Erica, mi hermanastra XII + Laura (corto)

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Debido a que carezco de tiempo por facultad y trabajo, estoy publicando poco, pero hay avances de todas las historias y nuevos proyectos. También secuelas, tanto de pago como gratuitas. Voy a estar informando!


"Mi prima, Mara: El camino de la tentación". (solo en mi sitio)

INFO

. Abarca todo el segundo arco de la historia, desde el final del capítulo 28 de la primera parte.
. Cuenta con 10 capítulos extras.
. Contenido adicional en todos los capítulos, los cuales fueron re escritos al 100%
. Desenlaces re imaginados y personajes profundizados.
. Todo el arco contado como una sola historia única.
. Contenido extendido en todos los capítulos.
. 42 capítulos y 650 pags.


Contenido posterior a "repercusiones".
Con final imperdible.


Historias disponibles

- Mi prima, Mara. 28 caps. 493 pags.
- Erica, mi hermanastra. 12 caps.
- Mi joven tía. 13 caps. 182 pags.
- Mi prima, Mara: El camino de la tentación. 42 caps. 650 pags

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Laura, la mamá de mi amigo: Esa vez que la ví.

Tenía unos quince años cuando me pasó.
Recuerdo que había ido a dormir a la casa de un amigo, Mauro.
En esa época nos la pasabamos toda la noche jugando a la play, como cualquier pibe de esa edad.
Se venía el mundial de Brasil y estábamos re cebados con eso.
No dejábamos de pensar en el fútbol ni por joda.
Incluso hasta en los videojuegos nos re enviciamos.
Y ese viernes no fue la excepción.
Luego del colegio, me fui para la casa de mi amigo, cuando su papá nos vino a buscar.
Me trataba como a un hijo, Luciano.
Era un tipo con porte. Fachero a sus cuarenta y pico. Onda Paladini, el marido de Rocío Guirao Díaz.
Y la madre, no se quedaba atrás.
Tenían casi la misma edad, pero ella aparentaba bastante menos.
Libre de preocupaciones importantes, dada su situación económica excelente, Laura le dedicaba mucho tiempo a verse bien. Se mataba en el gimnasio.
Rubia, alta. Con una clase envidiable y unos pechos naturales que eran la envidia de más de una madre del colegio.
Alguna vez había escuchado que se las había hecho.
Pero a mi siempre me pareció lo contrario.
Y digo siempre, porque más de una vez se me fue la mirada hacia ellas.
Divinas…
En fin, ese día nos estábamos desvelando, jugando Winning, cuando decido ir al baño.
Tenían una casa enorme, de dos pisos y con más de un baño.
Cuando estaba a punto de ingresar, a fin de descargar completamente todo el líquido que había tomado.
Mauro me ganó de mano.
Apareció corriendo por detrás mío y se metió en el baño.
“Lento” me dijo.
Era muy tarde, por eso no abrí la puerta a la fuerza para entrar.
Encima el muy hijo de puta se puso a hacer lo segundo y yo, me estaba muriendo por hacer pis.
Lo primero que se me ocurrió, fue ir al baño de arriba.
Ese estaba cerca de la habitación de sus papás, pero si no hacía demasiado ruido, no iba a haber problema.
Caminé sigilosamente, para no levantar sospechas.
Era un pasillo largo, de como 20 metros.
El baño se encontraba al final y la habitación de ellos, justo a la mitad.
Una vez que pasé la altura de la puerta, ya estábamos tranqui y apuré el paso.
Llegué al baño.
“Safé” pensé.
Entré e hice lo mío.
Sentí un alivio impresionante. Era posta que me moría por ir al baño.
Estuvimos tantas horas viciando sin movernos que se hizo insostenible.
Tiré del botón y para mi fortuna, casi ni ruido hacía.
Ahora podía volver a jugar tranquilamente.
Lo peor había pasado.
Me encontraba camino de regreso. Más suelto, relajado.
Pero al pasar por la puerta de la habitación de los padres de Mauro, algo me llamó la atención.
Fue un ruido extraño que preferí obviar y seguir mi trayecto.
Pero antes de alejarme, volví a oír algo llamativo.
Fue como un cachetazo. Fuerte.
De repente se me vino a la cabeza un pensamiento propio de las hormonas de mi edad.
“Están cogiendo” pensé como un boludo de 15 años.
Recuerdo que me reí por dentro, pero antes de irme, me vino una idea.
Quería asegurarme de que así fuera.
Una completa locura. ¿Si me llegaban a ver?
No sería bienvenido nunca más ahí, como mínimo.
Mi amigo se enojaría conmigo.
Analizando bien las cosas, el riesgo era alto, por algo que pasa en todas las familias.
Pensé en desistir y continuar mi camino, pero volví a oír un sonido demasiado cautivante.
“Aaayy”.
Algo se encendió en mí.
¡Fue un gemido! Me dije a mí mismo.
Sudé un poco y me puse nervioso.
No sabía qué hacer.
Me moría de ganas de mirar a través de la cerradura.
¿Y si lo hacía con cuidado?
“5 segundos y me voy” me repetía.
Estaba intentando convencerme, cuando volví a escuchar otro cachetazo. O al menos eso parecía.
No pude contra la tentación.
La madre de Mauro estaba buenísima.
Sería hermoso verla desnuda.
Sus tetas eran un manjar para mí.
Y ahora podría tener la oportunidad de verlas.
“Ya fue” pensé.
Junté valor y me acerqué a la puerta.
Los sonidos se hacían más claros.
Eran como suspiros.
El corazón me latía a 5000 revoluciones.
Puse mi ojo en la abertura del cerrojo.
Cuando vi lo que pasaba, casi me da un infarto.
No lo podía creer.
Abrí los ojos como si me inyectaran adrenalina en grandes niveles.
¡Laura estaba desnuda!
Sí, era el mejor día de mi vida.
Pero no solo estaba en pelotas.
Se encontraba en cuatro, tirandole la goma al papá de Mauro.
Me quedé duro.
Esa mujer que tantas veces me había recibido en su casa. Que siempre me había parecido una belleza. Que eran tan buena conmigo, estaba chupando una pija y en bolas.
Por dios… ¡Qué bomba!
Luciano también lo estaba, sacando verga para adelante y tomándola del cabello, recogido.
“Ommm mmmm mmm” se escuchaba.
Si era un sueño, no quería volver jamás de él.
La chupaba con un oficio…
Nunca me la hubiera imaginado. ¡Se trataba de Laura!
Siempre tan correcta y rescatada delante del mundo.
Tiraba la goma como una perra…
Noté que tenía un culo tremendo también.
Yo siempre le había mirado las tetas, pero de cola, andaba muy bien.
LUC: Amor, me encanta que me chupes la pija ¿sabes?
LAU: Ommm ¿Sí?.- Dijo sacándosela completa de la boca.
Anda bien de verga el chabon.
No era la gran cosa, pero se la bancaba,
LUC: Sí, pasame la lenguita un poco más ¿dale?
No podía creer lo que veía y escuchaba.
Era la primera vez que me pasaba algo así.
Ella le cabeceaba en la verga y las tetas se le movían de atrás hacia adelante.
Mmmm que ganas de chuparle esas gomas… ¡Dios mío!
LAU: ¿Así, bebé?.- Le dijo pasándole la lengua por todo el glande.
Nooo…
La cara de Luciano mostraba que estaba fascinado con su esposa y con lo que ella hacía.
LUC: Ohhh… Sí así… Hoy te la vas a tragar…
Laura puso los labios como trompita de una forma increíble.
LAU: Oomm mmm ¿Eso queres? Aamm.
LUC: Seee…- Le contestó y le dio una fuerte nalgada.
“Plaf” se escuchó.
Quedé estupefacto.
LAU: Mmm bueno, pero vos me tenes que dar lo que te pedí, amor…
Luciano se empezó a reír.
LUC: Ojhh ¿de verdad queres eso?
LAU: Ajam… mm mm.- Le apretó la verga con los labios haciéndolo delirar.
Estaba viendo un espectáculo tremendo.
Único.
Se me había parado el pito, pero mal.
Sarpado.
LUC: Jeje… oohhh…
¿A qué se refería?
LAU: ¿Me lo vas a dar? Mmm…- Le hacía cara de putita con la verga en la boca.
No lo podía creer.
Comencé a transpirar.
Le acarició la cara y le dijo:
LUC: Para que te dé eso, vas a tener que hacer mucho más que tragarte la lechita, amor…
Ufff…
Increíble.
Ella se sacó la pija de la boca y lo pajeó mirándolo.
LAU: Si me das eso… Te la voy a chupar todos los días, cuando llegues de trabajar y antes de dormir…
Abrí los ojos como platos.
¿Qué?
LUC: ¿Todos los días?
LAU: Ajam…- Continuó masturbandolo.
LUC: Mmmm… Me interesa
LAU: Y también, me podes dar la lechita en la boca, bebé… ¡Cuando quieras!
No podía hablar así.
No parecía ella. No.
Aún me acuerdo de las ganas terribles que me dieron de pajearme ahí.
Me dije “alta zorra”.
Claro, era pequeño en ese entonces, muy inocente.
De más grande comprendí que eso no tenía nada que ver con ser zorra.
Pero eso no fue todo ese día.
De por sí era tremendo verlos coger. Lo que sí me shockeó fue lo que ocurrió instantes después.
LUC: ¿Y te la vas a tragar? Ohhh…
Se la volvió a meter en la boca, provocando que su marido gozara al límite.
LAU: Si mi amor… ¿pero qué decís entonces?
LUC: Que depravada que sos… dios…
LAU: Y eso te mata, amorcito… Jeje Omm..
En mi vida había visto algo igual.
Ni siquiera en los videos porno.
Se colocó de cuclillas en la cama.
Ahora le veía las tetas completas.
Eran tremendas. Grandes, naturales. Con pezones redondos, no muy grandes.
Tenía colorada la zona de los mismos. De seguro se las habrá chupado salvajemente.
¡Yo lo haría!
Le agarró la pija con las tetas…
Posta que parecía un sueño. De no creer.
LAU: ¡Dale, amor, quiero!.- Le dijo como putita, mordiendo sus labios.
Luciano no daba más.
LUC: Ooohh… amor… aaa…
Y lo que dijo me casi me hace desvanecer.
LAU: ¡Dale, bebé, dejame cogerme a tu secretaria!
¿Quéeeeee?
¿Qué dijo?
Luciano gimió, fuerte.
¿Cogerse a su secretaría?
Terrible turca le estaba haciendo. Saltaba sobre la punta de la cama.
Lo que debería ser meter la pija en esos pechos pulposos.
LUC: ¿Te queres comer a mi secretaría, degenerada? ohhh
LAU: Mmmm sí… ¿me dejas?
Estaba atónito.
¿Le gustaban las mujeres? ¿A Laura?
Imposible…
No podía ser.
LAU: Oomm sí… Que rico una conchita 25 añitos…
LUC: No cambias más, bebé…
LAU: Perdón… ommm…
LUC: ¿Y yo puedo participar?
LAU: Mmm no… Solo mirar ammm…- Se la metió en la boca por un instante como un helado, sin dejar de abrazarla con sus tetas.
LUC: La última vez casi me matas… No es justo oohh...
LAU: Mmm entonces no queres…
LUC: Quien iba a decir que también te gustaba la almeja jeje
LAU: Es muy linda Florencia… Cuando voy a tu oficina me dan unas ganas de llevarla al baño y comerle la concha…- Le exclamó con una voz totalmente de trola.
Nooo.
Casi me caigo contra la puerta.
¿Era cierto lo que me mostraban mis ojos y me hacían oír mis orejas?
Quién iba a decirlo…
La bella y correcta Laura, era terrible perra.
LUC: Bueno… Bastante trolita es mi mujer jeje…
LAU: Sí… ¿De verdad?
LUC: Sí, dale que quiero acabar… Te la vas a tomar toda… Mirá que tengo mucha, eh...
LAU: Umm sí… damela, papito…
Luciano se empezó a retorcer y Laura se la metió en la boca.
LAU: Entonces el lunes me paso por tu oficina…
LUC: Ohhh… Aaaaa.-
Cuando estaba por ver cómo le iba a llenar la boca de esperma a su mujer, oí que Mauro subía las escaleras.
¡La puta madre! pensé.
Justo ahora...
Me levanté como pude y caminé, intentando disimular.
¿Se la habrá tirado toda adentro?
Dios...
Mauro se apareció.
MAU: ¿Dónde mierda estabas, cabeza de pene?.- Me dijo.
YO: Vos no eras el único que se estaba haciendo…- Me salió decirle.
MAU: Dale, vamos a seguir jugando…
Se dio media vuelta y bajó rápidamente las escaleras.
Yo me quedé con un sabor agridulce en la boca, no pude ver el final feliz.
Pero algo era muy seguro.
Iba a empezar a quedarme más seguido en su casa.

2 comentarios - Erica, mi hermanastra XII + Laura (corto)

NiicoRuiz +1
Que lástima que nos hayas dejado sin mara . Más sabiendo que hay otro que te la robo y está haciendo plata atrás tuyo
hiphop911
Por qué dejarla? En enero publiqué el segundo libro y estoy escribiendo el tercero y va el tercero aaaaall
diegoprey
Excelente inicio...promete bastante...van 10pts