Sueño

provocó estar aislada por covid me tienen loca, hacia tiempo que no pasaba una semana sin tener sexo con mi marido y casi sin el desahogo que significa masturbarme con alguno de mis amigos virtuales que hice en esta página, recién ayer lo hice con un par de ellos y hoy me desperté totalmente excitada, abrí los ojos, me toqué y senti mi vulva húmeda, apenas pase las yemas de mis dedos sentí que mis jugos estaban a flor de piel, y enseguida estaba empapada, inmediatamente recordé y me di cuenta que había soñado con un video que me mandó ayer uno de mis amantes virtuales donde me mostraba como se había puesto su miembro al escucharme gemir y se masturbaba pretendiendo hacerme desearlo y vaya si lo logró, era una pija hermosísima, grande, enorme, gruesa, circuncidada, oscura, bella totalmente, soñé que estaba conmigo y que tenía su glande apretadito con mis labios y con una de mis manos se lo acariciaba rozandolo lentamente desde abajo, desde la base de los testículos hasta arriba, hasta el borde de su cabeza, yo no movía mi boca, solo mantenía su pija entre mis labios sin moverlos, apenas le tocaba su ojito con la punta de mi lenguita que jugueteaba rozandole el agujerito por donde pronto se le va a salir la leche y que ya está mojadito con el líquido preseminal, él no me miraba, solo se dedicaba a sentirme hacer mi labor, estaba tirado hacia atrás con los ojos cerrados respirando aceleradamente, gimiendo suavemente de placer, sentí como emitía ese sonido de goce, él me estaba regalando su sensación y permitía que yo sepa que lo estaba disfrutando, era como una dulce tortura porque yo apenas pasaba mis dedos por toda la extensión de su verga y el se estremecía cada vez más y comenzaba a retorcercer sus caderas indicándole que queria más, que esperaba más que deseaba soltar todo y yo sabiendo lo que le esta pasando, trataba de darle placer pero a la vez ayudarlo a que no termine todavía, quería hacerlo desear tanto hasta que no pueda más y el orgasmo se le escape, se le salga solo, sin querer, pretendiendo perpetuar el momento, que ese instante sea eterno, con una de sus manos alcanzó uno de mis pezones y comenzó a acariciarlo, casi de inmediato lo tomó con dos de sus dedos y lo apretó suavemente, a medida que su deseo de eyacular aumentaba paralelamente iba empezando a apretar mi pezon hasta que ya lo estaba retorciendo y estirando, ese suave dolor me calentaba aún más, el dolor se transformó en placer y se deslizó por todo mi cuerpo, haciendo temblar mis piernas y vibrar mi conchita que latía y explotaba por el deseo de ser penetrada, de ser tomada, de ser poseída por ese hombre, ya bramaba por sentir esa enorme poronga adentro mío, pero no podía dejar de concentrarme en mi trabajo, mi deber y mi obligación en esa momento era lograr que casi sin tocar su miembro, ese macho que estaba en mi manos, al que sentia entregado y doblegado, se deje llevar y me entregue su néctar, me lo dé, deje que salga e invada mi boca, me la llene con su semen, y yo al sentir como sale su primer chorro de leche, sienta como golpea mi paladar y como un torrente llegue a mi garganta y haga que me lo trague todo hasta la última gota. Entonces sucedió, vi que esa pija venosa y gruesa de la que solo tenía la cabeza en mi boca, empezaba a latir y me anunciaba que el primer chorro de semen estaba por venir a mi, y la maravilla ocurrió naturalmente, estalló como una bomba al mismo tiempo que un silencioso y retenido alarido retumbó en mis oídos, apretó muy fuerte mi pezon, se que inconcientemente producto del orgasmo no pudo medir la intensidad del apriete y sin querer me provocó un fuerte y a la vez hermoso dolor, todas eran partes del total y la culminación era ese semen blanco, espeso saladito que me hizo saborear y tragar completo