Mi hermana y yo - parte 4

 A la mañana del domingo, nos levantamos temprano, desayunamos y salimos a hacer algunas compras. Paseamos abrazados como novios. El clima era fresco pero agradable. Volvimos a casa, cocinamos, almorzamos y al rato Leni me dijo que se había indispuesto y se iba a acostar. La dejé descansar toda la tarde y a la noche vimos una película antes de dormir. Ella me pidió dormir acurrucados en cucharita.
La semana transcurrió agitada con mucho estudio y trabajos por encargue. Casi no nos vimos las caras.
El sábado me dijo que quería salir.
- Perfecto! Con quién vas?
- Con vos tonto! Quiero que me lleves a bailar!
Yo no era muy de salir, pero por ella era capaz de hacer un baile de caño. Para peor, se había producido con una pollerita y tacos, lo que le acentuaba sus piernas y cola. Era difícil no mirar.
Salimos temprano en dirección a un boliche nuevo, al menos para mí. Ella nunca había ido y quería conocerlo. Era un complejo con distintos espacios en donde cambiaba la música que pasaban. Todo iba bárbaro, tomamos unos tragos, bailamos, nos reímos. 
En un momento dado, se fue al baño. Como tardaba en volver me acerqué hacia ahí y vi a un tarado medio tomado diciéndole cosas y bloqueándole el paso.
- Ey, dejala en paz, está conmigo!
- Eh tranquilo amigo, no me dijo que vino con el novio...
Me estiré para sacarle media cabeza de alto y lo miré con cara de poco amigo.
- Sí. Vino el novio!
Leni me abrazó y nos fuimos al espacio más tranquilo con música más suave, donde había más parejas que gente sola.
Se me tiró a los brazos y me dijo al oído:
- Gracias por rescatarme, mi amor.
Me dio un beso en el cuello, otro en la mejilla y uno largo en los labios. Me sorprendió un poco, pero quise más.
- De nada mi vida!
Le acaricié la cara y la besé con ganas. Ella respondió entrelazando su lengua con la mía. Nos quedamos así largo rato, hasta que mi erección se hizo evidentemente. Ella la apretó y me miró a los ojos con esa carita que me derrite.
- Esto es por mí?
- Sí.
- Te gustaría "usarla" conmigo?
- Sí!
- Vamos a casa, mi amor?
- Sí!
La besé con pasión una vez más y salimos de ahí. En el taxi de camino a casa nos tocábamos furtivamente. Al entrar al departamento nos estábamos comiendo la boca y sacándonos la ropa. Leni, aun con la pollera puesta se inclinó en la cama y me pidió ayuda con el cierre. La pollera cayó al piso y ella se puso en cuatro en la cama. Me quedé duro.
- Te gusta lo que ves? - dijo meneando el culito.
- Mucho!
- Y esto? - se corrió la tanga dejando a la vista su concha.
- Eso me encanta!
Me abalancé de boca y la devoré hundiendo mi cara entre sus nalgas. Leni soltaba jugos y yo no paraba de lamer. Acabó en 3 minutos.
- Aaahh... aaaahhh... Pará por favoooorr!
Le solté la concha y le emprendí con su culo. Le clavé la lengua y le abrí las nalgas. Jugué con un dedo. Ella no dejaba de gemir y gozar.
- Aayy... Me estás calentando mal! Me enloquece que me comas la colaaa!
Le metí el dedo bien hasta el fondo.
- Ahhh... 
- Te gusta?
- Seguí y callate!
Me mojé dos dedos con saliva y le pajeé el culo con ellos, mientras otros dedos buscaban su concha nuevamente.
- Basta! Acostate! - me ordenó.
Le hice caso. Me besó todo el cuerpo bajando hasta llegar a mi pija. La atacó lamiendo el tronco y metiéndosela en la boca hasta casi atragantarse. Chorreaba saliva y me pajeaba con una mano. De golpe, se subió arriba mío y me la agarró para metérsela.
- Creí que no...
- Sshh... Callate y esperá! Quiero que entiendas que si hago esto no es por puta, es porque te amo y quiero hacerte feliz!
Me quedé helado. Ella empezó a moverse y la dirigió hacia atras. Apoyó la punta en su culo y entró.
Le iba a coger el culo a mi hermana!
Mi primer instinto fue poner mis manos en sus caderas. Me las sacó de un tirón.
- Quieto! Yo me ocupo!
Se metía unos pocos centímetros y los sacaba. Me volvía loco.
- Uuhff... Es muy gruesa! Pero va a entrar!
- Me estás volviendo loco hermanita! No voy a poder quedarme quieto mucho más!
- Ok. Movete un poquito!
Le agarré las nalgas con suavidad y levanté mis caderas un poco, penetrándola hasta la mitad.
- Aahh... Me estás partiendo, Gabito!
- Es que es mi primera vez haciendo una cola!
- Mmmm me alegro que sea la mía!
Se dobló para besarme, lo que provocó que mi pija se deslice casi toda adentro, pero no se detuvo. Siguió comiéndome la boca y gimiendo mientras se movía despacio. De a poco se iba acostumbrado y aumentaba la velocidad. Yo estaba en las nubes. Nunca había sentido que mi pija fuera envuelta y apretada de esa manera.
- Te gusta mi colita, Gabito?
- Me encanta tu colita, hermanita!
- Aaah ahh... La siento más dura! Que pija tenés hermanito!
- Es que me vas a hacer acabar... No aguanto!
- No aguantes! Acabame en el culooo!
Aumentó la velocidad de la cabalgata y me hizo explotar en segundos.
- Acaaboooo! Aaaaahhh!
La apreté fuerte y le hundí la pija al fondo.
- Aaahhhh... Me la metiste toda! Que caliente que sale! Me estás llenando!
Para cuando dejé de eyacular, nuestros corazones latían desbocados. Había sido el orgasmo más intenso de mi vida y no podía creer nada de lo que había pasado.
- Aahhh... Uffff... El mejor sexo de mi vida! Sos la mejor hermana del mundo! Jaja
- Y vos el mejor hermano! Y ahora sos mi novio también!
- Entonces vení y besame, amor!
Nos abrazamos y besamos largo tiempo hasta que mi pija se resbaló dejando salir todo el semen acumulado en el culo de Leni.
- Aaaayy... Está saliendo muchooo! Dejame ir al baño!
Después nos acostamos muy cariñosos, tocando nuestros cuerpos incestuosos desnudos. No nos importaba nada, solo queríamos sentirnos el uno al otro de las formas más intensas posibles.
Mi hermana y yo - parte 4

2 comentarios - Mi hermana y yo - parte 4

Castorruben +2
Me encanta la historia amigo, estoy viviendo algo similar con mi prima y es de lo mejor que te puede pasar