Madre puta (08)

Esto paso hace un tiempo, yo había salido a la tarde al club y cuando regresaba a mi casa ya eran como las 20.00 hs pasadas y como estamos en invierno a esa hora ya es de noche, estaba llegando a la esquina cuando vi que en un auto estacionado casi en la puerta del edificio donde vivo, estaba sentada mi madre al lado de un señor que nunca había visto y que ni siquiera sabía quien era.
Ella se mostraba muy contenta y simpática para con él, se notaba que lo conocía, como todo esto me traía mala espina, aprovechando sin que ellos me vieran, me metí en la entrada del shopping que está en la esquina de mi cuadra, y haciendo como si mirara vidrieras observaba todo lo que pasaba con mi madre y ese tipo.
Por los ademanes del tipo sabía que estaba haciendo algo con sus manos sobre mi madre, ella lo miraba fijamente a los ojos y le pego un chupón que parecía que le iba a arrancar la lengua con su boca, se besaban descomunalmente, el le apretaba las tetarras con sus manos, le levantó el pullover y se las comenzó a chupar y lenguetear, ella lo apartó, no se que le dijo, me supongo que le habrá dicho que se calmase, que estaban en la puerta de su casa y que alguien los podría ver, él creo que no le entendió o no le importó, porque con una mano le agarro la nuca y la bajo hasta su entrepiernas.
Yo a ésta altura tenía una erección de puta madre (nunca antes mejor usada ésta frase), y no me quería perder el espectáculo. Aprovechando que ella estaba agachada chupandole la verga, tome valor, salí del shopping y caminé hasta la otra esquina pasando al lado del auto y pude observar claramente a mi madre de espalda a mí, agarrandole la pija al tipo que tenía una cara de felicidad que volava.
Entré en nuestro edificio, y me oculté en el palier, cerca de las escaleras, en una parte que me dejaba verlos. Mientrás miraba la cara de boludo que ponía el tipo graciás a la boca de mi madre, comense a hacerme una paja, pare cuando vi que mi mamá se incorporaba y que con un pañuelo se limpiaba la boca, supongo que se limpiaba la guasca del tipo.
Cuando ví que bajaban del auto, supuse que subirían hasta nuestro departamento, por tal motivo y para no ser visto subí por las escaleras hasta el primer piso y esperé más o menos 30 minutos, para darles tiempo a que llegaran a casa y empezaran a garchar.
Llegué a la puerta de mi casa y la abrí con mucho sigilo, una vez adentro sentía gemidos que provenian de la habitación de mi madre, escondí mi bolso por ahí, subí las escaleras para llegar a donde están nuestros cuartos, por el pasillo me acerqué hasta su habitación y aprovechando la obscuridad que me permitía no ser visto, abrí un poco más la puerta del cuarto de mi madre para poder ver con más comodidad y pude ver a ella en cuatro patas sobre la cama y el tipo chupandole la concha y el culo atrás de ella, al mismo tiempo que se pajeaba, le hundía más y más profundamente la lengua en su culo, le metió tres dedos en la concha jugando con ella, estirandole los labios, mordiendoselos.
Ella no aguantó más, lo acostó a él boca arriba sobre la cama y comenzó a chuparle la pija, sólo se escuchaban gemidos y gritos ahogados, luego ella se sentó con todo su peso sobre su pija, clavandosela toda, dejando solamente a la vista sus huevos, lo cabalgaba freneticamente, él jugaba con sus tetas y pezones.
Cambiaron de lado, ella se acostó de espaldas en la cama, y él poniendo una pierna de mi madre sobre su hombro la serruchaba salvajemente como si nunca hubiera cogido.
No aguanté más y acabé manchando todo y manchandome yo también, de la tremenda paja que me hice, como no podía dejar toda la guasca allí, tube que limpiarla. Cuando terminé de limpiar, continué viendo como fifaban en la pisición del misionero, en un momento él se aparto de ella, la acomodó, y empezarón un 69, era una locura ver como esa pija entraba en esa garganta violentamente como si fuera una concha, y ella lo soportaba, ese entrenamiento con la garganta no se consigue siendo una ama de casa ¿No?
El gritó fuertemente y ví como le rebalzaba el semen de la boca de mi madre, una guarrada total, que me dejó a mil.
Siguieron besandose, y yo pajeandome, hasta que al fulano se le volvió a parar (¿y a quién no?, con una putona como ella), ella le dijo haceme el culo, él le contestó que desde que la conoció había fantaseado con ese orto, acto seguido ellos se pusieron en posición, el le lubricó con su saliva el culo de ella, se escupió la berga, y se la acercó al agujero del culo, tiro su cuerpo para adelante apoyando su pecho en la espalda de mi madre, y se la metió de un saque, ella reculaba el culo para atrás, y él le daba sin asco, diciendole, ¡así puta!, yegua de mierda te estoy desfondando, te voy a sacar toda tu mierda por la boca. A ella era como que la estimulaba más todo eso de las groserias, porque sacaba más el culo hacia fuera, meneandolo en circulos, como una putona, como la verdadera putona que és.
En un momento dado, el se desplomó sobre ella, y continuó culeandola más fuerte, hasta que le inundó el culo de guasca.
Aproveche para bajar las escaleras e irme sin hacer ruido, cuando salí de casa, me acomodé en un descanso de la escalera y en plena obscuridad me sacudí la garcha como un loco recordando todo lo que había visto, acabando varias veces y dejando un reguero impresionante en el suelo, no me importo un carajo.
Despúes de un rato, volví a subir a mi departamento, y toqué el timbre con la escusa de no saber donde metí las llaves, me abrió la puerta mi mamá, que estaba con una bata de seda y un camisón largo de tiritas en los hombros debajo del mismo, con unas sandalias que dejaban ver sus deditos con las uñas pintadas de rojo (a pesar de las pajas que me había hecho se me volvió a parar la pija), cuando ingresé me encontré con el tipo sentado sobre el sofá, ya vestido, tomando una tasa de té, le hice un gesto a mi madre preguntando quién era, y ella me acercó tomándome de la mano hacia él para presentarnos, ahí me enteré que el tipo era el padre de uno de los alumnos de mi madre, y que había venido a casa para hablar sobre la mala conducta de su hijo en clase.
Ante tal explicación no pude contenerme (creo que por celos) y le pregunté porque no se lo preguntaba a mi madre en la escuela, ya que ese es su ámbito de trabajo, a lo que respondió medio pálido, que sus ocupaciones laborales no le permitian asistir a la escuela en los horarios de clase.
Volví a preguntar de mal genio: ¿Si usted no puede ir, porque no manda a su mujer?, pero la putona de mi madre lo salvo. Diciendome que ella lo había mandado a llamar, que ya había hablado con su mujer y que quería ahora hablar con él.
No me quedó otra que haceptar la explicación, bajar la cabeza e irme a bañar, pero en lugar de eso, fingí que me estaba bañando, para observar como se despedian abrazandose y dandose un beso de lengua tremendo, mientrás él le sobaba el culo y las tetas.

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