La Chica del Gym

Tengo que hacer cuentas y pensar en un montón de cosas.
Es Sábado y la verdad es que no iba a salir.
Sencillamente estaba en casa, luego de una semana agotadora, con el cuerpo cansado de tanta responsabilidad de repente. La luz es un montón y uno apaga la luz y se pone cómodo... Una película en Netflix se prende un porro y las siete de la tarde se hace en un momento increíble.
Pasó el sábado pasado, fui al cumpleaños de ella, una piba del gimnasio. Le vamos a decir cualquier nombre y cualquier nombre será Pri. De Priscila.
Ella está en pareja y nos invitó al cumpleaños.
Fuimos todos y yo sabía que esa noche tenía que vestirme zarpado. Era mi momento de sentirme un dios. Con lo mio ojo. No tengo falsa modestia no estoy buenísimo, se los garantizo. Llegar a los #40 no es fácil.



La Chica del Gym



En fin, hubo un cambio en mi en mi personalidad y con respecto a esa noche.
Esa noche me sentía responsable de mí a otro nivel. Tenía que darme esa noche a mí mismo. Me lo merecía. No puedo explicar muy bien porque pero les juro que esa noche, se sentía que estaba escribiendo mi propia historia, con respecto a toda la onda que le pusiera.
Clavé un par de zapatos, una camisa relativamente polémica, compré pantalón nuevo tenía un cinturón copado y me puse unos bóxer. Me puse unos boxer que de hace un tiempo me gustan y que todavía no había podido usar. Era como una minita comprándome ropa interior para salir pero al revés. En el formato God.
Me compré unos boxer recopados sabiendo que esa noche por ahí cogia. Pero no sabía si iba a coger.

Igual la realidad es que no cogí. Pero la historia estuvo genial igual.

Llegué temprano, hablamos, tomamos unos GinTonic, fue largo el rato que estuvimos dialogando y pensando cosas entre todos.
De repente alguien compartió galletitas de porro. Qué bonito momento.
El porro cómo liberar el mundo.
Sensaciones. Todo el mundo se estaba riendo de chistes boludos.
Carcajadas y alegría. Unión de personas. Eramos un montón de gente que sabían que en ese aspecto la podía pasar bien.
Estámos cómodos. Se dejaban querer. Sabíamos que nadie nos iba a lastimar.
Bajamos las defensas. Todo el mundo.
Todo el mundo se estaba riendo. Todo el mundo estaba compartiendo cosas divertidas había una especie de seducción nata en el aire.
Esa misma noche hay una que mi preferida que se llama Flor.Tiene cara.
Lo digo con todo el amor del mundo pero es como que se está dando cuenta que quiere más de lo que tiene.


tetas

Flor se está dando cuenta que en casa tiene un cuatro y está queriendo tener ocho.
Derribado en un montón de aspectos. Puede ser en un tipo con ganas. Con ánimos. Con sueños. En un aspecto económico. Puede ser en el aspecto de coger, cada persona lo valida al aspecto que esa persona necesite. Pero a Flor se le notan particular que quiere coger.

Flor burla todos los margenes de seducción habidos y por haber. Viene vestida para matar.
Morocha de pelo lacio, se para se saca fotos, tiene porte, tiene cuerpo. Es elegante tiene buenas tetas, es flaca, tiene la cara seductora, prominente pero seductora. La cara te llama la atención.
No su forma de caminar.
No su el olor a cigarrillo.
No la capacidad para panquequearla.
Pero tiene ganas y se notan.
Ahí empezamos un juego de subir y bajar. Subir y bajar del escenario. Sacarnos fotos. Todos drogados y la noche pasaba y la gente se sumó y nos acabamos fotos todos juntos y subían los hombres y las mujeres nos sacamos fotos con la cumpleañera y nos sacamos fotos solos. Empezamos a tomar empezamos a pedir masGintonic y todo el mundo quería más galletitas con marihuana y la noche se puso hermosa.
En un verano hubiera sido orgasmica, la verdad nos miramos, éramos a nosotros.
 
Teníamos una sutil seducción en el aire. No la seducción del otro equipo, donde son todos son adonis y diosas del deseo, teníamos la seducción de los gordos que bajan de peso. Teníamos la seducción de la mina que un día se la gana un cuarentón. La seducción de un equipo que estaba logrando objetivos, éramos un equipo que se estaba salvando del descenso. Eramos un equipo superándonos y eso fue justamente lo que nos sedujo a todos.
En esa noche hermosa y particular donde éramos todos partes de un sentimiento.
El amor se puede definir también  como un momento que está en el aire. Cuando sos conciente de ese momento. Esa noche,fue amor.

Cómo le dije, esta historia termina relativamente rápido, porque no pasó mucho más.
Solo el detalle fundamental que le da nombre a este relato. Qué fue lo de Pri.
Pri es una piba flaca flaca increíblemente flaca.
Media desgarbadita. Chiquitita da un aspecto de debilidad corporal que me vuelve loco. Tiene una cara un poquito narigona. No tiene nada de teta pero nada de tetas.
Sin embargo tiene dos pezones duros que me vuelven loco. Mal. Cada vez que va al gimnasio y se saca la remera me enfurece.
Pero eso justamente el problema. Es muy seductora y tiene un nivel intelectual muy elevado. Pero está en pareja con alguien copado, entonces no tiene mucho sentido todo esto.
 
La noche empezó así un compañero denso, medio gede pasado de copas, otra chica, rubia, chiquita, mas deseosa que Flor, charlas y risas y se empezó a hablar de algo. Se picó. Algo que yo tenía. Algo que decir y que no. Que el gimnasio, que la ropa, de repente hablaron de mi remera manchada de la etiqueta de porque no me sacaba la remera, hablaron del suceso, de que una le dijo a la otra, dale boluda ponete en bolas que yo ya me saqué la remera y estoy en bolas. Quedan en unos tops terribles. Deseantes.
A la mina le decis que se quede en bolas y se queda en bolas, decia ella de ella misma.... Ironico.
 
Es habitual que las minas para entrenar se saquen la remera y queden en tóp.
La verdad es un asesinamiento a los varones. Las hormonas de todos están flotando por el aire. Ustedes se sacan la ropa, queda en camara lenta, como una imagen hedonista. Calentona. Hay calor en ese ambiente no hace frío y nos sentimos cercanos.

Pri bosteza y se saca la remera. Queda en top, me vuela la cabeza. Yo dije que tenía algo más para decir y me dijeron que lo cuente.
Les dije que no lo podía contar porque me da mucha vergüenza y me insistieron a contarlo. Solo pude decir que no se lo iba a contar a nadie, bueno a nadie no.Una persona se lo contaría.
 
Porque dije eso??
Porque dije a una sola persona se lo contaría ¿?
Porque en el fondo lo quería contar.
A quién a quién a quién...
Era obvio. La del cumpleaños. La piba que re copó, se rió, vino y me dijo:




putas


A mi Luchito??? me lo querés contar?? a mi luchito??

Y me miraba de cerca. Desafiante. Es chiquita muy chiquita, la podria levantarcon un brazo y subirla contra la pared. La puedo levantar hasta sentarla sobre mis hombros y dejar mi cara bajo su pollera. Puedo sentir su tanga en mi cara.Con la espalda sobre la pared,  le puedo correr la tanga y ver cómo me mira. De arriba. Con los ojos uno de cada lado esa nariz grande y esa boca entreabierta de tanto jadear, porque yo, mientras que ella se mueve, aceptando que le voy a chupar toda la concha,  despacio, me mira, le corro con una mano, con el dedo gordo de la mano izquierda, recorro el borde de la tanga. Está empapada.
Es labiuda, se le notan los labios y el clítoris. Los labios internos están abiertos, anchos palpitan. Está caliente, es muy babosa. Está tibia.
Le corro la tanga, la miro. Me mira.
Pone su mano izquierda en mi frente, sus ojos me penetran. Literal no me quiere frenar, me quiere disfrutar. Quiere sentir como yo, sacando despacio mi lengua gruesa, de la boca le empiezo a chupar toda la concha. Se la empiezo abrir con la lengua. Está empapada, tiene un sabor a Concha muy rico muy rico. Un poco dulce, flujo espeso, tibio pero se siente bien. Quiero más. Muevo la lengua y la chupo despacio hacia adentro. Como si estuviera pasándole la lengua ancha un helado que se está derritiendo.
Todo eso lo imagino.
De golpe, en el momento que ya se acerca hasta mi y en ese mismo instante se sienta en mi rodilla. Me abraza y me pregunta:
Qué es lo que no querés decir luchito?!?!?!?!
Me dice y me río.
Rápidamente me acerqué a su oreja y sabía que lo que iba a decir ahí, iba a cambiar todo. Iba a definir el resto de nuestra Historia.
Quería ver su cara cuando escuchar lo que tenia para decirle. Creo que había menospreciado la experiencia de este Lobo.
Se lo dije.
Textual:
Mira pendeja, cuando te pones en bolas, en el gimnasio, me volvés loco.
Cuando te miro transpirar con esas calzas pegadas al cuerpo, en ese culito diminuto. Me volves loco. Cuando imagino que te bajó la calza y tenés una tanga, toda empapada por tu olor. Transpiración caliente, tenés toda la Concha y el culo depilado. Te quiero dar.
Te quiero bañar. Quiero pasarte la lengua por el ombligo y por las costillas por la parte de abajo de tus mini tetas porque tenés unas tetas diminutas, pero recontra calentonas.
Debes tener dos pezones que te hacen sacar chispas del clítoris, podria hacerte acabar solamente de tenerte toda una noche con las manos atadas detras de tu cuerpo y los pechitos al aire. Toda la noche rozando tus pezones hasta que sienta que tu concha no da mas de mojar la tanga. Una tanga diminuta y blanca, que me quedaré de obsequio.
Y todo lo que sientas, esa calor que corre por tu estomago, la efervecencia de tu calentura en las cienes de tu cabeza, quiero que me la cuentes, quiero queme cuentes cada morbo que tengas, lo puta que puedas llegar a ser. Todo eso mientras te clavo despacio la pija. Primero la cabeza, humectandola en vos.
Dejarla ahí apoyada en la entrada, mientras tus labios le dan la bienvenida. Sentir mi glande entrar mientras tus uñas se clavan en mi espalda y vas cayendo, tus piernas en mis brazos como si fuera una silla de ginecologo, tu concha golpea contra mi pubis, haces cara de dolor, cuando encuentro el final de tu cocha, aún con un pedazo afuera.
Te voy a amacar despacio, vas a sentir toda mi pija entrar y salir lentamente mientras su cuerpo cae sobre el mío y todo esto va a pasar mientras mis ojos se claven en los tuyos aún más profundamente.
Tengo una pija enorme para tu culo, de regalo de cumpleaños. Fue lo ultimo que le dije.
 
No sería esta, la ultima vez que nos viéramos.

0 comentarios - La Chica del Gym