Mmmm lo dejo a tu criterio

Me encontraba ya en mi carpa, acostado y con los ojos cerrados, pero la mente más activa que nunca, seguía recordando cada detalle de su cuerpo, sus gestos, sus acciones, analizaba como había reaccionado a cada beso y cada caricia. Sabía que tenía que agradecerle a su amiga, su interrupción lo había utilizado como un método para crear ansiedad y mucha expectativa en la mente de Isa. Además me permitió dejarle claro cuál iba ser nuestro objetivo en el próximo encuentro.
El sonido de una voz femenina muy cerca de mi carpa me hizo despertar con el corazón acelerado y la ansiedad a millón. ¿Era ella? ¿Había decidido venir a mi carpa? Mi sistema nervioso logro normalizarse al darme cuenta que ya era de día y que las voces provenían de las distintas personas saliendo de sus carpas, para poder apreciar uno de los amaneceres más hermoso en todo el país. Durante la mañana presente a Isa y su amiga Karina a mi amigo Esteban y su novia. Como a las 10:30 pm. Frank llegó a donde nos encontrábamos y me dijo. -Hola bro que tal. ¿Tienes tiempo para que conozcas a un amigo? - Claro que sí. Le dije mientras me ponía de pie y me despedía de todos. Frank era un viejo amigo que había conocido en los viajes de excursionismo, él era el organizador de este viaje, durante el amanecer le había dicho que quería sorprender a Isa con un paseo y él me respondió que el señor Enrique era el indicado. Justo a él íbamos a conocer en ese momento, Enrique es él es el guía oficial y la persona más conocida de todo Cayo Herradura. Margariteño con más de 15 años en Isla Tortuga se presentó, era una persona muy amable y colaboradora. Al comentarle que quería contentar a mi novia ya que habíamos discutido antes del viaje y quería asombrarla, él me dijo que me iba preparar un tour inolvidable y que dejara todo en sus manos.
De regreso pude notar que el grupo se había desintegrado, Claudia y Esteban disfrutaban a solas de la playa por otra lado Karina se encontraba bebiendo y divirtiéndose con los otros compañeros del viaje e Isa se encontraba bajo una sombrilla leyendo un libro. Camine hacia ella y le ofrecí un trago que acababa de preparar. - Es muy temprano para empezar a beber. Me dijo mientras tomaba el vaso y sonreía Yo aproveche y leí el nombre de su libro. “Maybe Someday” de Collen Hoorver. ¡Perfecto!, conocía la saga. Sentado al lado de ella en la arena y sin darle mucha importancia a lo que comentaba dije. - Maybe Someday un libro muy interesante, lástima que muchas personas no lo disfrutan al 100%, debido que desconocen que existe una playlist de sus canciones que te permite reproducirlas en el momento que Ridge comienza a tocar su guitarra o cuando el libro te indique el nombre de la canción en curso. Eso produce que el lector tenga una concentración mayor y pueda vincularse de forma más fuerte con lo que pueda pasar en cada etapa del libro. La mire a los ojos, mientras me veía con cara de asombro y le dije. - Por cierto, eres una mezcla entre el carisma, cariño y forma de ser de Sidney pero con el cuerpo y la sensualidad de Bridgette. Le dije mientras aprovechaba ese momento de asombro. Isa parecía que estaba en shock sostenía mi vaso a centímetros de su boca totalmente inmóvil. Yo solo sonreí de medio lado y le dije. - A las 12 del medio día nos vienen a buscar para disfrutar de un hermoso recorrido, con la ayuda de Frank me encargue de que el Tour no choque con ninguna de las actividades que el paquete ya tiene previsto, lo único que nos saltaremos es el almuerzo grupal y será sustituido por un almuerzo en pareja a orilla del mar. - ¿Qué pasa si digo que no puedo o no quiero? Me dijo desafiándome. - Estarías mintiendo, así que vamos a disfrutar del agua para luego arreglarnos que ya nos queda poco tiempo.
Ella sonrió cerro su libro, me beso y nos dirigimos a la playa. A las 12:00 pm el señor Enrique y Frank nos estaban esperando juntos a un peñero, nos dieron algunos tips y se despidieron amablemente mientras realizaban broma de que hacíamos bonita pareja. Durante el tour conocimos varias playas, en el recorrido disfrutamos de unos paisajes espectaculares, distintos animales y pudimos disfrutar de la flora y fauna marina con la ayuda del esnorquel en la isla de los Tortuguillos, llegamos a la playa Punta de Garambeo y nos indicaron que esa era la parada final, que podíamos desembarcar y disfrutar de la playa mientras ellos iban por nuestro almuerzo que en 40 minutos regresarían. Observe como se alejaba el peñero y nos dejaba totalmente solos en esta hermosa playa paradisiaca, mientras buscábamos donde situarnos, la abrace por la espalda y le dije al oído. - Hoy el postre se comerá antes que el almuerzo. La tome de la mano y seguimos caminando, evadí nuestras miradas, sabía que se había sonrojado, sabía que estaba sonriendo, sabía que en sus pensamientos se asomaba la idea de poder cumplir una de sus fantasías. Me detuve un momento, solté su mano y me dirigí hacia la parte media de su espalda, con un movimiento ágil y rápido desenlace el lazo de su traje de baño y me dispuse hacer lo mismo con la parte que se encontraba alrededor de su cuello. Ella me miró fijamente, solicitando una explicación de lo que me encontraba haciendo. - Es solo un requisito. Sonreí - ¿Requisito para qué? Preguntó de manera intrigada - Para cumplir tu fantasía. Le dije mientras miraba fijamente sus ojos y mordía suavemente mis labios Ella sonrió y en su mirada pude percatar que había aceptado a mi propuesta, me agarro por la barbilla y comenzó a besarme de manera muy apasionada. Las cartas estaban echadas, todo era cuestión de tiempo, había mordido el anzuelo y en estos momentos se encontraba impulsada por el deseo. Mientras seguíamos besándonos le agarre por el cabello y la jale hacia atrás, creando un poco de distancia que me permitiera un acceso directo a su cuello, comencé a besarle mientras que con mi otra mano apretaba su trasero. Ella mantenía una mano sobre mi barbilla y su cuerpo cada vez se pegaba más a mí, como en búsqueda de una mayor fricción entre su cuerpo y mi miembro, el cual ella iba sintiendo como iba creciendo y aumentando su dures a medida que continuábamos con los besos. La pasión nos llevó a la arena, entre besos y caricias tome un poco de distancia apoyando mi codo en la arena, con la finalidad de colocarme de medio lado para poderla observar de arriba abajo. Ella estaba a punto de cumplir su fantasía pero yo estaba cumpliendo mi sueño, un sueño que había iniciado hace más de dos meses cuando vi por primera vez una foto de ella en el instagram de la página del grupo excursionista. - ¿Por qué me miras así? Me dijo sonriendo. - Siempre es esencial admirar la belleza en los momentos más importantes. Además no sé si por el sol o el grado de adrenalina y excitación en nuestro cuerpo pero tus ojos lucen más radiante y mucho más claro por otra parte la combinación del bronceado de tus senos, la marca de tu traje de baño y esas pequitas que tienes alrededor de ellos se han convertido en el destino favorito de mis besos. Le dije mientras llevaba mi boca a sus pechos. Pase mi lengua y mordí suavemente su pezón, pude escuchar un pequeño gemido, continué besando sus senos mientras estiraba mi brazo hacia el lugar en donde se encontraba mi vaso, lo tome, le quite la tapa y saque un pequeño cubo de hielo. Con la mano que tenía desocupada la tomé por el cuello, mientras con la otro deslizaba el cubo de hielo en forma circular por sus pezones y su alrededor. Sabía que el cambio de temperatura siempre ha sido un método eficaz para producir excitación. Acompañaba el recorrido del hielo con succiones, besos y pequeños mordisco. Ella también me acompañaba con gemidos que se iban proliferando de forma exponencial. Lleve el cubo de hielo a mi boca, utilice la baja temperatura que se encontraba en mis dedos y deslice mi mano por su traje de baño, podría jurar que Isa se encontraba más húmeda que la Fosa de las Marianas, comencé a estimular su sexo con mis dedos y podía sentir la diferencia de su humedad caliente y la humedad fría de mis dedos gracias al hielo. Isa me agarro fuertemente el brazo con el que mantenía apretado su cuello, conocía que esa era una reacción a lo que mis dedos se encontraban haciendo en su vagina. Comencé a besar sus labios y dejé en su lengua lo que ya era un diminuto cubo de hielo. Mientras la miraba fijamente le dije. - Vas a disfrutar de un inolvidable sexo oral pero tendrás que seguir una regla. La posición de tus manos será la siguiente. Uní sus manos de forma que se entrelazaran sus dedos y las lleve juntas por encima de su cabeza, ella solo obedecía y me miraba. Su sumisión me encantaba.
- La acción con la cual me harás entender que quieres que me detenga es tocando cualquier parte de mi cuerpo con tus manos y si por alguna razón tus manos se separan durante un tiempo prolongado, tomaré tu mensaje como un detente. Al parecer su oído ya no era el órgano receptor de mis palabras y es que no había terminado de pronunciar la frase anterior y ya su lubricación se había duplicado. Le di un beso en su muslo y puse a un lado su traje de baño, lleve mi cara su sexo y percibí un aroma perfecto que me hizo comenzar hacerle sexo oral de manera inmediata, mi lengua aún se encontraba fría y no había que ser un experto en termodinámica para darse cuenta de cuanto le gustaba y lo disfrutaba Isa. Mi lengua se movía de forma circular sobre su clítoris, mi mano derecha apretaba sus senos. Ella luchaba por mantener sus manos juntas, en par de oportunidades la vi con intenciones de tomar mi cabello y le decía. - Recuerda que si me tocas es la señal para detenerme. Entre jadeos, gemidos y desesperación decía. - ¿Por qué eres tan cruel? ¿Por qué te ríes? ¿Lo estas disfrutando? Movía su cabeza hacia arriba y abajo, se mordía sus labios, estaba completamente excitada, sus muslos cada vez me apretaban másfuerte. Estaba a punto de acabar, mi lengua se movía cada vez más rápido, ella iba perdiendo el control. Un gemido muy fuerte vino acompañado de la explosión de su auto control, acto seguida coloco ambas mano sobre mi cabello. Al parecer toda su fuerza se encontraba centrada en sus manos, las cuales me hundían hacia sus senos y en sus piernas la cual cada vez me apretaban más, yo continuaba con mis movimientos hasta que escuche un fuerte gemido seguido de una liberación en la fuerza de sus manos, piernas y su abdomen que pudo relajar cuando colocó su espalda totalmente en la arena en posición de descanso, sabía que lo había logrado que había acabado para mí. Mientras me reincorporaba la miré fijamente y le indiqué. - Como castigo por haber desobedecido la regla impuesta, no te hare mía hasta que me lo supliques. Le dije mientras le volvía a tomar por el cuello y con mi otra mano introducía un dedo en su vagina. - ¡Hazlo! Jadeo - ¿Hacer qué? - Tu sabes, solo hazlo ya!. Dijo entre gemidos - ¿Qué quieres que haga? Sé más específica, no te entiendo. Le dije mientras un segundo entraba en su vagina y comenzaba a estimular su punto G. - Hazlo ahora, cúmpleme mi fantasía quiero ser tuya por favor. Pronuncio mientras con ambas manos se aferraban del brazo que mantenía sobre su cuello. - Levántate y ponte en cuatro, quiero que disfrutes de este momento con la vista que nos regala esta playa.
Nos acomodamos rápidamente y un fuerte gemido se escuchó cuando mi pene entro en su vagina, no me hacía falta verla para saber que sus ojos se encontraban cerrados y sus dientes mordiendo sus labios. Nuestros cuerpos se movían en total sincronización, mi mano tenía el control total de su larga cabellera, cada vez que la nalgueaba exclamaba. - ¡Que rico, si! Éramos dos personas que se habían convertido en una mediante el acto sexual, mis embestidas iban aumentado de velocidad e intensidad, sus gemidos y excitación tomaban la misma línea creciente de mis movimientos. - No pares, no pares, sigue así, anda sigue así, hazme totalmente tuya. Exclamaba sin control. Poder escucharla así y saber que eso era producido por la forma como la dominaba generaba un efecto pareció al éxtasis en todo mi organismo. La fortaleza de mis penetraciones iban aumentando, gotas de sudor se deslizaban por mi cara, pero en vez de mostrar cansancio me encontraba motivado con más energía que nunca. Sentía como todos los músculos de mi cuerpo estaban totalmente tensos, como mi pierna derecha comenzaba a temblar, esa sensación que invadía todo mi cuerpo la reconocía, estaba a punto de llegar al orgasmo. Ella seguía gimiendo, podía sentir sus contracciones, Isa también estaba a punto de venirse. Le di una nalgada con suma fuerza y le dije. - Eres mía La tome con ambas manos por la cintura y nuestros gemidos se convirtieron en uno solo y en cuestiones de segundos y de forma simultanea ambos llegamos a ese anhelado momento del orgasmo. Me deje caer sobre la arena, ella se acostó a mi lado y pude notar que nuestra frecuencia cardiaca se movía al mismo ritmo a una velocidad elevada. Mientras acariciaba su cabello le dije - FANTASIA REALIZADA ANÓNIMO ENTRE LINEAS.

0 comentarios - Mmmm lo dejo a tu criterio