Loser: la victoria del un perdedor (Cap. 2 - El hechizo)

LOSER - LA VICTORIA DE UN PERDEDOR | Capítulo 2 - El hechizo

Cuando decidí dejar todo y mudarme para arrancar de cero en otra ciudad debido a mi depresión y a mi sequía con las mujeres recibí un mensaje de mi mejor amiga de hace años.

***Capítulo 1***
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Loser: la victoria del un perdedor (Cap. 2 - El hechizo)

Yamila me pregunto si estaba triste y le conté lo que me estaba pasando y que me iba a mudar, aunque lógicamente no le aclaré que ver sus fotos sexys fue un poco el detonante de toda la situación. Me preguntó si había borrado las que me mandó y si las había mirado nuevamente tras nuestra anterior conversación. Eso me resultó extraño, pero le contesté que sí y la charla siguió como si nada. Me invitó a tomar unas cervezas antes de que me mudara, para levantar un poco el ánimo y volver a vernos después de tanto tiempo.

Por resignación, ya casi no pensaba en sexo y ni intentaba nada con nadie, estaba frustrado y quería realmente dejar de pensar en eso para evitar cualquier tipo de fracaso. Pero la noche anterior a verla a ella no podía dormir, estaba transpirado y excesivamente excitado. Tenía los ojos entrecerrados y estaba a punto de dormirme pero sin poder hacerlo efectivamente. Cuando miré el celular que había dejado segundos antes sobre la mesita de luz vi una de las fotos del tatuaje y me toqué hasta acabar y así pude finalmente dormir en paz.

tetona

Fui hasta su casa y quedé impactado cuando me abrió la puerta: las fotos no le hacían justicia a tremenda perra en la que se había transformado mi mejor amiga de las épocas del colegio. En segundos pensé primero en lo buena que estaba, segundo en lo gil que fui por no aprovechar nunca ninguna situación con ella, tercero en lo idiotas que fueron todos en gastarla por "gordita" y por último, en lo afortunado que era por seguir en contacto con ella y viendo con mis propios ojos la belleza de su cuerpo frente a mí. Me sorprendió tener ese optimista pensamiento final en medio de mi crisis de identidad, pero todo fue así desde que volvimos a hablar, muchas sensaciones encontradas y pensamientos predominantemente impulsivos dando vueltas en mi cabeza.

paja

Me quedé estupefacto mirándola unos segundos porque además de ver lo bien que estaba esa mujer me percaté de que su vestimenta no parecía para una salida tranquila a tomar cerveza con un amigo. O al menos me daba esa sensación a mí mientras le miraba el tatuaje ese que tenía entre las gomas en medio de su más que generoso escote. "Hey, pasá" me dijo confirmandome entonces que íbamos a tomar algo en su casa que desde afuera parecía humilde y de barrio como lo había sido siempre pero cuando entramos pude ver que estaba muy cambiada, como ella. Vivía sola porque los padres se habían ido a España y decoró todo a su gusto, con todos los cuartos muy iluminados salvo el de ella, que no tenía ventanas. Todo nuevo, todo blanco. Iba observando todo eso quizás para no mirarla directamente a ella y que se me prendan fuego las neuronas.

En la cocina nos pusimos a tomar birra y comer una picada como en los viejos tiempos, hablando mal de todos los que nos parecían patéticamente ridículos y caretas. Nos reimos y nos dejamos llevar por la charla de una forma muy agradable, casi sin pensar en la posibilidad de encararla o nombrar siquiera el tema sexual, aunque inevitablemente mirando al pasar sus gomas más de una vez. Bah, también le miré esa enorme y firme cola cuando se levantó a buscar más cervezas. El shorcito le explotaba y se la notaba entangada, era una delicia para mis ojos. Ella interrumpió mis pensamientos morbosos con una invitación al living para seguir la charla en el sillón.

Puso Nirvana de fondo, se prendió un faso y se sentó al lado mío, lo bastante cerca como para que sienta un poco de incomodidad, otro poco de excitación y todo el humo del porro al que le di sólo un par de pitadas. Seguimos tomando y en un momento me pidió que sea crudamente sincero con ella, que tenía que preguntarme algunas cosas muy en serio, a lo que obviamente accedí (ya no podía decirle que no a nada) y se dio este diálogo:

-¿Hace cuánto que no tenés sexo?
-Uff no te rías pero hace casi un año y medio
-¿Te masturbás seguido?
-jajaj ¿Vos que pensás?
-¿Te masturbaste el otro día que charlamos?
-Bueno, como todo los otros días, que sé yo jaja
-No, dale ¿Te pajeaste por mí?
-Yamila, no quiero que te ofendas...
-No, boludo, te pregunto en serio ¿Te hiciste la paja pensando en mí?
-Sí
-¿Muchas?
-Jajaja mirá lo que me preguntás
-Te pregunto en serio ¿te tocaste más de lo normal?
-Sí
-¿Lo hiciste pensando en el tatuaje?¿viste las fotos?
-Fue pensando en vos y miré las fotos por tus tetas, no por el tatuaje
-Pero viste las fotos y acabaste...y te dormiste pensando en el tatuaje que tengo en el pecho
-Bueno, sí...

tatuajes

Obviamente la charla me había calentado bastante y ya estaba al palo además de un poco nervioso, pero igual me las arreglé para contarle que no había sido la primera vez que me tocaba pensando en ella aunque siempre la había visto como una amiga. Ella me confesó que también en ocasiones me había deseado sexualmente más allá de nuestra amistad y que nunca se había animado a decirme nada porque era una tonta. Pero que ahora se animaba a todo, que había cambiando gracias a la magia que practicaba con las amigas y que nada de lo que deseaba la podía frenar ni hacerle mal, que si ella quería algo lo iba a lograr. No supe que contestarle a todo eso pero me acerque a comerle la boca y ella me besó agarrándome del pelo.

La temperatura subió rápidamente y le manoseé bien esos pechos que siempre había deseado, los primeros que había visto, eran gomosos y suaves, increíbles. Ella no se quedó atrás y metió una mano en mis pantalones y cuando la sacó afuera se frenó. Fueron pocos segundos donde pensé "uh, va a decirme que somos amigos, que fue un impulso..." pero no, Yami me miró y me dijo "TE QUIERO CHUPAR LA PIJA" y se sacó la ropa hasta quedar en tanga. Se tiró de cabeza entre mis piernas, la chupaba desesperada y se reía por momentos, se la pasaba por la cara y por las tetas, un espectáculo de petera era esa mujer. Se la metía en la boca hasta atragantarse y babearse toda y sólo paraba para pajearme y decir cosas como "siempre quise esto, quería esta pija" o "¿viste que putita soy?". Yo no lo podía creer y entre que ella lo hacía muy pero muy bien y el tiempo de mi abstinencia sexual en un ratito ya estaba por acabar. Traté de evitarlo pero ella mientras me pajeaba y con toda la boquita mojada me dijo "HACEMELA TRAGAR, ACABAME EN LA BOCA" y la volvió a chupar. Le avisé que me iba a saltar toda la leche y me contestó "DAME LA LECHE, QUIERO COMERLA TODA, LA NECESITO" e inmediatamente le metí la verga en la boca y solté todo agarrándola de la cabeza. Se la tragó hasta la última gota y sonreía con los ojos llorosos y el maquillaje corrido.

Me dijo que vayamos a su cuarto que tenía algo preparado y ni pregunté que era, nada me importaba. Su habitación no era como el resto de la casa: no tenía ventanas, la luz era baja y las paredes oscuras. Ella prendió unas velas rojas cuidadosamente ubicadas e hizo una marca con un cuchillo en una de las patas de la cama. Cuando estaba empezando a intrigarme por eso, ella se acerco, me besó, se puso de espaldas apoyándome esa cola hermosa y me pidió que me la coja. Cuando atiné a ir a buscar preservativos me dijo "no, sin nada, garchame sin forro, por favor" y no pude negarme (ya aclaré que no podía decirle que no a nada). Se la metí en cuatro y me puse loco. Hace mucho que no me cogía a nadie y encima agarrar ese culo hermoso y darle duro fue increíble. Ella pedía más y gritaba hasta que me empezó a pedir que le acabe adentro y sin pensarlo la llene toda. Yami se reía y yo no entendía nada pero no quería ni necesitaba entender, sólo disfrutaba. Se me subió encima y me cabalgó como si fuera el último día de nuestras vidas, gemía con los ojos cerrados y se movía moviendo la cama que hacía ruido y movía los muebles donde estaban las velas al chocar con la pared. Se movió tanto que me hizo acabar de nuevo y ahí acepté que ya mi cuerpo no me respondía, no podía más que dejarme llevar.

Con besitos y toqueteo me hizo calentar de nuevo y pasé a estar arriba yo. Me puse loco al ver la carita que hacía mientras se la metía y le empecé a dar duro. Ella me pidió que no termine adentro esta vez, entonces empecé a regular el ritmo por unos segundos pero no pude mantener ese control cuando sentí como ella se chorreaba. Me la entré a coger como loco y a darle más duro, muy fuerte hasta escucharla aullar como una loba. "¡NO PARES!¡NO PARES!" me decía ella y no lo hice hasta que nuevamente acabé (y mucho) adentro suyo. Ella estaba con una sonrisa en su cara y yo cansadísimo a su lado pidiendo perdón por no haberle hecho caso. Me dijo que no había problema pero que faltaba algo más.

acabada

Yo sabía que iba a hacer lo que me pidiera pero por unos segundos la luz de las velas, el cansancio y una sensación de intriga me hicieron cerrar y abrir los ojos más de una vez como si me fuera a quedar dormido. Mi amiga me besó y me dijo que no podía dejarla así ahora, que sólo faltaba eso, que era lo más importante para ella. Empezó a besarme por todo el cuerpo y se me paró de nuevo, la empezó a lamer y se me puso durísima, y directamente me volví loco cuando se la pasó por las tetas, jugando con la cabeza de mi pija y sus pezones. Entonces ella se acostó y me dijo "ACABAME EN EL TATUAJE" agarrándose las gomas. Me subí en cima y de la emoción le puse la verga en la cara, aunque ella no se hizo problema y me chupó los huevos mientras me pajeaba. Pero me pidió que me acomode mejor y así tenerla entre sus tetas, se las agarró y las empezó a mover para arriba y para abajo con mi pija en el medio. El placer era inmenso a pesar de lo fundido que estaba y ella me pidió de nuevo que termine en la zona del tatuaje. Después de varios rounds ya me costaba un poco acabar y eso la impacientó hasta gritarme "¡TENÉS QUE ACABARME EN EL TATUAJE!" y me lo pedía diciendo que necesitaba, que deseaba que la llenara de leche. Al ver que me costaba me pidió que la mire a la cara y que piense en lo que más deseara en el mundo y que así iba a poder terminar. No pude pensar, sólo la miré y por mi mente se me pasó el único deseo que podía tener instintivamente en ese momento "QUIERO COGERMELAS A TODAS" y acabé. Le tiré leche en las gomas y en el tatuaje que ella esparció con su mano antes de chuparse los dedos riéndose.

amiga

No sé porque pero en ese momento sentí como que se me acabaron las fuerzas y caí en la cama. Ella me felicitó acariciando mi pelo y me trajo algo para tomar, no me acuerdo qué. Me quedé dormido y me desperté en mi casa, en mi cama, satisfecho y sonriendo, pero confundido. Vi el celular y tenía muchos audios de ella en el chat de WhatsApp. Necesitaba seguir descansando, los dejé para después.

2 comentarios - Loser: la victoria del un perdedor (Cap. 2 - El hechizo)

DnIncubus +1
Uff Génesis Sofia , yo también acabaría en esas tetas, buena historia, sigue verdad? Saludos gente 👍 Excélsior 👏
DnIncubus +1
Waoo y con musica de Nirvana? Bro esta chica es genial, Por que no le habías tirado antes, mujeres así no se ven todos los días, saludos