Mi ex

Habíamos quedado con mi ex en encontrarnos en un bar al que habitualmente íbamos cuando estábamos juntos, para charlar algunas cuestiones que habían quedado pendientes. Sin dudas esa situación me llenaba de adrenalina debido a que a pesar de habernos separado me seguía calentando cada vez que iba a su casa, pero ella se hacía siempre la indiferente. Esa noche llegue más temprano porque estaba muy ansioso y quería verla, al rato llegó y no podía creer lo puta que estaba. Tenía el pelo ondulado y se lo había dejado suelto, un tanto húmedo como recién salida del baño, los ojos bien delineados y esos labios gruesos con un color rojizo que los acrecentaba aún más. Tenía puesta una camisa negra que se transparentaba, dejando ver su sostén rojo y una mini de una tela liviana, completando el cuadro unas sandalias con mucho taco. Cuando se me acercó para saludarme, intenté besarla pero solo conseguí un beso muy cerca de la comisura de mis labios, sentí ese perfume que tanto me calentaba, sintiendo calor en mi parte baja. Pedimos algo para tomar y comenzamos a hablar de cuestiones del hijo que teníamos en común, hasta que en un momento me doy cuenta que cada tanto miraba hacia detrás mío. Entonces le pregunto si pasaba algo y me dice, nada todo tranky, pero no me quedé con eso y volví a preguntar, entonces respondió que en una mesa en diagonal a nosotros habían dos pendejos que no le sacaban el ojo de encima, dándose cuenta que tenía muy buena visibilidad de sus piernas cruzadas. Eso en lugar de molestarme hizo que mi cabeza se dispara y le pregunto si le gustaba alguno a lo que me responde que podría ser. Entonces le digo porque no vas al baño y si alguno de los dos está interesado te va a seguir seguramente. Así que se levanta y hace caso a mí recomendación, disimuladamente volteo como mirando como se iba y veo a los pendejos que hablaban entre ellos pero no sé animaban a ir. Así que me acerque a la mesa y los saludo, yendo directo al grano. Les digo si les había gustado lo que estaban viendo, guiñandoles un ojo, respondiendo el más caradura que les había encantado y que me felicitaban por tan hermosa hembra. Entonces les digo y a alguno le gustaría pasar una noche con ella? Quedándose ambos callados porque no entendían si era una broma o no. A lo que les digo, decida se pronto porque nos vamos y caduca la oferta, volviendo a mi mesa. Cuando vuelve mi ex le comento que había hablado con los pibes y que podía elegir al que más le gustará. En ese momento pensé que me iba a mirar con cara extraña y me iba a decir de todo, pero para mi sorpresa se mordió los labios y me dijo mmm me quiero comer uno de esos pendejos esta noche. Entonces yo le propongo interceder siempre y cuando me dejara participar a lo que accede sin problema. Antes que pudiera hacer nada los pibes ya estaban parados frente a nosotros así que Lucía los observa y me dice con vos de putona, me quiero llevar al morocho. Así que fuimos al auto y mientras me siento delante para conducir hasta el hotel, Lucía lo lleva al morocho a la parte de átras y una vez dentro le desabotona la camisa y comienza a acariciar y besarle el pecho, mientras yo miraba cada tanto por el espejo y mi pija quería salir del pantalón. Luego ella se quitó la camisa y el sostén y el pibe comenzó a chupar sus tetas con desesperación, salivandolas con su lengua. En un momento nos detenemos en un semáforo y un auto se nos pone a la par, con un par de pibes adentro que al observar lo que sucedía comenzaron a vociferar todo tipo de improperios y hasta sacaban fotos. Ya faltaba poco para llegar al hotel cuando veo por el espejo como le había desabrochado el cierre y le estaba comiendo la pija, el pibe gemía de placer y me doy cuenta que no puede aguantar y le derrama toda su leche en su boca. Cuando llegamos al telo ya no daba más y aproveché mientras el pibe se recuperaba para comerle la boca, sentí ese gusto a puta en sus labios, y cuando la quise llevar a la cama me dice que iba al baño y enseguida volvía así que me quedé con el flaco esperando, mientras me decía lo tremenda que era para chupar la verga. Cuando vuelve tenía un camisón negro transparente y un hilo dental enterrado en el orto. Ambos nos levantamos para abordarla pero nos dice antes tenemos que decidir quién me hace la cola, q lo q me adelantó y le digo, la cola es mía. Entonces me retruca, era tuya ahora veremos. Eso por un lado me puso celoso pero por el otro mi cabeza explotaba. Entonces como hacemos le pregunto? Y me dice tiramos una moneda, así que cada uno eligió un lado y la suerte quedó echada. No quería ni mirar el premio era enorme como para perder, sin dudas que su mejor atributo era el orto que tenía. Finalmente miré y el alma me volvió al cuerpo, la cola seguiría siendo mía, así que se montó encima del pendejo y comenzó a cabalgarlo mientras me preparaba para penetrarla por detrás. Le coloque un poco de saliva en el orificio y luego fui entrando lentamente, ella solo atino a suspirar y luego gemir a medida que era penetrada por ambos lados. Finalmente con el pibe acabamos al unísono, mientras ella luego nos confesó que lo había hecho varias veces mientras era penetrada por ambos. Despedimos al pibe y nos quedamos a dormir con mi ex hasta el otro día. Antes de irnos me mira y me dice no creas que siempre vas a tener suerte, la próxima podrías perder la exclusividad, continuará ..
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2 comentarios - Mi ex

marcelobhabca
Excelente historia. Me puso la verga dura. Van mis 10 puntos. Saludos 😉👏👏👏