El postergado polvo

Buenas noches chicos! Feliz día de los enamorados! Cómo andan? Hoy les traigo un nuevo relato...
Se acuerdan de la salida bolichera con suerte que les conté? Se acuerdan que les dije que de esa noche salieron tres garches terribles? Ya les conté dos. Me faltaba el tercero. El de Valeria.
Despues de esa noche en la que ella me masturbo en el medio del boliche y se lamió la leche de la mano, seguimos hablando por Whatsapp un tiempo y nos pusimos de acuerdo para vernos. La cité en un parque que queda cerca del telo que siempre frecuentaba. Yo tenía unos 20 años y ella rondaba los 30 y pico. Morocha, de boca pronunciada, cuerpo chiquito, nada sobresaliente. Me llamo la atención por lo que se animó a hacer en el boliche y no quería dejar pasar el tiempo sin garcharmela. Así que hablamos un par de boludeces en el parque y encaramos derechito al telo. Apenas entramos a la habitación, nos sacamos la ropa y me tiró a la cama. Me entró a chupar la pija cómo nunca me la habían chupado. Era cómo cuando tomas un Jaimito o un helado de agua y lo chupas para sacarle el jugo. Así me la chupaba ella. La tenía adentro de la boca y hacia terrible succión. Me daba la sensación de que me iba a arrancar la cabeza de la pija de cómo chupaba. Agarre y para retribuirle la tremenda chupada de verga que me estaba haciendo, le empecé a chupar la concha y el orto en simultáneo. Terrible 69 hicimos. Me acabo en la boca y de la excitación yo acabé en la de ella. Se la saque y la puse en cuatro adelante mío. Le empecé a mandar la pija por la concha mientras con mí dedo pulgar juntaba todo el flujo que tenía por ahí para lubricarle el ojete y meterle el dedo... Se volvía loca cuando tenia el dedo adentro. Seguimos un rato más así hasta que me pidió que reemplace la pija por el dedo y se la mandé por atrás. Gritaba como loca. Me decía que le rompa bien el orto. Me imaginaba lo que los vecinos de habitación nos habrían escuchado y me calentaba más. Tenía la pija bien dura y colorada el culo de ella bien apretado. Estuve dándole al anillo de cuero por un rato largo hasta que acabe. La saqué del culo y tenía todo el asterisco lleno de leche y bien abierto. Me senté, se dio vuelta y se sentó encima mío. Le empecé a dar por la concha de nuevo. El tercer polvo fue el más largo. La pija la tenía hirviendo. Le dimos un ratito sentados y después se levantó y se puso de espaldas casi en cuatro contra la mesa que había en la habitación. Le empecé a entrar de nuevo ahí. Le dimos un bien rato y enfilamos para el baño. Abrimos la ducha y la agarre contra la pileta. Siempre de espaldas. Y frente al espejo los dos. Parecíamos dos actores pornos garchando. Le termino adentro y nos bañamos bien porque ya se nos terminaba el tiempo de la habitación. Mientras nos bañabamos, me hizo un servicio completo de limpieza en la pija succionandola de nuevo. Salimos y nos fuimos. No volvimos a vernos más. Pero de ahí en más no tuve más una noche como esa del boliche. Tres minas totalmente distintas. Y tres garches descomunales. Todo fruto de esa noche.

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