Esto ocurrió hace muchos años, antes incluso de que tuviera hijos. Yo había vuelto a mi ciudad de estudiar afuera y me enganché con una chica (algunas cosas he contado de ella) el caso es que los dos teníamos un buen sueldo y nos alquilamos un lindo duplex para vivir juntos en tipo como un edificio donde había varios duplex independientes. También adoptamos un perrito negro hermoso. El caso es que por cuestiones de convivencia la relación duró poco tiempo más y ella se terminó yendo con los viejos. Como el lugar era lindo y cómodo, ya tenía contrato y no tenía problemas de plata igual me quedé ahí yo solo, tenía espacio de sobra.
Cuando nos mudamos conocimos una pareja que vivía al lado, de alrededor de 30 años, él era médico y ella abogada pero se habían venido de otra ciudad porque él consiguió un buen laburo así que no estaba ejerciendo ella, estaba medio de ama de casa. Era una rubiecita a la que la verdad que no había mirado mucho.
Una tarde cuando vuelvo de trabajar entro a casa me saco las zapatillas y enseguida me tocan la puerta. Era la vecina. Estaba vestida con una bata y seguro que abajo otra ropa más. Me pidió disculpas por molestarme pero mí perrito había llorado toda la mañana y parte de la siesta lo cual era molesto. Le expliqué la situación que me había separado que mí novia era la que estaba de mañana con él y al ser cachorro no se acostumbraba a estar solo. En eso entro el perrito aludido todo contento y la vecina se agachó a acariciarlo. Ahí se abrió la bata mostrando unas lindas piernas y por primera vez empecé a verla como mujer a mí vecina.
Me dijo que le encantaban los perros y me propuso llevarlo a su casa en las mañanas y devolverlo cuando yo volviera. Le dije que si y desde el día siguiente cada tarde al regresar ella me tocaba la puerta perrito en mano. El primer día le propuse entrar medio de compromiso y de ahí en más se nos hizo costumbre que cuando me traiga al perrito se quede a tomar unos mates o una birra. La verdad que era piola y estaba muy sola porque no tenía familia en la ciudad y el marido laburaba todo el día. Ella pensaba que la cagaba no por nada concreto sino por la cantidad de horas que pasaba en el hospital con los rumores que siempre hay sobre lo que pasa en los hospitales. Yo le decía que no se persiga al pedo pero también pensaba que podía ser cierto.
De a poco fui notando que fue dejando de venir con ropa holgada o pijamas de vieja como la cargaba yo a usar ropa más ajustada como jeans o pantalones de vestir y remeras o camisas que me permitieron apreciar un cuerpo mucho mejor de lo que presumía. Colita chiquita paradita y tetas medianas tirando a grandes. Lo mejor fue cuando vino la primavera y a veces venía en pollera o vestidos y al agacharse a jugar con el perrito cada vez me mostraba más.
Hasta que una tarde estábamos charlando medio en confianza birra de por medio. Yo arme un fasito y fumé bastante ella apenas un par de secas porque no estaba acostumbrada. En eso me cuenta que con el marido hacía rato que no cogían que el decía que era cansancio pero que ella no sabía que pensar que se echaba la culpa a ella misma por estar descuidada
Cállate boluda que estás hermosa vos le dije en serio
Jaja gracias pero me lo decís de onda. Vos si que no debes tener problemas ahora que estás soltero y con semejante casa deben desfilar las chicas no?
Sabes que no? Me había acostumbrado a estar de novio y medio que perdí cancha para el chamuyo y ni ganas me dan de salir a buscar muchas veces
Se hizo un silencio medio incómodo que interrumpí con un beso. Me respondió con ganas pero sin avanzar más yo fui el que la hizo levantarse de la silla y convertí el beso en una tranza y llevé mis manos a su linda colita por encima del jean. Enseguida le saque la camisa y el corpiño y le comí las tetas.
Vamos arriba le dije Mientras ella gemía
Lo lindo que fue sacar ese pantalón. Tenía una bombacha de encaje blanco hermosa medio cheta ni muy chiquita ni muy grande. Bajé a comerle la concha. Empezó a decirme que no pero al primer lenguetazo me agarró con fuerza. No pare de comérsela hasta que acabó, sentía que se merecía una acabada después del descuido del marido
Después me saque mí ropa y cogimos en un par de poses la mejor fue con ella arriba mientras le agarraba las getas hermosas que tenía.
Cuando acabamos yo por primera y ella por segunda vez agarró su ropa rápido y se fue sin decir casi nada. Yo no sabía si iba a volver a verla por la vergüenza que me pareció que le había dado. Pero al día siguiente tuve la respuesta…
Cuando nos mudamos conocimos una pareja que vivía al lado, de alrededor de 30 años, él era médico y ella abogada pero se habían venido de otra ciudad porque él consiguió un buen laburo así que no estaba ejerciendo ella, estaba medio de ama de casa. Era una rubiecita a la que la verdad que no había mirado mucho.
Una tarde cuando vuelvo de trabajar entro a casa me saco las zapatillas y enseguida me tocan la puerta. Era la vecina. Estaba vestida con una bata y seguro que abajo otra ropa más. Me pidió disculpas por molestarme pero mí perrito había llorado toda la mañana y parte de la siesta lo cual era molesto. Le expliqué la situación que me había separado que mí novia era la que estaba de mañana con él y al ser cachorro no se acostumbraba a estar solo. En eso entro el perrito aludido todo contento y la vecina se agachó a acariciarlo. Ahí se abrió la bata mostrando unas lindas piernas y por primera vez empecé a verla como mujer a mí vecina.
Me dijo que le encantaban los perros y me propuso llevarlo a su casa en las mañanas y devolverlo cuando yo volviera. Le dije que si y desde el día siguiente cada tarde al regresar ella me tocaba la puerta perrito en mano. El primer día le propuse entrar medio de compromiso y de ahí en más se nos hizo costumbre que cuando me traiga al perrito se quede a tomar unos mates o una birra. La verdad que era piola y estaba muy sola porque no tenía familia en la ciudad y el marido laburaba todo el día. Ella pensaba que la cagaba no por nada concreto sino por la cantidad de horas que pasaba en el hospital con los rumores que siempre hay sobre lo que pasa en los hospitales. Yo le decía que no se persiga al pedo pero también pensaba que podía ser cierto.
De a poco fui notando que fue dejando de venir con ropa holgada o pijamas de vieja como la cargaba yo a usar ropa más ajustada como jeans o pantalones de vestir y remeras o camisas que me permitieron apreciar un cuerpo mucho mejor de lo que presumía. Colita chiquita paradita y tetas medianas tirando a grandes. Lo mejor fue cuando vino la primavera y a veces venía en pollera o vestidos y al agacharse a jugar con el perrito cada vez me mostraba más.
Hasta que una tarde estábamos charlando medio en confianza birra de por medio. Yo arme un fasito y fumé bastante ella apenas un par de secas porque no estaba acostumbrada. En eso me cuenta que con el marido hacía rato que no cogían que el decía que era cansancio pero que ella no sabía que pensar que se echaba la culpa a ella misma por estar descuidada
Cállate boluda que estás hermosa vos le dije en serio
Jaja gracias pero me lo decís de onda. Vos si que no debes tener problemas ahora que estás soltero y con semejante casa deben desfilar las chicas no?
Sabes que no? Me había acostumbrado a estar de novio y medio que perdí cancha para el chamuyo y ni ganas me dan de salir a buscar muchas veces
Se hizo un silencio medio incómodo que interrumpí con un beso. Me respondió con ganas pero sin avanzar más yo fui el que la hizo levantarse de la silla y convertí el beso en una tranza y llevé mis manos a su linda colita por encima del jean. Enseguida le saque la camisa y el corpiño y le comí las tetas.
Vamos arriba le dije Mientras ella gemía
Lo lindo que fue sacar ese pantalón. Tenía una bombacha de encaje blanco hermosa medio cheta ni muy chiquita ni muy grande. Bajé a comerle la concha. Empezó a decirme que no pero al primer lenguetazo me agarró con fuerza. No pare de comérsela hasta que acabó, sentía que se merecía una acabada después del descuido del marido
Después me saque mí ropa y cogimos en un par de poses la mejor fue con ella arriba mientras le agarraba las getas hermosas que tenía.
Cuando acabamos yo por primera y ella por segunda vez agarró su ropa rápido y se fue sin decir casi nada. Yo no sabía si iba a volver a verla por la vergüenza que me pareció que le había dado. Pero al día siguiente tuve la respuesta…
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