Mi hermana Samantha se ha vuelto muy popular en esta aplicación gracias a lo bonita que es y porque siempre está haciendo los bailes de moda, cosa que por cierto hace muy bien.
Es inevitable que cada que abra la aplicación no me salga ella bailando y eso se empezó a volver algo incómodo pero a la vez hizo que comenzara a notar cosas en ella que antes no notaba, como lo bonita que es y su hermoso cuerpo. Samantha es una chica de piel blanca y linda sonrisa, cabello castaño, delgada de cintura pequeña por lo que hacía muy notorio su culo bien formado sumándole que siempre usaba ropa deportiva para grabar sus bailes, leggins que le quedan de maravilla y top que hacen lucir su preciosa piel blanca y brillante.
Nuestra relación como hermanos no era mala, sino todo lo contrario pero por alguna razón nos gustaba pelear por cualquier cosa, ella era la típica hermana mayor que le gustaba molestarme con muestras de cariño ya sea con abrazos y/o besos y como sabía que eso me molestaba con más razón lo hacía cada que podía.
Samantha llego a un punto que por visualizaciones y por hacerse viral comenzó a hacer bailes cada vez más provocativa así como vistiendo de una manera que no dejaba nada a la imaginación grabándose en cada parte de la casa y para mi suerte siempre tenía la fortuna de verla mientras bailaba, al principio eso le incomodaba un poco pero se fue acostumbrando así como yo a verla hacer esos bailes, había comenzado a provocar algo en mi, me excitaba verla haciendo esos movimientos y mi imaginación volaba.
La gota que derramó el vaso fue cuando empezó una tendencia de bailar con alguien cercano a ti y ver cómo reaccionaba aunque yo no sabía de qué se trataba y menos que yo sería su víctima.
Estábamos solos en casa, nuestros padres habían salido a hacer compras del hogar por lo que cada uno estaba en su habitación, me encontraba viendo televisión cuando Samantha me llama desde su habitación pidiéndome que fuera, llego y al entrar ella rápidamente me empuja hacia una silla donde ella tomaba sus clases cayendo sentado sobre ella y antes de que pudiera decir algo ella comienza a bailar, me quedo viéndola de pies a cabeza poniendo mucha atención en sus movimientos y los gestos que hacía, era una coreografía muy sensual que le quedaba de maravilla, cada vuelta que daba lentamente no perdía el tiempo para clavar mi mirada en su culo y ver cómo lo movía delante de mi pero lo que más me provocaba era las expresiones faciales que hacía, una mirada seria viéndome a los ojos mordiéndose el labio que tuvo que como consecuencia tuviera una erección entre mis piernas.
Yo vestía ligero con una camisa que usaba para andar en casa y un short de fútbol por lo que mi erección no pasaría desapercibida.
Pasa poco menos de un minuto y acaba su baile, ella termina y comienza a reírse tomando su teléfono el cual había puesto en una repisa para que grabara todo, ella me abraza explicándome todo lo que acaba de pasar, que prácticamente fui parte de su reto para hacerse viral, yo molesto por el hecho de que me hubiera usado sin mi consentimiento intento quitarle el teléfono para borrarle el video por lo que comenzamos a forcejear por el teléfono haciendo que ella terminara sobré mi, sentada en mis piernas donde aún tenía una enorme erección la cual ella podía sentir sin ningún problema, lo único que nos separaba era la delgada capa de tela de mi ropa y sus leggins.
Ambos al sentir ese contacto quedamos paralizados, viéndonos el uno al otro a los ojos en silencio, los dos entendíamos perfectamente lo que había pasado, ella con su sensual baile me había calentado tanto que ni pude contenerme ni por el hecho de que fuera mi hermana, Samantha lo entendía, al fin y al cabo ya no éramos niños, sabía que lo que sentía duro debajo de ella pidiendo ser liberada era mi polla erecta que fue lo que tuvo como consecuencia a su provocante baile.
No se cuanto tiempo habrá pasado pero se sentía un mundo con toda la tensión que había entre nosotros y mi erección estaba lejos de desaparecer, al contrario, parecía que crecía más y en ese momento por mi cabeza pasó el pensamiento de besarla, realmente ganas no me faltaban pero no me atrevía, baje mi mirada a sus labios y volví a sus ojos, ella entendió que me moría de ganas de probar esos hermosos labios que desde esa vista se veían tan tentadores, ella hizo lo mismo bajando la mirada por un momento a mis labios y justo ahí fue cuando me anime a besarla rápidamente, primero fue un beso rápido pero luego quise seguir besándola, ella me correspondió por un momento pero luego se separó de mi, escuchamos ruido y eran nuestros padres que habían regresado a casa, rápidamente nos separamos como si no hubiera pasado nada pero esa noche me pajee como loco recordando todo lo de ese día sin borrar el sabor de los labios de mi hermana.
Los días siguientes mi hermana grababa más de lo normal, casi siempre lo hacía en su habitación pero a diferencia de antes ahora siempre dejaba la puerta abierta y yo no perdía el tiempo para pasar por ahí por cualquier cosa y echar un vistazo, ella me sonreía igual que lo hizo aquel día con esa mirada seria y provocativa.
La semana pasó y nuestros padres debían ir otra vez a hacer las compras de la semana dejándonos solos a Samantha y a mi, justo o como si fuera un deja vu, volvimos a hacer todo justamente igual que una semana antes, yo en mi habitación y ella en la suya, yo estaba esperando que ella me llamara, ya no me importaba si era para usarme para sus retos pero esta vez no me llamo por lo que decidí ir y entrar en su habitación, voy hacia su habitación y me encuentro con la puerta cerrada pero decido no tocar ni llamarla, solo entro sin avisar y para mi sorpresa me encuentro a Samantha acostada en su cama con las piernas abiertas tocándose por debajo de la ropa, no había que ser muy listo para darse cuenta de lo que estaba haciendo.
Cerré la puerta de golpe al ver su cara de sorpresa, seguramente no se había dado cuenta que nuestros padres ya se habían ido y que estábamos solos pero esa imagen me calentó tanto que sin darme cuenta ya tenía una enorme erección, me fui a mi habitación como si nada hubiera pasado a intentar distraerme pero por mas que intentaba no me sacaba esa imagen de mi hermana tocándose, prendí la televisión y me senté en una silla de mi habitación cuando tocan mi puerta, era Samantha.
Lo primero que hace es reclamarme por no tocar y le pido perdón por eso, luego ella un poco apenada me pide perdón por lo que vi a lo que yo le respondo que no tiene porque disculparse ya que la culpa fue mía por no tocar. Entonces para intentar calmar la tensión y que se le quitara la pena a mi hermana se me ocurre decirle que la entiendo completamente y me señaló la erección entre mis piernas, ella ríe y por último me pide que no diga nada de lo que vi en su habitación, yo le digo que no se preocupe y que será secreto, nuestro secreto.
Otra vez nos quedamos viendo en silencio cuando ella me sorprende con un abrazo diciéndome que soy buen hermano y ahí comienza nuestra pelea de hermanos con forcejeo haciendo que otra vez terminara sentada sobre mis piernas y su cara mirándome desde arriba siendo esta vez ella quien busco mis labios y sin pensarlo dos veces correspondí a ello, estábamos besándonos como dos amantes, tenía mis manos sujetándola de los brazos cuando sus brazos se comenzaron a deslizar envolviendo mi cuello mientras nos besábamos y mis manos buscaron su cintura hasta que no podía más, el roce de nuestros cuerpos a través de la delgada tela que nos separaba era suficiente para sentir como su cuerpo se movía sobre el mío mientras nos besábamos. Me pare cargando su cuerpo y nos acostamos en mi cama, las caricias y roces empezaban, ahora era yo quien estaba sobre ella cuando siento una de sus manos bajar y tomar mi venga dura y así nos comenzamos a desnudar el uno al otro, éramos dos hermanos cometiendo incesto.
Mis manos recorrieron su cuerpo quitando su top por encima de sus brazos y ella terminado de quitarse el sujetador que llevaba debajo, baje a sus leggins y ahí aproveche para acariciar ese rico culo, ahora estábamos totalmente desnudos besándonos en la cama mientras nos llenábamos de caricias, ella abrió sus piernas para mi y yo comencé a empujar sintiendo como mi verga entraba y se deslizaba por las paredes de mi hermana.
Samantha comenzó a gemir aferrándose con sus manos a mi cuello y espalda mientras nos veíamos a los ojos y mi empuje se hacía cada vez más intenso, estábamos llenos de placer cuando no daba para mas.
Su cuerpo, sus gemidos, sus gestos, el simple hecho de que fuera mi hermana lo hacía tan excitante y a eso sumándole el riesgo de ser descubiertos ya que nuestros padres podían llegar en cualquier momento. Acelere mis movimientos y con ello los gemidos de Samantha así que antes de que pudiera decir algo ya había acabado, dentro de mi hermana Samantha.
Mis movimientos fueron reduciendo su intensidad mientras nos besábamos hasta que ambos terminamos, respiramos ondo y nos dimos un tiempo para quedarnos acostados besándonos después del sexo más rico nuestras vidas.
https://www.tiktok.com/@samanthaa.cls2/video/6951147813971545350?_d=secCgYIASAHKAESMgowWDB1SNIz%2Bsfi%2FPzNsMBPhPQcSZGD%2FeH3UFIQwVLM26eSgqX1sHolmLJlyyy1P4YnGgA%3D&language=es&preview_pb=0&sec_user_id=MS4wLjABAAAA0RU9DzsdT9ydVgkSkWvFVP8dIZuwOcrSJCkU3IE-RdlwvlBCib6-F91Vb7y7sdla&share_app_id=1233&share_item_id=6951147813971545350&share_link_id=0D2C6D75-C8BE-4664-9EB3-43EA6D33F998&source=h5_m×tamp=1620880030&tt_from=copy&u_code=dd2l7fk54acfg1&user_id=6840152250640450566&utm_campaign=client_share&utm_medium=ios&utm_source=copy&_r=1&is_copy_url=1&is_from_webapp=v1&item_id=6951147813971545350
Es inevitable que cada que abra la aplicación no me salga ella bailando y eso se empezó a volver algo incómodo pero a la vez hizo que comenzara a notar cosas en ella que antes no notaba, como lo bonita que es y su hermoso cuerpo. Samantha es una chica de piel blanca y linda sonrisa, cabello castaño, delgada de cintura pequeña por lo que hacía muy notorio su culo bien formado sumándole que siempre usaba ropa deportiva para grabar sus bailes, leggins que le quedan de maravilla y top que hacen lucir su preciosa piel blanca y brillante.
Nuestra relación como hermanos no era mala, sino todo lo contrario pero por alguna razón nos gustaba pelear por cualquier cosa, ella era la típica hermana mayor que le gustaba molestarme con muestras de cariño ya sea con abrazos y/o besos y como sabía que eso me molestaba con más razón lo hacía cada que podía.
Samantha llego a un punto que por visualizaciones y por hacerse viral comenzó a hacer bailes cada vez más provocativa así como vistiendo de una manera que no dejaba nada a la imaginación grabándose en cada parte de la casa y para mi suerte siempre tenía la fortuna de verla mientras bailaba, al principio eso le incomodaba un poco pero se fue acostumbrando así como yo a verla hacer esos bailes, había comenzado a provocar algo en mi, me excitaba verla haciendo esos movimientos y mi imaginación volaba.
La gota que derramó el vaso fue cuando empezó una tendencia de bailar con alguien cercano a ti y ver cómo reaccionaba aunque yo no sabía de qué se trataba y menos que yo sería su víctima.
Estábamos solos en casa, nuestros padres habían salido a hacer compras del hogar por lo que cada uno estaba en su habitación, me encontraba viendo televisión cuando Samantha me llama desde su habitación pidiéndome que fuera, llego y al entrar ella rápidamente me empuja hacia una silla donde ella tomaba sus clases cayendo sentado sobre ella y antes de que pudiera decir algo ella comienza a bailar, me quedo viéndola de pies a cabeza poniendo mucha atención en sus movimientos y los gestos que hacía, era una coreografía muy sensual que le quedaba de maravilla, cada vuelta que daba lentamente no perdía el tiempo para clavar mi mirada en su culo y ver cómo lo movía delante de mi pero lo que más me provocaba era las expresiones faciales que hacía, una mirada seria viéndome a los ojos mordiéndose el labio que tuvo que como consecuencia tuviera una erección entre mis piernas.
Yo vestía ligero con una camisa que usaba para andar en casa y un short de fútbol por lo que mi erección no pasaría desapercibida.
Pasa poco menos de un minuto y acaba su baile, ella termina y comienza a reírse tomando su teléfono el cual había puesto en una repisa para que grabara todo, ella me abraza explicándome todo lo que acaba de pasar, que prácticamente fui parte de su reto para hacerse viral, yo molesto por el hecho de que me hubiera usado sin mi consentimiento intento quitarle el teléfono para borrarle el video por lo que comenzamos a forcejear por el teléfono haciendo que ella terminara sobré mi, sentada en mis piernas donde aún tenía una enorme erección la cual ella podía sentir sin ningún problema, lo único que nos separaba era la delgada capa de tela de mi ropa y sus leggins.
Ambos al sentir ese contacto quedamos paralizados, viéndonos el uno al otro a los ojos en silencio, los dos entendíamos perfectamente lo que había pasado, ella con su sensual baile me había calentado tanto que ni pude contenerme ni por el hecho de que fuera mi hermana, Samantha lo entendía, al fin y al cabo ya no éramos niños, sabía que lo que sentía duro debajo de ella pidiendo ser liberada era mi polla erecta que fue lo que tuvo como consecuencia a su provocante baile.
No se cuanto tiempo habrá pasado pero se sentía un mundo con toda la tensión que había entre nosotros y mi erección estaba lejos de desaparecer, al contrario, parecía que crecía más y en ese momento por mi cabeza pasó el pensamiento de besarla, realmente ganas no me faltaban pero no me atrevía, baje mi mirada a sus labios y volví a sus ojos, ella entendió que me moría de ganas de probar esos hermosos labios que desde esa vista se veían tan tentadores, ella hizo lo mismo bajando la mirada por un momento a mis labios y justo ahí fue cuando me anime a besarla rápidamente, primero fue un beso rápido pero luego quise seguir besándola, ella me correspondió por un momento pero luego se separó de mi, escuchamos ruido y eran nuestros padres que habían regresado a casa, rápidamente nos separamos como si no hubiera pasado nada pero esa noche me pajee como loco recordando todo lo de ese día sin borrar el sabor de los labios de mi hermana.
Los días siguientes mi hermana grababa más de lo normal, casi siempre lo hacía en su habitación pero a diferencia de antes ahora siempre dejaba la puerta abierta y yo no perdía el tiempo para pasar por ahí por cualquier cosa y echar un vistazo, ella me sonreía igual que lo hizo aquel día con esa mirada seria y provocativa.
La semana pasó y nuestros padres debían ir otra vez a hacer las compras de la semana dejándonos solos a Samantha y a mi, justo o como si fuera un deja vu, volvimos a hacer todo justamente igual que una semana antes, yo en mi habitación y ella en la suya, yo estaba esperando que ella me llamara, ya no me importaba si era para usarme para sus retos pero esta vez no me llamo por lo que decidí ir y entrar en su habitación, voy hacia su habitación y me encuentro con la puerta cerrada pero decido no tocar ni llamarla, solo entro sin avisar y para mi sorpresa me encuentro a Samantha acostada en su cama con las piernas abiertas tocándose por debajo de la ropa, no había que ser muy listo para darse cuenta de lo que estaba haciendo.
Cerré la puerta de golpe al ver su cara de sorpresa, seguramente no se había dado cuenta que nuestros padres ya se habían ido y que estábamos solos pero esa imagen me calentó tanto que sin darme cuenta ya tenía una enorme erección, me fui a mi habitación como si nada hubiera pasado a intentar distraerme pero por mas que intentaba no me sacaba esa imagen de mi hermana tocándose, prendí la televisión y me senté en una silla de mi habitación cuando tocan mi puerta, era Samantha.
Lo primero que hace es reclamarme por no tocar y le pido perdón por eso, luego ella un poco apenada me pide perdón por lo que vi a lo que yo le respondo que no tiene porque disculparse ya que la culpa fue mía por no tocar. Entonces para intentar calmar la tensión y que se le quitara la pena a mi hermana se me ocurre decirle que la entiendo completamente y me señaló la erección entre mis piernas, ella ríe y por último me pide que no diga nada de lo que vi en su habitación, yo le digo que no se preocupe y que será secreto, nuestro secreto.
Otra vez nos quedamos viendo en silencio cuando ella me sorprende con un abrazo diciéndome que soy buen hermano y ahí comienza nuestra pelea de hermanos con forcejeo haciendo que otra vez terminara sentada sobre mis piernas y su cara mirándome desde arriba siendo esta vez ella quien busco mis labios y sin pensarlo dos veces correspondí a ello, estábamos besándonos como dos amantes, tenía mis manos sujetándola de los brazos cuando sus brazos se comenzaron a deslizar envolviendo mi cuello mientras nos besábamos y mis manos buscaron su cintura hasta que no podía más, el roce de nuestros cuerpos a través de la delgada tela que nos separaba era suficiente para sentir como su cuerpo se movía sobre el mío mientras nos besábamos. Me pare cargando su cuerpo y nos acostamos en mi cama, las caricias y roces empezaban, ahora era yo quien estaba sobre ella cuando siento una de sus manos bajar y tomar mi venga dura y así nos comenzamos a desnudar el uno al otro, éramos dos hermanos cometiendo incesto.
Mis manos recorrieron su cuerpo quitando su top por encima de sus brazos y ella terminado de quitarse el sujetador que llevaba debajo, baje a sus leggins y ahí aproveche para acariciar ese rico culo, ahora estábamos totalmente desnudos besándonos en la cama mientras nos llenábamos de caricias, ella abrió sus piernas para mi y yo comencé a empujar sintiendo como mi verga entraba y se deslizaba por las paredes de mi hermana.
Samantha comenzó a gemir aferrándose con sus manos a mi cuello y espalda mientras nos veíamos a los ojos y mi empuje se hacía cada vez más intenso, estábamos llenos de placer cuando no daba para mas.
Su cuerpo, sus gemidos, sus gestos, el simple hecho de que fuera mi hermana lo hacía tan excitante y a eso sumándole el riesgo de ser descubiertos ya que nuestros padres podían llegar en cualquier momento. Acelere mis movimientos y con ello los gemidos de Samantha así que antes de que pudiera decir algo ya había acabado, dentro de mi hermana Samantha.
Mis movimientos fueron reduciendo su intensidad mientras nos besábamos hasta que ambos terminamos, respiramos ondo y nos dimos un tiempo para quedarnos acostados besándonos después del sexo más rico nuestras vidas.
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