Compañera de trabajo

Voy a empezar por contaros que soy un chico de 25 años y que desde hace 8 estoy trabajando en una oficina como administrativo, es una oficina de poca gente y con buena relación entre todos los trabajadores. Somos una decena de trabajadores que estamos comprendidos entre todas la edades. La mujer en al que esta centrado el relato se llama Gisela, esta rodando los 37 años y esta felizmente casada con dos hijos ya creciditos. Entre yo i Gisela siempre ha habido una buena relación tanto en el aspecto laboral como en el personal, con esto me refiero a que cuado el trabajo no nos agobia y disponemos de un rato libre conversamos sobre un variado número de temas, sobretodo por parte de ella ya que le gusta mucho hablar. Nuestras conversacines nunca habian derivado sobre el tema sexual, a no ser por alguna que otra broma tipica entre gente que trabaja y pasa muchas haras juntos.
Si he de ser sincero Gisela sin ser una mujer impresionante siempre me ha atraído: no es muy alta, más bien diria que está por debajo de la talla media de las mujeres de su edad, tiene un culo que no esta mal y unos pechos grandes y muy bien formados, pechos que destacan aum más debido a su estatura. También he de deciros que me encantan las mujeres con mucho pecho, razón por la cual supongo que siempre me he sentido atraído por Gisela.
En algunas areas del trabajo coincidimos con Gisela y algunas veces tenemos que trabajar en un mismo proyeto, cosa que nos obliga a sentarnos en una misma pantalla del ordenador. Un día que nos encontrabamos en esta situación yo estava sentado en mi silla i ella de pie a mi lado, en un determinado momento ella se apoyo encima de la mesa con los codos para acercarse más a la pantalla, yo tenia mi mano posada encima del ratón, uno de sus enormes y turgentes pechos se apoyo en mi mano, así pasaron unos segundos durante los cuales no me atreví a mover la mano ni ella pareció darse cuenta de lo sucedido. Tuve una erección inmediata y muy fuerte cosa que me obligó, en cuanto pude, ir al labavo y masturbarme.
Otras veces estando en una situación parecida a la anterior, ella se acerca a mi desde atrás para cojer algun papel y me roza la espalda con su abundate delantera. No pierdo ocasión que se me presenta cuando ella esta sentada y yo de pié para intentar ver por el escote un poco de su magnifico canelillo o alguna parte de su sujetador. Realmente me pongo a mil con estas pequeñas tonterías morbosas.
Un día de este verano que no había mucha gente trabajando en la oficina, dado a las vacaciones, coincidimos con Gisela que los dos teníamos que ir al archivo a buscar unos papeles. El archivo de la oficina se encuentra en unos trasteros que hay en la parte baja del edificio. Cojimos el ascensor y bajamos hasta el sotano donde teniamos que ir a buscar cada uno su documentación. Cuando estabamos buscando nos rozamos un par de veces debido a las pequeñas dimensiones trastero, finalmente los dos encontramos lo que habiamos ido a buscar y en ese momento Gisela empezo a hablar como hacíamos muchas otras veces en la oficna, hablaba de cosas rutinarias: que si su casa, que si el futbol de su hijo o los examenes de selectividad de su hija. Este dia Gisela llevaba una falda por encima de las rodillas que le marcaba un fenomenal culo y una blusa blanca sin mangas ajustada al cuerpo que destacaban aun más sus grandes y deseadas tetas. Mientras hablaba se dió cuenta que se habia ensuciado la blusa del polvo acumulado en la viejas estanterías, cosa que me comento mientras me enseñaba un ruedo de suciedad que se había formado justo en la parte más sobresaliente de su anatomía. Me acerque un poco como para cerciorarme de lo que ella me decía, pero en realidad sólo queria ver mas de cerca aquellas redondeces que me volvian loco. Me encontraba en un viejo y sucio tratero lleno de papeles con una mujer de 37 años y con un alto grado de excitación, pero jamás pense que podria pasar de ser una simple fantasia.
Sin darme cuenta baje la cabeza para percatarme de lo sucia que habia quedado su blusa justo en el momento que ella levanto la cabeza, nuestra miradas se cruzaron y nuestros labios quedaron muy cerca, casi sin darnos cuenta empezamos a besarnos, al principio de manera suave para dejar paso a un beso apasionado. Nuestras lenguas jugueteaban y se entrelazaban a un ritmo frenético. Una de mis manos recorrio su cuerpo desde la cadera hasta uno de sus pechos donde se detubo un instante como para recordarme que mi fantasia de acariciar sus senos se habia hecho realidad, empecé a monosearlo suave i lentamente, sintiendo que un gozo increible invadia mi cuerpo. La mano que tenia libre se poso en su culo, masajeandolo primero por encima de la falda y rápidamente por encima de sus braguitas. En este momento estaba excitadísimo y por las dimensiones que habia tomado mi pene Gisela seguro que lo notaba dada la proximidad de nuestros cuerpos, ella dejo de besarme, me miro con una pícara sonrisa y su mano se desplazó hasta el bulto que se habia formado en mis pantalones, tocandolo suavemente pero de forma que dejaba ver al experiencia adquirida por la edad. Momento que aproveché para deslizar mis manos debajo de su blusa y poder constatar lo que hasta el momento sólo habia imaginado: unos sujetadores suaves al tacto recogían dos enormes frutos de carne coronados por dos erectos pezones que seguian creciendo al tacto de mis caricias. Estube largo rato amasando, acarciando y estrujando sus voluminosas tetas, cosa que parecía agradarle a mi compañera a juzgar por la expresión satisfecha de su cara y algún tímido suspiro que dejaba salir de su boca.
No puedo deciros cuanto rato estubimos metiendonos mano y jugando con nuetros cuerpos, hasta que de pronto el ruido producido por la cremallera de mis pantalones anunciaba que el encuentro pasaba a un nivel del que difícilmente nos echaríamos atras. Le obligué a levantar los brazos para quitarle la blusa, con una habilidad que me sorprendió a mi mismo desabroché su sujetador, acaricié sus hombros al momento que apartaba las tiras del mismo y dejaba toda la belleza de sus excitados pechos expuesta a la tenue luz que iluminaba el recinto, la vista era maravillosa. Cuando tubo las manos libres no lo dudo ni un momento y acabo de desaborcharme los pantalones metiendo una mano dentro de mis calzoncillos entrando en contacto con mi polla, a la que liberó al instante. Su mano empezó un movimiento constante de vaiven produciendome una sensación de placer incontrolable, sin ella dejar de pajearme lentamente volvimos a unir nuestro lavios en un más, si cabe, apasionado beso. En cuanto pude baje mi cabeza a la altura de sus tetas y empecé a chuparselas, pasando mi lengua y succionando sus pezones mientras mis dedos se habian desplazado hasta su entrepierna apartando su braguita y acariciando su sexo que ya se encontraba empapado por sus jugos, primero introducí uno de los juguetones dedos en el interior de su coño, un coño chorreante y caliente que no ofrecia ningún obstáculo a ser penetrado primero por un dedo y luego permitiendome que fueran dos los que le dieran placer. Gisela se encontraba en un punto de gran excitación si juzgaba por que sus suspiros habian dejado paso a unos gemidos cada vez más sonoros que coincidian con las prenetraciones que le realizaba con mi mano, su cuerpo se arqueaba ligeramente hacia atrás pero su mano no dejaba de ofrecer un rítmico movimiento a mi pene. Cada vez su respiración era más agitada y el movimiento de mi mano era más fuerte y rápido lo que la llevo inevitablemente a su primer orgasmo, sus gemidos y suspiros cesaron bruscamente y todo su cuerpo se convulsionó dejando paso a una acelerada respiración.
Después de reacionar Gisela empezo a besarme el cuello y el tórax poniendo atención a mis dos pezones y lentamente desplazando su lengua y labios hacia mi vientre hasta llegar frente a mi erguida polla. Su mirada se levantó un momento, supongo, para poder ver la cara de un joven en alto estado de excitación producida por la morbosidad del momento. Su lengua recorrió toda la longitut de mi miembro hasta poder besar la punta del mismo, acto seguido mi pene desapareció dentro de su boca. Era algo increible aquella mujer que tanto me habia excitado en mis fantasías se encontraba arrodillada ante mi y proporcionandome una experimentada mamada. Su mano se aferraba duramente en la base de mi pene y su cabeza no paraba de moverse hacia delante y hacia atrás. Succionaba, chupaba y de vez en cuando se sacaba la polla de la boca para masturbarme corta pero frenéticamente con la mano, se frenaba y volvia a engullir golosamente mi miembro. Ya no podia aguantar más, mi orgasmo era inminente, como pude, entre jadeos se lo hice saber e intente retirar mi polla de su boca, pero ella la apretó firmemente y dió a su cabeza un ritmo endiablado que me llevaron a uno de los orgasmos más increibles de mi vida, me vacié totalmente dentro de su boca. Ella se incorporó y se limpió restos de semen que tenia en sus lavios y barbilla se acerco a mi oreja y empezo a chupar y morderme el lobulo de manera cariñosa pero que delataba la excitación que le habia producido la mamada y mi posterior orgasmo. Mientrás nuestros cuerpos seguian pegados me susurró al oido: “me gustas mucho”.
La aparté de mi, le quité la falda y la apoyé en una pequeña estanteria, la besé y no pude evitar volver a tocarle los pechos, llevé mis manos hasta sus cadera y lentamente baje sus humedas braguitas, frente a mi podia ver su oscuro y poblado sexo, separé sus pierna con su total aprovación. Acto seguido hundí mi cabeza entre sus piernas y pasé la lengua por el interior de sus muslos varias veces antes de dedicarme a su rajita, al principio pasaba la lengua despacio recorriendo todo su sexo y me apartaba un poco, repitiendo la operación inumerables veces después de cada una de ellas mi compañera producia un aogado gemido. Luego comencé a darle lamidas mas largas y mi lengua se desplazaba hasta el interior de su cueva. Me di cuenta que ella misma con sus manos se daba placer en los senos y con sus dedos tiraba y sobaba sus pezones, empecé a comprobar que volvia a excitarme mientras volví a introducir uno de mis dedos en su coño y mi lengua se dedicaba exclusivamente a su clítoris. Ella me suplicaba cada vez más insistentemente que no parara de comerle el coño y cada vez su voz se hacia menos audible entre sus jadeos hasta que se convirtieron en fuertes gemidos momento en que con sus manos apretó mi cabeza entre sus piernas y llegó de nuevo al orgasmo.
Yo me encontraba otra vez preparado y con mi miembro endurecido por haberla llevado de otra vez al orgasmo. Ella se percató de la situación y me imagino que no estaba dispuesta a desperdiciarla, se giró, se apoyó contra la estanteria y de su boca sólo salió una simple palabra: “fóllame”. Separó un poco sus piernas y dejó el camino libre para que yo pudiera poseerla. Me acerqué e introduje mi pene en su sexo, inmediatamente comence a moverme en su interior, mis manos cogieron sus tetas que iban y venian libremente al ritmo que mis embestidas perforan la gruta de mi amante. Durante largo rato estubimos follando, nuestros cuerpos sudorosos daban a entender la mezcla de ejercicio, excitación y calentura que habia en aquellos momentos en el reducido espacio en que nos encontrabamos. Creo que Gisela se vino otra vez mientras haciamos el amor, cosa que me produjo una tremenda excitación que me llevó al borde del orgasmo, ella lo vió y me rogó que no me corriera en su interior debido a que no tomaba ningún anti-conceptivo. Saqué la polla y le pedí que me hiciera una cubana ya que deseaba correrme entre sus tetas, que habian sido siempre el detonante de mi deseo por ella. Gisela se incorporó, volvió a girarse y mientra se apoyaba de nuevo en la estanteria acomodo mi pene entre sus senos, casi desapareció por completo entre su abundante delantera, sólo sobresalia la punta por encima de las rosadas montañas de carne que ella apretaba y que empezó a mover a gran velocidad. Acompañaba el movimiento de sus senos de pasadas de lengua sobre mi capullo cada vez que bajaban y mi polla salia como si tratara de respirar. Las sensaciones que yo sentia cada vez eran más fuertes y menos controlables hasta llegar al momento que mis piernas empezaron a flaquear y potentes chorros de esperma salian disparados hacia la cara de mi compañera, antes de poder reaccionar del poderoso orgasmo Gisela cogió mi polla y la llevo a su boca donde la chupo hasta que esta perdio toda su dureza.
Nos quedamos un rato abrazados sintiendo el calor de nuestros cuerpos, luego nos vestimos y nos arreglamos todo lo possible, cogiendo los papeles subimos otra vez en el ascensor que fue testigo de nuestro silencio hasta la oficina donde cada uno continuó con su trabajo como si nada hubiera ocurrido, como si todo hubiese sido un sueño, sólo delatado por las miradas de deseo que cruzamos desde entonces.

Compañera de trabajo

2 comentarios - Compañera de trabajo

Ohuchi
Excelente historia.
robby13
Excelente!! De los mejores !!