Parte 1 > http://www.poringa.net/posts/relatos/4719650/La-hare-mi-cornuda-1-de-4.html
El último mensaje que me envió F era uno donde me avisaba sobre el gym. Se había inscrito para dejar la vida ociosa de mirar series y masturbarse con los husbandos. Me invitó y aunque no le había comentado, ya me inscribí.
***
Ese era el último mensaje hasta el audio que le mandó mi perra amiga con derechos. A ella le digo P. Me lleva unos cuatro años y antes, ya habíamos tenido sexo en varias oportunidades. Incluso cuando ella tuvo un “guapísimo” enamorado de su edad. Sí, le encanta sentir que esos años mayor, nos distancian generacionalmente. Ella es así.
Sin embargo, sucedía que su novio no la tocaba. ¿Por qué no? Pues, ella decía que el tipo era muy religioso y respetuoso. Ella quería que la destrozaran. Que le metan los dedos y la hagan lubricarse. Adoraba sentir el peso del macho que la tomaba. Hasta habíamos pensado en la posibilidad de hacer tríos. Ella conmigo y una amiga. Yo con ella y un amigo. Favor con favor se paga.
Yo no creo ni en mi sombra. Me la comí por las mañanas, tardes y noches que podía. Si no la tenía en cuatro, recibiendo toda mi corrida en sus nalgas blancas y bien redondas para su 1.57 m. La ponía a mandarme packs y que me hable muy hot por Whatsapp. Durante clases o cuando esperaba a su “novio”. Incluso si yo no estaba en línea. No sé cuántas veces tuvo que borrar el chat para que no la descubrieran. Eran buenos tiempos.
Pero pasados los años, nos alejamos. Me enamoré de otra, se enamoró de otro y al final, tras un tiempo soltera volvió a mí. Claro que yo no la veo como algo más. Ahora ya no.
***
Mi celular timbró a los minutos. Luego lo hizo a las horas. No contesté el celular hasta varias llamadas después, aún desnudo con P echada en mi pecho. También eliminé a proósito el audio para mí. Así que cuando le enseñe mi celular…
-¿Hola, F?
-Tenemos que hablar.
-¿Qué tal?¿Qué pasó?¿Estás bien?
-¡¿Qué?! Ahora te haces el loco, cojudo. Me has mandado una cochinada que seguro era para alguna de tus perras.
-¿Qué?¿De qué hablas? Yo no te he mandado nada.
-Me has enviado a una puta gimiendo tu nombre y GRITANDO lo que le haces.
-¿Estás bromeando, verdad?
Tras esa pregunta, mi pene había vuelto a despertar y solo quería poner en cuatro a P. Acordé almorzar con ella al día siguiente y le corté diciendo que tenía que dormir temprano.
***
Llegué al encuentro, bañado y con la misma ropa. A P y a mí nos gusta dormir hasta bien tarde y comernos para desayunar. F me miró raro al principio y yo actuaba tranquilo. Estaba hambrienta, tenía cosas pendientes en su casa y no desayunó.
-Explícame, ¿qué es esto?
-No sé. Yo no te mandé ningún audio.
-¿Me quieres ver la cara de huevona?
-No, en serio. Mira mi celular.
Yo había borrado hasta el archivo que se guarda en la app. Desconfiaba. Soy bromista con ella, pero siempre había mantenido un margen de respeto.
Con los minutos, conversando y comiendo, su rostro pasó del enojo a la alegría. Sonreía y me pidió un helado.
No tiene demasiada experiencia chupándola. Lo sé porque la vi tratando de simular que era un pene para “provocarme” y se atoró. Tosió y yo me reí. Como dije siempre, con ella puedo hablar de todo. Pero bromearnos sin respeto era algo que todavía no habíamos hecho. Entonces, le propuse tomarnos unas fotos para subirlas a redes.
-Te quedó un poco aquí en la boquita.
-¿Me limpias?
-¡No me provoques, ah!
-Sabes que bromeo, nunca me metería contigo.
Esto lo dijo así. Aunque dudando. Lo vi en su mirada y me atreví.
-No digo que haya sido yo, ¿pero no te gustó lo del audio?
-La verdad no sé.
-Ok, entiendo. Está bien.
***
Pasó un día y medio desde que nos vimos. Era domingo por la noche y me escribe:
-¡No te olvides de pasarme las fotos!
-Claro, dale. Ahora te mando.
***
La última vez que F tuvo un novio, solo podía hacerlo cuando estaba borracha. Porque el muchacho “se movía para el culo”. También se enteró que pagaba Onlyfans para matarse a pajas. Encima de inexperto, no rendía. Nunca me habló de tamaño, pero no era muy raro suponer que estaba en el promedio.
***
Mi siguiente movida fue…
Whatsapp:
-Oye huevón, en serio te estás pasando.
-Responde!!!
-Te estoy escribiendo. No te pases.
Mensaje de texto:
-Cómo puedes mandarme eso, ah?
Instagram:
-A qué hora vas a responder, imbécil.
-¿Ya no quieres hablar conmigo o k?
Yo solo había desconectado el internet después de mandar las fotos y un muy buen video, golpeando mi pene contra la cámara del celular. Sentado al borde de mi cama.
El último mensaje que me envió F era uno donde me avisaba sobre el gym. Se había inscrito para dejar la vida ociosa de mirar series y masturbarse con los husbandos. Me invitó y aunque no le había comentado, ya me inscribí.
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Ese era el último mensaje hasta el audio que le mandó mi perra amiga con derechos. A ella le digo P. Me lleva unos cuatro años y antes, ya habíamos tenido sexo en varias oportunidades. Incluso cuando ella tuvo un “guapísimo” enamorado de su edad. Sí, le encanta sentir que esos años mayor, nos distancian generacionalmente. Ella es así.
Sin embargo, sucedía que su novio no la tocaba. ¿Por qué no? Pues, ella decía que el tipo era muy religioso y respetuoso. Ella quería que la destrozaran. Que le metan los dedos y la hagan lubricarse. Adoraba sentir el peso del macho que la tomaba. Hasta habíamos pensado en la posibilidad de hacer tríos. Ella conmigo y una amiga. Yo con ella y un amigo. Favor con favor se paga.
Yo no creo ni en mi sombra. Me la comí por las mañanas, tardes y noches que podía. Si no la tenía en cuatro, recibiendo toda mi corrida en sus nalgas blancas y bien redondas para su 1.57 m. La ponía a mandarme packs y que me hable muy hot por Whatsapp. Durante clases o cuando esperaba a su “novio”. Incluso si yo no estaba en línea. No sé cuántas veces tuvo que borrar el chat para que no la descubrieran. Eran buenos tiempos.
Pero pasados los años, nos alejamos. Me enamoré de otra, se enamoró de otro y al final, tras un tiempo soltera volvió a mí. Claro que yo no la veo como algo más. Ahora ya no.
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Mi celular timbró a los minutos. Luego lo hizo a las horas. No contesté el celular hasta varias llamadas después, aún desnudo con P echada en mi pecho. También eliminé a proósito el audio para mí. Así que cuando le enseñe mi celular…
-¿Hola, F?
-Tenemos que hablar.
-¿Qué tal?¿Qué pasó?¿Estás bien?
-¡¿Qué?! Ahora te haces el loco, cojudo. Me has mandado una cochinada que seguro era para alguna de tus perras.
-¿Qué?¿De qué hablas? Yo no te he mandado nada.
-Me has enviado a una puta gimiendo tu nombre y GRITANDO lo que le haces.
-¿Estás bromeando, verdad?
Tras esa pregunta, mi pene había vuelto a despertar y solo quería poner en cuatro a P. Acordé almorzar con ella al día siguiente y le corté diciendo que tenía que dormir temprano.
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Llegué al encuentro, bañado y con la misma ropa. A P y a mí nos gusta dormir hasta bien tarde y comernos para desayunar. F me miró raro al principio y yo actuaba tranquilo. Estaba hambrienta, tenía cosas pendientes en su casa y no desayunó.
-Explícame, ¿qué es esto?
-No sé. Yo no te mandé ningún audio.
-¿Me quieres ver la cara de huevona?
-No, en serio. Mira mi celular.
Yo había borrado hasta el archivo que se guarda en la app. Desconfiaba. Soy bromista con ella, pero siempre había mantenido un margen de respeto.
Con los minutos, conversando y comiendo, su rostro pasó del enojo a la alegría. Sonreía y me pidió un helado.
No tiene demasiada experiencia chupándola. Lo sé porque la vi tratando de simular que era un pene para “provocarme” y se atoró. Tosió y yo me reí. Como dije siempre, con ella puedo hablar de todo. Pero bromearnos sin respeto era algo que todavía no habíamos hecho. Entonces, le propuse tomarnos unas fotos para subirlas a redes.
-Te quedó un poco aquí en la boquita.
-¿Me limpias?
-¡No me provoques, ah!
-Sabes que bromeo, nunca me metería contigo.
Esto lo dijo así. Aunque dudando. Lo vi en su mirada y me atreví.
-No digo que haya sido yo, ¿pero no te gustó lo del audio?
-La verdad no sé.
-Ok, entiendo. Está bien.
***
Pasó un día y medio desde que nos vimos. Era domingo por la noche y me escribe:
-¡No te olvides de pasarme las fotos!
-Claro, dale. Ahora te mando.
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La última vez que F tuvo un novio, solo podía hacerlo cuando estaba borracha. Porque el muchacho “se movía para el culo”. También se enteró que pagaba Onlyfans para matarse a pajas. Encima de inexperto, no rendía. Nunca me habló de tamaño, pero no era muy raro suponer que estaba en el promedio.
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Mi siguiente movida fue…
Whatsapp:
-Oye huevón, en serio te estás pasando.
-Responde!!!
-Te estoy escribiendo. No te pases.
Mensaje de texto:
-Cómo puedes mandarme eso, ah?
Instagram:
-A qué hora vas a responder, imbécil.
-¿Ya no quieres hablar conmigo o k?
Yo solo había desconectado el internet después de mandar las fotos y un muy buen video, golpeando mi pene contra la cámara del celular. Sentado al borde de mi cama.
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