Otra noche con la novia de mi amigo.

Nuevamente, mi amigo y su novia de ese momento, esta flaquita divina de escasas tetitas, pero de orto divino, volvieron a casa.

Esta vez hacía un poco de fresco y estaba lluvioso. Por lo que nos quedamos en el living, en la planta baja de la casa.
En la terraza tenía un cuartito (típico cuartito de herramientas) donde tenía armado un indoor, con unas plantitas en plena floración.

Estábamos hablando del cultivo con los pibes, y esta flaquita intrigada, me pide de subir a verlas. Para no levantar sospechas invito al resto a subir con nosotros, y sólo uno de ellos dice que sí. Subimos los tres

La piba vino otra vez vestida con una mini apretada, se le notaba la tanga. Arranca subiendo mi otro amigo, encaro a subir segundo, pero ahí, ella me frena, mirándome y corriéndome para subir antes ella. Y con el culo bien paradito empieza a subir, mirandome por sobre su hombro, para asegurarse que estuviera mirándola. Y asi era, no podía correr la vista, tenía una tanga clarita que le marcaba la empanadita perfecta. Pero me aguanté a tocarla, porque había más gente en zona.
Una vez en el cuartito de la terraza, mi otro amigo y yo le explicamos cómo funcionaba todo, a ella poco le importaba, y noto que empieza a cortar el mambo para que el mi amigo se fuera abajo. Charlamos un poco más hasta que ya no hubo mucho para decir, y el flaco vuelve a bajar a la reunión. No recuerdo muy bien qué excusa pusimos para decir que nos íbamos a demorar un poco y que ya bajábamos. Sabíamos que eso no nos daba mucho tiempo, pero fue lo suficiente para empezar a comernos la boca. Nuevamente de manera desesperada, mucha lengua y saliva, pequeños mordiscones en los labios.

Sin dudarlo la agarro de la cintura y la aprieto contra mi, apoyándole mi bulto contra su panza chata.
Que caliente me ponés, me dice.
Le meto las manos por debajo de la mini, se la levanto y me agacho. Le corro la tanga y ahí estaba esa conchita peladita y apretada, con un aroma delicioso. La beso para humedecerla, me agarra del pelo y me aprieta contra su vagina y me dice: chupamela toda ya!!!!
Gemía y temblaba. Ya estaba toda mojada. Me levanto, me vuelve a chapar fuerte. Me mete la mano en el pantalón y me saca la verga (durísima ya). Se agacha y me la empieza a chupar.
Todo pasaba rápido, no teníamos mucho margen. Se levanta, se voltea, levantando la cola y mostrándome la concha por atrás. Me agarra la pija y se la mete de una. Estaba todo tan mojado que entró sin resistencia alguna.

Ya no podía más, el morbo de lo escondido, la infidelidad y lo buena que estaba me calentaba tanto que empiezo a apurar para acabar y asi poder volver a la reunión.

Acabame adentro, que estoy tomando pastillas, me dice. Dale, que estoy por llegar!!!
Ahí mismo acabo, llenándole la concha de semen, mientras le temblaban las piernas.

“No salgas todavía. Me encanta sentir tu semen caliente adentro mío”

Obviamente todo esto habrá pasado en el lapso de 5-7 minutos. Tiempo suficiente