Amor y Venganza maternal

Un sueño muy común que tienen la mayoría de las mujeres cuando son niñas y que,  en algunos casos,  trasciende hasta su adolescencia es la de encontrar al famoso “príncipe azul”. El príncipe azul es un término que usan las mujeres para referirse a su pareja soñada, aquel chico perfecto que, entre sus cualidades más comunes, están la de ser amable, tener dinero, ser un caballero, ser bueno en la cama, entre muchas otras más y que varían de mujer en mujer. Sin embargo, cuando las chicas se comienzan a relacionar con hombres, se terminan chocando con la realidad, pues se dan cuenta de que dicho “príncipe azul” en realidad no existe y terminan frustradas al no poder encontrar una pareja que pueda llenar todas sus expectativas. Tal fue el caso de una chica llamada Elizabeth, quien se casó a edad muy temprana con quien ella pensó que era el amor de su vida pero que, al final, su relación no termino como esperaba.
Tras vivir durante varios años casada con un inútil que no trabajaba, no ayudaba en la casa, y no era capaz de complacerla en la cama ni de ayudarla con su hijo, Elizabeth se terminó divorciando de su marido y, desde ese entonces, no volvió a saber nada de él. Tras la separación, Elizabeth había terminado con su más grande sueño, el cual era el de estar con el hombre perfecto, completamente hecho pedazos y, desde ese día, solo se preocupó por ella y por Simón, su único hijo.
Una de las tantas cosas positivas que le trajo el divorcio a Elizabeth fue que, al ya no tener que atender a un hombre inútil, pudo centrarse mucho más en su trabajo de contadora para una empresa de bienes raíces y, gracias a eso, ir escalando de puestos muy rápidamente y poder tener un sueldo altísimo. Un día, durante el trabajo, una empleada recién contratada la vio trabajando y se acercó a hablar con ella mientras se encontraba haciendo cuentas.
“disculpe, señora ¿podría hacerle una pregunta algo indiscreta?” le pregunto la chica nueva
“está bien, pero que sea rápido, que me desconcentro”
“¿me podría decir el nombre del cirujano plástico que le hizo las nalgas? Es que me gustaría que me las hicieran igual”
“mi culo no es operado, querida, es completamente natural”
“¿DE VERDAD? pregunto muy sorprendida la mujer, mientras observaba con más detenimiento las inmensas y gordas nalgas de Elizabeth, las cuales eran lo más llamativo que tenía junto con sus gruesas piernas carente de celulitis “perdóneme, no quería ofenderla”
“no pasa nada, no eres ni la primera ni serás la última. Muchas de las mujeres de aquí me han preguntado lo mismo y siempre terminan con la boca abierta cuando les digo la verdad”
Más tarde, durante el descanso para almorzar, la chica nueva se sentó a comer en una de las tantas mesas del comedor junto con sus nuevas compañeras.
“¿pueden creer que las nalgas de esa chica llamada Elizabeth son completamente naturales? Jamás pensé que existiera un culo así en la realidad. Desearía ser como ella: una mujer hermosa, adinerada, y joven”
“ella no es joven, tiene 42 años” dice otra mujer
“¿40? ¿De verdad? ¡Yo creí que tenía 30!” exclamo la recién llegada “una mujer tan hermosa y con tremendo par de nalgas debe tener miles de hombres a sus pies”
“los tiene, pero a ella no le interesa ninguno de ellos, y no la culpo después del pésimo matrimonio que tuvo” dijo otra empleada “pero bueno, algunas mujeres nacen para estar sola”
Mientras todos sus compañeros se encontraban almorzando en el comedor, Elizabeth estaba disfrutando su almuerzo en su oficina privada (ya que a ella no le gustaba mucho interactuar con los otros empleados de la empresa porque los veía como sus rivales laborales), el cual había sido preparado por su hijo Simón. Al terminar de comer, Elizabeth vio la foto enmarcada de su hijo de 18 años que tenía sobre su escritorio, y la beso en los labios con cierta tristeza.
“aunque no pueda ser la dueña de tu cuerpo, Simón, igual espero que tengas una gran vida junto a la chica que te gusta, porque te lo mereces” pensó ella
El secreto más oscuro de Elizabeth era que ella sentía un intenso deseo sexual por Simón, pues en él veía al príncipe azul que siempre quiso tener. El hijo de Elizabeth, a diferencia de su padre, era cariñoso, atento, atlético, inteligente, trataba muy bien a su madre, la ayudaba en todo lo que podía, era buen compañero, buen amigo, y tenía un rostro angelical. Por si todas las virtudes anteriormente mencionadas no fueses sufrientes, Simón también poseía una verga monstruosa, cosa que Elizabeth descubrió por accidente al haber entrado al baño mientras él se estaba bañando y, tras ver esa gigantesco y varonil miembro viril, sus deseos tabú por su hijo crecieron todavía más. Además, para suerte de Elizabeth, Simón le había confesado en su cumpleaños número 18 que a él le encantaban las mujeres culonas, cosa que termino de convencer a la milf nalgona de intentar seducir a su hijo de alguna manera para poder tener a su tan ansiado príncipe azul.
Sin embargo, y para desgracia de la Elizabeth, justo cuando estaba a punto de hacer su intento de seducción incestuoso, Simón le conto que se había puesto de novio con Nelly, una de sus compañeras de clase. La nueva novia de Simón era una chica de su misma edad, de etnia latina, pelinegra y, aunque sus atributos traseros no eran tan grandes como los de Elizabeth, igual tenía un culo gigantesco, cosa que termino de enamorar al hijo de la contadora. Al principio de la relación, Elizabeth luchaba para esconder la furia y los celos que le daba ver a su gran amor junto con Nelly pero, con el tiempo y al ver lo feliz que Simón era con ella, termino por resignarse y aceptar que ella y su hijo nunca iban a tener una relación más allá de la típica que puede existir entre una madre y un hijo normal. Sin embargo, y pese a que Elizabeth ya había dejado ir a Simón, iba a ocurrir un evento que lo iba a cambiar todo.
Una noche de fin de semana, mientras Elizabeth estaba viendo una película romántica, escucho a Simón entrar en la casa, cosa que le sorprendió, porque él y Nelly habían ido a una fiesta juntos y, supuestamente, iban a volver de madrugada. Además, Simón volvió con los ojos rojos, como si hubiera estado llorando durante mucho tiempo, cosa que Elizabeth noto.
“¡hijo mío! ¿Qué haces aquí?” pregunto ella, preocupada “¿Qué paso con Nelly? ¿En dónde está?”
“he terminado con ella, madre” dijo Simón, mientras se sentaba en la mesa “durante la fiesta, la vi teniendo sexo con tres chicos y, cuando le reclame, ella me dijo “yo hago lo que quiera con quien quiera, porque tú no eres nada especial y, si realmente pensaste que valías algo, entonces eres más tonto de lo que creía””
“¡que hija de puta!” exclamo Elizabeth, molesta “Tú la has tratado con amor y respeto, te has desvivido por ella, le has comprado regalos muy caros, y esa perra te pone los cuernos de una forma tan descarada ¡Es una mierda de persona y una perra! No merece tus lágrimas, Simón”
“lo sé, pero igual me duele porque, durante estos meses que hemos estado juntos, realmente pensé que Nelly y yo teníamos algo especial pero, al final, solo me estaba utilizando como un par de medias viejas” dijo él, y luego deja caer un par de lágrimas “dime, mama ¿Qué fue lo que hice mal?”
“tú no has hecho nada mal, Simón, es esa puta la que no es merecedora de ti” dijo la madre, y abrazo a su hijo “yo sé que ahora te duele el corazón, pero no te preocupes, ya sanara”
Luego de que Simón se calmase y se fue a dormir, su madre comenzó a planear su terrible venganza contra la chica que había hecho sufrir a su amado hijo.
Un par de días después, Elizabeth fue hasta la oficina de un investigador privado.
“dicen que usted es el mejor investigador de la ciudad ¿es cierto?” pregunto Elizabeth
“si, lo soy, pero le advierto que mis servicios no son nada baratos”
“el dinero no es ningún problema para mí, se lo puedo asegurar” dice ella, y le entrega una foto de Nelly al investigador “Quiero que siga a esta chica en todo momento y en todo lugar, quiero que anote bien todos sus horarios desde que se levanta hasta que se acuesta, y luego que me los entregue por escrito en un informe”
“eso suena algo ilegal, le costara el doble”
“¡pago lo que sea, solo hágalo!” exclamo la milf, y le entrego un maletín lleno de dinero “y otra cosa: quiero que me haga una copia de las llaves de su casa, y no quiero que me pregunte el porqué de todo esto”
“¡sus deseos son órdenes para mí, señora!” responde contento, mientras cuenta el dinero “¡me convertiré en la sombre de esa chica, seré como una mosca en su pared!”
Tras una semana de estar siguiendo a Nelly a todos lados sin que esta se diera cuenta, el investigador se reúne con Elizabeth un bar de poca monta, y le entrega una carpetita con todos los datos personales de la ex novia de su hijo junto con una réplica de las llaves de su casa. Al regresar a su casa, Elizabeth lee el informe, y descubre que los padres y el hermano mayor de Nelly se irían de viaje por una semana, dejando a su hija sola en casa, por lo que era la oportunidad perfecta para ejecutar su venganza.
Un viernes por la noche, Elizabeth manejo hasta el barrio de Nelly, el cual estaba en una zona algo apartada de la ciudad y en donde las casas estaban bastante separadas una de la otra. Una vez que la madre de Simón encuentra la casa de la ex novia de su hijo, se estaciona en frente de esta, y comienza a espiar a Nelly con unos binoculares.
“si la información que me paso el investigador es correcta, entonces esa zorra tomara una ducha después de cenar” pensó Elizabeth, con mucha malicia “allí es cuando actuare”
Un rato después, al ver a su víctima entrar en el baño, Elizabeth agarra un pequeño bolsito, baja del auto y, con mucho sigilo, entra en la casa de Nelly. Una vez adentro la milf se desnuda, revelando que tenía puesta una cinturonga que poseía un enorme consolador, saca un par de esposas de su bolso, y comienza a caminar con mucho cuidado hasta el baño de la casa. Rápidamente, Elizabeth abre la puerta del baño de una patada, lo que sobresalta de sobremanera a Nelly.
“¿pero qué cara…?” pregunto la joven, asustada
“¿me recuerdas, puta?” pregunto la milf y, con su gran fuerza, logra someter a Nelly con relativa facilidad y le esposa las manos detrás de la espalda
“Elizabeth ¿Qué mierda crees que estás haciendo?” pregunto la chica, asustada
“he venido a tomar venganza de lo que le has hecho a mi hijo, perra asquerosa” dijo ella, mientras comenzaba a introducir el gigantesco consolador de su cinturonga en el coño Nelly “¡tu le rompiste el corazón a mi hijo, y ahora yo te romperé todo el cuerpo!”
“¡no, basta, SOCORRO!” grito Nelly, mientras intentaba resistirse “¡me quieren violar!”
“grita todo lo que quieras, nadie te escuchara a esta hora” dijo la milf, y se empezó a coger a la ex novia de su hijo sin piedad “mi hijo te trato como una dama y, aun así, le fuiste infiel y le rompiste el corazón al cogerte a tres chicos a la vez, y ahora yo te tratare como la zorra que eres”
Elizabeth levanto a Nelly, coloco su espalda contra la pared de la ducha, y se la empezó a coger mientras le chupaba las tetas.
“¡gime para mí, ramera!” exclamo la madre de Simón, mientras le daba duro a la chica
“¡hija de puta, me estas lastimando!” grito ella, entre lágrimas, mientras intentaba evitar gemir “¡yo no soy lesbiana, y ese consolador es demasiado grande!”
“¡no finjas que no te gusta esto, porque eres de esas zorras que mientras más grande sea una verga más le gusta aunque lo nieguen!” exclamo Elizabeth, y luego le dio un beso muy intenso a Nelly
La lengua de Elizabeth recorrió cada espacio de la boca de la joven, y luego se introdujo tan profundo en la garganta de la chica que esta, por un momento, no pudo respirar. Luego del intenso beso, Elizabeth dio vuelta a Nelly, e introdujo su cinturonga en el culo de esta, a la vez que ella metía los dedos en el coño de su víctima.
“¡nooo, me estaba reservando el culo para cuando me casara!” grito Nelly, mientras luchaba por evitar que la madre de su ex novio siguiera abusando de su cuerpo, pero no pudo hacer nada
“¡este culo debió ser de mi hijo pero, como te portaste tan mal con él y lo hiciste sentir una mierda, ahora yo me lo cogeré hasta que te lo rompa!” grito Elizabeth, furiosa
“¡bien, lo lamento, lamento haberle hecho eso a Simón!” dijo Nelly, entre lagrimas
“ya es demasiado tarde para lamentarse, ahora eres mi zorra, y tengo muchos planes para ti” dijo ella, con malicia, y luego hizo que la joven se pusiera en cuatro.
Una vez que Nelly se arrodillo y apoyo su cabeza contra la ducha, Elizabeth se la siguió cogiendo tan fuerte como pudo, a la vez que azotaba su gran culo con un látigo que trajo consigo.
“¿Qué es lo que eres?” pregunto Elizabeth, mientras la azotaba
“¡soy una zorra adicta a la verga!” exclamo ella, mientras lloraba de impotencia y, muy en el fondo, de placer.
“¡no te escuche!” grito la madre
“¡SOY UNA PUTA!” grito, con todas sus fuerzas
Luego de varios minutos y de muchos azotes, el gran culo de Nelly quedo completamente rojo, y Elizabeth se quitó su cinturonga, saco tres gigantescos vibradores de su bolso, los coloco en máxima potencia, y luego se los introdujo a Nelly (dos dentro del coño y uno dentro del culo). Mientras la chica se retorcía al sentir la potencia de los vibradores dentro de sus dos agujeros, Elizabeth le agarro la cabeza y apretó sus labios contra su coño.
“¡es hora de que uses esa inmunda boca para algo productivo, hija de puta!” exclamo la madre, mientras movía sus caderas “¡estimula mi clítoris con tu lengua larga de serpiente!”
Al no quedarle más opción, Nelly comenzó a complacer el coño de Elizabeth con su lengua, a la par que los vibradores le daban placer a ella y, después de un rato, ambas mujeres tienen un gran orgasmo, y la joven se termina bebiendo todos los jugos vaginales de la milf. Luego del orgasmo, Elizabeth se da la vuelta, y mete la cara de Nelly entre sus gigantescas nalgas. Nelly tenía tan metida la cabeza en el culo de la madre de su ex novio que no podía respirar.
“¡eso es! ¡Retuércete, inmundo animal!” exclamo furiosa Elizabeth, mientras Nelly se retorcía buscando oxígeno.
Cuando parecía que Nelly se iba a asfixiar, Elizabeth la soltó para que respirase un poco, y luego la volvió a obligar a que metiera su cara entre sus nalgas. Después de varios minutos con la cara de la joven entre sus titánicas nalgas, Elizabeth le saca los consoladores a Nelly, y comienza a frotar su coño contra el de ella.
“¡por favor ya basta!” exclamo Nelly, entre llantos y gemidos “¡ya no lo estoy disfrutando, esto es una tortura!”
“¡mientes, porque estas mojada como puta en celo y estas moviendo las caderas por ti misma, ramera!” exclamo Elizabeth, mientras se agitaba con mucha fuerza “¡gime para mi, perra inmunda e infiel!”
Finalmente, tras más de media hora de posición de tijeras y un par de orgasmos, Elizabeth le quita las esposas a Nelly, y comienza a guardar todos sus juguetes sexuales dentro de su bolso. Una vez que se vistió, Elizabeth vuelve a subir al baño, y ve que Nelly, desde que había acabado la sección de sexo no consensuado, no se había movido y se encontraba tirada en la bañera en posición de shock.
“espero que hayas aprendido tu lección, jovencita” dijo Elizabeth
“¡si… señora…!” exclamo ella, mientras temblaba de miedo
“no quiero que nunca más vuelvas a ver a mi hijo, y ni se te ocurra decirle a nadie lo que paso aquí porque, si lo haces, contratare a dos prostitutas y entre las tres te usaremos como muñeca inflable ¿quedo claro?”
“¡si… señora!”
“bueno, de ser así, que tengas una linda noche”
“señora… dígale a Simón que realmente lamento lo que hice”
“bueno… se lo diré” dice Elizabeth, y luego se va
Tras haber cumplido su venganza, Elizabeth sale de la casa de Nelly y se sube a su auto.
“ahora solo me queda una última cosa por hacer antes de dar por finalizada la noche” piensa la milf nalgona, y comienza a manejas hacia su casa.
Una vez en su hogar, Elizabeth ve a su hijo lavando los platos, y se acerca a él.
“hola mama ¿Cómo te fu…?” pero antes de que el hijo pudiera decir algo, su madre le corto la pregunta con un intenso beso de lengua, cosa que lo sorprendió mucho “¡mama!... ¿Qué fue eso?”
“¡eso fue todo lo que yo siento por ti, Simón!” exclamo Elizabeth, desde lo mas profundo de su corazón “toda la vida, pensé que mi príncipe azul estaba en algún lugar pero, al final, descubrí que ese hombre que tanto quería eras tú, y ya no aguanto esconder todo el deseo que siento por ti ¡por favor, seamos madre e hijo con derechos, al menos hasta que consigas una nueva novia!”
“¿sabes algo, mama? creo que, en el fondo, siempre supe que sentías deseo por mí, por la forma en la que me mirabas” dice Simón, quien agarra a su madre de la cintura, y luego de devuelve el beso intenso “te amo tanto que sería capaz de cometer incesto contigo para hacerte feliz. Sin embargo, y para que podamos estar juntos como amantes, debo pedirte que me cumplas una sola y única fantasía sexual”
“¡te cumpliré todas las que me pidas, Simón!” exclamo la mujer, con firmeza “te dejare que me rompas el culo, me beberé todo tu semen, me vestiré de sirvienta, hare todo lo que me pidas porque yo no le tengo miedo a nada y el tamaño no me asusta”
“está bien, pero que conste que te lo advertí” dijo Simón quien, con su gran fuerza, levanto a la milf gruesa de su madre en sus brazos, y la llevo a la habitación matrimonial como si fuesen una pareja de recién casados.
Una vez en la habitación, ambos se desnudan, y Simón le ordena acostarse boca abajo sobre la cama.
“¿sabes? Creo que la razón por la cual me gustan tanto las culonas es porque tu tienes tremendo ojete seductor, mama” dijo Simón, y acaricio con ternura las nalgas de su madre
“hijo, se sinceró con tu madre ¿alguna vez te has pajeado pensando en mi? porque yo si me he masturbado pensando en tu verga y en todo lo que me harías cuando yo confesase mis sentimientos por ti”
“la verdad, no lo hice, pero tuve que contenerme mucho para no hacerlo” dice él, y besa una de las nalgas de Elizabeth “aun estas a tiempo de arrepentirte si no quieres hacer esto”
“¡ya te dije que, por ti, estoy dispuesta a hacer cualquier cosa!” exclamo Elizabeth, muy excitada “¡tortúrame si quieres, pero hazme tuya de una vez!
Al ver que su madre estaba dispuesta a todo con tal de satisfacerlo, Simón unto sus titánicas nalgas con miel y, una vez que todo ese inmenso culo quedo cubierto por la sustancia amarilla, el adolecente se deleitó lamiéndola toda, como si chupara una manzana acaramelada. Elizabeth, al sentir la cálida lengua de su hijo recorriéndole todo el culo, no pudo hacer otra cosa que gemir como una zorra mientras babeaba de placer. Una vez que las nalgas de la milf quedaron limpias, Simón introdujo su lengua dentro del ano de su madre, y se lo comenzó a chupar con todas sus fuerzas.
“¡chúpame bien todo el culo, papito!” exclamo ella, y luego Simón le dio una nalgada “¡eso es! ¡Pégame, trátame como si fuera tu puta personal!”
Luego de hacer que su madre tuviera un orgasmo de tantos besos negros que le dio, Simón comenzó a jugar con el ano de esta. Primero le metió un dedo, luego dos, y así progresivamente hasta lograr introducir su puño entero y, aunque a Elizabeth le dolía, de cierta forma logro disfrutar la tortura anal que está recibiendo.
Después, Simón se unto miel en toda la verga, y se la puso frente a la cara de su madre, quien le dio una tremenda mamada con mucho gusto. Mientras su madre le chupaba la verga, Simón nalgueaba a su madre con fuerza y se deleitaba al ver como ese tremendo culo temblaba al recibir sus golpes. Finalmente, cuando su verga estuvo bien lubricada con la saliva de su madre, Simón se la introdujo en el culo, y comenzó a tener sexo anal duro con ella, al tiempo que Elizabeth gritaba y lloraba de placer.
“ahora prepárate, porque haremos diez posiciones del Kama Sutra, pero todas serán con mi pene metido en lo más profundo de tu trasero” dijo él, mientras le daba con fuerza
“¡hazlo, yo aguanto, quiero que me hagas tuya!” exclamo ella, y le dio un beso apasionado a su hijo
Durante la intensa sesión de sexo anal, tanto Elizabeth como Simón sintieron que habían conectado profundamente el uno con el otro por medio del sexo. El acto sexual que ambos estaba realizando ya no era solamente algo lujurioso, sino algo sentimental, pues ambos se amaban profundamente, como cualquier madre e hijo y, esa noche, no solamente tuvieron sexo, sino que hicieron el amor (aunque de forma anal). Finalmente, y tras haber realizado toda su fantasía, Simón le saco la verga del culo a su madre, se la puso en la cara, y le hizo un gran facial, dejándole la cara completamente cubierta de semen, cosa que a Elizabeth no le molesto y, por el contrario, lo lamio con gusto.
Al haber concluido el acto sexual, Simón se acostó junto a su madre, y ambos se abrazaron con cariño.
“¡fue la mejor noche de mi vida!” exclamo Elizabeth, contenta “¡tú eres sin duda mi príncipe azul!”
“lamento si fui muy brusco contigo, mama, pero tus nalgas son muy adictivas”
“no te preocupes, disfrute la tortura anal a la que me has sometido” dijo ella, y beso a su hijo apasionadamente “¡te amo, y quiero que, a partir de ahora, compartamos la cama todas las noches!”
“y lo haremos, al menos hasta que consigue una nueva novia ¿hecho?”
“¡hecho!” exclamo Elizabeth, y ambos se fueron a dormir
Durante las siguientes semanas, Elizabeth y Simón tuvieron sexo desenfrenado como animales en celo, y disfrutaron mutuamente de sus cuerpos perfectos. La buena vida sexual incestuosa que llevaban madre e hijo tuvo efectos positivos en ellos: por un lado, Elizabeth comenzó a ser más amable con sus compañeros de trabajo, y ya no estaba tan distante de estos y, por el otro, Simón ya había logrado superar su mala experiencia con Nelly. Al final, Simón si logro ponerse de novio con una chica de su edad y, cuando esta se enteró de lo que él y su madre hacían, lo único que dijo fue “¿para cuándo un trio?”.
Y hemos llegado al final de esta historia y, como es costumbre en los cuentos de hadas que ayudaron a forjar la imagen del príncipe azul, solo tenemos que decir: “colorín colorado, este cuento se ha acabado”.

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