Sexo con mi tía y mis primos (Parte 2)

Hola a todos y todas, soy Sandra, la zángana, ya muchos me conocen, tengo 35 años de edad, casada, sin hijos, cabello largo y lacio, 1,60 metros de estatura, 57 kilogramos de peso, unas téticas medianas y unas nalgas, redondita y bien torneadas, que no pasan desapercibidas a las miradas de los hombres y de muchas mujeres.
Esta historia es continuación de los hechos acaecidos, en la semana que atendía la visita de mi tía Andreina de sus hijos Fredy y Jhon, mis primos, para quienes no leyeron la historia, les recordaré que mi primo Fredy me cogió en la cocina, luego se confabuló con mi primo Jhon para que él también me hiciera gozar en la cama donde dormía mi tía, para cumplir un fetiche.
Ese sábado, decidimos ir a piscina, a un sitio de recreación llamado “lomas del viento” cercano a Bucaramanga, allí hay una piscina de olas que es su principal atractivo, nos embarcamos con mi esposo, mi tía y mis primos, estábamos disfrutando de lo más rico, a mi esposo le dio por revisar los mensajes de su celular, encontrando que estaba siendo requerido en la empresa para atender una situación urgente, que tardaría unas do horas a lo sumo, así que dijo no poder volver a piscina, entonces le dije, hagamos un asado para ellos, cosa que le llegó a su corazón, le encanta hacer ese tipo de reuniones.
Mi tía escuchó el nuevo plan de la tarde, decidió entonces aportar para no sentirse mal, pidió que le compraran ron con coca cola para ella tomar, que a los primos les encantaba el aguardiente, a mi esposo le encanta la cerveza, aunque es poco bebedor y se emborracha fácil, además siempre hay un buen trago de whisky en casa.
Nos quedamos “solos” en la piscina, es decir sin la supervisión de mi esposo, nos metimos a la piscina de olas, la cual iniciaba su primer encendido de motores para licuar el agua, decidimos quedarnos en la parte más honda que pudimos, agarrados de las manos, mi tía y yo, quedamos en medio de mis dos primos,
Cuando de repente una sacudida fuerte nos levantó y arrastró con fuerza a todos, no sé cómo me agarré de la pantaloneta de baño de mi tía, la cual le quedó enredada en sus rodillas, de su brasier se le salieron sus tetas, que recuerdo son talla 36 mucho más grandes que las mías, mi brasier me quedó enredado en mi cuello, como el agua se seguía moviendo con fuerza, no fue fácil volver a poner la ropa en su sitio, entre groserías, risas, pena y burlas por lo acaecido, mi tía decidió salirse de esa piscina, no quería más accidentes como ese.
Nos dirigimos a la piscina de agua quieta, nos ubicamos en la parte más honda, allí se hace poca gente y es más cómodo estar allí, además que soy buena nadadora, empezamos a burlarnos de ese momento en la otra piscina, yo me reía como una boba, mi tía entonces me dijo, usted no se burle de a mucho, que sus tetas le quedaron volando, pero a mí sí me dejaron fue empelota, Fredy dijo, pero de qué se avergüenzan, ustedes tienen unas tetas muy hermosas, yo quisiera poder volverlas a ver, me daría mucho gusto, espero que se animen nuevamente.
Hágase el pendejo le dijo mi tía, algo molesta, le dije tía no tiene nada de malo, ya ellos se las chuparon, así que las conocen, eso sí, pero ya están crecidos, yo no le veo nada de malo, ayudando al fetiche de mis primos, que como recordarán, mi tía ve con ellos película porno, y ¿por qué no se las muestra usted, mijita? Me dijo ella, es que ellos quieren ver las suyas, yo puedo mostrar las mías otra vez y no pasa nada, en ese momento Jhon metió la cucharada y dijo, prima, debería mostrarnos lo que hay debajo de esa tanga, ya vimos a mi mamá arriba y abajo, tú faltas abajo, mi tía dijo, eso, hágale si es tan macha, muestre esa cosa, le dije, pero si promete que usted vuelve a mostrar también,
Vaciló por un momento, dijo, estos hp, están es arrechos, calenturientos, pero les voy a dar gusto, hágale sobrina, miremos que hay allí abajo, sin vacilar y aprovechando que mis primos querían ver más a su mamá, levanté una pierna sobre el piso, apuntando mi entrepierna hacia donde estaban ellos sentados, con una mano me corrí ese pedacito de tela, lo más que pude y les dejé ver mis labios, bien depilados, bien limpiecitos como de costumbre, como me enseñó mi tío Federico.
Está bonita esa chocha, dijo mi tía a secas, volví a acomodar mi traje, bueno tía, su turno, cumpla su promesa, ella vaciló un poco, miraba nuestros rostros, miraba a los alrededores para ver qué tanta gente había en ese momento, de repente de un tirón, hizo el mismo movimiento que hice yo, corrió esa tela y la volvió a acomodar en su sitio, así no vale, replicaron mis primos, eso es trampa, le dije yo, ya ella más confiada, volvió a correr la tela de la entrepierna y dijo pues ahí está, miren lo que quieran,
Pude apreciar una vagina cubierta de vellos cortos, bien cuidados, se le notaba la raya de la raja de manera perfecta, ya está, ¿contentos? Ahora sí no me jodan más, se tiró al agua y nosotros hicimos lo mismo, disfrutamos de ese sitio, otro lapso de tiempo, mis primos y yo nos mirábamos como cómplices, sin decir nada,
Llegamos a casa en taxi, mi esposo ya tenía el carbón encendido, comenzó a poner la carne, los chorizos y todo lo que había llevado para ese asado, destapamos cerveza, nos juagamos y no vestimos, mi tía se colocó un jean, blusa y sandalias bajitas, mis primos pantaloneta y camisilla, yo me coloqué una minifalda de jean, zapatillas de plataforma alta, esas me encantan, me ayudan a disimular mi estatura, mi esposo vestía un jean y camiseta, disfrutamos la tarde entera, riendo y burlándonos de la revolcada del agua en la piscina de olas.
Cuando empezó a oscurecer, mi tía dijo ahora sí aguanta un traguito, igual usted no trabaja mañana, dirigiéndose a mi marido, así que podemos emborracharnos y mañana no tenemos problemas, vamos para la sala dijo mi esposo, así no molestamos a los vecinos, accedimos todos.
Nos acomodamos en círculo para tener una vista de todos al tiempo, yo al lado de mi esposo, mi tía enfrente mío y mis primos a cada lado de ella, con mi minifalda, con los tragos ya encima, mis piernas se iban descuidando a cada momento, mostrando mis calzones blancos, mi color favorito, mi tía señalaba con sus labios, como queriendo decirme, cierre esas piernas, yo me hacía la desentendida, a pesar de que entendía plenamente lo que estaba pasando, mi primo se recostaban sobre los hombros de ellas, más para mirar mis pantys, que por demostrar cariño hacia mi tía, la música vallenata sonaba a un tono suave, alternada con rancheras mexicanas y ranchera de moda, las cuales por momentos coreábamos todos,
Mis primos nos sacaron a bailar a mi tía y mí, nos alternábamos de parejos con ella, de vez en cuando mi esposo se animaba a bailar conmigo y a veces con mi tía, todos encantados de ese momento de integración familiar, se notaba que cada vez el trago iba cumpliendo con su deber.
Mi primo Jhon, el menor de los dos me, dijo, estoy arrecho, quiero culear, no jodás, ayer me cogiste en la cama de mi tía, o ya se te olvidó, no me he olvidado de eso, ni me podré olvidar jamás, pero ver a mi mamá, me puso a mil, pensé por un momento, le dije, denle trago a mi marido, que ese se duerme fácil, ya veremos qué sale, les ayudo también con mi tía, ¿en serio? Vale para esa, me dijo Jhon, secreteó a Fredy en su oído, no sé qué o cómo le diría, pero el hecho es que se turnaban para hacer brindis, que presionaban a mi esposo a beber trago.
En un momento mi esposo e levantó, se tambaleaba sin control, voy al baño dijo, ven te acompaño, le dije, yo puedo solo, respondió, me levanté y lo tomé del brazo, entramos al baño y no sabía ni dónde hacer su necesidad, quería hacerlo en el lavamanos, al fin lo hizo ahí, con un poco de ayuda mía, cuando regresamos a la sala, ya le habían llenado nuevamente el vaso, lo animaron para que bebiera, esto sabe a raro, dijo mi esposo, debe ser que se está pasando, o ¿qué hicieron en el baño ustedes? Se tomó uno o do sorbos y se volvió a acomodar en la silla, al momento, se ladeó y por poco pierde el equilibrio, ni cuenta se dio de eso.
Mis primos lo agarraron de los brazos y lo ayudaron a subir a nuestra cama, le quité el jean y le puse una pantaloneta para que descansara, estaba totalmente fundido, mi primo Fredy hizo el comentario, ¿todo eso tan chiquito te comes primita? Cállese, respete, lo emborracharon y ahora se burlan, es por molestar, primita, tranquila.
Volvimos a la sala, cambiamos nuevamente de tema a lo acaecido en la piscina, mi tía dijo, pero sí les cayó en gracia eso, ¿verdad? Claro que sí, fue lo mejor que hemos visto en el paseo, dijeron los primos, sigamos bailando, porque la prima nos tiene mal mostrando piernas y un poco más allá, entonces esperen me cambio, para estar más tranquilos, ni se te ocurra eso primita, ojalá pudiéramos ver más, solté una risotada jajaja, mi tía dijo, pero si ya la vieron en la piscina, dejen de ser calenturientos, comenzamos a bailar más suave, bebiendo un trago a cada rato.
Sería eso de la una de la mañana, cuando se me salió decir, pero nosotras mostramos todo en la piscina y ustedes no nos dejaron ver nada, están en deuda con nosotras, tramposos, mi tía dijo, sí, es verdad, no hemos dado nada de comer a nuestros ojos, ¿qué quieren que hagamos entonces? Dijeron ellos, pues que nos dejen ver algo a mi sobrina y a mí, así quedamos empatados, mi sobrina quiere ver eso nuevamente, le dije, cómo así tía, dio, hágase la boba, ¿ayer no se los comió a los dos?, ¿me creen tonta? Yo los pillé, sentí que se me abría el mundo bajo mis pies, me dijo mi tía, tranquila, yo hubiera hecho lo mismo.
Eso me tranquilizó un poco, pero bueno, nuestra paga, dijo mi tía, ¿qué quieren que hagamos? Preguntaron ellos, pues quítense las pantalonetas y se dejan así, les dije yo, bailamos una canción y se vuelven a vestir, uy eso está pesado, pero hagámoslo dijo mi tía, me sorprendía ver esa actitud en ella, aunque sabía lo de ver porno con ello, no sabía qué más pasaba por su cabeza, mis primos se bajaron sus pantalonetas, con calzoncillos y todos, o ¿cuál es la gracia? Ellos se miraron y se quitaron todo, quedaron al descubierto, dos vergas hermosas, con una erección leve, uy, con razón las viejas corren a la pata de ustedes, dio mi tía, son muy afortunados, dije yo.
Bailamos así, Fredy bailó conmigo, me decía al oído, primita, qué tremenda eres, mira como nos tienes, bailando así, pero mi tía está encantada, le respondí, dígale que se quite alguna prenda, para igualar, qué buena idea, me respondió.
Mamá y prima, ya nos tienen así, también deberían quitarse alguna prenda, para sentirnos más cómodos, de todas maneras, estamos achantados, así, paremos castigados, miré a mi tía y le hice señas, pues tocará dijo ella, ya qué más da, se quitó su blusa y se dejó en brasier, insistieron o mejor insistimos, hasta que lo quitó también, por qué no vamos a la pieza de servicio para estar más tranquilos, buena idea, vamos.
La música sonaba un poco lejos, así que casino nos fijábamos en eso, Fredy me abrazó y dijo prima, esto es lo más loco que he hecho en mi vida, estoy con una mezcla de sensaciones, ya, le dije, ahora mata el tigre y ¿se asusta con la piel?, fue y abrazó a mi tía, qué lindas tetas tienes mamá, ¿puedo darles un beso? No hubo respuesta, Fredy se agachó y mesó varias veces las dos tetas de mi tía, Jhon hizo lo propio, fue a besar esas tetas también, hubo un silencio profundo,
Mi tía bajó sus manos y agarró la verga de mis primos, una en cada mano, y ustedes qué hacen con eso tan hermoso, ¿todo para la prima o qué? Me acerqué y les saqué la camiseta a mis primos, quedaron totalmente desnudos, en ese momento ya acariciaban las tetas de mi tía, ella sobaba sus vergas, yo estaba como espectadora, sin saber qué hacer, ni qué decir, a veces me quería escapar, pero había algo que me detenía, venga mija, me gritó mi tía, ayúdeme con uno de estos vergones, yo sola no soy capaz o me matan entre los dos.
Jhon se acercó a mí y me ayudó a desvestir totalmente, Fredy ayudó a su mamá a quitarse ese jean, quedamos todos totalmente desnudos, bajemos el colchón al piso, así estamos más cómodos les dije, buena idea, dijeron ellos, Fredy empezó a besarse con mi tía y Jhon hacía lo propio conmigo, agarraba mis téticas, las sobaba, las apretaba y acariciaba, a veces bajaba su mano a mi entrepierna, metiendo sus dedos en mi rajita, primita, eres una delicia, me encantas,
Mi tía se había agachado y mamaba esa verga a Fredy, quien le acariciaba su cabeza y cabellera, apenas se le escuchaba un sonido como gr, gr, cuando se le iba muy profundo en su garganta esa vergota de su hijo, empujé a Jhon para que participara de esa fiesta, en fin de cuentas ese era s fetiche, su sueño, su fantasía, se acomodó al lado de Fredy y ella sin hacerse del rogar, disfrutaba alternando esas dos vergas de sus hijos, una mano agarraba a cada uno de ellos, yo me ubiqué detrás de mi tía, para besarme con mis primos, ellos se adueñaron de mis téticas, mientras su mamá trabajaba en una mamada de lo más rico y profundo, un sueño se nos está haciendo realidad, decían ellos.
Me paro o si no aquí me quedo toda la noche, estas vergas están de ataque, se pegó a la boca de ellos, parecía como si nunca los hubiera visto, o no sé cómo, estaba ansiosa, devoradora, como afanada, ahora quiero que me la metan, Jhon va primero dijo ella, se tendió y mi primo se le acomodó encima, cuando todos pensábamos que la iba a penetrar de una, comenzó a besar su cuello, bajó a sus tetas, siguió en reversa por su ombligo y se detuvo en su entrepierna, comenzó a propinarle una lamida a esa vagina, mi tía se retorcía de placer, qué cosa tan rica, Jhon parecía querer volver a meterse por donde había salido, decía ella, Fredy se le acomodó encima, le ofreció su verga, que ella recibió en su boca, apoyándose con sus manos.
Mi tía recogía sus piernas y levantaba su cintura, en señales de estar gozando cual perra en celo, mis primos estaban en su salsa, disfrutando de su sueño cumplido, ayúdeme con uno o son capaces de matarme, gritó mi tía, Jhon se acomodó y se la enterró de una, un grito suave salió de la boca de mi tía, ay que rico, Jhon empezó a meter y sacar ese trozo de carme, mi tía gemía y se mordía los labios, Fredy me dobló sobre el colchón y me penetró sin compasión,
Como si se hubieran puesto de acuerdo, nos hicieron poner en cuatro, frente a frente con mi tía, ellos cambiaron de hembra y se acomodaron detrás de nuestras nalgas, acomodando, metiendo y sacando sus vergas, mi tía me dijo en ese momento, somos unas putas muy putas, mira en lo que hemos caído, es verdad le dije yo, pero tía ¿estás gozando? Claro que sí, como nunca mija, entonces disfrutemos este momento sin remordimientos, mañana nos confesamos si es necesario.
¿Por qué no se besan la concha entre ustedes? Dijo Fredy, yo nunca he probado una chocha, cochino, dijo mi tía, yo tampoco, le respondí, y ¿si probamos? Ya no tenemos nada que perder, pues es verdad, ella se acomodó en el colchón boca arriba, me acomodé encima suyo al estilo 69, de una bajé y comencé a lamer esa vagina llena de jugos de ella y de mis primos, ella se pegó a mis labios vaginales, lamiendo como con asco o prevención, luego ya fue empezando a disfrutar, en poco tiempo parecía una profesional lesbiana, esto está bueno, yo no había probado, decía mi tía,
Mis primos se acomodaron, Fredy acomodó su verga dentro de mi rajita, Jhon atacando a mi tía, su propia madre, yo podía ver cómo esa vergota entraba y salía, cómo sus labios acariciaban al salir, sus pliegues parecía querer detener ese miembro, seguramente mi tía estaba viendo lo mismo, aunque también estaba chupando de vez en cuando,
Fredy se acomodó en piso del colchón boca arriba, mi tía se le acomodó encima, se enterró de una esa vergota dentro de su humanidad, comenzó a galopar, feliz de la vida, Jhon se le acomodó por detrás y le tocó en la puerta del culo, ella dijo, no, por ahí no, hace años que no como por ahí, tranquila mamá que lo hacemos con cuidado, ella no dijo nada y estuvo a la expectativa, hasta que fue entrando esa verga en su culo, cerraba los ojos y apretaba los labios, conteniendo el dolor que le producía, cuando empezó el mete y saca de Jhon, ella se fue relajando, yo me acomodé sobre la cara de Fredy, ofreciendo mi raja, para que besara, chupara y lamiera a su antojo, quedé frente a frente, abrazada a mi tía, un beso llegó en ese momento, sin pensar, sin programar, sin saber cómo ocurrió, nuestros brazos servían de apoyo para las dos,
Los dos machos invirtieron sus posiciones, el turno de encular le tocó a Fredy y de mamar mi rajita a Jhon, así pasamos un rato, cuando se fueron a venir, primero lo hizo Fredy, me vengo, me vengo, dijo, espere que yo quiero ver, Fredy se le acercó a su cara, ella quedó quieta, sentada en la verga de Jhon, Fredy se empezó a pajear en la cara de mi tía, de repente un chorro de leche salió disparada, le cayó en los ojos, nariz, boca, ella soltó la risa de placer, agarró esa verga y se la llevó a la boca, chupando con desespero, hasta que Fredy se incorporó totalmente,
Llegó en turno de Jhon, hizo acostar boca arriba a mi tía y comenzó un misionero con rapidez, su boca se pegó a una de las tetas de mi tía quedó ahí en una mordida, mientras su cintura empujaba esa verga dentro de la vagina de mi tía, se soltó, gateó hasta la cara de mi tía, se la acomodó en la boca, soltando ese chorro de semen, mi tía empezó a toser, se lo había tragado, ahogándose momentáneamente, se recuperó y empezó a mamar ávidamente, levantaba su cabeza y se enterraba ese miembro hasta el fondo, se quedaba ahí por un momento y volvía a sacarlo para respirar profundamente,
Ay qué hp culeada me pegué, gracias mis hijos, les tenía ganas desde hace rato, pero me daba pena, miedo o porque creía que era pecado y me iba a los infiernos, gracias a usted mijita, por levantarme ese ánimo y subir mi calentura, ya estaba que me masturbaba delante de ellos si me lo hubieran pedido, había sido capaz de lo que fuera.
Nos dimos un abrazo grupal, ya era cerca de las cuatro de la mañana, nos arreglamos un poco y nos fuimos a dormir, me duché y me acomodé al lado de mi esposo que sudaba como si estuviera trabajando, me desperté a eso de las once de la mañana, mi esposo se había levantado a vomitar y volvía a acomodarse en la cama, ¿hasta qué horas estuvieron tomando? Me preguntó mi esposo, apenas te subimos y te acomodé en la cama, se acabó eso, a ellos les dio pena, tan bobos, hubieran seguido bailando otro rato.
Me levanté a preparar café, oh, sorpresa, mi tía no estaba en su cama, había amanecido en medio de sus dos queridos hijos, ese día alistaron maletas, salieron nuevamente para Bogotá en horas de la noche, no sin antes agradecer de la mejor manera por nuestra hospitalidad.
No debo imaginar que mi tía, no volverá a dormir sola en su casa, o que por lo menos recibirá verga de esos dos sementales jóvenes y dispuestos a complacerla en la cama, por mi esposo sigo pensando en cómo hacerlo infiel, para que participe en alguna fiesta, o por lo menos no pueda decir nada en caso de conocer una infidelidad mía.
Hasta aquí un bello recuerdo de mi vida, otra parte de mi vida real, se me escapan algunos detalles, pero espero que el lector sepa suplir esos vacíos, no soy una escritora, jamás lo había hecho, soy Sandra, la zángana, espero sus comentarios y valoraciones de mis recuerdos, un abrazo a todos.

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