Diario de una Puta: Parte 2

Diario de una Puta (parte 2).
Año 2008:

......Por dos meses no hice nada de nada, tan solo comía y me acostaba panza arriba para ver tv.

 Cuando mi Tía llegaba del trabajo le preparaba el desayuno para que se vaya a dormir temprano. Sus labores como enfermera de terapia intensiva eran muy exigentes y se la veía muy cansada.  

Lavaba sus ropas y mantenía el "departamentito" perfectamente ordenado. A penas me llevaba dos horas de quehaceres.

Después del mediodía no tenía nada que hacer y aprovechaba para irme a caminar, miraba vidrieras y por sobre todo, observaba como se vestían las chicas de mi edad. 

Me di cuenta que mi ropa era muy anticuada , mi aspecto era de campesina y no de una mujer de ciudad. Usaba polleras muy largas, zapatillas blancas o sandalias con correas. Mis remeras o camisas tenían estampados con flores y parecían muy infantiles.

 También usaba aros muy grandes y me peinaba todo para atrás con una larga cola de caballo.

De tanto ir a la panadería , me hice de una amiga, Andrea. 
Andrea era una mujer mucho más grande , tendría unos 35 años. Era madre soltera y tenía que trabajar como empleada para mantener a su hijo y a su madre.
Cuando salía de la panadería me llevaba a tomar gaseosas a un bar que quedaba en la esquina de una plaza. 
Con cariño y respeto criticaba mi aspecto, me decía como debía vestir y que me depilara mis gruesas cejas. Un día me regaló un rico perfume con olor a jazmín y me pidió que lo usará todos los días.
Yo apenas tenía 18 años y para mí , Ella, era la voz de la experiencia. Palabra santa. Al día de hoy lo sigo usando.

Esa misma tarde , mientras preparaba la cena, le pedí a mi Tía que me prestara ropa , Ella, amorosa como siempre, acepto con gusto mi pedido y me dijo que usará TODO lo que quisiera. 

Por la noche, cuando se fue a trabajar, me metí en el baño y empecé mi rutina de belleza: me depile las cejas, me recorte el pelo y me deje un flequillo , me afeite las piernas y corte los bellos de mi pubis, embadurne todo mi cuerpo con cremas y me fui a dormir como Dios me trajo al mundo. Me sentí muy Feliz.

A la una de la madrugada tocan la puerta. Pensando que era mi Tía, me pongo una remera larga y abro sin preguntar. Era el vecino de al lado, un cuarentón , casado , con dos hijos.
Con la excusa de que estaba buscando a su gato, empujó la puerta y entro al departamento sin mi permiso.
Fue hasta el balcón y fingió mirar como si estuviera escondido por ahi. Caminaba por la habitación de un lado hacia el otro, parecía nervioso. De repente se detuvo y se vino hacia mi para darme un beso. Logre esquivarlo y sali corriendo al baño, trabe la puerta y le grite para que se vaya.

 Grite con todos mis pulmones , hasta que escuche que cerró la puerta. Y se fue.

Había sufrido un intento de abuso , pero no le di la importancia que se merecía. Me calle y me guarde la mala experiencia para mí misma. Ese fue mi peor ERROR. 

Pase meses muy alegres con mi Tía y con mi amiga Andrea . Poco a poco me fui adaptando a mi nueva vida en la ciudad. 
Cuando creí que todo estaba bien , mi Tía me recibe con cara de tristeza y me comunica que tenía una citacion judicial por hurto. 
Para resumir: habían hurtado las bauleras de las cocheras y el vecino que intento abusar me, realizó una denuncia en mi contra, aduciendo que últimamente me veía usando mucha ropa nueva y de marca. Ni en mi peor pesadilla hubiese imaginado que una persona .que nunca le había hecho daño , al contrario intento hacérmelo a mi, era capaz de arruinar la moral a otra de esa manera.

En definitiva la causa quedó en la nada por falta de pruebas, pero el estigma de ladrona no me lo saqué de encima , nunca más.
¿Por qué digo , nunca más? . Porque de una manera sutil y no tanto , mi tía, me dió a entender que no hacía falta robar y que si necesitaba algo se lo pidiera.

En menos de un mes me termine mudando a la casa de Andrea. Me fui a vivir con su familia , con la condición de que pagará el 50% de los gastos. Todos mis proyectos se habían truncado, me había inscripto en un colegio nocturno para hacer el secundario y después me pondría a estudiar Enfermería profesional. Pero jamás lo volví a intentar por el dolor que me causo mi tía al no creerme. Tonterías Mías, no había entendido que mi propio odio me estaba arruinando.

Con Andrea nos hicimos mejores Amigas, casi hermanas. Yo había conseguido trabajo como vendedora en una casa de ropa en el barrio de Balvanera. De nuevo la vida me sonreía.

Uno de los socios del dueño del local me pretendía. Todos los días me regalaba flores y me invita a almorzar. Era un muchacho de 33 años muy interesante, alto, rubio y de ojos color almendra. Era rico y manejaba un hermoso auto caro.
Los fines de semana practicaba y competía en ciclismo. Me enamoro su bronceado eterno. 
Cuando le hable de mi , le conté todo lo que pude, menos el incidente que tuve en el edificio de mi Tía. Tenía miedo que no me creyera.

Sabía que en algún momento terminaría poniéndome de novia y que tendría relaciones. 
Por tal motivo recurrí a los consejos de Andrea para que me enseñe lo básico como para empezar.

 - Por lo general el hombre toma la iniciativa, vos acostate y abrí las piernas- me dijo y se hecho a reír.
 - 
Luego trajo la computadora y busco videos pornos. Estuvimos más de tres horas mirando. 
 - Mira, Mira , haci le gusta a los hombres que se la chupen- me lo repitió varias veces.

 No parecía difícil , mire con atención cada detalle. El miembro del actor era como de burro. Por dentro espere que el de mi pretendiente no sea igual.
 Doña Sara (57), la madre de Andrea, había escuchado toda nuestra conversación.
Y vino en nuestra "ayuda".(ja). Traía en la mano un pepino recién lavado. 
Nos mostró su arte amatorio y me pidió que lo practique. 
 - ¿que hago con la guasca? - pregunté.
 - Sara me miró y me dijo- si lo amas traga lo y si no , escupí lo.
 Mientras Andrea se cubría los ojos por vergüenza , Sara se fue sin decir más nada.
Durante varios días y en la intimidad del bañó , practique hasta que los labios se me hincharon. 

Un fin de semana , Andrea, Organizo en su hogar una reunión con sus compañeros de la panadería, cumplía años.
Hubo música, comida , mucho alcohol y "porros"
No éramos muchos , pero parecíamos una multitud por el ruido que hacíamos.
Varios vecinos se quejaron e inclusive vino la policía a pedirnos que bajarnos la música.
Yo me encontraba recostada en el sillón ,muy mareada, cuando se me acercó un muchacho de veinte años , Marcos cadete de la panadería, con la " picha" en la mano.
La punta me la paso por la cara y cuando me rozó la Boca se la succione con fuerza. Pegó un pequeño grito. Para estar más cómoda me arrodille y apoye mis pechos en el respaldo dejando mi cola al aire. 
Mientras me cogían por la boca , sentí por atrás un fuerte empujón que me desgarro el himen. Me habían desvirgado de una forma brutal y sin el romanticismo que me hubiese gustado para la ocasión. Sentía en mi boca la guasca del muchacho y la trague sin amarlo. 
Por atrás se sentía rico , sin saber quién me lo estaba haciendo . Al final me enteré que había Sido el maestro panadero, un hombre de cincuenta años, robusto, moreno de cara achinada. Me terminó adentro y siguieron bailando como si nada. Todos estábamos muy borrachos.

Al otro día llegaron los lamentos y los arrepentimientos , pero ya era tarde. 
Por más de dos meses me hice chequeos de embarazo , que siempre dieron negativos. Gracias a Dios. A los panaderos no los volví a ver y al socio de mi jefe lo rechace Decenas de veces hasta que, se canso de mis negativas. 
Esa noche de fiesta me había cambiado la cabeza. Me gustaban los desmadres y no me quería atar con nadie. Aún era muy joven y quería disfrutar un poco antes de ser la esposa de alguien....

Continúa ! 

@Sandraguarani90


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