La mujer de mi tío (1era parte)

Mi tío se había separado de su primer mujer hacía varios años y se había juntado con otra: Irene
La "tía" Irene era pelirroja, alta, de tetas como melones y caderas increíbles, de unos 44/45 años, los labios siempre pintados de rojo y con un acento misionero en su voz, ya que había nacido en Posadas y allí vivía actualmente. Mi tío era militar y pasaba bastante tiempo fuera de su casa, por lo que trataba mi padre de coordinar nuestra ida a su casa.

Desde que tengo uso de razón, ellos venían a veranear todos los años a mi ciudad, más precisamente a nuestra casa de campo que les ofrecía naturaleza y una pileta de natación espléndida con cascada y distintos niveles, que mi padre había hecho construir. Nosotros retribuíamos la visita en las vacaciones de invierno, cuando aquí hacía frío y en Misiones la temperatura era más que agradable.

Desde los 14 años -recuerdo muy bien esa fecha - yo le dedicaba todas las pajas del mundo a mi tía. Me escondía en el bañito que se encontraba a un costado de la pileta y por el pequeño ventiluz que daba hacia allí, me pajeaba viendo a mi tía tomar sol o salir mojada por las escaleras ... era fantástica su figura, los labios intensos, las tetas chorreando agua y moviéndose en vaivén ... y sus caderas increíbles acompañadas de un culo bien carnoso.
Litros de leche derramé por esa mujer, pero con mucho placer. Incluso recuerdo cierta tarde - hora de la siesta- que ella después de almorzar decidió tomar sol. Rápidamente me las rebusqué para que no me viera y me quedé en el bañito, esperando su llegada-
Irene acomodó la reposera y mirando hacia todos los lados se desprendió la parte superior de la bikini para acostarse boca abajo y que no le quedaran marcas en el bronceado.
Mi mano no paraba de apretar la pija mientras veía cómo esas tetas, de pezones rosados y aureola pequeña apuntaban duro para donde yo estaba.
Acabé enseguida manchando la pared con mi leche. Seguí metido ahí, el calor era lo de menos ... tenía a mi tía acostada boca abajo y la imagen de su culo inmenso frente a mi.
Obviamente mi mano seguía agarrada a mi pija, a esa edad escupe y se vuelve dura en segundos, cuando veo llegar a mi tío. Conversan un rato y deciden meterse en el agua.
Ella caminó tomándose los pechos con sus manos y bajó las escaleras mientras mi tío le acariciaba el culo.
La conversación se tradujo en besos y caricias ... Irene quedó de espaldas a mí. Mi tío observó que no hubiese nadie y comenzó a chuparle las tetas... ella acariciaba su cabeza y evidentemente gozaba.
Se corrieron hacia una esquina de la pileta y mi tía se dió vuelta, dándole la espalda a él y quedando su cara de frente a mi vista.
Mi tío se le acercó por atrás y noté que después de hacer unos movimientos con sus manos, la estaba cogiendo.
Ver la cara de mi tía llena de placer me hacía explotar la pija ... me pajeaba y apretaba mis huevos cada tanto, Mi tío la agarró del pelo y acompañaba sus movimientos tironeándoselo... su otra mano masajeaba una teta ... la exprimía.
Volví a descargar leche casi al mismo tiempo que mi tío la abrazaba y besaba su cuello, indicando que él también había terminado.
Hubiese jurado que mi tía había abierto sus ojos y me había visto ... pero ya era tarde.

4 comentarios - La mujer de mi tío (1era parte)