y una mezcla de venganza y humillación me mojaron. Por si fuera poco Marco se sacó el cinturón y me lo empezó a poner en el cuello, a lo que yo di un par de pasos atrás. Él hizo un gesto de que no lo hiciera y yo me dejé poner el cinturón. Me dio la orden , firme y casi con enojo de que me arrodillara y ahí desde casi la puerta de la habitación hasta la cama me llevo gateando como perra. 


Saqué su verga que ya estaba medio parada y empecé a comerla. Yo escurría, pero esta vez se la mamaba con ansia, con desprecio. De pronto me jalo del cabello y gemí sin saber por qué, tomo su gran verga y empezó a pegarme en la cara con ella. Yo apretaba con mi vagina y las nalgas mojadas. Me soltó el cabello y me jalo del cinturón hacia su palo y me atraganté varias veces, mis ojos lloraban y yo con la boca llena babeaba mucho. 


Que putita eres Angy , esta vez no pusiste mucha resistencia, seguro sabes que tu marido es un pendejo. Todo eso le seguía excitando bastante a más no poder. Metí mis dedos debajo de mi falda y en dos o tres dedeadas que me di me dio un orgasmo. Sentía que me desmayaba. No se como podía tener un orgasmo así. 
Cuando medio me recupere ya estaba acostada con las piernas flexionadas sobre mi pecho. Marco la estaba clavando, entre luces porque aún no me recobraba, sentía su virilidad enterrarse en mi y el gruñía y yo sentía como me iba abriendo. Escuche como mis jugos salían y empezó a embestirme fuerte y pausado. Mis nalgas chocaban en él y su pene mojado me llenaba como nunca. 


Tuve otros orgasmos después de varios minutos donde se movía de un lado a otro y su verga entraba y salía en diversos ángulos al mover de sus cadera. Termino con grandes lechazos dentro de mi y yo sentía como su leche caliente me rellenaba. Casi no respiraba. Ahora era puro placer.  


Mientras intentaba recuperarme él pasaba su verga llena de jugos por toda mi cara y yo le dejaba. Me sentía muy sucia pero no tenía fuerzas para hacer algo. El se reía y me decía lo deliciosa que estaba y me insultaba. Cómo era de esperar para alguien mas joven que yo 28 años y yo ya una mujer de 47, se recuperó rápido. Y entre mi despertar sentía su virilidad golpear mi rostro. El peso. 


Ese olor a sexo y solo abrí la boca, pero de inmediato sentí el tirón del cinturón y una sensación ligera de ahogo seguida de dos bofetadas y un par de insultos que de tantos no se que me dijo en ese momento. Me giro boca abajo y me puso en cuatro donde apretó fuerte mis nalgas y sentí entrar su barra durísima y caliente en mí. Empezó a penetrarme fuerte y yo no paraba de gemir, gritaba a veces de forma ahogada. En momentos me tapaba la boca, a veces gritaba porque me nalgueaba fuerte y seguía repitiendo que era una zorra, que le mostraría a todos las grabaciones y el video de cómo me dejaba coger. En ese momento ni me importo, sino hasta después. Yo estaba en un momento de éxtasis. 


Quizá en sock por todo lo que me hacía, pero no dejaba de estar mojada. Ahí tuve otro orgasmo y él no dejaba de cogerme como un perro, seguía y seguía y yo tenía tanta sensibilidad. Mis piernas se vencieron y caí a la cama, pero él no se despegó y le seguía penetrando y yo quería escapar con las pocas fuerzas porque sentía tanto placer hasta que me soltó una nalgada fuerte que me ardieron las nalgas después y sobre ellas sentí su leche escurrir. 

No supe en qué momento me quitó el cinturón. Se vistió y se fue. 

En la noche recibí un mensaje de que todo saldría bien. 

No quería hablar esos días y Mario solo le decía que todo estaría bien. Venía a mi mente el mensaje. Esos días también no me desnudaba frente a Mario para que no viera las marcas. El idiota ni se dio cuenta. 

Al tercer día Mario me dijo que hablo con Marco y que resolvió el problema. Yo me enojé porque si tan solo supiera lo que había hecho por nuestro matrimonio. Lo abracé y rompí en llanto. No dijimos nada. 
Se tomó vacaciones y Marco llevaba ahora el equipo. por fortuna a Mario no le bajaron el sueldo. 

0 comentarios - Me chantajean por culpa de mi marido - Parte 2