Los gemelos 8 (relato gay)

Continuación de "Los gemelos 1" a "Los gemelos 7"
Recomiendo leerlos para entender la trama


8.- Metamorfosis 2
A las 10 y media Dami partió para la casa de Lucas, su hermana le dijo seria "cuidate". A Dami el consejo de la hermana le provocó su primer cosquillita en la colita. La colita dolía un poco, pero cuando hizo caca ya no salió sangre. Cuando Lucas se la pusiera, porque seguro Lucas se lo volvería a recoger, ¿se le volvería a lastimar? No importaba, si su macho quería cogerlo, ¡él se la bancaba!, para eso era su macho y para eso él era su putito, que Lucas le usara el culo cuanto quisiera. Total, pensó con tristeza, después iba a tener 5 días completos sin la pija de su macho para recuperarse. Como el culo de su mamá.
Lucas no se lo recogió. Apenas se cerró la puerta le tomó la cara con las dos manos, le dio un beso suave en los labios y tomándolo de la mano lo llevó al dormitorio. Sobre la cama un culotte celeste, lleno de puntillas, precioso y un corpiñito haciendo juego. Damián esta vez sonrió feliz con el descubrimiento. La noche anterior, después que se fue Dami, Lucas había agarrado el auto, se había ido directo al mejor local de lencería del AltoXX shopping y se había pasado media hora eligiendo el conjuntito para su putito. Su recompensa fue el abrazo de Damy, que se colgó de su cuello y casi se pone a llorar de felicidad. ¡Se sentía tan de él, se sentía tan mina!
-Amorcito me voy a bañar antes de ponérmelo, ¿sí? -. Lucas lo vio irse meneando extrañamente la cola. Se desnudó tranquilo, y satisfecho se sentó como siempre contra el respaldo de la cama. 
El nene se bañó largo, jabonándose tranquilo, disfrutando de todo, de esa transformación que había en su vida, ¡la sordidez de la letrina estaba tan lejos!, los pasillos oscuros de la villa ¡estaban tan lejos! Ahí estaba, su cuerpo esmirriado y oscuro en medio de la nube de vapor, cubierto de espuma perfumada. Miró su pija dormida, sonrió, acarició sus nalguitas, sonrió, se dio una palmadita, ¡gracias culito!, pensó. Salió, se secó despacio. Sobre la tapa del inodoro estaba la bombacha y el corpiño, mmm, que lindooooo, ¿Cómo había cambiado tan rápido? Sí, seguro, en la panza de su mamá habían crecido dos nenas, su pija era un error.  Por primera vez Damy, ya sintiéndose de alguna manera dueña del baño, se animó a abrir el botiquín, sii, justo lo que buscaba, un perfume, en realidad era el after shave, pero olía bien. Se puso en los pechitos, se puso en las nalgas y luego despacito, disfrutando, se fue poniendo la bombacha, mmmm, ¡qué suave! Esta vez Damián no necesitaba salir cubriéndose las tetitas, tenía corpiño, como debe tener una nena, dos triángulos chiquititos, pero..., ¿cómo se ponía eso?, renegó, pero lo logró. Se paró frente al gran espejo, quebró la cola, sonrió, se veía hermosa, por delante la bombacha abultaba, frunció el ceño, se acomodó la pija como pudo, suspiró, no se la podía cortar. 
Salió con su mejor sonrisa de putito, y caminando despacito se fue a la cama.
-Mi amor, antes de hacerme tuya me la sacás, ¿sí?, es demasiado hermosa y no quiero que se ensucie-
-Damito, vas a tener muchas, pero descuidá, hoy no te voy a coger -
- ¿Por? -
-Hay que hacer descansar tu culito, te lastimé mucho ayer -
-¿Y tu lechita?, ¿no me la vas a dar?, ¡maloooo!-
-¿Para qué tenés esa boquita morocha?-
Damián fue todo sonrisa, se acomodó de costado, sus nalguitas a la altura de las manos de Lucas, tomó con una mano el mástil casi duro de su macho y le dió un beso sonoro en la punta, miró pícaro a Lucas que le devolvió la sonrisa
-Chupá dale, no te hagas el gracioso-, le dijo Lucas mientras le daba una sonora palmada en las nalgas
El nene puso los labios en posición de beso y comenzó a presionar el glande, que despacito fue abriéndose paso hasta que los labios llegaron al borde, ése fue el primer ahhhh, de Lucas
Su lengua comenzó a recorrer el borde del glande, subió hasta el hoyito, lamió, apretó, fue bajando, siempre presionando el palote con sus labios. Pudo llegar hasta la mitad cuando vino la primer arcada, ¡qué sensación fea!, sabía lo que era, más de una vez había escuchado a la madre putear al macho porque se la mandaba demasiado a fondo con rudeza, ahora él se la había provocado solo. Dejó de chupar y tosió un rato, Lucas sonreía.
-¿Te querés acostumbrar?, te enseño-
-Tu putita aprende rápido-
-Vení-
Lo llevó al borde de la cama, lo puso boca arriba, el cuello justo en el borde, la cabeza levemente caída.
-Abrí la boca y no hagas nada- 
Lucas comenzó a metérsela despacito y lo iba cogiendo suave por la boca, vaivenes cortitos, Damián disfrutaba. A veces Lucas se la sacaba y le pegaba pijazos mojados de saliva en las dos mejillas, Damián se enloquecía de placer, cómo le gustaban esos golpes de pija en la cara!!
De a poco, siempre con el vaivén suave, la pija se fue metiendo más en la boca del nene, hasta que tuvo la primera arcada. Lucas paró, pero no la retiró. Volvió el vaivén, ya no hubo arcada, empujó un poco más. En unos minutos los 22 cm de su verga entraban y salían de la garganta de Damián.
-¿Vamos bien?-, Damián estaba eufórico, orgulloso de poder tragarse toda la pija, sediento de leche.
-Dámela toda, ¡mi macho!-
Como siempre Lucas se descontroló y en un minuto ya lo estaba cogiendo furiosamente por la boca, apenas cada tanto una mínima arcada. Se acordó de lo que había pasado con el culito del nene el día anterior, se la sacó y comenzó a masturbarse
-Por qué mi amor?-
-Abrí la boquita-
Damián abrió la boquita y sacó la lengua para recibir el fuego que ese dragón delante de su labios estaba preparando para él. El dragón vomitó fuego blanco, caliente, mucho, un poco a la lengua de Damián, pero mucho a sus mejillas, a su frente. Con cada golpe de semen en su cara Damián se sentía menos hombre, se sentía poseído, el era sólo para su macho, para que hiciera lo que quisiera, que le destruyera el culo, le llenara la cara de leche, lo hiciera sangrar y gritar de dolor, y del placer de servir a su hombre, sin saberlo, sin conocer el nombre, Damián ya era una sissy.



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