De alumna a maestra - parte 6 - El juego que no fue

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No te vas a arrepentir!





DE ALUMNA A MAESTRA
PARTE 6

EL JUEGO QUE NO FUE



El plan que estaba imaginando jamás llegó a materializarse, debo ser honesta con esto y para terminar mi historia solo les narraré una fantasía trunca.
En esos días yo quería algo más, quería pasar todos los límites, hacer realidad mi más oculta fantasía. Charly fue parte de la misma, a quien le conté todo y en quien deposité mi confianza, él tenía demasiadas fotos mías, demasiados vídeos, y aun era una mujer muy apetecible, con la combinación perfecta entre edad y experiencia.
Y el plan se puso en marcha, mientras poco a poco decía adiós a mi carrera de docente universitaria y empezaba a gestionar mis trabajos en forma independiente

Y todo se hubiera cumplido de no ser por un imprevisto, mi esposo, Esteban Pontevedra, mi mentor.
Mi osito estaba muy enfermo y cayó en desgracia, completamente ciego, con una respiración agitada, y una diabetes galopante, incontrolable. Sus órganos entraron poco a poco en colapso, y me mantuve más de seis meses a su lado, en una lenta pero inevitable agonía. En esos días solo pensé en él, solo viví por él y me preparé para su partida.
La muerte del amor de mi vida trastocó toda mi historia, lógicamente la diferencia de edad notoria entre ambos hacía presuponer que partiría antes que yo y sería una viuda joven, recién había pasado los cuarenta cuando me quedé sola y ya no tuve ganas de jugar más juegos, estaba con el corazón roto y la herida tardaría en sanar.

Y todo el plan de esa fantasía quedó en la nada... el plan que así funcionaba en mi loca cabeza.

Yo había tenido muchos hombres en mi cama, y muchos más que lo habían intentado sin éxito, pero la sola idea era tener muchos para mí, todos al mismo tiempo. me enloquecía, y más si sumaba al juego que yo estaría completamente privada de mi vista, sin saber quiénes eran, y permitiría que me hicieran cualquier cosa, sin importarme nada y por si todo fuera poco, deberían ser hombres de mi entorno.
Así fue como le conté los detalles de mi fantasía a Charly, esta vez, la historia era solo mía, porque mi marido, con sus problemas de salud ya no estaba en condiciones de disfrutar estos juegos perversos.

Habíamos visto juntos varios lugares, y ya habíamos decidido alquilar una casa de campo, que generalmente se usaba para fiestas de cumpleaños, casamientos, acontecimientos especiales, reuniones empresariales y todas esas cosas, pero creo que nunca para hacer un auténtico gang-bang. Gozaba de todos los privilegios, emplazada en una zona rural, lejos de la urbe, en medio de la nada, alejada de problemas, con todas las comodidades, el sitio ideal para armar bullicio sin molestar a nadie.

Yo estaba muy excitada con la idea, mi amante haría las invitaciones, pondría las reglas, sería quien controlaría todo, yo, solo pondría mi cuerpo. Todos mis hombres, mis pretendientes, mis amantes esperarían a que yo llegara.

Charly me lleva en su coche, al aproximarme, siento que mi corazón se agita y parece querer escapar de mi pecho, sentada en el asiento del acompañante me cubro los ojos, ya no puedo ver, mis sienes laten con fuerza y debo forzar la respiración para que se llenen una y otra vez mis pulmones.
El auto se sacude al transitar el rugoso camino de tierra, hasta que al final se detiene y siento silenciarse el motor, el tiempo que mi amante mientras me confirma que llegamos, me pregunta por una vez más si estoy segura de lo que voy a hacer. Asiento con la cabeza, pareciera que no me conociera, no soy mujer de recular fácilmente.
Él se baja, su puerta se cierra y segundos después se abre la mía, toma mi mano y me indica que tenga cuidado, ahora sus ojos son mis ojos.

Me conduce con cuidado, ahora se abre la puerta de la casa e ingreso a la misma, privada de mi vista agudizo mis sentidos, hace frío, adivino un acondicionador de aire encendido, un frescor llega de mi lado derecho, no puedo escuchar a nadie, supongo que me están observando en silencio, quien? quienes? uno? diez? cien?
La situación es rara, hasta angustiante diría, no es fácil no poder ver, sin embargo, la situación me lleva a sentir duros mis pezones, y sentir como mi conchita de derrite en jugos.
Charly aun me sostiene por la mano, me indica que iremos al dormitorio y ahí vamos, me advierte que me detenga estamos al pie de la cama, sé que ha llegado el momento y aunque no lo crean me siento nerviosa, solo dejo caer al piso el gran tapado de piel que cubre mi cuerpo.
Todo estaba meditado, solo tengo la gran venda sobre mis ojos y los zapatos negros de altos tacos, lo único que cubre mi piel es el perfume mentolado que tanto me gusta, y ahí estoy, sola, en silencio, desnuda, como una puta que espera su merecido, mis pezones están duros, siento mi culo apetecible, mis pechos deseados y solo se me hace agua la boca de tanto desear, hombres, quiero hombres...

Siento que se acercan a mi lado, empiezan a tocarme, no alcanzo a distinguir cuantas manos son, solo sé que son muchas, me siento invadida y no tardan en colarme unos dedos en mi conchita. Me empujan sobre la cama, me dejo caer, me meten una verga en la boca, empiezo a lamer, se siente rica, pronto me llevan a otra, y otra más, no puedo con todas, casi sin darme cuenta tengo una pija en cada mano y chupo tres al mismo tiempo, una, otra y otra, estoy caliente, mi conchita está caliente, me masturbo, me aferran de las tetas, me siento la mujer más deseada, casi no puedo respirar con tanta carne entrando en mi boca, solo pido que me cojan.

Y alguien lo hace, el sexo de un hombre se mete en el mío, perfecto, tan rica, solo me cogen y me cogen, se alternan por mi vagina chorreante en flujos, empiezan a llegar los orgasmos, sé que serán los primeros de muchos, y esta vez no tengo que pedirlo, alguien saca su verga de mi conchita y me la mete por el culo, Charly, me lo había agrandado de tal manera que apenas hace falta un poco de saliva, que bueno! me gusta!
Y me hacen cabalgar a alguien, me la como toda, y otro viene por detrás, experimento una doble penetración, jadeo, siento que me van a matar, es demasiado, pero yo misma había puesto las reglas, y la única regla era justamente que no había reglas, todo estaba permitido.
En verdad tengo que concentrarme también en lo que pasa a mi frente, porque no dejo de chupar y chupar, y también debo masturbar mi clítoris, acaricio la verga que entra en mi concha, está mojada, toda mojada y mi mente ahora va a ese sitio, hasta que alguien me da una nalgada fuerte y me la entierra hasta el fondo por el culo, la tiene gruesa, me gusta, un chorro de semen invade mi garganta, casi no me doy cuenta, su sabor amargo llena mi boca, es un infierno, me volveré loca, no puedo con todo al mismo tiempo.

Los hombres que me cogen no hablan demasiado, mejor, no quiero identificar sus voces, no quiero saber quiénes son, cuantos son, tal vez me daría pudor, mejor el anonimato, eso es excitante.
Los minutos pasan y ellos juegan conmigo como juega el gato con el ratón, parece un menú de restaurante delicadamente preparado, tengo mis tiempos de sexo anal, donde se van turnando uno a uno para solo dármela por el culo, mi tiempo de solo vaginal, hasta me doy el lujo de pedir un doble ingreso, y siento al mismo tiempo dos vergas en mi conchita, y por supuesto, una rica violación oral, sonde me fuerzan a todo, siento sus vergas acariciarme el esófago hasta tener arcadas.

Pierdo noción del tiempo, solo cuento dieciocho orgasmos, bato mi récord y eso es fabuloso. Tal cual lo planificado, cuando todos mis amantes sacian su perversión se retiran de lugar, siento varios motores de coches que se alejan y al final el silencio sepulcral.
La voz de Charly me dice que estamos solos, que todo ha terminado, me quito entonces el vendaje que cubre mis ojos, la luz de la habitación me molesta y el ventanal del lateral de la habitación me deja ver la claridad del incipiente amanecer. Charly está a un lado, desnudo, me pide disculpas, no pudo contenerse y él también me cogió, solo sonrío...

Me duele todo mi cuerpecito, mi conchita, mi culito, mis tetuchas, estoy llena se semen por todos lados, me colmaron de semen rico y caliente, mi boca siente aun los sabores de los distintos hombres que pasaron por ella, es todo tan...ahhh!!!! inexplicable
Voy al baño a darme una ducha, es increíble cómo está mi cuerpo, parece que hubiera sido plastificado en plástico, en verdad esos machos se dieron sus gustos...


De alumna a maestra - parte 6 - El juego que no fue


Pero en verdad, en mi imaginación, la verdadera parte del juego recién empezaría...

Llega el lunes, día de facultad, me pongo mi trajecito en gris, pollera ajustada a las rodillas, camisa blanca y chaqueta al tono, medias de nylon, zapatos tacos altos y me acomodo los cabellos de lado, con grandes aros y la loción mentolada del fin de semana. Viajo intrigada, es excitante imaginar la jornada que me espera por delante, llego, estaciono el coche, tomo mi cartera de manos, mis apuntes y mi notebook.
Todo parece estar como cada día, pero cuando empiezo a cruzarme con las personas, con los hombres, la sensación es escalofriante.
En cada saludo, en cada sonrisa, intento descubrir si estoy frente a alguien que me ha cogido, trato de recordar aromas, de descifrar rostros, y es toda una mezcla de sensaciones. Cuando un alumno me sonríe no distingo porque lo hace, cuando un colega se acerca y me habla por lo bajo no distingo sus intenciones. Vivo excitada en un mundo de adivinanzas, dar clases a chicos que seguramente me la habían dado por el culo horas antes... ahhh!!! embriagador...

Pero no todas son adivinanzas, muchos me encaran directamente, me confiesan que estuvieron presentes y que quieren volver a repetirlo, y me siento sorprendida, descubro que me cogieron tipos que no lo hubieran conseguido de estar cuerda, ja!, tipos que normalmente no hubieran tenido oportunidad, alumnos que parecen mosquitas muertas, mi nombre pulula de boca en boca, por todos los salones, tengo que apagar el celular, me llenan de mensajes y es todo tan caliente que me termino masturbando a solas en el baño de las chicas.

Pero como dije al empezar a escribir esta última parte, todo esto quedó trunco y honestamente no se si hubiera sido capaz, en mi mente todo fue perfecto, pero... mi esposo empeoró de repente y todo quedó en la nada.

Cuando Esteban Pontevedra, mi amado esposo, el gran profesor dejó este mundo, me sumergí en una profunda depresión, él había sido mi luz, mi mentor, mi guía, mi todo. Jamás imaginé ver tantas personas en su funeral, colegas, ex alumnos, amigos de la vida, incluso muchos de los cuales se habían acostado conmigo.
Después de la cremación me sentí sola, y mi sexualidad se apagó un poco, mucho de ella se fue con mi esposo, y en verdad nunca recobré ese espíritu de puta que él me había sacado, porque yo disfrutaba mucho de todo junto a él.
En el presente, me gano la vida en mi consultorio privado, dejé todas sus teorías de lado y hago terapias de familia, lejos de la facultad, jamás volví a esa vida, porque esa vida se había ido con mi marido.

Se preguntarán que fue de Charly, mi amante, bien...

Charly por algún tiempo intentó que todo siguiera como si nada, y trató de convencerme más de una vez para seguir adelante con ese juego trunco, pero nunca funcionó, Esteban Pontevedra solo hubo uno, y él no tendría reemplazo. A pesar de todo, seguimos teniendo sexo habitualmente, yo sabía que era solo eso, sexo, y mientras yo solo me acostaba con él, él seguía batiendo récords de mujeres que caían bajo sus garras. Todo cambió cuando Noemí, una de tantas, quedó embarazada y más a la fuerza que por convencimiento propio tuvo que sentar cabeza.

Hoy en día, él sigue siendo mi único hombre, su verga es irresistible viene a dármela un rato cuando la necesito, solo que ahora es en secreto, él ya tiene esposa y dos hijos, y yo soy su amante y la que calma sus bajos instintos. Es cómico, el cazador terminó cazado, siempre terminamos haciendo terapia, que su mujer lo controla demasiado, que le tiene cortas las riendas, y que eso y que lo otro. También suele quejarse de lo insípida que es en la cama, los 'peros' que tiene, que no le gusta su semen, que no le da la cola, que no es provocativa y bueno, para eso estoy yo, para darle todos los gustos...

Y si llegaste hasta acá, te agradezco por acompañarme en el camino de mi vida
Besos



FIN

Si te gustó la historia puedes escribirme con título DE ALUMNA A MAESTRA a dulces.placeres@live.com

1 comentario - De alumna a maestra - parte 6 - El juego que no fue

celta05 +1
Sos brillante escribiendo