Rebeca y la Pandemia 1 parte…

Rebeca y la Pandemia.

El relato que estoy por platicarles sucedió justo en el año 2020 por el mes de Noviembre.
Yo soy Eduardo, un ingeniero Industrial que vive casado con Eva, quien también es Ingeniero industrial, ambos trabajamos para una empresa internacional y estamos en el área de producción. Mi mujer Eva es una mujer blanca caucásica de 30 años de edad a diferencia mí de 34 años. Ella es rubia cenizo, su cabello llega al pecho y tiene una cara hermosa, con labios carnosos y sexys, ella es poseedora de un trasero increíble, unas nalgas bien definidas y grandes, justo debajo de una cintura delgada y estética. Posee un par de senos de tamaño normal copa b+  con unos preciosos pezones rosados y de forma de “gomita” los cuales se paran a la menor provocación. Les platico esto porque esa bella genética tenía que venir de algún lado, y es ahí donde les presento a Rebeca, mi suegra. ella es una mujer de 44 años o esa es la cifra que calculo por las platicas ja ja ja, pero de una vez te comento, no te dejes llevar por ese dato ya que aparenta una edad de 30. Ella en su juventud fue edecán de un equipo de fútbol conocido del país, siempre trabajó de eso, creo no terminó la preparatoria, pero con ese cuerpo. ni falta hacía. Así fue como el destino la emparejó con un directivo del equipo quien aprovechó semejante carne y juventud. El ya entrado en años, decidió casarse con ese monumento en su plena flor de juventud.
En los 3 años que llevo de conocerlos, convivi con ellos muy seguido. Y no te miento, fueron muchas carnes asadas, viendo partidos de fútbol y poniendo atención a las rutinas y bailes de mis suegra en cada una de sus remembranzas. No voy a mentir, desde que conocí a Rebeca el “clic” fue inmediato. Cada fin que los veíamos me deleitaba viendo ese rico trasero enfundado en unos jeans del famoso corte “Colombiano”. 

Rebeca y la Pandemia 1 parte…


Rebecca tiene una figura envidiable, es una mujer de 1.70 cm de altura, cabello castaño oscuro y tez blanca. Y en esa hermosa tez unos labios gruesos, rosados y mamadores. que dejaban escapar una sonrisa provocativa cada que tenía oportunidad. Es una hembra briosa e incansable. Experta en pilates, yoga y fitness. y la factura de esa genética y ese entrenamiento podría disfrutarlo cada vez que la veo. Su cuello es largo y fino y da paso al nacimiento de unos senos grandes y suculentos de talla E si, mamalones, impresionantes y por la caída deduje que son naturales. siempre acompañados de unos pezones rosas de tamaño grande y con la misma forma de gomita, que parecen levantarse cada que quieren. Tiene una cintura envidiable y un poco marcada por el ejercicio y justo abajo, el tesoro nacional; Unas nalgas increíbles que se comían cuanto jeans o licra le pusieras, siempre la ropa se le metia de forma vulgar y provocativa. Además de un par de piernas poderosas y contorneadas las cuales siempre invitan a tocar.
Nunca perdí oportunidad para acercarme, dar arrimones o tomarla por la cintura para “Moverla” del asador. Dios, era un problema siempre esconder mis erecciones de los ojos de los demás.
Ella siempre tuvo una actitud permisiva y amable, jamás me hizo alguna cara a pesar de mis atrevimientos. jamás.

Ahí mis amigos es cuando ataca la pandemia, y mi esposa y yo nos encerramos por lo mismo, el famoso home office, mientras que nuestros suegros hicieron igual. Pasados unos meses nos habla mi suegra por videollamada, estaba muy preocupada porque su esposo, había contraído la enfermedad. El problema es que él se encontraba en otro país. Y el desenlace fue fatídico para un hombre de 65 años y fumador. 

El resultado de esto, fue que a los 2 meses, mi suegra ya no podía pagar la renta ni su manutención, las cuentas de su marido bloqueadas y sin poder abrirlas sin acta de defunción. Y tampoco podía recogerla porque no podía viajar al país por los restos de mi suegro. Todo se complicó rápidamente.

Mi esposa me dijo que teníamos que ayudar a su mamá y fue cuando sentí una descarga en la nuca “Pues que venga a vivir con nosotros” dije yo. Claro mi pene hablando por mi. no dude ni un segundo en comentar y la mirada de mi mujer fue directa. Pero inmediatamente recordó la pérdida de su padre y se soltó en llanto por lo cual el tema quedó ahí.

A la semana siguiente estábamos ayudando a mi suegra con la mudanza, la cual solo nos llevamos sus cosas personales y su recamara. El resto de cosas fueron a un depósito temporal en lo que decidimos qué hacer.

Que te puedo decir… el paraíso abría las puertas ante mi. Mi suegra tardó unas semanas en adaptarse, pero la rutina y el ritmo se encargaron de sacarla adelante. Fue cuando mi calvario comenzó. Temprano por la mañana bajaban a hacer ejercicio las dos en la sala, recorrían la mesita y empezaba la sesión de pilates. ambas mujeres parecían competir entre sí, intentando ver quien era mas flexible, mas fuerte y a mi parecer mas hermosa. Yo me dedicaba a espiar entre rincones despegándome del escritorio con pretextos como ir por café, recibir la paquetería y por qué no, una chaqueta en el baño fantaseando con las dos mujeres en mi sala. Debo decir que verlas ahí con las licras metidas al culo y los vientres expuestos, ambas con su cabello recogido en “cola de caballo” era muy satisfactorio de ver. 
Tanto que esas semanas tenía que lavar mi ropa interior yo, ya que siempre estaba llena de presemen. Rayos a veces hasta el pantalón ensuciaba. 
Rebeca empezó a meterse a la casa de lleno, a cocinar , a sacudir, ayudar con la ropa mientras nosotros trabajamos el home office, solo teníamos que asistir. Rayos, tenía mi propia modelo limpiando la casa, sacudiendo de una forma tan sexy que olvidaba por completo lo que hacía. Eva, mi mujer, por su lado empezó a tener un deseo sexual muy fuerte. No podía explicar lo que pasaba. Pero mi mujer empezo a quere sexo sucio y alocado en cualquier oportunidad. Recuerdo una ocasión en la que Rebeca salió a comprar Pan, ya sabes, forrada de ropa y cubrebocas. “Gracias Dios” decía, nadie verá lo que hay debajo del abrigo y la mascarilla. De pronto!... Eva estaba bajo la mesa del comedor de mi lado. Frente a mí, yo en plena conferencia con los operadores del turno. Pude notar como se quito la blusa y con esos suculentos pechos al aire, me empezaba a bajar el pantalón, por mi parte me levanté levemente para que sacara el pantalón. Santo cielo, estaba sentado en nalgas y con la verga parada en medio de una videollamada. Solo era un tema de repaso, de hecho ni hablar tenía. Pero en cuanto volte Eva tenia mi verga sujetada por la base, apretando su puño hacia abajo como si quisiera exprimirme las bolas, “Dios” solo pude observar de reojo, como se colocó el cabello detrás de la oreja y viendo fijamente como escurría mi pene de gotas de presemen, abrió la boca y se trago la verga...mi verga hasta el fondo. Rayos! Nunca había visto que tragara el pre semen, normalmente lo lipiaba rápido pero esta vez lo saboreo como nunca, mi pene entraba y salía de su boca, sus carnosos labios rozaban mi piel al máximo. Ella era la que se movía. y al hacerlo podía sentir esas tetas firmes rebotar en mis pantorrillas. Mi adorada esposa, mi pareja, estaba bajo la mesa del comedor en una posición de cuatro con solo una linda falda sastre y sus zapatos de diseñador. Ella estaba como poseída por una puta, mamamba y mamaba mi verga de la base al glande, de arriba a abajo, la sacaba la veía y de nuevo la engullía. Para ese momento yo ya traía los huevos cargados de leche. Rayos! toda esa mañana de excitación viendo a Rebeca limpiar y ahora su hija estaba mamando como huérfana hambrienta, la muy puta me iba a sacar la leche por completo. Fue cuando empecé a sentir su lengua bajo mis huevos. La muy cabrona con una mano alejaba mi verga de lado y con la otra levantaba mis huevos y los chupaba y jalaba con esos labios de mamadora que tenía. Fue cuando alguien dijo que viéramos un esquemático. regresé a la conferencia y pensé “Creo que esto ya tiene que terminar” pero no sin antes castigar a esa pequeña puta traga huevos que me estaba volviendo loco. Tome mi verga con una mano discretamente y la apunte a su boca. y cuando ella tragó mi verga, tomé su cabeza y la apreté con fuerza a mi verga. La muy puta no objeto y se quedó con mi verga en la entrada de su garganta. Pude ver como se ponía roja y empezaba a sollozar, el maquillaje se le corría un poco y me empujo con fuerza. fue cuando se levantó un poco y respiro. y empezó a ayudarse de su mano para que me corriera. empezó mas movimiento mas mamadas y seguia y seguia hasta que llegó un punto que no pude mas, sas… descargue mi leche en su boca, oleada tras oleada de disparos, podía sentir como si me saliera un litro de semen caliente. ella seguía con la boca puesta, experta en no dejar derramar una gota. Me asomé, dije “hoy si se va a tragar mi semen” pero no pasó. solo limpió con su boca la última gota y después escupió en un pañuelo. si, un pañuelo. La muy cabrona ya sabía el final de la película y tenía un pañuelo para eso. haaa delicioso, increíble y peligroso, me eche para atrás con las manos en la nuca. “Soy el Rey” dije; cuando sentí una mirada. Rayos de nuevo! era Rebeca desde la barra de la cocina mirándome. estaba inmobil y yo con los pantalones abajo en una silla de escritorio con la verga a medio morir. Cuanto tiempo llevaba ahí?, vio mi orgasmeo ? Vio como castigue a su pequeña putita? Rayos, Rayos y centellas… Rápidamente ella finge que no vio nada. y dijo en voz alta “Ya llegue”.. mi mujer salía del otro lado de la mesa con cara de casi nos cachan.. y yo. inmerso en mi conferencia subiendo mi pantalón lentamente. Esa noche no pude ni dormir. me masturbe como 3 veces y cai rendido al sueño.

A la mañana siguiente, Eva estaba dormida, ya se escuchaban ruidos en la cocina y eran las 8, era sábado y Eva y yo teníamos libre el fin de semana. Le pregunté a Eva “¿Quieres desayunar?” a lo que con un ruido dijo “No”. La dejé descansar, me puse mi bata sobre mis boxers y pantuflas y baje por café… oh sorpresa, la del ruido era Rebeca, quien llevaba unos capris color caki y una blusa floja blanca de escote amplio. me miró y me dijo “ Buenos días y Eva?” y le comente que solo seríamos los dos, que ella quería dormir. a lo que contesto “Ok” y puso una tabla de picar sobre la mesa. Tomé una taza de café y me senté frente a ella, estaba parada frente a mi cuando sacó un cuchillo y empezó a picar fruta. “Santo grial de los pechos pensé..” tenía a Rebeca enfrente inclinada picando la fruta. La muy muy desvergonzada no tenía sujetador y sus senos colgaban obscenamente frente a mí cubiertos por una delicada blusa de manta, Rayos… que hasta los pezones se veían. Empezó a picar la fruta de forma que sus senos... rayos¡ su tetas rebotaban a lo loco y el roce con la blusa despertó sus pezones… si, ahí estaba yo con una mano en mi taza de café y la otra bajo la mesa abriendo mi bata tratando de sacar a respirar a mi pene. La muy ingenua de Rebeca seguía picando fruta con el cabello tapando su cara por lo que no me veía. yo me estaba masturbando frente a ella bajo la mesa, de esas chaquetas que se hacen con solo frotar por debajo el pene, las llamo chaquetas de cárcel, sin movimientos bruscos sin ruido. haaa que chaqueta estaba teniendo cuando siento el orgasmo… si me empieso a venir y… Rebeca voltea se coloca el cabello detrás de la oreja, se acerca me mira y dice… “Ten prueba” y me pone un pedazo de manzana en la boca… rayos siento como sus dedos tocan un poco mi lengua… rayos seguía saliendo semen mientras ocurría…. Ella notó que estaba un poco abierta mi bata y chispeó un poco ...yo tenía un orgasmo físico y mental. Cuando recobre la decencia pensé “Rayos… donde quedó el semen disparado” o por dios había caído al suelo de la mesa y ella ya estaba sentada. Esa mañana solo termine mi café, espere que mi pene recobrara su aliento y me fui a bañar pensando que el piso de esa mesita de cocina estaba lleno de semen matutino. Solo esperaba que tomara su color transparente y nadie supiera lo que era. Nadie….
Pasaron aproximadamente 2 semanas sin incidentes, ya sabes, yo masturbandome por toda la casa y fantaseando con mi suegra. Todo parecía muy bien cuando un día… Decidí llevar mi fantasía un poco más lejos de lo habitual y fue ahí cuando se desencadenaron una serie de eventos.
Ocurrió un martes. Cuando mi mujer estaba en la conferencia “home office”. Yo sabía que no podía despegarse de la pantalla por un lapso de 2 horas.. y es el día en el que Rebeca va a la tienda por suministros. Yo podía ausentarme una hora así que planeé una masturbada como nunca. Y espera a que Rebeca tomara las llaves y saliera y en ese momento… pum salí disparado a su recámara. Llegue corriendo… el corazón me latía a mil, sentía que se me salía, entré en la habitación y cerré la puerta un poco para seguir escuchando a mi esposa en su conferencia. Por Dios.. ya tenía una erección  descomunal… mi verga estaba empezando a gotear. Inmediatamente busqué y encontré el cajón con su ropa interior… la ropa interior de Rebeca era tan corta y pequeña. Eran tangas sexys y de muy buen algodón.  Tome unas y me las puse en la cabeza oliendo la parte que escondía su culo… y con otro par empecé a jalarmela… el olor era increíble…. Cielos… estaba en los cielos oliendo y frotando mi pene. Me sentía muy excitado, con los pantalones a la rodilla, una tanga en la cara y unos panties en mi pene.. jale y jale cuando pum… tuve un orgasmo enorme. Mi semen brincó del pantie y cayó un poco en sus cosas del tocador. Yo estaba en éxtasis increíble cuando.. si rayos rayos y más rayos… me llego un olor muy familiar. Era ese perfume Carolina Herrera que tanto le gustaba a mi suegra… no quería voltear… pero tuve que hacerlo… si.. ahí estaba Rebeca viendo por el espacio de la puerta con la mano en la boca y cara de sorprendida…. Y yo ahí, a medio cuarto con la verga goteando y una tanga en la cara. La mirada fue eterna. En cuanto reaccione, me subí el pantalón y guardé las bravas en mi bolsa… ella se retiró.. corrí a alcanzarla y la tomé por el hombro… “Rebeca espera”.. le dije y la detuve. Le dije “no es lo que tú crees” y sólo bajo la mirada sin verme. Me dijo, “no sé de qué hablas, solo regrese por mi cubrebocas” y bajó las escaleras… ya no podía hablar del tema.
 
Esa noche la cena fue muy incómoda. No podía ver a Rebeca a los ojos. Ella a su vez cada que me veía, se ponía roja su cara. Era muy incómodo. Eva solo nos veía y no entendía el por que de la incomodidad pero no le daba mucha importancia.

Pasadas unas semanas y todo más relajado. llegó el miércoles de “cine en casa” que consiste en ver una película del gusto de alguien, los tres sentados en el sillon. Siempre nos sentamos Rebeca, Eva en medio y yo..ellas siempre estaban de short ligero y playerita pegada…una puta tortura para mi…Pero bueno, para que no haya problemas usamos una cobijita grande. Ese día tocaba “El señor de los anillos” que película tan buena… Todos disfrutando de la película y palomitas hasta media película cuando Eva mi mujer se levanta y hace lo de siempre… me dice: “Ya no aguanto más. te veo en el cuarto….. me besa y se va… Pero olvidó un pequeño detallito… me dejó solo en el sillón con su mamá… En ese momento yo me quedé recto. no me moví.. Me sentía muy nervioso por Rebeca. Ella al contrario, jalo un poco la cobijita y se acostó con su cabeza sobre el brazo del sillón, dejando sus nalgas dobladas a un lado de mi mano. Dios… el  resto de la película la vi con media erección viendo esas nalgas asomarse un poco de la cobijita. De pronto la película terminó… yo comente: “Que te pareció” y cuando me di la vuelta Rebeca estaba profundamente dormida… Contemple un poco su cara, era muy hermosa y se veía apenas con la luz de la pantalla. Yo sabía que tenía poco tiempo. ya que los créditos no durarán para siempre así que coloque mi mano sobre su nalga y tocándola le dije: “Rebeca… Rebeca ya terminó la película”... pero ella no se movió…así que moví mi mano lentamente por su rico trasero, podía sentir la forma redonda de su nalga sobre la cobija… Moví poco a poco la cobija y dejé al descubierto su hermoso culo. Estaba ahí esperándome… llamándome… y comencé a acariciar esas nalgas sabrosas.. recorría sus nalgas con mi mano derecha de un lado a otro cuando llegué al centro de su culo… y empecé a bajar a su vagina poco a poco… cuando finalmente llegue a esa hermosa vagina, la marque y sujete como si se tratara de una boca que sujetas por los labios y los apreté lentamente. podía sentir esos labios carnales entre mis dedos… Dios, estoy con una erección monumental, este tipo de pendejadas tan simples me estaban excitando muy fuerte…entonces decidí llevar esta expedición más allá… yo sabía que la gloria es de los valientes. y con destreza quirúrgica moví su short y su panty de lado dejando ver esos hermosos  labios rosados a la vista.. parecía una pequeña hamburguesa… quería ponerle un mordisco, pero no … no estoy tan loco. El olor de su sexo era muy suave, delicioso. quién podría pensar que esta mujer era mayor que yo y madre de mi esposa… Nadie… su vagina parecía de una chica de no más de 20… Pero dejemos de oler… me dije y comencé a rozar mi dedo índice entre sus labios, esperando que esa vagina abriera por voluntad propia para mi… poco a poco fui hundiendo mi dedo en su vagina y empecé a sentir sus líquidos y su calor. mis dedos se empezaron a mojar poco a poco y pude observar como ella arqueaba un poco la espalda, continúe metiendo mi dedo poco a poco y ya una vez mojado lo acerque a su clítoris… por alguna razón empecé a rozarlo, y a mover mi dedo dentro y fuera de su vagina. Que sensación tan deliciosa, podía sentir como Rebeca se mojaba más y se retorcía un poco. Continúe moviendo mi dedo rápidamente en su clítoris y otro dedo en su vagina haciendo círculos y presionando su pelvis por dentro, la muy cabrona solo se tapaba la cara con la cobijita y gemía muy poquito… Así que decidí ver si esta mujer podía venirse con un chorro. Comencé a mover mis dedos en su clítoris tan rápido que en un abrir y cerrar de ojos, la muy puta… se corrió… brincó un chorro tan caliente y abundante con un fuerte olor a mujer y se corrió tanto que empapó el sillón y mi short… El olor a sexo estaba por toda la abitacion mesclado con el olor de las palomitas… empecé a sacar poco a poco mi dedo y con la otra mano, empecé a sacar mi verga erecta chorreante …cuando Rayos! se prende la luz de la cocina, justo al lado y aparece mi mujer…. Se me queda viendo por detrás y me dice: ¿Ya terminó la película?  En eso Rebeca se levanta como resorte y se acomoda su short y dice “Si amor ya termino, estuvo increíble me gusto mucho”…. Eva estaba modorra y me dijo: por favor, apaga todo y vente, mañana hay que trabajar. Rebeca se levantó rápido y me dejó la cobijita sobre mi verga parada… No podía creer lo que ocurrió y ella solo dijo “Buenas noches Eduardo” y se retiró junto con Eva.  Apague los aparatos y tome la cobijita y me di una jalada de ganso increíble, oliendo mis dedos… no lo podía creer. 

3 comentarios - Rebeca y la Pandemia 1 parte…

Dreamed
Muy bueno! Queremos mas