La cuarentena 2

Dos
La cuarentena 2

Había dormido realmente mal, había tenido varios sueños en donde mis padres o mas precisamente mi madre prácticamente me denunciaba con la policía por violación. Por lo que exaltado me levanté y sintiendome aturdido, mire enseguida la hora en mi celular.
Apenas si eran las seis de la mañana y mientras recostada de nuevo mi cabeza sobre la almohada, me puse a recordar lo sucedido la noche anterior  en la habitación de mis padres. Realmente me había pasado y no tenía excusa alguna para justificar lo algo de la cama y sintiendo como todos mis nervios se ponían a flor de piel, con calma me dirijo a su habitación.
Ya delante de la puerta toco la misma sin muchas ganas, mientras mas nervioso escucho como desde dentro de la habitación. Una voz me dice – adelante.
Suspirando me aferro al picaporte y empujando la puerta, logro ingresar a un cuarto que a esa altura de la mañana se encuentra escasamente iluminado. Claro estábamos casi llegando al invierno, por lo que la luz de la mañana llegaba bastante más tarde.
Al principio no deseaba ver a mi madre directamente, asi que intente desviar mi mirada varias veces. Sin embargo mi madre que habia prendido la luz de su velador, me dijo con un tono de voz que denotaba bastante calma – que necesitas, cariño?
Apenas escuche esa palabra el alma me volvió al cuerpo, por lo que sabiendo que  insolitamente no estaba furiosa conmigo. Me acerco a ella cautelosamente y colocándome en su delante y a un costado de su cama, le solté con miedo – puedo hablar un momento contigo?
Ella poniendo casi de inmediato una expresión de cariño golpeó suavemente la parte de la cama que quedaba libre, lo que quería decir que me acercará a ella. Así que no dudándolo ni por un segundo me acomode donde ella me decía, mientras que  suspirando se quedo pensando que iba a decirme.
Estuvo varios segundos haciendo eso, hasta que al parecer encontrando las palabras correctas. Me pregunto – ya has estado alguna por lo sucedido anoche, eres joven y no pudiste controlarte eso lo entiendo.
Sin darme cuenta acerco su mano a la mía y tomandola con cariño, agregó – así que tal vez si hacemos como que nada paso, tú no estarás tan nervioso en mi delante, que te parece?
El alma literalmente regreso a mi cuerpo, así que asintiendo con mi cabeza intente que lo de anoche no afectará nuestra relación. No obstante algo paso ya que sin nervio alguno la mire mejor y dandome cuenta deque solo llevaba encima su pijama de seda de color blanca, que a su vez era bastante corta. Me fue prácticamente imposible no admirar sus maravillosas y torneadas piernas.
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Las mismas resaltaban a la luz que el velador arrojaba sin desearlo, por lo que sintiendome de repente enfermo por tener estos pensamientos impropios con las piernas de mi madre. Dije para intentar escapar –quieres que prepare el desayuno?
De acuerdo – me dijo ella en tanto se desperezaba y sonriendo añadía – me cambio y mientras tú preparas todo, yo iré a despertar a tus hermanos.
Como si de una bala fuese  Salí rápido de su cuarto y diciendome que estaba loco por ver de una forma tan sexual a mi Madre, llegue a la cocina y mientras preparaba el desayuno. Intente que los pensamientos lescivos que tenia por mi Madre, salieran de mi cabeza.
Sin embargo los mismos volvieron cuando de repente la vi aparecer en la cocina solo con su bata encima, la misma era solo un poco más larga que su pijama. Lo que dejaba de nuevo a mi vista parte de sus muslos y como la bata no estaba bien cerrada por delante, note también como sus pechos sobresalian por debajo de sus prendas.
Debido al embarazo los mismos se veían mas que generosos,a lo que tragando en seco vi que se me acerco y dandome un beso en la mejilla me dijo – tus hermanos bajan enseguida – de forma muy cariñosa
Sentirla tan cerca me perturbo bastante, pero sin desear hacer notar ese sentimiento. Le pregunté a la pasada – hablaste con papá?
Le mande algunos mensajes que todavía no ha visto, así que supongo que todavía estará durmiendo – me contestó tomando la cafetera y vertiendo parte de su líquido en una taza, mi madre me dijo deforma repentina – me ha escrito tú papá, quiere hablar conmigo y parece urgente.
Asintiendo vi que me daba la espalda y no pudiendo dejar de ver su trasero embutido en una calza que le hacía justicia, se perdió en la habitación que usaba generalmente para hacer sus ejercicios.
Estuvo allí por varios minutos y solo cuando salió,pude ver la cara de preocupación que llevaba encima. Al verla no pude dejar de preguntarle – que sucede mamá?
A lo que ella sin borrar la expresión de preocupación que cargaba, me contestó – tú padre no tiene fecha de regreso – sentenció.
A lo que rápido le dije – creí que iba a conseguir un permiso especial, para que pudiera volver.
Ese era el plan – indicó – pero al parecer la cuarentena en donde está es bastante dura y solo puede regresar si se hace un hisopado.
Y porque no se lo hace? – agregue con curiosidad, a lo que ella me contestó – solo se lo hacen a personas que tienen algún síntoma y el se encuentra bastante saludable, al parecer.
Mudo me quedé en silencio mientras notaba como ella llevaba una de sus manos a su insipiente vientre y dándose un pequeño masaje, noto de repente como le miraba. Sintiéndose incomoda, trato de cambiar el aire que nos rodeaba y saliendo de la sala, me dijo antes de perderse en su cuarto – iré a descansar un poco.
Tragando el nudo que se me había formado en la garganta me reproche el no poder dejar de admirarla y sabiendo que no debía hacerlo, me fue imposible no dejar de hacerlo.
Me había encerrado toda la tarde en mi cuarto intentando no pensar en mi madre, quise  distraerme con varias cosas. Como por ejemplo el intentar pasar el difícil nivel de un vídeo juego que tenía pendiente o le mándame algunos mensajes a mis amigos,preguntándole como lo estaban llevando eso de la cuarentena.
Incluso me puse a ver varios vídeos locos en YouTube los cuales no tenían lógica alguna, con todo esto hice tiempo suficiente hasta que atardeció. A lo que agarrándome un poco de hambre me levanté para ir hasta la cocina, pero cuando estaba pasando por la habitación vi que la puerta de está estaba entreabierta.
A lo que sintiendo algo de curiosidad vi por la abertura de la misma y grande fue mi sorpresa, cuando vi que mi madre se desasía de una toalla que cubría casi todo su cuerpo dejándola completamente desnuda ami vista. Sin ropa alguna pude recrearme viendo su fabuloso cuerpo el cual poseía no sólo dos voluptuosos pechos, sino que acompañaban a este un voluminoso trasero el cual para haber sido madre en dos ocasiones estaba masque apetecible y firme.
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Ahora sabia que esas horas de gimnasia no había sido en vano, ya que terminaba de complementar su hermosura. Sus anchos muslos y su vientre, que a pesar de verse abultado por motivo de su embarazo, solo acentuaba su belleza.
Por lo que verla de ese modo hizo que mi pene reaccionará,ya que se paró casi de inmediato. No obstante sabiendo que sería una muy mala idea que me descubriera espiándola como si fuese un auténtico pervertido, me fui hasta la cocina con mi pene el cual resaltaba dentro de mis pantalones.
Ya en la misma intente calmarme un poco, pero teniendo poco éxito. Mi ansiedad se incrementó cuando mi madre apareció en la cocina minutos después, con unas ropas de gimnasia que marcaban su figura.
Al verme allí me pregunto, con cierta curiosidad –estas bien cariño?
Quería decirle que no, que no estaba nada bien y que su presencia solo aumentaba mi problema. Pero sabiendo que no podía decir nada como esto, atine a soltar – me dio algo de hambre y vine a la cocina a ver si podía comer algo.
Apenas se me acerco pude sentir como su perfume invadía mis fosas nasales, lo cual me gustó terriblemente. Pero mientras se alejaba de mi,  añadió en tanto se acercaba a la cocina – no llenes tu estómago que la cena estará pronto.
Asintiendo escape rápido de allí, pero sabiendo que gracias a la cuarentena no podía escapar de mi propia casa. Me encerré en mi cuarto intentando borrar los pensamiento lascivos que tenia sobre ella.
Una hora mas tarde esta me llamó para que cenáramos y tragando el nudo que tenia en mi pecho, Sali e intentando no dejarme llevar por la nueva atracción que sentía por mi madre, solté con fuerza el aire que tenia contenido en mis pulmones. Ya en el comedor vi que tanto mis hermanos como ella ya estaban comiendo, a lo que ubicándome a un costado de mi hermano. Intente centrarme en mi cena sin hacer contacto alguno con quien era últimamente la musa de mis deseos sexuales.
Al principio fue algo incómodo para mi ya que nadie soltaba palabra alguna, no obstante este se rompió cuando de la nada mi hermano pregunto – cuando volverá papá?
Mi madre le contesto que por ahora eso  , a lo que no deseando escuchar mas termine rápido mi cena y levantándome. Solté antes de salir escapando – estaré en mi pieza.
Para mi suerte la noche estaba siendo bastante tranquila y cuando pensé que está quedaría así, casi a medianoche alguien toco mi puerta. No sabiendo quien era fui a ver, pero me lleve una terrible sorpresa cuando note de que se trataba de mi madre que viéndome me dijo antes de que yo pudiera hablar – quería ver si podías ayudarme, por lo menos esta noche mas con mi problema?
Se notaba por la expresión que llevaba que los dolores que tenía realmente la estaban afectando, a lo que dudando. Solo pude decir –vayamos a tu cuarto.
Apenas se dio vuelta note su macizo culo que sin verse afectado por la gravedad, se movía hipnotizantemente de un lado hacia el otro.En tanto yo al verlo solo tenia ganas de tocarlo.
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Conteniendome como pude logre llegar a su cuarto y cerrando la puerta a mi espalda, vi como ella de inmediato se recostó de espaldas en su cama y quedando de cara abajo me dijo con cierta desesperación –puedes empezar cuando quieras, porque estos dolores me están matando.
Con mis nervios a flor de piel y mi pene en continuó levanté me acerqué a su hermoso cuerpo y tratando de que no notará mi erección, me puse de costado mientras con fingida calma apoyaba mis temblorosas manos sobre su cuerpo.
El masaje comenzó por su lumbar y fue ascendiendo con fuerza por el resto de su espalda, hasta llegar a sus hombros los cuales masajee con bastante fuerza. Mientras que ella notando esto arrojo rápidamente  gemidos de auténtico placer, los cuales acompañaba con frases alentadoras las cuales eran - si cariño es allí, hazlo con fuerza que tienes auténticas manos mágicas.
Dejándome llevar hice caso a su pedido pero con una desviación,ya que de a poco y como la vez anterior hice me incorporé y posicionandome en su detrás coloque mis piernas a cada costado de su cuerpo y apoyando mi pelvis con mucha timidez, le hice notar de seguro la erección que estaba cargando.
Asustada ella levanto su cabeza de inmediato, pero no dejándola hablar seguí dándole el masaje que tanto deseaba mientras que de apoco empezaba a mover mi pelvis de forma lenta. El ritmo era suave pero las pequeñas estocadas que le daba eran tan placenteras, que mi pene se puso al máximo en pocos segundos.
Como la noche anterior de a poco fui dejando de lado mi objetivo que era darle la calma que ella necesitaba y fui concentrándome en mi propio placer, el cual  incrementó ya queme di cuenta de que mi madre empezó arrojar algunos gemidos a medida que mis estocadas se hacían mas profundas.
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No conteniéndome apoye mis manos sobre el hueco que su cintura formaba y dándole estocadas mas profundas, moví mi pelvis como si en verdad me la estuviera cogiendo. Cegado por mi lujuria y sintiendo en el roce la suavidad que tenían las nalgas de mi progenitora, me descontrole y tomando las mismas con fuerzas di unas cuantas estocadas mas antes de sentir como mi esperma recorría mi falo y salía expulsado directamente hacia la tela que formaba mi ropa interior.
El éxtasis me duro solo algunos segundos, lo que si me duro mucho más fue la culpa y el miedo que me invadieron. Por lo que no deseando ver a mi madre, Sali de allí huyendo y llegando otra vez a mi refugio me encerré sabiendo que está vez lo había jodido y lo había hecho en grande.

2 comentarios - La cuarentena 2

Melapelas57
Tienes que apresurarte con la parte 3 JAJA