Noemi quiere un rico regalo por su 30 cumpleaños

Era el cumpleaños de mi compañero del gimnasio y amante Noemi y tras una sesión de gimnasio, unos cuantos, quedamos para tomar algo y celebrarlo. Noemi iba guapísima como siempre. Llevaba una camiseta blanca, sin mangas, ajustada, marcando sus grandes pechos operados, y una minifalda roja ajustada.
Tras un par de cervezas, algunos compañeros se fueron yendo y no tardamos mucho en quedarnos solos con otro compañero. Noemi aprovecho que este fue al baño, para acariciarme el paquete y decirme que deseaba que la diera un buen regalo. Cuando este volvió, nos terminamos las cervezas y tanto ella como yo dijimos que teníamos que irnos ya, por lo que él también se fue.
Noemi y yo quedamos en un descampado que conocemos. Yo llegue un poco antes con mi coche y cuando esta apareció y salió del suyo vino hacia el mío. Sali y nos empezamos a besar. Mis manos agarraron sus tetazas y pronto bajaron hasta su culazo. Noemi agarro mi paquete acariciándomelo.
Comencé a besarla el cuello y una de sus orejas. La susurré al oído que esperaba que le gustara mi regalo y comencé a agacharme mientras besaba y acariciaba su cuerpo. Me arrodillé y comencé a besarla y acariciar los muslos. Fui subiendo mis manos, subiéndola así la minifalda y besándola los muslos más arriba. Dejé su minifalda en la cintura y comencé a lamerla el coño con el tanga blanco puesto. Mis manos agarraban fuerte sus muslazos.
Cuando su coño se marcaba en el empapado tanga, se lo quite. Comencé a lamerla el clítoris mientras la masturbaba con mi dedo corazón. Cuando mi dedo estaba empapado por sus jugos, metí la lengua en su coño, comenzando a comérselo. No pare de comérselo a una buena velocidad hasta que se corrió en mi boca. Mis manos agarraron su culazo y no lo soltaron.
Me levante y nos besamos, haciendo que sienta el sabor de sus jugos en mi boca. Mis manos volvieron a agarrar sus tetazas. Agaché la cabeza y mordí sus pechos con la camiseta puesta. No pare de hacerlo y de estrujárselas, hasta que note sus pezones bien duros, marcados en la camiseta. La subí la camiseta por encima de sus pechos y, seguí mordiéndolos con el sujetador de aro blanco puesto. Agarre sus tetazas por abajo, haciendo bien la forma redonda de sus pechos operados, y los apreté formando un delicioso canalillo, que lamí y bese. Saqué uno de los pechos del sujetador y se lo comí. Cuando este estuvo bien mojado, saque el otro y también fue devorado. Mi lengua jugueteaba con sus pezones, tan duritos y ricos. Algún mordisco les cayó y Noemi gimió de gusto.
Noemi se arrodillo y me quito el pantalón. Me saco la polla por un lateral del slip y comenzó a hacerme una mamada deliciosa. La zorra no paraba de mirarme a los ojos mientras lo hacía, poniéndome más atacado aún. Metió mi polla entre sus tetazas y me hizo una cubana buenísima.
La levanté y la coloqué mirando al coche. Apoyo sus manos en la ventana y me puse tras ella. Me puse un condón y metí mi polla en su coño. Comencé a follárselo despacio mientras acariciaba sus tetazas. Me incline sobre ella para poder besarnos, mientras acariciaba y pellizcaba sus pezones. Cambie de agujero, follando ahora su delicioso culo. Le agarre de la cintura y se lo follaba cada vez mas duro. Noemi no paraba de gemir, cada vez más alto, y de pedirme más.
Abrí la puerta y la hice colocarse a gatas en el asiento, al borde. Me coloque detrás, golpee su culo con mi mano y mi polla, antes de volver a follarla culo y coño a distintas velocidades. Agarre su larga melena y tire de ella hacia mí, para metérsela lo mas dentro posible. Cuando Noemi se corrió nuevamente, pase a follarla el culo solamente, dándola buenas embestidas, poniéndome a mil por sus gritos y gemidos.
Noemi se sentó en borde del asiento hacia fuera. Me quito el condón y volvió a mamarme la polla. La metió nuevamente entre sus tetazas y volvió a masturbarme con ellas. Cada vez subía más la velocidad de la cubana y no se detuvo hasta que me corrí. Mi semen salió disparado, cayendo en su cara y tetazas. Volvió a comérmela para dejármela limpia. Luego, fue cogiendo el semen de sus tetas, con sus dedos, para tomárselo también.

Se limpio la cara, nos vestimos y nos dimos unos besos largos, con mis manos en sus tetazas, antes de cada uno irnos a nuestra casa.

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