La puta de la hinchada

Como todos mis relatos estan basados en fantasías

El relato es largo pero vale la pena

Estaba esperando el tren y cuando llega un grupo de hinchas de fútbol me empujan haciendome entrar a el último vagón, Carolina sintió las miradas perversas sobre su inocente cuerpo, escucho groserías a su paso, y algunas manos que tocaron su trasero al pasar. Vi que en ese vagón había quince personas, todos hombres maduros, todos grandotes. Había unos negros de como dos metros.

-Ni se te ocurra gritar
Dos negros me agarraron de los brazos, imposibilitándome todo movimiento.

-¡Que buena que estas puta!

Comenzó a estrujarme los pechos por encima del vestido. Me resistía como podía, pero los negros me tenían sujeta firmemente.

-¡Déjame!..¡auxilio!..¡por favor, que alguien me ayude...!..
Un negro tapo mi boca con su gran mano, solo podía retorcerme antes los toqueteos del viejo. Masajeaba salvajemente mis pechos, los apretaba, los movía en círculos, los juntaba y los separaba. Los demás se reían al ver esto y se les había formado un gran bulto entre las piernas. 

-¡Pero que puta que sos!... ¡ni siquiera tenes un corpiño puesto!

Me había sacado los pechos al aire, mientras me los estrujaba, los demás miraban esperando su turno. Con un rápido movimiento, me agarro por la cintura y me atrajo hacia el. Me tambalie y a pesar de estar agarrada por los dos negros, no pude evitar recostar mis pechos contra su cara. Sentí su lengua recorrerlos, succionarlos, mamarlos salvajemente. Chupaba mis tetas asquerosamente, sentía la respiración en mi pecho y por más que ella no quisiera, sentía a sus pezones reaccionar. Una multitud de hombres me comían con los ojos y se frotaban el bulto que tenían entre sus piernas.

-¿Vez como te gusta nena?...tenes los pezones duritos, duritos...

Me dijo el jefe mientras pasaba su lengua por uno de ellos, para después mamarme el pecho violentamente. Me amordazaron y el jefe me atrajo más hacia el y me vi obligada a arquear más la espalda. No dejaba de chuparme, comencé a llorar, ya no sabía qué hacer, me sentía totalmente impotente frente a esos hombres. El jefe tenía su pene fuera del pantalón, era enorme, largo y grueso, con las venas palpitando. Mientras me chupaba las tetas, se masturbaba.

-¿Te gusta puta?..ahora la vas a sentir...-
No tuve tiempo de reaccionar a estas palabras, porque el jefe me sentó encima suyo rápidamente, intente defenderme, ahora tenia las manos libres, pero él me tenia sujeta demasiado fuerte. Evidentemente me iban a violar, pense al sentir el mástil de carne entre mis piernas. Con una sola mano sostenía mis dos brazos y con la otra acomodo su pija en la entrada de mi concha.

-¡Mmmmm!¡mmmmmm!!!!!...
Me agarro de la cintura y me penetro violentamente, metiendo casi la mitad de su enorme pija dentro mío. Cerre los ojos fuertemente por el dolor, esa cosa era demasiado grande para mi. Lagrimas incontrolables caían de mis ojos, y ya casi no podía resistirse. El jefe me tomo firmemente de la cola y me empujo salvajemente contra su cuerpo. Me había enterrado todo su pija de una, sentí un dolor que casi me desmayo y no pude evitar recostarme contra su pecho, este no tenia misericordia, agarrándome de las nalgas, me hizo subir y bajar por su pija fuerteme. Los demás podían ver como su gran pija me penetraba sin piedad.

-¡Mmm!...¡mmm!...¡mmm!
Prácticamente me hacia saltar encima suyo, había comenzado a chuparme los pechos otra vez, yo solo sentía dolor y tuve que abrazarlo por el cuello para aguantar semejante pedazo de carne entre mis piernas.

-...Asi puta...hooo...sos infernal...que conchita apretada tenes....
Me decía cuando no me estaba chupando las tetas. Tras varios minutos de penetración salvaje, me dio vuelta y me recost e cansada contra el asiento de enfrente cuando sentí salir su pija de mi cuerpo. Solo quería descansar del enorme esfuerzo que había hecho, pero él todavía no había acabado.

-Mmmmmmmmmm!!!..

Sentí nuevamente esa gran pija dentro mío, pero esta vez más rápido que antes. gustando.

-..Mmmm...mmmm...mmmmm...

Mis gemidos inundaban el vagón, mi cola hacia ¡plop!, ¡plop!, ¡plop! al chocar contra su vientre. Se recostó en mi espalda y me agarro de los pechos, masajeándolos y estrujándolos.

-Vez como te gusta puta... como te gusta la pija dura...
Luego se incorporo nuevamente y me siguió culeando con fuerza. Me embestía con tal fuerza que temblaba con cada estocada. Se escuchaba un ¡plop! ¡plop! ¡plop! por las estocadas salvajes que recibía, los cachetes de mi cola vibraban con cada penetración.

-¡mmm!..¡mmmm!..¡MMMMMMMMMMM!!!!!!...

A pesar del dolor, no pude evitar tener mi primer orgasmo. Las embestidas se hicieron todavía más rápidas y violentas, mevestrujaba las tetas, preludio de su orgasmo.

-¡Toma puta, toma toda la leche!!!..¡haaaaaa!!!...
Comenzó a descargar su pija en mi concha llenándola de leche. Sentí el líquido en mis entrañas. Sin sacar su pija de mi concha comenzó a masajearme los pechos puso su mano entre mis piernas para comenzar a acariciarme el clítoris. Al rato me quitaron la mordaza, sentía como su pija se achicaba hasta perder todo su imponente tamaño.

--Mmmhaaa...haaaaa...

Saco su pija, yo solo quería descansar, me sentía totalmente fatigada. Me dejo recostada en el asiento y se dirigió a los que estaba en el vagón con sus vergas durísimas en los pantalones.

-La puta esta es terrible, su concha es inscribe, para cojerla por horas.

Los demás lo miraba impacientes, estaba mas que excitados al ver como me había violado y que ahora estaría a su disposición.

- Es toda suya...

Le decía a su hijo.

- Aprovechen que falta rato para que bajemos, vallan al furgón asi la poli no de da cuenta...

Y dicho esto me agarro me cargo en su hombro, estaba tan cansada y dolida que no podía ni moverme. Cuando llegaron al furgón del tren, cerraron la puerta, no tenia ni idea de lo que le esperaba. Me dejo en medio del furgón que estaba totalmente cerrado y solo con una débil luz de una lámpara que colgaba del techo. Me mantenía parada agarrándome de los hombros, y solo podía ver como todos esos hombres me miraban con cara de degenerados. Yo estaba como dormida, solo escuchaba las risas y groserías de ellos. En menos de un segundo todos se tiraron encima mío como perros en celo, manoseandome por todos lados. Me levantaron el vestido. Uno me metía su lengua hasta la garganta, besándome salvajemente, Otros dos se dedicaba a chuparme los pechos, lamiéndolos y succionando los pezones. Otros metían sus manos entre mis piernas me masturbaban, tan desesperados que me tenían levantada y mis pies apenas tocaban el suelo. Metían dedos en mi vagina que ya empezaba a largar sus jugos. Otros masajeaban mi cola. Los demás chupaban mi cuerpo por donde podían, agarraban mis manos me hacían tocar sus bultos. No había parte de mi cuerpo que no fuera manoseada, chupada o penetrada por esos hombres.

-Mmmm...hhaaammmm...

Gemía, nunca caía, siempre estaba parada en medio de esos animales hambrientos. Después de un rato, el hijo del jefe me arrodillo en el suelo, abrió su pantalón y vi du pija, más grande que la de su papá, era gruesa y larga con la cabeza roja. palpitando de la excitación y calentura. Agarro mi cabeza y la acerco a su pija, dejándola en la punta de mid labios y con un movimiento empujo mi cabeza y metió su enorme y larga pija por mi boca, me sentía como una muñeca, podía hacer lo que querían conmigo. No daba a basto con tanta carne en mi boca, me costaba respirar, me tenia agarrada de los pelos y me obligaba a chupársela.

-Chupa putita, chúpamela, con esa carita de chupa pijas me volves loco...

Sentia como la verga me llegaba hasta la garganta, me dolían las mandíbulas porque las tenia que abrir al máximo, y la pija era tan grande que solo me podía tragar la mitad. Mientras otro de los secuaces se había puesto a su lado y no hacía más que magrearme los pechos, otro hacia lo mismo del otro lado. Otro estaba entre mis piernas y me chupaba mi concha, mientras que empezaba a meterme varios dedos. Otros había colocado sus pijas en mis manos para que los masturbaran, sentía que eran enormes, mi pequeña mano no se cerraba en torno a ellas.

-Mmmm...mmmm...mmmm....

No podía evitar gemir, el hijo del jefe seguía moviendo mi cabeza de atrás hacia adelante agarrándome de los pelos. Tragaba su enorme pija como podía.

-Así putita... que fuerte que estas... que bien chupas la verga perra...

Mientras mamaba su pija, subía y bajaba sus manos por las pijas de los demás, soltando una y agarrando otra, tenia pijas enormes por todos lados. Mi respiración estaba agitada. Los que estaban entre mis piernas, tenían metidos sus dedos en mi concha. Arrodillada en el suelo, me acomodaron y abrieron más mis piernas para facilitar la masturbación. Así tuvieron un rato, sobandola y metiéndome mano, el hijo del jefe comenzó a gemir y a penetrarme la boca salvajemente. Comencé a marearme con el ir y venir de mi cabeza, hasta que de pronto me la enterró hasta la garganta y la dejo ahí, quieta.

-¡Aaaahhhh...trágate todo puta...aahhhhh!!!...

Comenzó a eyacular dentro de mi boca en cantidades enormes, me atragantaba, pero no me soltaba la cabeza y ella me veía obligada a tragar como podía semejante cantidad de leche.

-¿Queres más putita?...acá tenes más lechita!!!...

Los dos a los que había estado masturbando se acercaron a agarrándome del pelo, hicieron que mirara sus vergas. Se masturbaron y comenzaron a acabarme dentro de mi boca con potentes chorros. Me obligaron a abrir la boca y los chorros fueron a parar a mi garganta, tragaba como podía, la cantidad de semen era impresionante. Todos tenían sus pijas fuera de los pantalones y todas eran enormes.

-Prepárate puta...ahora viene lo mejor...

Estaba tan cansada que ni escuché, solo sintió que me empujaban y yo caí de espaldas al suelo. Había olvidado que estaba haciendo, me sentía perdida. El hijo del jefe se había puesto entre mis piernas y se disponía a perforarme. Otros dos mientras me magreaban los pechos y no paraban de insultarme:
-Putita, te vamos a reventar

En un instante recorde lo que le estaban haciendo y intente moverme, peroe sentia tan cansada y dolida que no se noto mi resistencia.

-Noo...nooo...

Llegue a balbucear, pero nadie me hizo caso. El hijo del jefe me había agarrado de la cintura y levantándome un poco, acomodo la punta de su enorme pija en la entrada de mi concha, seguía intentando moverme sin ningún resultado, cuando de repente me paralizó, mi cintura quedo totalmente arqueada, dí un gran grito, me la acababa de meter entera sin piedad. 

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH!!!...

Su pija era mucho más grande que la de su papá, sentia un dolor al tener semejante pedazo de carne atravesandome sin piedad. Me tenia agarrada de las nalgas y me cojia rápidamente, mis pechos se bamboleaban para todos lados con las embestidas. Sentía mi espalda ir y venir contra el suelo y sentia como esa verga me llenaba totalmente.

-¡Hhaaaa!...¡haaaa!..¡hhaaa!!!..

Comencé a gemir, me cojia sin piedad. Los demás miraban el espectáculo y meneaban sus pijas, esperando su turno. Parecía una maquina de coger, sus embestidas eran rápidas y potentes. Mis pechos se movían de atrás hacia adelante cada vez más rápido, producto de las estocadas salvajes que recibía.

-¡Aaaaahhhhh!!!...¡Aaaaaahhhhh!!!!...¡Aaaaaahhhh!!! !.

Gemía cada vez más fuerte, estaba a punto de estallar en un orgasmo y cada vez me penetraba más rápido, también estaba por acabar.

-¡Aaahhh, toma puta, te lleno de leche, aahhh!!!!..

Comenzó a vaciarse dentro mío y yo también lo hice. Saco su pija al terminar de acabar y me dejo en el suelo, jadeando por el cansancio.

-Toda suya...hagan lo que quieran con esta putita hasta que me recupere...

Les dijo a los demás. Yo estaba agitada, ya me costaba respirar normalmente. Crei que todo había terminado, pero todavía faltaban nueve hombres para complacer.

-¡Aaaaahhhhhhhhhh!!!....

Un negro me penetro de una, me tenía agarrada por las nalgas y me embestía brutalmente. No podía parar de jadear, los otros empezaron a aprovechar para pasarme sus pijas por los pechos. Uno se había colocado encima mío y coloco su pija entre mis tetas y apretándolas comenzó un mete saca salvaje.

-¡Aaahhmmmmm!!!..

Uno me la había mandado por la boca, y agarrándome de la cabeza, comenzó a moverla. Se turnaban para perforarme la boca o la concha, o metérmela entre las tetas.

-¡Mmmm!!..¡mmmm!!!..¡mmm!!!...

No daba a basto con tantas pijas, algunos me obligaban a que los masturbara con mis manos, y subía y bajaba mis manos por esas enormes pijad. Si soltaba una, encontraba otra y no podía parar de pajearlos.

-¡Toma putita,aahhhh!!!..

Uno se vino a borbotones en mi boca, atragantándome de semen y así cada uno, tragando cada corrida. Los negros pasaron por mi concha llenándola con sus corridas, estaba dilatadísima. Estaba destrozada y todavía faltaban muchos hombres por violarme.

-¡Mmmaaaahhgggmmmmm!!!..

Tragaba todo el semen, cada corrida, para no ahogarme, no podía moverme, los negros me seguían perforando, esta vez de a dos por mi concha, con una violencia increíble, aunque ya habían acabado aún la tenían dura y con más semen para descargar, hacían vibrar mi cuerpo con cada estocada. No sabia ya donde estaba ni que estaba haciendo, solo sentía un placer que nunca había sentido, todo era chupar y ser penetrada. No se cuánto tiempo me estuvieron cogiendo de esa forma, acababan en mi boca y me obligaban a tragarlo todo, salvo los negros que lo hacían en mi concha, algunos repitieron más de una vez. Yo destruida, dolorida a mas no poder, super cansada

-A ver putita, me la vas a chupar con ganas, eh?..

Me dijo el hijo del jefe agarrándome y poniéndome de rodillas delante suyo. Estaba en tal estado que parecía una muñeca, no aguantaba más.

-No... por favor... no puedo más...

Lloriqueo pero me agarro mi cara y me obligo a que abriera la boca, y me metió su pija enorme en la boca.

-Chúpasela... chúpasela...

Gritaban los demás. Nose de donde saque fuerzas, porque abrí mis mandíbulas al máximo para poder tragar semejante trozo de carne y empece a chupársela.

-Mmmmm...mmmmm..mmmmm...

Me la saco de la boca y se retiro sin haber acabado. Un negro se puso delante mío y me la metió en la boca. Comence a mamarla con desenfreno, el me la sacaba y me la ponía sin parar

¡AAAAAAUUUUUUUGGGGGGGGGHHHH!!!!!...

El hijo del jefe estaba detrás mío y me la había metido por la concha

-Amo tu conchita putitaa!!!..

Apenas tenía fuerzas, me retorcía, gritaba y jadeaba, mi espalda se arqueaba a más no poder, mi concha estaba bien roja y ardiente, luego un negro se puso abajo y también me la metio por ahí haciendome desmayar del terrible dolor. Me taladraban la concha sin piedad, sin parar. Me tenia agarrada de la cintura y las estocadas hacían vibrar los cachetes de mi cola.

-La putita se durmió, igual sigamos

Mi boca y concha se llenaban de pija, dos a a vez en cada agujero y de semen con la corrida de cada uno que perforaba mi cuerpo que parecía estar sin vida al estar dormida. Los que ya habían acabado, la tenía otra vez completamente duras y empalmadas al ver como la nena inconsciente estaba totalmente rota. Media despierta pero con los ojos aún cerrados seguía dedicandome a mamar pijas y a ser cojida por la concha. Se la chupaba a dos y masturbaba a otros dos con sus manos, dos negros me taladraban la concha. Luego quede arrodillada en el suelo jadeando, miraban asombrados, no podía creer que aguantara tanta pija. El hijo del jefe la tenia nuevamente dura, al igual que todos los demás, faltaba poco para que termine el viaje y tenían que aprovechar el tiempo que quedaba. El jefe volvió y está vez él y su hijo me cojieron a la vez por mi concha, yo ya ni fuerzas para gritar tenía a pesar del enorme dolor que sentía.

-Mmmmhaaaaaaa....

Yo no reaccionaba, me agarraron de las nalgas y me obligaban a cabalgar sobre ellos, haciendo que mis tetas se balancearan. El jefe comenzó a chuparlos mientras me hacia bajar y subir por su pija.

-Aaahhhh...mmmmmaaaaaahhhhhhh....

Gemía al sentirlos, los dos comenzaron a moverse fuertemente, penetrandome con sus imponentes vergas por completo. Ya perdí la cuenta las veces q el grupo me habia empleado pero esta vez el empalamiento era mucho peor. Me retorcía jadeando, apretada contra esos dos cuerpos mucho más grandes que yo.

-Aaahhhh!...aaahhhh!!...aaaaahhhhh!!!..

Aquello era una locura, me había convertido en su puta, en su muñeca sexual, las vergas me seguían perforando sin piedad. Un negro me la metio en la concha, ahora tenía tres en ese agujero.

-Aaahhh!!..aaahhhmmm!!!...mmmm!!..

Un cuarto y quinto me la clavaron en la boca, me acariciaban la cabeza mientras se las mamaba. Otros agarraron sus manos y colocaron sus vergas en ellas, los masturbe haciendo bajar y subir sus manitas por ellas, la escena era impresionante, era protagonista de una súper mega doble penetración, tenia tres vergas inmensas en su concha y dos mi boca, pajeaba a otros dos con sus manos, ya no tenia agujero libre que no estuviera ocupado por alguna verga.

-Mmmmm...mmmmm...mmmmm...

Mis jadeos inundaban el vagón. Así estuvieron violándome hasta que primero dos reventaron en mi boca, me trague todo para no ahogarme, luego las tres pijas estaban acabando dentro de mi concha. Me recoste sobre el hijo del jefe, abría la boca para respirar cosa q aprovechaban a los que pajie para acabarme adentro. Cuando todos salieron de mí caí a un lado nuevamente desmayada, de dolor y de cansancio porla gigantesca cojida que había recibido. Quede boca arriba, con las piernas abiertas donde se veía mi concha super abierta y roja, en el piso del furgón jadeando suavemente, con la respiración agitada y tragando el semen que me quedaba en la boca. 

-¡Mierda puta, como quedaste!..

El jefe me miraba sonriente. Estaba en un estado deplorable, estaba totalmente transpirada y llena por dentro de semen, tirada en el suelo como una muñeca rota.

-Antes de bajarnos un ultimo polvo, eh puta?..

Me quiso negar pero no pude ni reaccionar. El jefe me agarro y me levanto, me coloco contra la pared y me recoste contra esta super cansada, mis piernas flaqueaban, no podía mantenerme parada.

-Putita!.. Como me calentas...

Se recostaba contra mi espalda y refregándome su pija contra mi cola.

-¡Estas tetasas me vuelven loco!... Y tu concha aún más.

Me las masajeaba, me inclino un poco haciendo que sacase la cola y la dejara paradita, me acariciaba la cola con su pija.

-No.. por favor...no...

Balbucie pero el jefe me abrió las piernas y se la metió en concha como un desesperado, me arquie la espalda del dolor.

-Aaaaaahhhhhhhhh....

Jadeo cuando la tuve totalmente adentro. Me agarro bien fuerte de las caderas y empezó el mete saca salvaje. Me perforaba como si fuera lo último que haría en la vida, sentia su barriga golpeándome la espalda, y como la pija me taladraba la concha.

-Haaaa...Haaaa..Haaa..Haaaa...

Los presentes comenzaron a masturbarse mirando como el jefe me violaba.

-¡Como tenes la concha puta!..¡Estas reabierta!..

Las embestidas eran más fuerte. ¡plop! ¡plop! ¡plop! se escuchaba al chocar su vientre contra la cola de Pampita. Me agarro de las tetas y empujo más y más hasta metiéndomela hasta el fondo, bombeaba con todas sus fuerzas, tenia la cara recostada contra la pared, me incorpore paso mis manos hacia atrás, agarrándose del cuello del jefe para no caerse. Con una mano el jefe me agarraba de una de mis tetas mientras con la otra exploraba todo el cuerpo a la vez q me daba por la concha

-Aaahhh....aaahhh!!...aaahhhhh!!!!....

Mi cola vibraba a cada estocada. El jefe con una mano me metía dos dedos, la sentia mojada y a punto de acabar.

-Haaa!!!...¡Aaaahhhh!!!!....¡Aaaaaaahhhhhh!!!!!...

Los gemidos hacían que los demás se despellejaran las vergas con sus manos.

-¡Aaahhh, toma puta!!!...

El jefe me llenaba la concha de leche, casi me arranca las tetas mientras acababa. Mi cuerpo convulsionaba mientras sentia como el torrente de leche me estaba llenando. Cuando me la saco, me recoste contra la pared, note como me quedaban las piernas temblando de la tremenda cojida. Luego caí rendida al suelo boca arriba, y los que se habían estado masturbando, se colocaron en circulo alrededor de ella y comenzaron a llenarme la concha de pija y semen en leche, me la metían un rato cogiéndome fuertemente y acababan y asi hasta que pasaron todos. Sentia los chorros llenarme por dentro, no supe nada más, cai nuevamente dormida de cansancio.

-Tremenda puta nos cojimos

Me desperté con el vestido puesto en un asiento de la estación de trenes. Eran alrededor de noche. Había unos hombres en el anden, me sentia totalmente dolorida, cansada. Pensé que todo había acabado, pero estaba muy equivocada...

1 comentario - La puta de la hinchada

jesus_hot
Tantos hombres penetrandola y ninguno se la mete por el culo?