Me comí una zanahoria negra

Que tal les voy a relatar lo que me paso en las fiestas navideñas. Mi esposo German es dueño de una pequeña empresa donde hacen impresiones, diseños de libros y revistas, periódicos de baja y mediana calidad, nos va bien, bueno a él le va bien. Él es más grande que yo tiene 53 años y yo tengo 38, tenemos una vida normal pero lamentablemente en el sexo no somos muy activos, yo tengo muchas ganas pero muy rara vez lo tenemos, a veces cuando él se toma la pastilla podemos hacerlo pero ya saben no es lo mismo. Yo me cuido y como bien a veces voy al gym a correr unas dos o tres veces por semana, tengo un cuerpo que aun atrae algunas miradas así que bueno eso nos gusta a las mujeres que nos miren aunque no siempre con morbo. 
Este año mi esposo realizo la comida en un pequeño salón cerca de Av.  Insurgentes, esto es en la ciudad de México por si me leen de otro lado. Él  ya me había contado de un nuevo chico que contrato que se encargaría de la parte de sistemas y me contaba que traía buenas soluciones y había promovido en internet la empresa y si habían captado un par de clientes importantes, cosa que mi marido aprecia, me hablaba maravillas de sus propuestas, me daba curiosidad conocer a este joven pero no más de solo ser una persona. Lo que me daba curiosidad era que mi marido es grande y muy terco así que hacer cosas nuevas no es fácil para él, me sorprendió que decidiera intentar esto nuevo sobre el internet. 
El día de la comida la pasamos bien, estuve organizando algunas cosas, me puse un vestido negro pegado que acentuara mis caderas y un escote discreto quería sentir esas miradas sobre mi cuerpo y ciertamente había muchos jóvenes apuestos y veía  como miraban mis piernas, no me había dado cuenta de que se marcaba el liguero que tenía que pena. Pero en esos momentos decidí ignorarlo a final de cuentas muy pocos lo veían. Yo me sentía divina moviendo mis caderas en este vestido liso y saludando a la gente hasta que me vino a la mente el jovencito así que fui con mi marido y le pregunte pero me dijo que no había llegado aún, me desilusione un poco y seguí con mis quehaceres de anfitriona. Paso un tiempo y me senté en la mesa para poder comer algo cuando mi marido se acerca con un joven de color, delgado, venían platicando y sonriendo mi marido casi no sonríe, debe ser él pensé, el joven es bien parecido tiene porte te presento a Cesar un joven muy talentoso, él solo negó con la cabeza sonriendo


-Mucho gusto señora. 
-Mucho gusto Cesar soy Verónica mi marido me ha hablado mucho de ti, ven siéntate. 
-Bueno yo los dejo tengo que recibir más personas. 
Ambos asentimos y le pedí al mesero que trajera de comer. 
-Dime Cesar que tal te va en la empresa, mi esposo está muy contento con tus aportes. 
-Muy bien señora la verdad es que hemos posicionado la empresa en internet más de lo que ya estaba. 
El joven sonreía pero de una forma amigable como socialmente, tengo que decir que mientras venía con mi marido pude notar en su caminar un bulto entre las piernas que decidí ignorar pues pensé que era solo el pantalón. Aunque me puso algo cachonda. 
-Ya veo que bien eso nos convendría a todos. Le di un trago a mi bebida.
-Si, de hecho Su marido acaba de autorizar dos personas mas al proyecto, le aseguro que esta inversión será muy fructífera. 
-Bueno Cesar suena muy bien espero, perdón pero cuantos años tienes?
-Esas cosas no se preguntan señora, usted cuantos tiene?
-Haha bueno yo tengo los suficientes para poder enseñarte muchas cosas haha.
Me reí de nervios y después me arrepentí de decirle algo atrevido.
-Haha bueno yo tengo 24 señora, seguro si cosas para vivir y no ser esclavo de su marido
Ambos reímos y bebimos de nuestra bebida, después empezamos a charlar sobre la comida y la reunión. 
Sin duda era un joven inteligente pero se guardaba muchas cosas. Lo sacaron a bailar y me se disculpó conmigo vi como estaba con esa chica y la verdad me sentí algo celosa como lo tocaba, le apretaba sus hombros y la mano de esa zorra en tu costado además de que ponía la pierna en medio de las de él eso me molesto y creo que a él un poco pues aunque no sabia bailar no lo hacia tan mal. Cuando terminaron me cruce de piernas y luce mis muslos, era una jugada sucia lo se pero nadie lo notaria, o eso pensaba, él miro y retiro la vista de inmediato.
-Bailas muy bien Cesar.
-No mucho señora, realmente no me gusta, pero ella es la jefa de contabilidad y nos conviene estar bien con ella. 
-Ya veo Cesar, no deberías preocuparte por esas cosas.
En ese momento tomo de su bebida y miro mis muslos a través del vaso eso me éxito, sentía un calor entre mis piernas muy rico.
El mesero se acercó.
-Disculpe señora pero el vino se acabó y necesitamos que vea como destapamos la caja para que vea las botellas nuevas de tequila. 
-Cesar me acompañas?, traeré algunas botellas par que me ayudes. 
-Si claro. 
En eso mi esposo llego de la nada y me puse nerviosa.
-Que tal se la están pasando?
-Muy bien Señor la comida esta deliciosa, iremos por unas botellas para repartirlas en las mesas, esta bien? 
-Claro por favor 
Le dio una palmada en la espalda y a mi me sonrío con ese amor tierno que tiene, 
Me sentí un poco culpable pero la verdad era que mis piernas necesitaban algo de carne.
El mesero abrir la caja y vi las botellas, tome un par y se las pase a Cesar que las coloco en la mesa y depuso le pedí que me acompañara atrás en el almacén por una botella de vino de mi marido. Pasamos a la parte trasera y el bajo la botella de la cava del salón, se subió a una escalera y se estiro ahí puede ver como su pene se marcaba, unos 7 u 8 cm quiso y flácida!!, a mi marido le mide como 12 cm me hizo fantasear de inmediato y cuando bajo empecé a tartamudear. 
-Esta bien señora. 
-Si... Si claro sentí como me ponía muy zorra, me puse muy caliente. 
Pasamos a dejar las botellas a la mesa y después nos sentamos, le pedí disculpas y fui al tocador. Me empecé a tocar debajo del vestido, estaba muy mojada me metí un dedo, dos, tres y empecé a tocar mi clítoris, que rico, mis caderas empezaron a moverse y lame mis dedos, la verdad nunca me había masturbado en un lugar público y me puse muy perra pero me controle y me detuve, debía hacerlo. Me sirvió porque me tranquilice y en el baño me encontré a La señora Gonzales, tiene dos años menos que yo.
-Oye Vero que guapo el jovencito que esta ahí acompañándote.
-Si es muy bien parecido, además algo dotado no crees? (mientras dijo esto se asomó de que no hubiera alguien mas y nos reímos)
-La verdad no me he dado cuenta, me puse roja o eso creo
-Pues deberías fijarte haha, mi hija me ha contado que lo quieren pero que el nada mas no, incluso dicen que podría ser gay. 
-No no lo creo- Dije, aunque si dude un poco. 
-Deberías averiguarlo yo no le diré nada a tu esposo haha
Qué cosas dices Patricia, jamás le haría algo así a mi marido.
Solo era una broma Vero no te pongas así.
-Esta bien nos vemos en un momento.
Salí del baño y fui a platicar los demás para disimular y calmar un poco. Baile una pieza con mi marido y me pregunto por Cesar, le dije que me caía bien que es muy inteligente el respondió que si y siguió bailando, su manos mas suaves me sostengan con fragilidad quiso un poco lento tranquilo. Casi al final me pidió que bailara con Cesar, yo que quería evitarlo y ahora mi propio marido. 
Me acerque y lo saque a bailar, él se rehusó y le dije que mi marido me había enviado con eso cedió. Me sostenía con firmeza y me apretaba, que rico se sentía, así poseída como con un dueño. Bailábamos una salsa muy rico, mucha gente y en una vuelta que me dio sentí su bulto en mis nalgas frotarse, un trozo de carne rico que las hizo moverse, ambos disimulamos y después no pude evitarlo en una vuelta antes de darla mete mi pierna un poco entre las de él y sentí ese cacho negrito algo durito y rico, quería darme la vuelta y subirme el vestido y que me penetrara ahí mismo así con mi vagina mojada. Me separe de él, no se como lo hice, avergonzados los dos bailamos mas tranquilos y nos fuimos a la mesa, dimos un trago largo y me levante a tender a los además. Al poco rato se despidió nos dimos un beso y el me tomo por la cera con una mano me apretó y sonrío discretamente, creo que alucine pero sentí esa mirada de complicidad, se despidió de mi marido con un apretón de manos. 
Esa noche llegue a masturbarme como nunca cuando mi marido se durmió fui al baño y empecé meterme los dedos lapido rico como si me embistiera con ese pedazo de verga negra que tiene me corrí y moje el baño, hace mucho no me venía, pero aun quería más quería meterme otra cosa, baje ansiosa y empecé a buscar algo que sirviera como marturbador no encontraba nada hasta que llegue a la cocina abre el refrigerador y vi una zanahoria con fuego entre mis piernas la tome y la lave rápido como si la masturbara apretándola con ansias y en el suelo , ya no alcance a llegar al sofá me lo empecé a mater de lo mojada que estaba entro fácilmente estaba fría con todo el calor que tenía que rico, me llenaba, era más grande del que usualmente me metía mi marido, me masturbe tan rápido y rico que me corrí rapidísimo ,mis piernas temblaban y en mi mente el pene de ese joven que aún no sabía de qué tamaño era

1 comentario - Me comí una zanahoria negra

emitadelapampa
Muuuy lindo relato... si te atienden mal, me gustaría ayudarte