Continuemos por donde se quedó.
Empezó el domingo, para cualquier persona podría ser un domingo cualquiera pero para mi no, ya me imaginaba que clase de infierno me tocaría soportar esa tarde y sería un domingo de mierda seguro. ¿Exagero? bueno, de momento me convertí en la perra de mi hermana Eva la cual me utilizo para hacer todas sus tareas y recados, limpiar todo lo que ensuciara, si tenía hambre le tendría que hacer lo que me pedía o ir a comprarlo y eso solo fue el principio ya que estaba empezando a ir más lejos con la humillación gratuita y todo por tener tres videos que no debería de tener...
Dejando eso a un lado solo quedaba seguir mirando a lo que me esperaba, continúe con mi nueva rutina y después de fregar los platos sucios de la comida, descanse un rato en mi cama tirado sin hacer nada, Eva entró a mi habitación sin hacer ruido, me tiró encima un monto de ropa - En una hora salimos, ponte eso y prepárate - Se dio la vuelta Eva y se metió en su habitación. ¿Una camisa y unos vaqueros? me los puse y seguí esperando sin hacer nada, pensé en que demonios tramaría pero luego me dije ¿para que? jamás adivinaría lo que trama y solo me daría dolor de cabeza pensar en ello. Llegada la hora Eva me dijo que me esperaba fuera y que me diera prisa. Ya en la calle mostré algo de curiosidad ¿Qué es lo peor que me pasaría por preguntar?
-¿Qué quieres hacer Eva?
-¿Y a ti que te importa? si lo vas hacer igualmente, no tienes otra opción.
-Si.. bueno, pero me gustaría saberlo de antemano.
-Bueno, digamos que hoy te daré un regalo, creo. No se, no depende enteramente de mi.
-¿Eso que significa?
-Estoy segura que lo que pasara esta tarde te encantara, o eso espero.
-Sigues sin decirme lo que haremos.
-Ok... ok... Lo sabrás cuando lleguemos ¿oki?
No tenía ni idea de donde íbamos pero descartaría casi todo lo normal, no nos dirigíamos a ninguna tienda ni nada que yo conociera. Nos paramos en un portal y Eva llamó a alguien por teléfono, le dijo que ya estábamos en el portal y nos abrieron desde dentro.
-Bueno yo me iré a casa, sube tu solo anda es la ultima planta y la puerta B.
-No, espera. ¿Dónde cojones me trajiste?
-Es la casa de Lucía, tu sube y ya esta.
-¿Y se puede saber que demonios hago yo aquí?
-Digamos que te alquile unas horitas, cuando ella te diga te mandara a casa a cenar. Como no subas me llamara. Y obedece todo lo que te diga bye byeeee.
Subí al piso de Lucía con dos ideas en mi cabeza: La primera sería que ya que me mando subir solo... como lo primero que viera fuese a Lucía medio desnuda me tocaría follar. Y la segunda que si tenía ropa me tocaría limpiarle la puta casa.
Llame a la puerta y por desgracia me recibe Lucía completamente vestida... ni escote tenía, vestía un jersey amarillo de cuello alto y unos pantalones largos ajustados.
-Hola Ángel, anda pasa pasa. Dame un minutito que tengo que llamar a tu hermana.
-Ok.
-Espérame mientras en el salón, te prepare la merienda, espero que te guste lo hice como mejor pude, sorry si soy pésima cocinando.
-No importa, muchas gracias.
Entro al salón y veo que en la mesa tiene una botella de refresco y otra de agua, varios vasos y muchos trozos de lo que parecían bizcochos de chocolate, obviamente se veían caseros primero por la forma irregular y segundo, que todos fueron preparados de uno en uno, nunca vi a nadie que lo hiciera así, lo normal que solía ver yo es en una bandeja grande que se hiciera entero y luego se cortaría... pero como dijo que no tenía ni idea de cocina no le di mucha importancia. No quería hacerle el feo y probé a comerme uno, resulta que estaba buenísimo y seguí con el segundo. Lucía regreso y se sentó a mi lado.
-¿Y? ¿Qué tal están? La verdad ni los probé.
-Pues la verdad que están riquísimos, no suelo comerlos mucho pero estos están de muerte.
-Me alegro, me comeré yo estos dos.
-¿Te puedo hacer una preguntita algo rara?
-¿Rara? Ángel... ¿No querrás saber si tengo novio no? la respuesta es fácil, no. No entiendo... pero no me duran mucho...
-No... eso no. Me preguntaba que hago aquí... por eso lo de raro no se ni yo que estoy haciendo en tu casa.
-Bueno, de momento merendar ¿no? -soltó una risita - veras, tu hermana me dijo que obedecerías todo lo que ella dijese y lo demostró el otro día ¿no crees?
-Si bueno...
-Pues digamos que... me presto tus servicios, por definirlo de alguna manera. Ella me hacía un favor y yo otro.
-Si... algo así pensé, imagino que querrás que te limpie la caso o algo así ¿no?
-Si bueno, estaría bien pero no me hace falta, es la casa de mis padres y yo no la limpio. ¿Eva me dijo que se te da bien montar ordenadores y esas cosas no? podrías serme útil con eso.
-Como quieras.
-Si me disculpas te dejo aquí solo un ratito no tardó - Lucía se levanto y se metió en otro cuarto.
Después de la conversación me relaje un poco, montar un pc sería algo sencillo que no me molestaría, incluso me relajaba montarlos, si lo que quería es algo más tirando al software también podría ayudarla pero sería más aburrido. No tardó mucho en aparecer Lucía - ¿Ángel si terminaste ya de merendar te importara seguirme a mi dormitorio? es donde tengo todo - Seguí a Lucía a su habitación, al entrar me esperaba ver cajas de piezas del pc o algo por el estilo, pero solo tenía un portátil cerrado sobre su escritorio y el resto desordenado- ¿Y bien, en que querías que te ayudara? - Me di la vuelta y sin decirme nada Lucía me metió las manos por debajo de la camisa, las subió y me quitó todo de cintura para arriba, me puso una mano sobre mi pecho y con todas sus fuerzas me empujó, di dos pasos para atrás, tropecé con algo y caí sobre su cama, no se de donde las saco pero lo siguiente que recuerdo es ver a Lucía con unas esposas forradas con algún tipo de tela y me esposo ambas manos al cabecero de su cama.
-¿Lucía pero que cojones haces? - pensé que sería de juguete pero ni de coña por más que lo intentaba no se abrían -
-Lo que me da la gana bebe, Eva me dio la tarde para hacerte lo que yo quiera, se supone que tendrás que hacer lo que yo te diga, pero no hace falta... te obligare hacerlo tanto si quieres como si no - saco una caja que tenía bajo su cama - No necesito que hables... lo dicho, cierra la puta boquita - empezó a sacar cosas de la caja entré ellas una mordaza la cual me la puso al primer intento de decir algo - Aun con esto puesto puedes hablar algo, no entenderé una mierda pero te perjudicara, si quieres dolor tu habla, vamos tiéntame.
-¿En serio esta es la Lucía que conocía? pero si siempre fue super simpática y amable - pensé -
-Veras, no me suelen durar mucho los tíos. Sois así de patéticos, cuando perdéis algo de control os acojonáis, puede que algún día encuentre un puto sumiso que tolere, quien sabe podrías ser tu. Mientras lo espero... necesito echar un buen polvo y te tengo a mano.
-Bueno... si lo medito más detenidamente, me follare a Lucía! o más bien ella a mi, lo único malo es que actúa rara de cojones pero si quiere ser dominante... ¿Qué más da? lo disfrutare igual.
Lucía empezó a desvestirse, podría hacerlo mejor... la estaba mirando pero se quitó la ropa como si nadie estuviera en la misma sala que ella, al terminar me quitó lo que me quedaba de ropa dejándome completamente desnudo. Se quedó unos segundos mirando mi polla y luego me dirigió una fría mirada - No me digas que esto es todo lo que puedes darme, esto... ¿Te crecerá más no? - Intente decirle como mejor pude que si con la mordaza, al mismo tiempo que afirme con la cabeza. Lucía se acercó a mi cara, puso su cara a un palmo de la mía, sin verlo venir agarró mi cuello con una mano y empezó a apretar - No se si estas sordo o que eres gilipollas, no creo que te diera permiso a hablar ¿no? para la próxima afirma o niega con la puta cabeza o no seré tan indulgente - En ese mismo instante supe o que esto sería la ostia y lo disfrutaría solo si hacía exactamente lo que ella quería o que mucho más probablemente sería una pesadilla la cual querría que terminara lo más rápido posible, solo pensar que tendría que estar toda la tarde... esperaba que fuese la primera opción. Lucía se sentó a mi lado dándome la espalda, empezó a darle toquecitos a mi polla con un dedo durante un minuto, parece que se cansó y comenzó a masturbarme al rato giro la cabeza - ¿Estas cachondo del todo no? ¿No tengo que esperar a que crezca más no? Buen.... chico afirma con la cabeza... No esperes que te la chupe, eso no te lo ganaste aun - Se levanto y cogió del suelo una caja con condones, sin ningún tipo de dificultad me puso uno - Veamos si das la talla ¿no quieres cabrearme no? pues espero que no dures medio minuto y te corras como un tarado - Lucía se subió encima mío, puso una mano sobre mi pecho y con la otra sostuvo mi polla, se la metió despacito y dejó de sostenerla para poner ambas manos sobre mi pecho. Las piernas bien que las tenía depiladas pero en el coñito lo tenía un poco descuidado. Poco a poco aumentó el ritmo y parecía gustarle, al rato empiezo a notar pinchazos sobre mi pecho, Lucía estaba clavándome las uñas. Unas uñas que porciento estaban largas y muy cuidadas. Empecé a mezclar ruidos de placer y dolor, los de Lucía solo serían de placer. Lucía paró de clavarme las uñas y me volvió a agarrar el cuello sin dejar de follarme - ¿Tu quieres jugar con fuego no? ¿Qué te dije de hablar? si, lo se... no estas hablando solo gimes como una puta y lloriqueas como una niña cría de mierda, pero tampoco te di permiso para hacer eso. Ultimo aviso - Lucía soltó mi cuello y di un tosido al coger aire, en esta ocasión me mantuvo sin aire más tiempo. Aumentó más aun el ritmo, los gemidos tornaron a ligeros gritos. Parece que quería probarme o puede que no pero Lucía comenzó a clavarme nuevamente las uñas pero ahora movía al mismo tiempo las manos en direcciones opuestas, seguía arañándome y yo hacía lo imposible por no decir o hacer nada. Empezó aflojar el ritmo y se agacho para hablarme de cerca. Cambio la cara y Lucía volvía a tener el aspecto dulce y amable que yo conocía - Ángel bebe, si quieres... puedo dejarte hablar ¿quieres hablar? Te puedo quitar este trasto de la boca si te portas como un niño bueno... - Afirme con la cabeza, Lucía sonrió y con sus palmas juntas empezó a aplaudir sin separarlas - Buen chico!!! pero esto no será gratis... te lo tienes que ganar - Lucía me quitó la mordaza - Y ahora abre la boca - Lucía cerro su boca, empezó a hacer movimientos con ella la abrió poniéndola sobre la mía y soltó toda su saliva sobre mi boca, puso nuevamente su cara cerca la mía y su cara retomo el aspecto frio que tenía - Trágatela toda, o vuelvo a ponértela y me cabreare por hacerme perder mi tiempo - Obedecí y trague sin decir nada, abrí la boca y Lucía vio bien que efectivamente lo trague, no me suponía un problema, de eso a un beso con lengua... poca diferencia - Buen chico ahora puedes hablar, pero no me obligues a ponértelo de nuevo, no me gustan las crías lloronas advertido estas - Lucía continuo con sus embestidas cada vez más rápido, me gustase o no mi limite ya estaba a punto y me corrí intentando hacer el menor ruido posible por temor a cabrearla.
-Muy bien Ángel, no esta mal la duración... muchos de mis exnovios no tardaron ni la mitad.
-¿Gracias?
-Si bueno... pero yo aun quiero seguir, tu obligación es hacer que me corra.
-Ok... ¿puedo descansar un ratito? Si quieres puedo usar mi boca.
-¿Descansar? que tonto, no te hace falta. Te aseguro que no perderás la erección en mucho tiempo y la boca la usaras cuando consigas que me corra.
-Pero...
-No... tome una decisión, si me contradices me enfadare ¿Para eso te doy permiso para hablarme? sigue así y te cerrare el pico.
-¿Lo siento?
-Así mejor, ahora ponte encima y antes de que digas alguna tontearía. No, no te quitaré las esposas, apáñatelas como puedas.
Lucía me puso otro condón, se puso boca arriba con las piernas abiertas, se puso un almohadón bajo su cabeza y empezó a meterme prisas. No tenía ni idea de que ritmo seguir, de hacerlo despacio seguro que se metería conmigo y si por hacerlo rápido podría pensar que ¿Y si quería asumir el control? empecé a frotarle la punta sobre su coño y Lucía sin decir nada pasó sus piernas tras de mi, agarró mi polla y empujó con las piernas para metérsela de golpe.
-¿Naciste ayer? ya estoy cachonda y mojada no necesito eso, quiero que sigas por donde nos quedamos y correrme hoy si es posible
-Si, error mío.
-¿Recuerdas mi ritmo? Pues veamos si puedes hacerlo bien.
Empecé a mover mis caderas como Lucía quería, al ver que empezó a gemir me relaje y vi que lo que hacía le gustaba. Seguí un buen rato el ritmo, empezaba a gustarme la verdad, hacía un rato que no pasaba nada raro. Los gemidos mezclados entre gritos de Lucía cada vez eran mucho más frecuentes, me pasó los brazos por debajo de los míos y empezó a clavarme las uñas por la espalda, dio un estallido y empezó a mover sus caderas con pequeños espasmos, me propino otro buen arañazo.
-Me corro, me corro , me corro... - dijo Lucía en voz muy baja, dejó caer sus brazos y parecía agotada.
-¿Estas bien Lucía? - pregunté por decir algo, claramente la que tendría que preguntar eso tendría que ser ella.
-Bueno... uno menos, te faltan dos.
-¿Dos?
-Claro idiota, quiero dos orgasmos mas, me da igual si tienes que estar cinco horas como si son tres días. Pero de esta casa no sales sin cumplir eso.
-Si...
-Tranquilo, despees del primero el resto será fácil, si no... es que algo estarás haciendo mal.
Lucía me apartó de encima con una mano y se levanto, se puso a mirarme fijamente y clavo su mirada sobre las esposas, frunció un poco el ceño como si estuviera pensando. Empezó a rebuscar nuevamente en la caja, saco una llave y abrió una mano, me saco las manos del cabecero y volvió a esposarme una mano a la esquina de la cama, saco un segundo juego de esposas y repitió el proceso con la otra mano. Se subió sobre mi cabeza y planto su coño en mi cara - Ahora si que puedes lamer perrito, chupa chupa -
Empecé a comerle el coño a Lucía, ella comenzó a darle golpes a mi polla con una mano, tiró del condón partiéndolo, quitó el resto y empezó a darle pequeños lametones. Lucía dijo que se corrió pero me extraño, a diferencia de Chloé ella no soltó un chorrito el cual provoco un charco. Lucía simplemente tubo un orgasmo y se mojo un poco mas, pero nada de dejarlo todo mojado. Tras un buen rato empecé a sentir calores y a sudar más de lo normal, no tenía ganas de correrme pero pasado un rato si que me corrí en la boca de Lucía, le cabreo un poco pero si conseguía hacer que se corriera nuevamente no tendría intenciones de hacerme nada. Afortunadamente como mejor pude Lucía empezó a repetir esos pequeños espasmos y ahora no lo susurró, con un tono de voz muy normal y claro escuché - me corroooo - empezó a mojarse un poco más y a calentarse, callo en la cama un rato. Al tiempo se incorporo, decidió ir a la cocina a por agua y me dejó un buen rato esposado sin hacer nada. Al rato entra por la puerta y me ofrece agua, le digo que si. Me temía algo raro como que si quería beber tendría que ser desde su boca o algo raro pero me la ofreció sin más desde la botella.
-¿Ya te diste cuenta o no?
-¿Darme cuenta del que?
-Parece que no, bueno... aun la tienes como al empezar... ves... ves...
Seguía esposado, miré abajo y aun la tenía igual de grande que como decía Lucía al empezar, pero no solo eso, también me di cuenta que tenía todo el pecho rojo de los arañazo y pinchazos de Lucía.
-Te lo dije antes, no te hace falta descansar, resulta que el bizcocho ese tan rico que comiste, pues le puse unas "vitaminas especiales" vamos... pastillitas azules.
-¿Pero se te fue la pinza? ¿y si eso me provocaba alguna alergia o algo raro? ¿enserio consideras eso algo normal?
-Bueno, eso no es asunto mío y no me gusta nada ese tono que usas para dirigirte a mi. Aun te queda un ultimo asalto y te tocara hacerlo mudito, tu solito te lo buscaste.
Volvió a ponerme la mordaza, cogió los condones, abrió con la boca uno y tiró los dos que quedaban al suelo - Mierda, tendré que comprar más dentro de poco - me lo puso y repitió la misma postura que al principio solo que ahora esta yo completamente tumbado y no medio sentado como antes. Empezó a follarme y se agacho para poner su boca a escasos centímetros de mi oreja - ¿Decías de descansar? algunas personas les duele, si a ti te duele ahora, te jodes y te callas - puso ambas manos sobre mi cuello pero ahora sin apretar nada (como advertencia) empezó a follarme más rápido de lo que había echo en todo la tarde, Lucía empezó a reírse entre gemidos y hacía amagos de apretarme el cuello con ambas manos, se cansó y me agarró de los hombros - Un poco mas... - Unos minutos más tarde Lucía deja caer su cabeza sobre mi hombro y empiezo a lamerlo -Ya...- Lucía se corre pero lo único que noto es un dolor punzante sobre mi hombro (Lucía me estaba mordiendo)
-Si señor... y con esta son tres... Cumpliste lo admito, la verdad pensé que no darías la talla - Tiró de la correa de la mordaza y la rito al suelo.
-¿Ya? ¿Esto es lo que querías?
-Pues la verdad es que si, pero ya que estamos... tu solo te corriste dos... ¿no?
-Si creo, pero estoy bien así.
-No no no... quiero ver de cerca como te corres dentro del condón y recuerda sin ruiditos.
Lucía apartó mis piernas a los lados y se sentó con las piernas cruzadas frente a mi polla, siguió por donde se quedó y continuo masturbándome, al rato como veía que aguantaba decidió acariciarme los huevos con la otra mano, aguante un rato corto más y me corrí justo como ella quería.
-Buen chico!!! Veamos que hora es... jo... solo gaste la mitad del tiempo, en teoría tu hermana me dio toda la tarde, pero ya no me haces falta...
-¿Entonces?
-Ya se! Tengo una idea, si haces una ultima tarea bien... nada es poca cosa no tardas ni diez segundos, pue eso que si la haces bien te largas ya, si quieres claro... eres libre de quedarte.
-Ok... ¿Y que tendría que hacer?
-No tardo!
Lucía se fue corriendo y al poco la veo entrar con una bolsa de plástico y un maletín.
-El juego es fácil de entender, por algún extraño motivo... tu débil y patético cuerpo tiene un pequeña heridita en el hombro - Saco de la bolsa un botella de Alcohol de setenta grados para desinfectar y del maletín, el cual de cerca parecía un botiquín, saco unas vendas y gasas - Si aguantas solo quince segundos sin hacer un ruido ganas, como mucho ligeros quejidos te permitiré, pero nada de gritos y suspiros ni nada por el estilo ¿Tenemos trato?
-Acepto.
Tenía experiencia curándome heridas con alcohol de caídas en bici o corriendo por senderos algo complicados. Lucía empapo abundantemente una gasa en alcohol, me miró hizo una mueca al tiempo que subía los hombros y sin decir nada lanzo un chorro de alcohol sobre la herida, a los cinco segundos paró y apretó fuerte con la gasa, diez segundos más tarde levanta las manos dejándome la gasa puesta y se levanta.
-Ganasteeeee!!! ¿Imagino que querrás que te quite las esposas e irte a casita no?
-Si... por favor.
-Jo... ¿Seguro que no quieres quedarte? Podría hacerte un piercing donde quieras ¿en tu amiguito de abajo? - Rompió a reír y mientras me quitaba las esposas.
-No, mejor me marcho ahora que sigo vivo.
-Que gracioso! bueno vístete, yo iré llamando a tu hermanita para decirle que vas camino de casa, le diré que me diste pena y te mande ya. Y otra cosita... si eso no mengua en una horita yo que tu iría a un medico.
Me vestí como pude ya que los "efectos" aun no se pasaron del todo y sumado a todos los arañazo y mordisco que tenía me dificultaba mucho algunos movimientos. Por la calle camino a casa pensé ¿Cómo cojones una chica tan cariñosa y atractiva podría estar tan mal de la cabeza? algunas partes me gustaron, pero casi nada en comparación al rato que pasé. Afortunadamente no había casi nadie por la calle y ya era esa hora donde no se ve muy bien pero aun no encienden las farolas. De solo pensar que si esa fuese la primera experiencia sexual de cualquier persona la terminaría traumatizando seguro.
Al llegar a casa mis padres aun no regresaron del trabajo, abrí la puerta y me encontré a Eva esperándome sentada en las escaleras.
-Bienvenido campeón ¿Y bien que tal estuvo, contento?
-¿Contento? Si... fue como ir a un puto parque de atracciones, la ostia... - le dije a Eva con tono sarcástico mientras la hacía a una lado para subir.
-¿De que vas? Te dejo follarte a mi amiga la cual es preciosa ¿Y me tratas así? ¿Tu sabes la cantidad de tíos de mi clase que están tras ella cayéndosele la baba como tontos?
-Pues son afortunados la verdad ¿te crees que esto es lo ellos querrían?
Me quité la camisa frente a Eva, me quité la venda y despegue el esparadrapo que aguantaba la gasa, agarré la mano de Eva con la palma extendida para arriba y le deja la gasa en su mano. Se quedó sorprendida, completamente muda - ¿Y sabes que mas? pregúntale su "ingrediente especial" para cocinar ya que esto yo no lo veo muy normal después de las horas que han pasado - Me bajé los pantalones y boxer al mismo tiempo de un tirón dejando ver la erección casi completa que tenía y sin pensar lo que hacía agarré la otra mano de Eva y se la cerré sobre mi polla como si me hiciera una paja. Como digo no pensé lo que hacía y la sorpresa de Eva era tan autentica que no apartó ninguna de las manos, al darme cuenta de lo que acababa de hacer y de que Eva seguía muda, rápido me di la vuelta sin decir nada y me metí al baño para ducharme, dejé todo tirado por las escaleras y pasillo. Ya dentro del baño decidí darme un baño, al notar los pinchazos y tirones del el agua de la ducha sobre las heridas, pensé que sería mejor un baño. Sali del baño ya más relajado y completamente desnudo, no pensé en ir a por ropa al entrar con ese humor... al abrir la puerta del baño me di cuenta que todo lo que dejé tirado ya no estaba, Eva lo recogió y frente a la puerta del baño, en el suelo tenía ropa limpia y un pequeño bolso o neceser que teníamos en el baño de abajo que hacía de botiquín, obviamente lo dejó Eva.
Entre a mi habitación para curarme y cerré la puerta, me di cuenta que el dormitorio de Eva también estaba cerrado. Mientras me curaba podía escuchar a Eva hablando por teléfono, por el tono de la conversación y el tema que más o menos podía oír entrecortado ya que Eva tenía música puesta, estaba hablando con Lucía y muy cabreada... Me recordó a cuando era pequeño y alguien se metía conmigo pero ella salía para defenderme, aun así seguía algo cabreado.
Al día siguiente tendría clases y yo estaba molido, decidí no cenar e irme pronto a dormir, ya desayunaría algo fuerte que compensara el no cenar y listo.
La mañana siguiente me desperté más temprano de lo normal, nada raro teniendo en cuenta que me fui a dormir muchísimo antes. Encendí la luz y decidí mirar las secuelas, tenía peor pinta que que cuando me las hizo, por el pecho tenía tantos arañazos y pinchazos que no se podían distinguir ni unos de otros ya que se entrecruzaban, los de la espalda si que se notaban bien... ocho arañazos descendentes en diagonal, cuatro a cada lado casi parecían simétricos... me quité la gasa para remplazarla y estaba casi completamente roja... La herida tal y como me esperaba, palpitaba y me daba muchos tirones. Me levante y vestí, bajé sin hacer ruido a prepararme el desayuno para comérmelo en el escritorio, cuando encendí el pc vi que el monitor tenía un papel pegado, seguramente me quedé tan dormido que no vi como alguien entró y lo pego. Miré el papel, Eva me escribió una nota, decía que no sabia que pasaría eso y que se arrepentía muchísimo, no necesitaba que le hiciera esa semana las tareas, ella se encargaría de todas por una semana. También quería decirme en persona una cosa, pero mejor esa misma tarde. Fui a clases e intente que nadie se diera cuenta de que me pasaba algo, tenía muy buena amistad con el profesor de educación física y cuando le dije que ese día no podía hacer nada, que si me dejaba estar toda la hora sentado por suerte ni se lo pensó y me dijo que claro. Terminé las clases y me fui a comer con Eva y mi madre, terminé de comer y me puse con el pc. al rato mi madre salió a trabajar, no tardó mucho Eva en subir y llamar a mi puerta. Me lo imaginaba si quería decirme algo seguramente se esperara a estar a solas.
-¿Hola? ¿Se... puede?
-Como quieras, al parecer tu mandas ¿no?
-Hable con Lucía, me enfade con ella... pero te prometo que eso no pasara mas, si quieres ir tu por tu cuenta eso ya es cosa tuya pero no te obligare a ir mas.
-Tranquila, no creo que visite a esa tarada.
-Ok... le debía un favor enorme a Lucía y me dijo que en paz si hacía eso... te suplico que no te enfades pero la cosa es que... - Eva hizo una pausa y no sabría como decírmelo - pensé que sería algo bueno y eso... y también le prometí lo mismo a Carolina. Pero espera no te enfades ni me regañes, hable hoy en clases con ella y le dije que nada raro ni locuras como Lucía, me lo prometió, me lo juro... Nada de drogas y nada de hacerte daño te lo prometo. Si te hace algo malo te prometo que le parto la cara...
-Lo que tu digas... ¿Y luego? ¿Me pasaras al resto de tu clase? ¿Incluirás a los chicos también?
-No no no te lo prometo esto es lo ultimo.
-Pues eso... lo que tu digas.
-Esto... solo tiene libre las tardes de martes y jueves... el resto cuida de sus primos pequeños...
-Me da igual, martes mismo si se tiene que cambiar pues se cambia.
Supuse que cuanto antes mejor, si tienes que quitar una tirita o esparadrapo mejor de golpe.
Parte 7: http://www.poringa.net/posts/relatos/3995268/7-El-chantaje-de-mi-hermana-Eva-III.html
Y de momento esa sería la segunda parte de esta historia, puede parecer que fue una tortura y que incluso terminé con tal cabreo que odiaría lo sucedido, pero la verdad es que de no ser por estos chantajes no conocería a mi pareja actual. Y no... no es Lucía, ni de coña... actualmente es abogada y soltera, creo que el trabajo le queda como anillo al dedo y el que este soltera no me sorprende lo más mínimo.
Empezó el domingo, para cualquier persona podría ser un domingo cualquiera pero para mi no, ya me imaginaba que clase de infierno me tocaría soportar esa tarde y sería un domingo de mierda seguro. ¿Exagero? bueno, de momento me convertí en la perra de mi hermana Eva la cual me utilizo para hacer todas sus tareas y recados, limpiar todo lo que ensuciara, si tenía hambre le tendría que hacer lo que me pedía o ir a comprarlo y eso solo fue el principio ya que estaba empezando a ir más lejos con la humillación gratuita y todo por tener tres videos que no debería de tener...
Dejando eso a un lado solo quedaba seguir mirando a lo que me esperaba, continúe con mi nueva rutina y después de fregar los platos sucios de la comida, descanse un rato en mi cama tirado sin hacer nada, Eva entró a mi habitación sin hacer ruido, me tiró encima un monto de ropa - En una hora salimos, ponte eso y prepárate - Se dio la vuelta Eva y se metió en su habitación. ¿Una camisa y unos vaqueros? me los puse y seguí esperando sin hacer nada, pensé en que demonios tramaría pero luego me dije ¿para que? jamás adivinaría lo que trama y solo me daría dolor de cabeza pensar en ello. Llegada la hora Eva me dijo que me esperaba fuera y que me diera prisa. Ya en la calle mostré algo de curiosidad ¿Qué es lo peor que me pasaría por preguntar?
-¿Qué quieres hacer Eva?
-¿Y a ti que te importa? si lo vas hacer igualmente, no tienes otra opción.
-Si.. bueno, pero me gustaría saberlo de antemano.
-Bueno, digamos que hoy te daré un regalo, creo. No se, no depende enteramente de mi.
-¿Eso que significa?
-Estoy segura que lo que pasara esta tarde te encantara, o eso espero.
-Sigues sin decirme lo que haremos.
-Ok... ok... Lo sabrás cuando lleguemos ¿oki?
No tenía ni idea de donde íbamos pero descartaría casi todo lo normal, no nos dirigíamos a ninguna tienda ni nada que yo conociera. Nos paramos en un portal y Eva llamó a alguien por teléfono, le dijo que ya estábamos en el portal y nos abrieron desde dentro.
-Bueno yo me iré a casa, sube tu solo anda es la ultima planta y la puerta B.
-No, espera. ¿Dónde cojones me trajiste?
-Es la casa de Lucía, tu sube y ya esta.
-¿Y se puede saber que demonios hago yo aquí?
-Digamos que te alquile unas horitas, cuando ella te diga te mandara a casa a cenar. Como no subas me llamara. Y obedece todo lo que te diga bye byeeee.
Subí al piso de Lucía con dos ideas en mi cabeza: La primera sería que ya que me mando subir solo... como lo primero que viera fuese a Lucía medio desnuda me tocaría follar. Y la segunda que si tenía ropa me tocaría limpiarle la puta casa.
Llame a la puerta y por desgracia me recibe Lucía completamente vestida... ni escote tenía, vestía un jersey amarillo de cuello alto y unos pantalones largos ajustados.
-Hola Ángel, anda pasa pasa. Dame un minutito que tengo que llamar a tu hermana.
-Ok.
-Espérame mientras en el salón, te prepare la merienda, espero que te guste lo hice como mejor pude, sorry si soy pésima cocinando.
-No importa, muchas gracias.
Entro al salón y veo que en la mesa tiene una botella de refresco y otra de agua, varios vasos y muchos trozos de lo que parecían bizcochos de chocolate, obviamente se veían caseros primero por la forma irregular y segundo, que todos fueron preparados de uno en uno, nunca vi a nadie que lo hiciera así, lo normal que solía ver yo es en una bandeja grande que se hiciera entero y luego se cortaría... pero como dijo que no tenía ni idea de cocina no le di mucha importancia. No quería hacerle el feo y probé a comerme uno, resulta que estaba buenísimo y seguí con el segundo. Lucía regreso y se sentó a mi lado.
-¿Y? ¿Qué tal están? La verdad ni los probé.
-Pues la verdad que están riquísimos, no suelo comerlos mucho pero estos están de muerte.
-Me alegro, me comeré yo estos dos.
-¿Te puedo hacer una preguntita algo rara?
-¿Rara? Ángel... ¿No querrás saber si tengo novio no? la respuesta es fácil, no. No entiendo... pero no me duran mucho...
-No... eso no. Me preguntaba que hago aquí... por eso lo de raro no se ni yo que estoy haciendo en tu casa.
-Bueno, de momento merendar ¿no? -soltó una risita - veras, tu hermana me dijo que obedecerías todo lo que ella dijese y lo demostró el otro día ¿no crees?
-Si bueno...
-Pues digamos que... me presto tus servicios, por definirlo de alguna manera. Ella me hacía un favor y yo otro.
-Si... algo así pensé, imagino que querrás que te limpie la caso o algo así ¿no?
-Si bueno, estaría bien pero no me hace falta, es la casa de mis padres y yo no la limpio. ¿Eva me dijo que se te da bien montar ordenadores y esas cosas no? podrías serme útil con eso.
-Como quieras.
-Si me disculpas te dejo aquí solo un ratito no tardó - Lucía se levanto y se metió en otro cuarto.
Después de la conversación me relaje un poco, montar un pc sería algo sencillo que no me molestaría, incluso me relajaba montarlos, si lo que quería es algo más tirando al software también podría ayudarla pero sería más aburrido. No tardó mucho en aparecer Lucía - ¿Ángel si terminaste ya de merendar te importara seguirme a mi dormitorio? es donde tengo todo - Seguí a Lucía a su habitación, al entrar me esperaba ver cajas de piezas del pc o algo por el estilo, pero solo tenía un portátil cerrado sobre su escritorio y el resto desordenado- ¿Y bien, en que querías que te ayudara? - Me di la vuelta y sin decirme nada Lucía me metió las manos por debajo de la camisa, las subió y me quitó todo de cintura para arriba, me puso una mano sobre mi pecho y con todas sus fuerzas me empujó, di dos pasos para atrás, tropecé con algo y caí sobre su cama, no se de donde las saco pero lo siguiente que recuerdo es ver a Lucía con unas esposas forradas con algún tipo de tela y me esposo ambas manos al cabecero de su cama.
-¿Lucía pero que cojones haces? - pensé que sería de juguete pero ni de coña por más que lo intentaba no se abrían -
-Lo que me da la gana bebe, Eva me dio la tarde para hacerte lo que yo quiera, se supone que tendrás que hacer lo que yo te diga, pero no hace falta... te obligare hacerlo tanto si quieres como si no - saco una caja que tenía bajo su cama - No necesito que hables... lo dicho, cierra la puta boquita - empezó a sacar cosas de la caja entré ellas una mordaza la cual me la puso al primer intento de decir algo - Aun con esto puesto puedes hablar algo, no entenderé una mierda pero te perjudicara, si quieres dolor tu habla, vamos tiéntame.
-¿En serio esta es la Lucía que conocía? pero si siempre fue super simpática y amable - pensé -
-Veras, no me suelen durar mucho los tíos. Sois así de patéticos, cuando perdéis algo de control os acojonáis, puede que algún día encuentre un puto sumiso que tolere, quien sabe podrías ser tu. Mientras lo espero... necesito echar un buen polvo y te tengo a mano.
-Bueno... si lo medito más detenidamente, me follare a Lucía! o más bien ella a mi, lo único malo es que actúa rara de cojones pero si quiere ser dominante... ¿Qué más da? lo disfrutare igual.
Lucía empezó a desvestirse, podría hacerlo mejor... la estaba mirando pero se quitó la ropa como si nadie estuviera en la misma sala que ella, al terminar me quitó lo que me quedaba de ropa dejándome completamente desnudo. Se quedó unos segundos mirando mi polla y luego me dirigió una fría mirada - No me digas que esto es todo lo que puedes darme, esto... ¿Te crecerá más no? - Intente decirle como mejor pude que si con la mordaza, al mismo tiempo que afirme con la cabeza. Lucía se acercó a mi cara, puso su cara a un palmo de la mía, sin verlo venir agarró mi cuello con una mano y empezó a apretar - No se si estas sordo o que eres gilipollas, no creo que te diera permiso a hablar ¿no? para la próxima afirma o niega con la puta cabeza o no seré tan indulgente - En ese mismo instante supe o que esto sería la ostia y lo disfrutaría solo si hacía exactamente lo que ella quería o que mucho más probablemente sería una pesadilla la cual querría que terminara lo más rápido posible, solo pensar que tendría que estar toda la tarde... esperaba que fuese la primera opción. Lucía se sentó a mi lado dándome la espalda, empezó a darle toquecitos a mi polla con un dedo durante un minuto, parece que se cansó y comenzó a masturbarme al rato giro la cabeza - ¿Estas cachondo del todo no? ¿No tengo que esperar a que crezca más no? Buen.... chico afirma con la cabeza... No esperes que te la chupe, eso no te lo ganaste aun - Se levanto y cogió del suelo una caja con condones, sin ningún tipo de dificultad me puso uno - Veamos si das la talla ¿no quieres cabrearme no? pues espero que no dures medio minuto y te corras como un tarado - Lucía se subió encima mío, puso una mano sobre mi pecho y con la otra sostuvo mi polla, se la metió despacito y dejó de sostenerla para poner ambas manos sobre mi pecho. Las piernas bien que las tenía depiladas pero en el coñito lo tenía un poco descuidado. Poco a poco aumentó el ritmo y parecía gustarle, al rato empiezo a notar pinchazos sobre mi pecho, Lucía estaba clavándome las uñas. Unas uñas que porciento estaban largas y muy cuidadas. Empecé a mezclar ruidos de placer y dolor, los de Lucía solo serían de placer. Lucía paró de clavarme las uñas y me volvió a agarrar el cuello sin dejar de follarme - ¿Tu quieres jugar con fuego no? ¿Qué te dije de hablar? si, lo se... no estas hablando solo gimes como una puta y lloriqueas como una niña cría de mierda, pero tampoco te di permiso para hacer eso. Ultimo aviso - Lucía soltó mi cuello y di un tosido al coger aire, en esta ocasión me mantuvo sin aire más tiempo. Aumentó más aun el ritmo, los gemidos tornaron a ligeros gritos. Parece que quería probarme o puede que no pero Lucía comenzó a clavarme nuevamente las uñas pero ahora movía al mismo tiempo las manos en direcciones opuestas, seguía arañándome y yo hacía lo imposible por no decir o hacer nada. Empezó aflojar el ritmo y se agacho para hablarme de cerca. Cambio la cara y Lucía volvía a tener el aspecto dulce y amable que yo conocía - Ángel bebe, si quieres... puedo dejarte hablar ¿quieres hablar? Te puedo quitar este trasto de la boca si te portas como un niño bueno... - Afirme con la cabeza, Lucía sonrió y con sus palmas juntas empezó a aplaudir sin separarlas - Buen chico!!! pero esto no será gratis... te lo tienes que ganar - Lucía me quitó la mordaza - Y ahora abre la boca - Lucía cerro su boca, empezó a hacer movimientos con ella la abrió poniéndola sobre la mía y soltó toda su saliva sobre mi boca, puso nuevamente su cara cerca la mía y su cara retomo el aspecto frio que tenía - Trágatela toda, o vuelvo a ponértela y me cabreare por hacerme perder mi tiempo - Obedecí y trague sin decir nada, abrí la boca y Lucía vio bien que efectivamente lo trague, no me suponía un problema, de eso a un beso con lengua... poca diferencia - Buen chico ahora puedes hablar, pero no me obligues a ponértelo de nuevo, no me gustan las crías lloronas advertido estas - Lucía continuo con sus embestidas cada vez más rápido, me gustase o no mi limite ya estaba a punto y me corrí intentando hacer el menor ruido posible por temor a cabrearla.
-Muy bien Ángel, no esta mal la duración... muchos de mis exnovios no tardaron ni la mitad.
-¿Gracias?
-Si bueno... pero yo aun quiero seguir, tu obligación es hacer que me corra.
-Ok... ¿puedo descansar un ratito? Si quieres puedo usar mi boca.
-¿Descansar? que tonto, no te hace falta. Te aseguro que no perderás la erección en mucho tiempo y la boca la usaras cuando consigas que me corra.
-Pero...
-No... tome una decisión, si me contradices me enfadare ¿Para eso te doy permiso para hablarme? sigue así y te cerrare el pico.
-¿Lo siento?
-Así mejor, ahora ponte encima y antes de que digas alguna tontearía. No, no te quitaré las esposas, apáñatelas como puedas.
Lucía me puso otro condón, se puso boca arriba con las piernas abiertas, se puso un almohadón bajo su cabeza y empezó a meterme prisas. No tenía ni idea de que ritmo seguir, de hacerlo despacio seguro que se metería conmigo y si por hacerlo rápido podría pensar que ¿Y si quería asumir el control? empecé a frotarle la punta sobre su coño y Lucía sin decir nada pasó sus piernas tras de mi, agarró mi polla y empujó con las piernas para metérsela de golpe.
-¿Naciste ayer? ya estoy cachonda y mojada no necesito eso, quiero que sigas por donde nos quedamos y correrme hoy si es posible
-Si, error mío.
-¿Recuerdas mi ritmo? Pues veamos si puedes hacerlo bien.
Empecé a mover mis caderas como Lucía quería, al ver que empezó a gemir me relaje y vi que lo que hacía le gustaba. Seguí un buen rato el ritmo, empezaba a gustarme la verdad, hacía un rato que no pasaba nada raro. Los gemidos mezclados entre gritos de Lucía cada vez eran mucho más frecuentes, me pasó los brazos por debajo de los míos y empezó a clavarme las uñas por la espalda, dio un estallido y empezó a mover sus caderas con pequeños espasmos, me propino otro buen arañazo.
-Me corro, me corro , me corro... - dijo Lucía en voz muy baja, dejó caer sus brazos y parecía agotada.
-¿Estas bien Lucía? - pregunté por decir algo, claramente la que tendría que preguntar eso tendría que ser ella.
-Bueno... uno menos, te faltan dos.
-¿Dos?
-Claro idiota, quiero dos orgasmos mas, me da igual si tienes que estar cinco horas como si son tres días. Pero de esta casa no sales sin cumplir eso.
-Si...
-Tranquilo, despees del primero el resto será fácil, si no... es que algo estarás haciendo mal.
Lucía me apartó de encima con una mano y se levanto, se puso a mirarme fijamente y clavo su mirada sobre las esposas, frunció un poco el ceño como si estuviera pensando. Empezó a rebuscar nuevamente en la caja, saco una llave y abrió una mano, me saco las manos del cabecero y volvió a esposarme una mano a la esquina de la cama, saco un segundo juego de esposas y repitió el proceso con la otra mano. Se subió sobre mi cabeza y planto su coño en mi cara - Ahora si que puedes lamer perrito, chupa chupa -
Empecé a comerle el coño a Lucía, ella comenzó a darle golpes a mi polla con una mano, tiró del condón partiéndolo, quitó el resto y empezó a darle pequeños lametones. Lucía dijo que se corrió pero me extraño, a diferencia de Chloé ella no soltó un chorrito el cual provoco un charco. Lucía simplemente tubo un orgasmo y se mojo un poco mas, pero nada de dejarlo todo mojado. Tras un buen rato empecé a sentir calores y a sudar más de lo normal, no tenía ganas de correrme pero pasado un rato si que me corrí en la boca de Lucía, le cabreo un poco pero si conseguía hacer que se corriera nuevamente no tendría intenciones de hacerme nada. Afortunadamente como mejor pude Lucía empezó a repetir esos pequeños espasmos y ahora no lo susurró, con un tono de voz muy normal y claro escuché - me corroooo - empezó a mojarse un poco más y a calentarse, callo en la cama un rato. Al tiempo se incorporo, decidió ir a la cocina a por agua y me dejó un buen rato esposado sin hacer nada. Al rato entra por la puerta y me ofrece agua, le digo que si. Me temía algo raro como que si quería beber tendría que ser desde su boca o algo raro pero me la ofreció sin más desde la botella.
-¿Ya te diste cuenta o no?
-¿Darme cuenta del que?
-Parece que no, bueno... aun la tienes como al empezar... ves... ves...
Seguía esposado, miré abajo y aun la tenía igual de grande que como decía Lucía al empezar, pero no solo eso, también me di cuenta que tenía todo el pecho rojo de los arañazo y pinchazos de Lucía.
-Te lo dije antes, no te hace falta descansar, resulta que el bizcocho ese tan rico que comiste, pues le puse unas "vitaminas especiales" vamos... pastillitas azules.
-¿Pero se te fue la pinza? ¿y si eso me provocaba alguna alergia o algo raro? ¿enserio consideras eso algo normal?
-Bueno, eso no es asunto mío y no me gusta nada ese tono que usas para dirigirte a mi. Aun te queda un ultimo asalto y te tocara hacerlo mudito, tu solito te lo buscaste.
Volvió a ponerme la mordaza, cogió los condones, abrió con la boca uno y tiró los dos que quedaban al suelo - Mierda, tendré que comprar más dentro de poco - me lo puso y repitió la misma postura que al principio solo que ahora esta yo completamente tumbado y no medio sentado como antes. Empezó a follarme y se agacho para poner su boca a escasos centímetros de mi oreja - ¿Decías de descansar? algunas personas les duele, si a ti te duele ahora, te jodes y te callas - puso ambas manos sobre mi cuello pero ahora sin apretar nada (como advertencia) empezó a follarme más rápido de lo que había echo en todo la tarde, Lucía empezó a reírse entre gemidos y hacía amagos de apretarme el cuello con ambas manos, se cansó y me agarró de los hombros - Un poco mas... - Unos minutos más tarde Lucía deja caer su cabeza sobre mi hombro y empiezo a lamerlo -Ya...- Lucía se corre pero lo único que noto es un dolor punzante sobre mi hombro (Lucía me estaba mordiendo)
-Si señor... y con esta son tres... Cumpliste lo admito, la verdad pensé que no darías la talla - Tiró de la correa de la mordaza y la rito al suelo.
-¿Ya? ¿Esto es lo que querías?
-Pues la verdad es que si, pero ya que estamos... tu solo te corriste dos... ¿no?
-Si creo, pero estoy bien así.
-No no no... quiero ver de cerca como te corres dentro del condón y recuerda sin ruiditos.
Lucía apartó mis piernas a los lados y se sentó con las piernas cruzadas frente a mi polla, siguió por donde se quedó y continuo masturbándome, al rato como veía que aguantaba decidió acariciarme los huevos con la otra mano, aguante un rato corto más y me corrí justo como ella quería.
-Buen chico!!! Veamos que hora es... jo... solo gaste la mitad del tiempo, en teoría tu hermana me dio toda la tarde, pero ya no me haces falta...
-¿Entonces?
-Ya se! Tengo una idea, si haces una ultima tarea bien... nada es poca cosa no tardas ni diez segundos, pue eso que si la haces bien te largas ya, si quieres claro... eres libre de quedarte.
-Ok... ¿Y que tendría que hacer?
-No tardo!
Lucía se fue corriendo y al poco la veo entrar con una bolsa de plástico y un maletín.
-El juego es fácil de entender, por algún extraño motivo... tu débil y patético cuerpo tiene un pequeña heridita en el hombro - Saco de la bolsa un botella de Alcohol de setenta grados para desinfectar y del maletín, el cual de cerca parecía un botiquín, saco unas vendas y gasas - Si aguantas solo quince segundos sin hacer un ruido ganas, como mucho ligeros quejidos te permitiré, pero nada de gritos y suspiros ni nada por el estilo ¿Tenemos trato?
-Acepto.
Tenía experiencia curándome heridas con alcohol de caídas en bici o corriendo por senderos algo complicados. Lucía empapo abundantemente una gasa en alcohol, me miró hizo una mueca al tiempo que subía los hombros y sin decir nada lanzo un chorro de alcohol sobre la herida, a los cinco segundos paró y apretó fuerte con la gasa, diez segundos más tarde levanta las manos dejándome la gasa puesta y se levanta.
-Ganasteeeee!!! ¿Imagino que querrás que te quite las esposas e irte a casita no?
-Si... por favor.
-Jo... ¿Seguro que no quieres quedarte? Podría hacerte un piercing donde quieras ¿en tu amiguito de abajo? - Rompió a reír y mientras me quitaba las esposas.
-No, mejor me marcho ahora que sigo vivo.
-Que gracioso! bueno vístete, yo iré llamando a tu hermanita para decirle que vas camino de casa, le diré que me diste pena y te mande ya. Y otra cosita... si eso no mengua en una horita yo que tu iría a un medico.
Me vestí como pude ya que los "efectos" aun no se pasaron del todo y sumado a todos los arañazo y mordisco que tenía me dificultaba mucho algunos movimientos. Por la calle camino a casa pensé ¿Cómo cojones una chica tan cariñosa y atractiva podría estar tan mal de la cabeza? algunas partes me gustaron, pero casi nada en comparación al rato que pasé. Afortunadamente no había casi nadie por la calle y ya era esa hora donde no se ve muy bien pero aun no encienden las farolas. De solo pensar que si esa fuese la primera experiencia sexual de cualquier persona la terminaría traumatizando seguro.
Al llegar a casa mis padres aun no regresaron del trabajo, abrí la puerta y me encontré a Eva esperándome sentada en las escaleras.
-Bienvenido campeón ¿Y bien que tal estuvo, contento?
-¿Contento? Si... fue como ir a un puto parque de atracciones, la ostia... - le dije a Eva con tono sarcástico mientras la hacía a una lado para subir.
-¿De que vas? Te dejo follarte a mi amiga la cual es preciosa ¿Y me tratas así? ¿Tu sabes la cantidad de tíos de mi clase que están tras ella cayéndosele la baba como tontos?
-Pues son afortunados la verdad ¿te crees que esto es lo ellos querrían?
Me quité la camisa frente a Eva, me quité la venda y despegue el esparadrapo que aguantaba la gasa, agarré la mano de Eva con la palma extendida para arriba y le deja la gasa en su mano. Se quedó sorprendida, completamente muda - ¿Y sabes que mas? pregúntale su "ingrediente especial" para cocinar ya que esto yo no lo veo muy normal después de las horas que han pasado - Me bajé los pantalones y boxer al mismo tiempo de un tirón dejando ver la erección casi completa que tenía y sin pensar lo que hacía agarré la otra mano de Eva y se la cerré sobre mi polla como si me hiciera una paja. Como digo no pensé lo que hacía y la sorpresa de Eva era tan autentica que no apartó ninguna de las manos, al darme cuenta de lo que acababa de hacer y de que Eva seguía muda, rápido me di la vuelta sin decir nada y me metí al baño para ducharme, dejé todo tirado por las escaleras y pasillo. Ya dentro del baño decidí darme un baño, al notar los pinchazos y tirones del el agua de la ducha sobre las heridas, pensé que sería mejor un baño. Sali del baño ya más relajado y completamente desnudo, no pensé en ir a por ropa al entrar con ese humor... al abrir la puerta del baño me di cuenta que todo lo que dejé tirado ya no estaba, Eva lo recogió y frente a la puerta del baño, en el suelo tenía ropa limpia y un pequeño bolso o neceser que teníamos en el baño de abajo que hacía de botiquín, obviamente lo dejó Eva.
Entre a mi habitación para curarme y cerré la puerta, me di cuenta que el dormitorio de Eva también estaba cerrado. Mientras me curaba podía escuchar a Eva hablando por teléfono, por el tono de la conversación y el tema que más o menos podía oír entrecortado ya que Eva tenía música puesta, estaba hablando con Lucía y muy cabreada... Me recordó a cuando era pequeño y alguien se metía conmigo pero ella salía para defenderme, aun así seguía algo cabreado.
Al día siguiente tendría clases y yo estaba molido, decidí no cenar e irme pronto a dormir, ya desayunaría algo fuerte que compensara el no cenar y listo.
La mañana siguiente me desperté más temprano de lo normal, nada raro teniendo en cuenta que me fui a dormir muchísimo antes. Encendí la luz y decidí mirar las secuelas, tenía peor pinta que que cuando me las hizo, por el pecho tenía tantos arañazos y pinchazos que no se podían distinguir ni unos de otros ya que se entrecruzaban, los de la espalda si que se notaban bien... ocho arañazos descendentes en diagonal, cuatro a cada lado casi parecían simétricos... me quité la gasa para remplazarla y estaba casi completamente roja... La herida tal y como me esperaba, palpitaba y me daba muchos tirones. Me levante y vestí, bajé sin hacer ruido a prepararme el desayuno para comérmelo en el escritorio, cuando encendí el pc vi que el monitor tenía un papel pegado, seguramente me quedé tan dormido que no vi como alguien entró y lo pego. Miré el papel, Eva me escribió una nota, decía que no sabia que pasaría eso y que se arrepentía muchísimo, no necesitaba que le hiciera esa semana las tareas, ella se encargaría de todas por una semana. También quería decirme en persona una cosa, pero mejor esa misma tarde. Fui a clases e intente que nadie se diera cuenta de que me pasaba algo, tenía muy buena amistad con el profesor de educación física y cuando le dije que ese día no podía hacer nada, que si me dejaba estar toda la hora sentado por suerte ni se lo pensó y me dijo que claro. Terminé las clases y me fui a comer con Eva y mi madre, terminé de comer y me puse con el pc. al rato mi madre salió a trabajar, no tardó mucho Eva en subir y llamar a mi puerta. Me lo imaginaba si quería decirme algo seguramente se esperara a estar a solas.
-¿Hola? ¿Se... puede?
-Como quieras, al parecer tu mandas ¿no?
-Hable con Lucía, me enfade con ella... pero te prometo que eso no pasara mas, si quieres ir tu por tu cuenta eso ya es cosa tuya pero no te obligare a ir mas.
-Tranquila, no creo que visite a esa tarada.
-Ok... le debía un favor enorme a Lucía y me dijo que en paz si hacía eso... te suplico que no te enfades pero la cosa es que... - Eva hizo una pausa y no sabría como decírmelo - pensé que sería algo bueno y eso... y también le prometí lo mismo a Carolina. Pero espera no te enfades ni me regañes, hable hoy en clases con ella y le dije que nada raro ni locuras como Lucía, me lo prometió, me lo juro... Nada de drogas y nada de hacerte daño te lo prometo. Si te hace algo malo te prometo que le parto la cara...
-Lo que tu digas... ¿Y luego? ¿Me pasaras al resto de tu clase? ¿Incluirás a los chicos también?
-No no no te lo prometo esto es lo ultimo.
-Pues eso... lo que tu digas.
-Esto... solo tiene libre las tardes de martes y jueves... el resto cuida de sus primos pequeños...
-Me da igual, martes mismo si se tiene que cambiar pues se cambia.
Supuse que cuanto antes mejor, si tienes que quitar una tirita o esparadrapo mejor de golpe.
Parte 7: http://www.poringa.net/posts/relatos/3995268/7-El-chantaje-de-mi-hermana-Eva-III.html
Y de momento esa sería la segunda parte de esta historia, puede parecer que fue una tortura y que incluso terminé con tal cabreo que odiaría lo sucedido, pero la verdad es que de no ser por estos chantajes no conocería a mi pareja actual. Y no... no es Lucía, ni de coña... actualmente es abogada y soltera, creo que el trabajo le queda como anillo al dedo y el que este soltera no me sorprende lo más mínimo.
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