Amor de madre 5 Final!

Amor de madre 5 Final!

- Claro que puedo cogerte de nuevo! Las veces que quieras mi amor!
- Ese es mi novio! Jaja Vení, haceme tuya!
Me puse arriba de ella otra vez, pero ahora levanté sus piernas. Qué fácil era moverla con lo liviano y pequeño que era su cuerpo!
Levanté un poco su culo y la penetré despacio. Quería disfrutar del roce lento de su interior inflamado y lubricado. Bombeé unos minutos a un ritmo tranquilo pero me cansé igualmente. La saqué y miré su concha colorada con semen cayendo. Me percaté que aun no había tocado su otro agujero. Unté un dedo con mi propia leche y metí la punta.
- Puedo jugar con este agujerito?
- Ay... sí, soy toda para mi hombre! Metelo todo, pero despacio.
Hice exactamente eso, sintiendo como su culo apretaba mi dedo, acostumbrándose a esa invasión. Lo moví un par de veces afuera y adentro. Resbalaba bien. Quise meter un segundo dedo pero encontré bastante resistencia.
- Aaahh! Noo! No seas tan malo!
La imagen de ella retorciéndose y mis dedos forzando su entrada me calentó más allá de mis límites. Sin importarme nada más, me puse a lamer y succionar sus pechos hasta dejar rojos sus pezones. Mabel gemía y gritaba mientras mis dedos continuaban hundiéndose en su culo. Bajé y chupé su concha con desesperación. La mezcla de sus jugos con los míos la hacía más deliciosa.
- Agh aah aahh! Me estás volviendo locaaa!
No quería que acabara aún, así que la solté un momento y la miré toda agitada. Puso cara de cachorrita y miró a los ojos.
- Aaah... que me vas a hacer?
- Te la voy a meter en el culo! Dije yo, tratando de sonar dominante y seductor a la vez.
- Ay, me lo querés comer?
- Sí!
Se dio vuelta y se arrodilló.
- Te gusta mucho mi culito?
Tenía un culo espectacular, mi pija latía ansiosa.
- Siii!
Se separó las nalgas mostrando su agujerito.
- Le vas a pasar la lengüita primero?
- Obvioooo!
Me abracé a sus nalgas y le clavé la lengua todo lo que pude, dejando saliva para lubricar bien. Cuando ya se me secó la boca, me acomodé y apoyé la punta.
- Hacemelo con amor Juancito... que hace tiempo que no entra nadie por ahí!
- Sí mamita!
- Ay sí! Como me calienta que me digas así!
- Te voy a meter la pija, mamita!
Empujé apenas y el glande y un parte del tronco desapareció en su culo.
- Aaayy hijitoooo! Que linda pija me das!
- Y ahora te la voy a meter toda mamita!
Como lo dije lo cumplí. Metí el resto de la pija. La lubricación y la calentura ayudaron mucho. Me quedé unos segundos quietos, disfrutando de esa sensación nueva para mí.
- Aaah siii... entró toda! Ahora movete mi amor!
Empecé un movimiento suave. Sacaba la mitad y volvía hasta el fondo. Estuve así un minuto eterno, maravillado con la sensación de tener toda la pija envuelta.
- Mmmm... Se un buen hijo... Rompeme el culooo!
- Sí mami!
La saqué toda, salivé bien la cabeza y volví a meterla. Entró de una embestida. Ahora le daba con ganas. Agarré sus nalgas y la clavé sin piedad. El placer era enorme.
- Ay... si... si... si... bebé... Te gusta romperle el culo a mamita?
- Sii!
- Me vas a dar tu leche? La quiero bien adentro!
Sus palabras fueron demasiado para mi inexperto pene. Eyaculé como nunca.
- Siii aaaaaahh!
- Aaahh como te sale tanta aunnn? La siento muy calienteeee!
Saqué mi pija y un montón de semen salió de su culo. No pude reprimir una sonrisa de satisfacción. Me sentía un hombre afortunado.
Descansamos, luego nos duchamos juntos. Nos fuimos a dormir sin dejar de besarnos.
Al día siguiente le propuse que nos mudásemos juntos y seamos un pareja en toda ley. Ella se abrazó a mi cuello y me llenó de besos.
Unos meses después estábamos teniendo sexo salvajemente, cuando me dijo:
- No estoy tomando mis anticonceptivas...
- Y yo no uso preservativos nunca...
- Te gustaría... acabar adentro?
Me lo dijo mirándome a los ojos con un brillo especial en su mirada. Me excité aun más. Por toda respuesta aceleré el ritmo de mis embestidas y la besé con desesperación. Ella levantó más las caderas, aumentando la profundidad de la penetración. Nuestros orgasmos no se hicieron esperar.
- Aay mi amor, estás tan adentrooo... voy a acabaaarrr! Aaaayyyy!
- Yo también! Yo también! Te acaboooo!
Llené su interior, clavándola bien al fondo mientras temblaba por las descargas.
- Ahhh... Me calienta la idea que puedas embarazarme...
- Y si es más que una idea?
Mabel me miró con una sonrisa enorme y me besó.
Los días siguientes aprovechaba cada oportunidad para cogerla y acabar adentro. Lo hacíamos en la cama, en la cocina, en la ducha y en el sillón de la sala de estar. Nunca desperdiciaba una gota. Todo iba al fondo de su útero.
Un mes después, con lágrimas de alegría me dijo:
- Lo lograste! Felicidades... papá!
culona

Fin

2 comentarios - Amor de madre 5 Final!

faluchito +1
Tremendo relato mi amigo. Me lo leí de un tirón y fue una delicia a las pupilas.
Gracias por las letras.
ger1983
Gracias por tu comentario!
et178282
10pts mostro como me dejo si hubiera un video o pelicula xxx. De esta historia seria mortal